martes, 29 de noviembre de 2011

FLEET FOXES + VETIVER - L'AUDITORI (BARCELONA) 27/11/11

HELPLESSNESS BLUES (2011)

Con un día de retraso hago esta humilde crónica del concierto que cerraba la edición anual del Primavera Club, con Vetiver y Fleet Foxes como protagonistas, por problemas de salud que espero solucionar hoy poniéndome en manos de un buen fisioterapeuta que posiblemente me va a costar un riñón pero será por una buena causa. Es curioso porque el hecho de haber aparcado este escrito una jornada, me ha despertado todavía más el gusto y la rendición por el sexteto de Seattle (Wsashington) que evidentemente, ejerció de cabeza de cartel. Hoy a diferencia de anteayer que tenía la cabeza fija en los dolores, puedo decir que el concierto que pudimos presenciar fue un puro lujo y que quizás estos tipos tengan uno de los mejores directos que se pueden presenciar hoy en día...musicalmente hablando. Digo eso porque su presencia sobre el escenario es cautivadora por sencilla pero calculada, ejercen su papel de banda mayúscula a la perfección y todo suena en su sitio con un sonido impecable, pero su interactuación con el público es nula, más sosa que la calabaza y se mueven menos que Don Pin-Pon en una cama de velcro. Aún con todo, esta impresión responde más a una cuestión personal de que nunca digo nada malo de nadie y creo que es justo que comente eso para hacer honor a la verdad, pero poco importa por no decir nada, pues uno paga una entrada para ver el traslado de lo que ha escuchado en disco al escenario y ahí cumplen a la perfección como una precisa máquina, tanto que parecen tan delicados y profesionales como un cirujano judío haciendo la circuncisión en día de varnish va. Tan solo tienen eso como hándicap para que su directo no me entusiasme tanto como el de, por ejemplo, Band Of Horses, pero lo suplen bien con esa perfección sonora, con esa voces que suenan tan bien que no tengo ni adjetivos, solo se me ocurre el nombre de Simon & Garfunkel como parangón. Pero bueno, mejor paso a lo bueno, el repertorio, el ambiente y las sensaciones positivas.

Tras sacar fuerzas de flaqueza para soportar el dolor, me chuté un analgésico y llegué puntual para quedar con Atticus, Victor y el gran Uri (responsable del genial blog 'Me suena que lo he leído'), a quién tuve la fortuna de conocer en persona y que como ya sospechaba es mas majo que las pesetas, una persona con la que puedes hablar de todo y que encima tiene un gran sentido del humor. Así da gusto ir a echarse una cerveza antes que hacer aquella considerable cola que al llegar se había transformado en kilométrica. Buscamos sitio tras probar de quedar con los no menos salaos, Genís, Julia y Vanessa, con los que al menos nos consoló el hecho de vernos en el descanso entre una banda y otra y unos minutillos a la finalización del concierto para flotar en la misma nube de emoción por la experiencia, y allí nos aposentamos, en la planta de arriba en un buen rincón donde había una vista privilegiada.

Puntuales como la vida misma salieron a efectuar su bolo Vetiver, ese proyecto liderado por Andy Cabic que cada día se aleja más de los postulados de su buen amigo Devendra Banhart. Con nuevo trabajo bajo el brazo, el interesante 'The errant charm', en el que basaron buena parte del repertorio, los de San Francisco (California) ofrecieron un directo digno, pero algo rígido y plano, bello, sutil pero falto de chispa quizás, que agradó pero que posiblemente por el miedo escénico de tocar en un lugar tan sobrio, como ellos mismo comentaron, se quedó un tanto descafeínado. De hecho varias canciones sonaron peor que en disco, amansadas, carentes de ese desenfado folk que tan bien logran plasmar en el estudio de grabación. Comenzaron con tres cortes lentos que a pesar de no dar el calor suficiente como para que el público se animara, les quedaron la mar de bien porque calidad tienen de sobra y luego estiraron un poco el repertorio para acariciar un poco las coordenadas del folk-rock, con pulso riguroso y gustándose a si mismos, la pena es que cuando empezaban a estar caldeados, la cosa tocaba su fin. Cayeron si no recuerdo mal, "Worse for wear", "Can't you tell", que inció ese arranque que prometía pero que como digo no acabó de cuajar por falta de tiempo, "Wonder why", en fin, un repertorio que mezcló bien lo que mejor se les da y que a mi personalmente, insisto, no me acabó de llenar, aunque quizás en otro marco y en soledad...

En busca de algo que comer porque teníamos un hambre de lobo, Víctor y un servidor, nos bajamos a la planta de abajo donde casualidades bien recibidas de la vida, nos encontramos a Genís, Vanessa y Julia, que estuvieron un rato con nosotros intercambiando impresiones mientras nos reíamos del parecido razonable de un tipo con el baloncestista Pau Gasol (con unos 30 cms menos, todo sea dicho) y que resultó ser el cantante de un grupo estatal que a ellos les gustaba bastante, llamado Olivemoon. Chorradas al margen, ya se acercaba el momento esperado y volvimos sin habernos atrevido a meternos en la odisea de la cola para comprar comida. Se apagaron la luces y ahí estaban los seis ídolos de la noche tras una puesta en escena simple.

"The cascades" y todos en el bolsillo del bueno de Robin 'de los bosques' Pecknold. Tienen un poder evocador que solo necesita sostenerse en las notas de ese piano/órgano, la batería del gran (en todos los sentidos pues tiene percha de jugador de rugby) J.Tillman (excelentes sus discos en solitario), o los mil y un instrumentos que toca el hiperactivo (solo en ese sentido) Morgan Henderson. Su música te atrapa, sus voces, como decía antes, son pura magia, te acompañan en la visualización, en el movimiento por inercia de los pies y las manos, en la emoción de estar viendo algo que sin saber porque te hace creer que eres mejor persona por el mero hecho de disfrutarlo y sin importante de que sea cierto o no. Te llevan a terrenos de tu propia mente que están sin explorar y consiguen que te olvides de todo lo que no trae paz a tu interior. Son un lujo.

Poco a poco fueron interpretando sin casi descanso y con tímida pasión, piezas de sus dos únicos discos publicados hasta el momento en una actuación que no pasó de la hora y media y ante un respetable que pecó un pelín de conformismo, pues tampoco ayudó mucho a ese deje complaciente de la banda, a esa desidia que tienen como artistas en el cara a cara, parcos en palabras hasta entre ellos. Igualmente la atmósfera que se creó en la sala Pau Casals del auditorio fue ensoñadora, sin necesidad de que atendiéramos a esas proyecciones minimalistas y testimoniales que se podían observar en la pantalla gigante ubicada sobre el grupo. Un acústica que solo he podido disfrutar en el Palau de la Música Catalana y que vino de fábula para que su propuesta entrara directa al oído, bajará a los labios para poder tararearla y cubriera el corazón de una fina capa de melosidad. Algo inolvidable que quizás no pase a ser el mejor concierto que he visto jamás, pero que en su transcurso fue memorable. Como único lunar a la elección del cancionero elegido para la ocasión, solo pondría un ligero reproche y es que no sonará "Montezuma", la magnífica pista que abre su última obra, quitado eso...

"Bedouin dress", "The shrine/An argument", "Blue spotted tail", "Helplessness blues", "Lorelai", "Blue ridge mountains", Ragged wood", "White winter hymnal", "He doesn't why", "Sim sala bim", "The plains/Bitter dancer", "Your protector", "Red squirrel/Sun it rises", "Battery kinze" y mi favorita "Mykonos", por poner solo unos ejemplos del extenso set-list, sonaron enormes, que digo enormes, monumentales! y todo lo demás es pecata minuta. Fleet Foxes son tan grandes que no hace falta ni que hablen, solo es necesario que conserven esa forma de cantar y esa sensibilidad suprema. Con esa bella idea nos fuimos todos raudos y veloces ha coger el metro para llegar a casa con una amplia sonrisa. Y quizás esta ha sido una de las crónicas más pobres que he escrito (si es que hay alguna que sea rica), pero para eso mi buena colega Atticus (por cierto, todas la fotografías de este post, son cortesía de ella), ha escrito una en su blog que puedo enlazar y que deja a la altura del betún a ésta, así que os animo no solo a leerla, si no a que os metáis en comentarios de ese post y leáis también lo que dijo Uri ayer, con mucho, mucho tino, que resume muy bien lo que quiero expresar y que por bobo no sé escribir de un modo que se entienda fácil. También dejo el último álbum de estos monstruos por si alguien no ha llegado a ellos todavía.

http://melomaniasinremedio.blogspot.com/2011/11/grown-ocean-fleet-foxes.html

6 comentarios:

  1. Buenas crack. Como ya me extendí mucho con Atticus' y no es cuestión de hacerme el pesado otra vez con lo mismo, solo dos cosas:

    a) Durante el concierto a mi también me vino mucho a la cabeza Simon & Garfunkel. Además de su sonido, la voz de Robin de los bosques también me recuerda a ellos. Luego es el típico comentario que me guardo por un miedo raro de esos míos de quedar como una paleto (no fuera alguien a decir: claro, como hacen folk con polifonías se han de parecer a Simon & Garfunkel, en modo sarcastico) Que alivio que opines lo mismo.

    b)Mejor el recuerdo según pasan las horas que al salir del concierto. Es como esas películas que necesitas procesarlas en tu mente para darte cuenta que has visto una obra maestra.

    Y nada, lo dicho. Esto lo tenemos que repetir (en la medida que mi esclavismo de estudiante de oposiciones me lo permita).

    ¡Y cuídate esa espalda! (ya, como si no te lo dijeran 100.000 personas al día).

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  2. A mi también me recuerdan a Simon & Garfunkel, además escuché a Robin versionando alguna de ellos. También de acuerdo con la parte b) del comentario de Uri, y eso que salí del concierto babeando y casi con lágrimillas xd

    Y bueno, es cierto que no son muy animados ellos... pero como bien dices, no les hace falta.

    Viva Fleet Foxeeees!!! xd

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  3. Burrinín (long time no see)30 de noviembre de 2011, 16:50

    Buenas malandrín,

    que hace tiempo que no asomo el hocico (en realidad sí que lo asomo, pero no comento) pero esa pedazo de crítica made in txarls bien merece todo el apoyo y devoción.

    Primero, lo que Julia: Viva Fleet Foxes. Y muera mi vagancia por no haber pillado entrada y haber movido el culete hasta allí. O a Bilbo o a Madrid.

    yo lo había pensado, con ese tipo de canciones ¿qué se puede hacer en un escenario? Invitan a concentrarte en la música y no a la comunión artista-espectador.

    Malo si falto Montezuma, que es un temazo. Y estoy contigo con Mikonos, la mejor de las mejores. te convierte en un águila que va volando por la costa griega y el alma se te llena de melancolía de la buena, de la que apacigua las tardes.

    Bueno, tron, pero como el amigo Uri, este año trabajo y oposito y hago deporte y llego a casa hecho un piltrafilla. espero sepas perdonar mis ausencias, aunque eso no quita para que siga disfrutando de algunos de los discos de esa magnífica discoteca que te has montado.

    ay, la santa espalda. cuídate bien.

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  4. Que pasa, artista!? de pesado nada tio, puedes utilizar este espacio para extenderte todo cuanto quieras, además ya veo que coincidimos plenamente en la sensación que nos dejó el concierto, jeje.

    Sobre la cuestión a) decirte que también me consuela a mí que le encuentres el parecido razonable a Fleet Foxes con Simon & Garfunkel. Parece que queda más molón decir que están influenciados por The Beach Boys o The Byrds, pero creo que lo más afín es el famoso dúo. Ah! y si alguien viniera por aquí a decir en modo sarcástico que hemos tirado de tópico, pues le daremos un rapapolvo en unión por gafapasta, y le desearíamos una pronta mejoría de su insolencia, jaja. Yo suelto mucha pedrada en cuanto a similes y la verdad es que igual me equivoco, pero uno ha de decir lo que le viene, que te quedas muy a gusto :D

    Sobre la b) vuelvo a reafirmarme en lo dicho...que bien lo resumes, hostias! esa sensación se me queda a mí después de estos días. No se me ocurre mejor definición. Es curioso, pero doy otra dimensión a lo que vimos en mi cabeza ahora que va quedando atrás.

    Añado con gran entusiasmo una grata noticia que se me olvidó darte...Slim Cessna's Auto Club en La[2] del Apolo el día 10 de Enero, no puedes faltar!!! ya luego te mando un mail con mas información.

    Esta tarde tengo fisio, a ver si me arregla del todo, porque el otro día fui y creo que me ha dejado peor...no sé si es normal, así que no protesto hasta que salga de allí hoy.
    Un abrazo y gracias por los ánimos con la salud :P

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  5. Vaya Julia! no se te escapa una con Fleet Foxes, jeje, ya recuerdo que me comentaste que habías removido Roma con Santiago buscando rarezas en vídeo de esta gente, que guay, no tenía ni idea de que habían versioneado a Simon & Garfunkel, de hecho solo conozco las versiones de aquel álbum en directo que os pasé.

    Lo de que no son animados, quizás no importe, es más cosa mía que me estoy volviendo un pelín repelente exigiendo que hagan un poco el bobo los grupos, jaja, no me hagas caso, es más, creo que hoy escribiría la crónica de otra forma, porque pasan los días y lo recuerdo con más claridad y euforia. Menudo conciertazo vimos!!

    Un beso y mil gracias por la visita y el comentario, siempre es un honor saber tu opinión :)

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  6. Hermano! dichosos los ojos, que alegrón verte por aquí. No te preocupes hombre! jeje, no pasa nada por no comentar, con que pases por aquí y sigas disfrutando de lo que lees o escuchas si cazas el enlace, yo feliz :D

    Pues ya me saba mal tu vagancia (que si eso cuando te la quites para ver un concierto, vente para aquí eh!, que ya sé que queda lejos pero se te recibirá como a un diplomático). pues lo hubieras pasado en grande, es un grupo que cala, ni que sea solo musicalmente. Es cierto, tampoco necesitan más con esas canciones, solo que escuchemos y nos introduzcamos en su mundo.

    Que bella definición de 'Mykonos', has estado sembrao ahí, bribón, jaja. A mí me gusta mucho esa canción, y recuerdo que haya una escena de 'Salidos de cuentas' (puede ser que me la recomendaras tú esta peli, por cierto) en la que suena de fondo cuando están en el Grand Canyon, que es fascinante.
    Lo de 'Montezuma' no tiene perdón de Dios, pero bueno, todo no es jauja cuando vas a ver un concierto en cuanto a repertorio se refiere.

    Yo si me arreglan las espalda por fin (aunque no sé yo, hoy casi no puedo ni mover el cuello) empezaré en una liga de baloncesto, que me han hecho una oferta unos chavales que conozco (un bocata choped por partido, tampoco te creas que mi pericia negociadora da pá más).

    Un abrazo de los gordos!

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