J.TILLMAN

YEAR IN THE KINGDOM (2009)

Hay veces en la que solo hace falta encender la televisión o escuchar las noticias en la radio para darse cuenta que nuestras quejas no son necesarias,que lo que salen de nuestros ojos son lágrimas de cocodrilo y que aunque suene a tópico,todos tenemos problemas pero en ocasiones,esos quebraderos de cabeza,tenemos tendencia a sobredimensionarlos cuando son minucias.Hoy me he levantado temprano y cuando he desayunado con un avance informativo de fondo he empezado a deprimirme de oír tantas desgracias,con un nuevo caso de violencia doméstica muy cerca de donde yo vivo y me ha estremecido escuchar que era el quinto caso desde que ha empezado este caluroso mes de julio.Es horrible pensar que pasen cosas así y que el ser humano sea capaz de cometer tales atrocidades y lo peor es que contamos con una justicia que no es tal y que dicta sentencia aleatoriamente y sin sentido.Todo este rollo mesiánico que estoy soltando y que no quiero hacer mas extenso,viene a colación de lo que he sentido en ese momento,yo que soy tan alegre y que siempre estoy de guasa,lo único que he podido hacer es maldecir y refugiarme en la evasión que proporciona la música y lo digo para justificar el hecho de postear este disco de poso triste,rompiendo la tónica de sonidos veraniegos que llevaba en los últimos tiempos,pero que invita a reflexionar e introducirse en un mundo de tejidos irrompibles y alejado del mundanal ruido.No recuerdo una colección de canciones tan conmovedora como la que nos ocupa,tal vez desde el fabuloso "0" de Damien Rice,con el que guarda ciertas similitudes,pero con él que le diferencia su amor por el folk americano y un sonido más desnudo.Este joven artista (cumplió en Mayo 29 años) nacido en (Washington),cuenta con la friolera de once discos en solitario,aunque por lo que realmente se le conoce es por ser uno de los miembros de los emergentes Fleet Foxes,donde toca la batería,se encarga de los arreglos y aporta su voz en ocasiones,pero lo que aquí muestra es una cara diametralmente opuesta a su flamante banda de origen,transmitiendo un discurso acústico,sin grandes alardes,cercano y cálido que cala en el oyente con una profunda belleza y una fragilidad intimista apasionante.Lo que mas destacaría de este trabajo y de su autor en concreto,si tuviera que alabar una sola cosa de él,es su voz,desde mi humilde punto de vista,junto a la de Justion Vernon de Bon Iver,la mejor del panorama folk actual,sobria,elegante,enternecedora,melancólica y pasional,como se puede comprobar en piezas tan admirables como "The year in the kingdom",donde susurra con nitidez una melodía preciosa acariciando las cuerdas de su guitarra con precisión milimétrica y máximo cariño,"Crosswinds",con esa una serie de instrumentos clásicos como el clavicordio,el órgano,el dulcimer,el banjo y la flauta dando un toque psicodélico a esa atmósfera recreada con voces celestiales sobre percusiones de madera fina,"Earhtly bodies",dulce y melosa en su hermosura coral con sabor a café,"Howling light",piel de gallina para recibir un tema repleto de romanticismo y voces dobladas para moldear las texturas con una leve pero encantadora sección de cuerda y unas palmas que dan un cierto toque de optimismo,"Though i have wronged you",que si te coge en actitud vulnerable puede derivar en llanto por su nostalgia turbadora y esa magnifica conjunción entre el violín y la épica de sus alaeatorios,atractivos,ídilicos juegos vocales,"Age of man",de banjo añejo y corte más tradicional a la par que intimo,y "Marked in the valley",hermosa y tierna delicia en la que nuestro protagonista se sale literalmente a la hora de entregarse.Una obra maravillosa,que no debería dejar pasar nadie que aprecie la música hecha con el corazón.Joshua Tillman creó esta adorable composición con la única ayuda de Jenna Conrad.