WILLARD GRANT CONSPIRACY

REGARD THE END (2003)

Discos como este hacen que la vida pueda ser maravillosa.No sé como he tardado tanto en postear algo de la banda que mejor me sienta independientemente de mi estado anímico y es que el colectivo liderado por Robert Fisher y Paul Austin es desde mi humilde punto de vista,el mejor transmisor de sensaciones y emociones del planeta.Americana de cinco estrellas para una banda que en cada uno de sus impresionantes doce discos publicados ha dejado una impronta de sobriedad y delicadeza sonora conmovedora.


Resulta amargo pensar que parezcan condenados a lastrar un reconocimiento discreto en su trayectoria,sobretodo porque su talento está muy por encima de competidores que les sacan mucha ventaja en cuánto a popularidad se refiere,pero eso no parece incomodar el ingenio de estos artistas a la hora de seguir construyendo temas exquisitos como los que componen este fabuloso disco.Aquí la profunda y humana voz de Fisher,en algún lugar entre Johnny Cash,John Cale,Howe Gelb y Kurt Wagner,estremece sin quizás pretenderlo,su sinceridad asfixia y no únicamente en la interpretación sino en la manera de tratar cada melodía y cada una de las capas que cubren esas adorables texturas con las que se gana el corazón del oyente,pero es que además se rodean de amigos que valen un imperio y que hacen este álbum mucho mas atractivo,como Kristin Hersh de Throwing Muses,que aporta su voz en varios cortes.Temas que hacen que palidecer de tanta belleza en un inolvidable paseo por el interior de nuestras reacciones como la inicial "River in the pines",con ese aroma tex-mex que tanto recuerda a Calexico,bien apoyado en una orquestación con mucho encanto y que encajaría a la perfección como pieza para encabezar la banda sonora de una película de intriga dramática con historia romántica de fondo,la apasionada y preciosa "The trials of Harrison Hayes",que encoge el alma con su fuerte carga emocional y esas acústicas penetrantes adornadas con violines ensoñadores,la sensibilidad folk,mandolina incluida,de "Beyond as shore",que directamente te hace saltar las lágrimas si te metes de lleno en su universo y donde la voz se acerca mucho al tono de Mark Lanegan,la densa "The ghost of the girl on the well",que te derrota del todo con ese duelo vocal Fisher-Hersh insuperable en su intención de hundir en la tristeza toda su entrega,la reposada e intensa "Twistification",que abre una luz al final de ese túnel que ellos mismos cavan a base de intimismo que se hace grande,enorme,gigantesca con el que para mí es el mejor tema no solo de este disco sino de toda su carrera,previo paso de la bluesera y excelsa "Another man is gone",llamada "Soft hand",una canción preciosa,vitaminada y esperanzadora capaz de hacerte sentir mejor persona y sacar toda la adrenalina para afrontar la vida que existe oculta en alguna parte de nuestro ser,la tierna y sentimental "Rosalee",donde penetra vilmente un ritmo inolvidable que consigue que uno se rinda a sus encantos,la muy añeja "Day is passed and gone",en la cuál si cerramos los ojos y nos dejamos llevar nos parecerá escuchar al mismísimo Johnny Cash de vuelta del paraíso,y la progresiva "The suffering song",que va en aumento en su declaración de principios y que acaba esta barbaridad de la mas épica de las maneras.Obra maestra de estos genios de Boston (Massachussets),residentes en Palmdale (California),que se fueron a grabar a Ljubljana (Eslovenia).Robert Fisher,esta vez sin la ayuda de Paul Austin,estuvo apoyado además de por la antes mentada Kristin Hersh,por Chris Eckman de The Walkabouts,Simon J.Alpin (que cuenta con varios discos en solitario muy recomendables),Blake Hazard de The Submarines,y la cantante folk Jess Klein.