sábado, 11 de diciembre de 2010

WOVEN HAND - LA [2] (BARCELONA) 10/12/10

THE THRESHINGFLOOR (2010)



































Por primera vez voy a publicar dos entradas en el mismo día, y el motivo no es otro que los dos conciertazos que tuve la suerte de ver ayer por la noche. Iré por partes como Jack el destripador. A media tarde, quedaba con mis apreciados amigos Viktor y Luther, con los que me siento afortunado de compartir devoción por esta genial banda de Denver (Colorado), para entrar directamente a presenciar la actuación de los inclasificables Seven Seas Duet, proyecto del polifacético multiinstrumentista griego, Loukas Metaxas. No nos entristeció mucho que en el momento que accedimos a la sala el peculiar dúo estuviera en la recta final de su actuación, puesto que su música es un folclore tradicional que dista mucho de lo que estamos habituados a escuchar y posiblemente haber presenciado la actuación entera hubiera sido un suplico, eso sí, hay que destacar que era una elección personal de David Eugene Edwards, que parece que anda prendado de los sonidos de raíz del este de Europa. Reminiscencias arábigas, instrumentos exóticos y una imagen impactante (el tal Loukas era el doble del 'Sevilla' de Mojinos Escozíos y el otro se parecía mucho al actor andaluz que hacía de hincha del Athletic de Bilbao en '800 balas' de Alex De La Iglesia, como podréis comprobar en las fotos), para el punto extraño de la noche, ya que además se despidieron a la francesa con un último tema que arrastró problemas con el micro. Cuatro aullidos de algún melón que había entre el público (es que no entiendo esa moda de berrear unos cuántos 'wuuu', en vez de aplaudir cuando acaba una canción y menos si me lo hacen en la oreja), que debió confundirles con los Jonas Borthers (va a ser que no) y una larga espera hasta que aparecieron Woven Hand con una imponente puesta en escena, con todo preparado para ofrecer un espectáculo fibroso, crudo y oscuro, muy oscuro. Edwards se sentó guitarras en mano en el lado izquierdo del escenario, de riguroso negro y un sombreo con pluma roja incluido y a partir de ahí comenzó la posesión. Llevaba dos micros incorporados al mío que metían un tono distinto, dejando uno de ellos para lanzar un discurso de redención a modo de intro cual predicador convencido o más bien como un chamán en permanente comunicación con los espíritus que pueblan las almas de los presentes y así fueron cayendo la mayoría de temas de su flamante último álbum, en cierto modo perjudicados por carecer de esas magnificas texturas que les da la sección de cuerda en estudio, pero beneficiados en el fondo al ser trasladados al formato directo por su fiero y envolvente sonido. Aquello retumbaba, estábamos todos hipnotizados y el larguirucho rubiales colaboraba a esa abducción personal que sufrimos con su brutal sonido, con una serie de movimientos espasmódicos al más puro estilo Ian Curtis, sudando la gota gorda, gesticulando y con los ojos en blanco, terrible, metido hasta el fondo en su película como un tiburón del directo, merendándose cada tema desde lo más profundo de su negro corazón..y que decir del repertorio...cayeron la homónima "The threshing floor", descomunal y despiadada con Pascal Humbert en puro trance tocando el bajo, "A holy measure", que rozó el heavy metal clásico y gótico de Black Sabbath en unos minutos de intensidad corrosiva que creaba una atmósfera incomparable y con la voz (doblada por otro vocalista en la sombra, cosa que me sorprendió mucho) entrando directa a nuestras mentes, "His rest", dramática al cien por cien y tal vez la más accesible de la noche, aunque eso es un decir, porque también estuvo inundada de electricidad, la tremebunda "Shinking hands", pieza que abre su nuevo trabajo y que parecía una ceremonia capaz de emular el caso Waco, la épica "Behind your breath", sobria y gigantesca muestra de fe con Humbert sacando el máximo partido a su bajo, la rítmica "thruth", con Ordy Garrison llevando el timón a la batería con todo ese abanico de registro y Edwards reencarnado en un indio ancestral, la formidable "Denver city", más melódica y mi favorita de sus últimas composiciones por salir bien parada en virtud de alejarse ligeramente de su habitual sonido y dejando para el final un par de joyas como "Your Russia", magnifica concesión a su pasado que tinto las paredes del lugar con sangre de pecador arrepentido y "Winter shaker", himno incontestable para dejar a todos boquiabiertos con un bolo que alcanzó mas de una hora y media de memorable guerra sónica. El único pero, por decir algo, fue que no rescataron ningún tema de mis adorados Sixteen Horsepower, pero todo no puede ser en esta vida. Ni me quiero imaginar como debe de ser la experiencia de ver a este grupazo abriendo para Tool, como anunciaron hace poco que iban a hacer este año por Estados Unidos. Tras salir destrozados, visita al bar de enfrente, refresco, bocata de bacon con queso y mientras estos se iban a casa yo me fui hacía Razzmatazz pensando como me sentaría presenciar de inmediato otro concierto y tan distinto, pero esa es otra historia que luego os explico...

6 comentarios:

  1. Qué miedo me da a mi el woven en directo, desde luego que es algo digno de ver, a ver si escucho su último disco, no me atreví a ir esta vez y menos sola pero es que además me hubiera coincidido con el geniecillo owen asi que no tuve que pensarmelo mucho. lo has contado muy bien, es tal cual, es que alguien que no le haya visto nunca puede pensar que te estas montando una película pero es que el hombre yo creo que entra en trance realmente. un besote.

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  2. Si, si Viola, era exacatmente lo que me decías, un absoluto monstruo tenebroso, aunque hoy comentaba como mi amigo Martí que sonó demasiado crudo, a ratos parecía un concierto de doom metal y tal vez si hubiera alternado sus temas oscuros con los más folkies que tiene, hubiera sido todavía mejor. Aún con todo me pareció tremendo, impresiona mucho y consigue crear una atmósfera abrumadora.
    Creo que este disco te puede gustar, es más folk, con influencias balcánicas y de la Europa del este en general, muy curioso, aunque la verdad es que tal vez sea el que menos me ha gustado de los que han publicado hasta ahora, tal vez peque un poco de lineal, pero al final, no obstante, se le coge el gusto,
    Un beso como una catedral de grande :)
    Ya me darás envidias de Owen Pallett por cierto...

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  3. ...y a este gran cazurro aragonés se lo preguntas!!?? jajaja...espera que tiro de traductor...pues yes! jajaja, ya me sabe mal tío, creo que te hubiera gustado mucho, es más...wish you were here, así hubiéramos comentado la jugada. Has visto que nivelón tengo con el traductor? jeje.

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  4. A petición del Pataliebre que dirige este blo blo blo blog, haré una pequeña reflexión sobre el concierto de Woven Hand en Barcelona, en el cual estuve presente.

    Para un servidor el concierto del Huevón Mano era un acontecimiento muy esperado ya que su música desde que me la descubrió el pataliebre ha sido consciente e inconscientemente una gran influencia en mis pequeñas composiciones, sintiendo admiración y respeto por su trabajo encumbrándolo a un estatus que posteriormente para mi gran decepción no fue reflejado en su directo.

    EL SINGULAR DÚO GRIEGO, LOS TELONEROS

    Creo que la palabra que mejor definiría la actuación del singular dúo Griego sería LAMENTABLE. Aunque sólo vimos el final de su show ( un tema y medio, problemas con el soporte del micro del abuelo, aparición de Edwards para solucionarlo, aplausos, no lo soluciona, momento de confusión, dejo de prestar atención al escenario, vuelvo a mirar, los griegos no están, se acabo el telonero ) fue suficiente para hacernos una idea de lo que había tenido que sufrir quien hubiera visto su actuación integra. Su música era monótona, fría, ni melodía, ni ritmo, ni nada de nada. Si los hubiera visto en el metro lo entendería, pero encima de un escenario no. En resumen, un coñazo de gente. Aunque siempre nos quedará su yogurt.

    WOVEN HAND, LEJOS DEL DESIERTO

    Si hay algo que me fascina del estilo de Edwards, es la manera de fusionar los ritmos más tradicionales americanos con el rock digamos oscuro o intimista ( según se mire ) sin caer en clichés ni estereotipos comunes dentro del circo del rock, es decir, sin alejarse del folklore americano y su historia manteniendo un equilibrio perfecto entre ambos. Esto desde mi humilde punto de vista le da a su trabajo un estilo original. Sin embargo, el espectáculo que presencié el viernes distó mucho de esa originalidad. Para mi gusto fue un directo demasiado duro y sobrecargado, mucha distorsión, que en momentos se acercó al metal y que hizo irreconocibles muchos temas, hasta tal punto que me pareció escuchar la misma canción tres veces consecutivas. Esa fue la tónica general del show, a excepción de un tema en formato acústico que se agradeció bastante después de tanto despliegue de intensidad sonora. Por otra parte decir que el espectáculo individual que monto Edwards fue sensacional, con sus espasmos, ojos en blanco, conversaciones con raticulin , bailes ancestrales, el gigantesco pollo que soltó al final del bolo, y por supuesto su increíble voz consiguió sorprender a propios y extraños. En definitiva, creo que estuvo lejos de los sonidos del desierto que plasma tan bien en su discografía para transformarlos en sonidos más comunes a los que puede acceder cualquier grupo de rock duro.

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  5. Excelente contracrónica Luther Lucious Folk's!! como te dije el pasado sábado, coincido plenamente con todo lo que dices, a pesar de que en el post me traicionó mi pasón incondicional por todo lo que hace el doble de Cocodrilo Dundee (vaya! ese nombre me suena de cierto equipo escocés con el que te dí un repasito el otro día, jeje). Me resultaba un poco idiota cambiar lo escrito, así que agradezco que hayas dado un punto de vista mucho más acorde a lo que vimos, aunque como le digo a Viola un poco mas arriba sigo pensando que el concierto estuvo bien, pero joder, que crudo, tio...Sobre el despiece que haces del par de griegos que seguro envuelven cacas en papel cuando van a la cancha del Olympiacos y se las tiran a los jugadores rivales, solo puedo decir que amén lo que me he reído, no hay duda que hubiera sido mucho mejor ver de telonero a un grupo o artista decente y con tablas. Para mí el joven y prometedor The Quiet Man hubiera sido ideal, sobretodo si se hubiese dignado a venir con gallumbos limpios y con el cantante de Támesis a los coros. Otra cosa más que he de decir en contra de mi lamentable post, es que olvidé mencionar el gargajo del tío David Eugene, punto álgido de la noche que sin duda dio muestras de su aprecio al respetable. Y ya para finalizar solo añadir que Miami beat L.A.!!!
    Mil gracias por este analisis, maestro ukeleliano.

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