Poco se puede decir que no se sepa ya de la carrera de la que fuera vocalista de los geniales e intolerable e incomprensiblemente olvidados Automatic Dlamini,así que tan solo destacaré lo que significa para mí este disco en el que bajo mi humilde punto de vista,la prodigiosa multiinstrumentista de Bridport,pequeña población de Dorset(Inglaterra),llegó a su cima compositiva.Sin desmerecer ninguno de sus cuatro álbumes anteriores,ni su desgarrado "Uh uh her",ni mucho menos su reinvención intimista en su mas reciente "White chalk",este disco supuso la madurez definitiva de una Polly Jean en estado de gracia,desarrollando una serie de estremecedores temas de talante rock de una forma alternativa al resto de su discografía anterior.Destacando sobremanera su impresionante voz sobre una serie de acordes tan simples como efectivos en piezas que permanecerán en el recuerdo de por vida en todos los que amamos la música de esta artista,el inicial "Big exit" que de manera atronadora desprende el sentimiento de la fuerza vocal de nuestra protagonista, dejándola como una Patti Smith del siglo veintiuno,la magistral "Good fortune" que con un simple toque lineal se convierte en la mejor canción del álbum,la tan movida como sobria "A place called home" con su preciosa voz doblada y cierto aroma ecléctico,funk,diría incluso,la poderosa "One line" que nos deja helados con su destreza minimal,ya que se basa en unos simples coros ambientales de fondo a su voz y unos perfectos punteos de guitarra que tienen un desarrollo progresivo,la mística "Beautiful feeling",mi preferida del disco por su melancolía oculta bajo el mas delicado estribillo del repertorio,aderezado con la colaboración a los coros y teclados ambientales de Thom Yorke de Radiohead,el cuál también pone voz integramente en la extraordinaria y sentida "This mess we're in",la penetrante contundencia de "The whore hustle and the hustlers whore",la popera y melosa "You said something" que me hace dudar de cuál es verdaderamente la canción que mas me motiva de este disco,la descomunal "Kamikaze" que deja sin aliento,y la intimista "Horses in my dreams" que con el paso del tiempo se puede entender como un adelanto de lo que podía ser el nuevo rumbo de la británica actualmente,componen los mejores momentos de estas historias de la ciudad y del mar.Mick Harvey y Rob Ellis,fueron los acompañantes en esta ocasión a la hora de ayudarle en tareas de producción y como lujosos músicos de estudio y directo.
No es de mis discos favoritos de PJ Harvey, de hecho me gusta más bien poco, pero prácticamente todo lo que hizo antes es magistral.
ResponderEliminarCierto,Milhaud.Todos su discos anteriores son asombrosos,pero este me parece tan digno como los otros.Lo que está claro es que coincidimos en que esta mujer es una artista como la copa de un pino :)
ResponderEliminarUn abrazo!