BIG CITY SECRETS (1997)
Unos días antes de iniciar mi primera semana de las vacaciones partidas que voy a tener este año, posteé un disco en solitario de Paul Hartnoll, mitad de Orbital, en el que mencioné que colaboraba este genial músico de Akron (Ohio), y gracias a ello pocos días después un nuevo contertulio llamado Jordi me dejó un comentario con el cuál me recordó la grandeza de este hombre a través de una trayectoria impecable, avalada por siete discos largos y once ep's. Agradecido estoy a este muchacho porque era la segunda vez que abandonaba los discos de este innovador compositor que probablemente es la celebridad de más talento que ha dado su ciudad natal, con permiso de Lebron James, y es que le descubrí en un concierto de R.E.M. en el que ejercía de telonero cuando todavía era un perfecto desconocido por estos lares y quedé tan cautivado con su propuesta, valiente, con su sola presencia en el escenario rodeado de pedales de efecto y programaciones de las que sacaba un sonido impecable y atronador, que al día siguiente compré su disco en una famosa tienda barcelonesa para acabar de rendirme a su propuesta, pero no volví a interesarme por sus discos hasta que leí en una entrevista a mi admirado Peter Gabriel, que él fue su mentor y principal avalador. Me hice con el resto de su discografía enganchándome durante varios años a su original sonido, alejado de influencias obvias, arriesgado, rudo, accesible y creativo a la par que atractivo, pero no sé muy bien porque (tal vez porque entraron las nuevas tecnologías en mi vida y empecé a saturar mi cerebro de multitud de bandas y artistas), aparqué sus trabajos hasta que leí el comentario de Jordi antes mentado. He recuperado estos días de retiro por tierras aragonesas, las escuchas de la obra de Joseph Arthur, que me he vuelto a convertir en un adicto a ellas, especialmente a su debut, este lustroso 'Big city secrets', repleto de encanto, calidad y espontaneidad, pero sin descuidos. Todo está cuidado al detalle, melodías, arreglos y ritmos de identidad propia y lo mejor de todo, con una actitud encomiable. Después de todo es normal que tenga aprecio a este álbum, porque fue el que encontré en aquella tienda de discos a un precio asequible y el primero que tuve de él, además de que sigo considerando a día de hoy que es su mejor labor como músico sin despreciar en absoluto al resto de lanzamientos que ha publicado, y sobretodo por que contiene temas tan abismales como el inicial homónimo "Big city secrets", donde su rock alternativo muta hacia terrenos algo sinfónicos, en onda Genesis, la monumental "Mercedes", mi favorita sin discusión por su eclecticismo, esa energía desbordante y una armónica electrizante que recuerdo como si fuera ayer haberla escuchado sonar en directo, una pieza preciosa en definitiva y que por si faltará algo para hacerla más enorme, cuenta con la ayuda adicional a las voces del propio Peter Gabriel y el inigualable Brian Eno, la inquieta "Mikel k", de tintes electrónicos, elementos a los que recurre sin rubor, demostrando su pasión por la diversidad estilística, con una zanfoña o violín de rueda que da un cierto toque adictivo abrazado a ese estribillo triunfal, la más folkie "Good about you", en la que acaricia las cuerdas de su guitarra de forma dócil para evocar emoción taciturna con un halo de esperanza, la sobria y atormentada "Daddy's on prozac", donde recuerda algo al gran Jeff Buckley, pero con un cierto deje al mismo tiempo a los Alice In Chains más suaves, la fabulosa "Marina", rockera canción de sabor optimista a raíz de una sensacional sección de viento, la oscura "Crying like a man", cambio radical de registro más próximo a Tom Waits y al gothic country de Woven Hand y Michael J. Sheehy que cualquier grupo cliché de la actualidad, la sensual "Porcupine", con multitud de efectos y texturas que dibujan capas de pop sutil y elegante, y la extravagante "Bottle of you", ideal para imaginar una puesta de sol tumbado en una hamaca en una casita de playa alejado del mundanal ruido. Una maravilla compuesta en su totalidad por este polifacético artista (también es un reputado pintor y diseñador), que supo impregnar su sabiduría a un disco repleto de instrumentos clásicos y modernos interpretados por Simon Edwards, Martyn Barker, Roger Beaujolais, Markus Dravs, Nigel Eaton, Ron Aslan, Nick Lytas y Ashley Slater.
holaaaaaaa, lindo hehe en la tarde que vi tu post se me hizo conocido el nombre haha y de hecho sólo tengo la canción de you're so true :$ hehe pero escucharé este disco a ver que tal, un abrazo mua.
ResponderEliminarHola!! estoy seguro de que te gustará este disco. Presta atención sobretodo a "Mercedes", es muy de tú estilo, el cuál ya sabes que me sé de memoria ;)
ResponderEliminarUn beso muy fuerte!
Muchísimas gracias txarls por dar a conocer este inclasificable artista.
ResponderEliminarYo también me quedé embobado en un concierto que ví hace muchísimos años en el Canal 33 (autonómica catalana, aunque tu ya lo sabrás) y rápidamente me compré el único disco que pude encontrar, el "Come To Where I'm From", hasta poderlo ver en un FIB.
Y respecto a lo que comentas que fue telonero de REM, pues lo leí al día siguiente del concierto, porqué si lo llego a ver antes, seguro que hubiese ido.
A finales del año pasado, o a primeros de este, tenía que hacer de telonero también de Tracy Chapman en el Palau de la Música, pero no sé porqué, al final no vino...
Un fuerte abrazo.
No que va! gracias a ti, que como digo en el post me recordaste la grandeza de este hombre.
ResponderEliminarEfectivamente controlo lo que es el 33, jeje, vivo en L'Hospitalet.
No sabía que había tocado en un FIB, que bueno!
a mí me costó un poquito encontrar alguno de sus discos en las dos ocasiones que me decidí a comprar material suyo. Eso indica lo injusto que es esto d ela música, porque un tío con tanta calidad y que cueste encontrar sus trabajos...claro que eran otros tiempos, no muy lejanos, pero si distintos en cuánto a facilidad para dar con rarezas (relativas).
El recital que dio cuando R.E.M. fue excelente, yo flipé, pero la gente ya sabes como es con los teloneros, no callaban y me cabreé bastante, No lo conocía nadie aún por estos lares, supongo y no hubo mucho respeto, suerte que sonaba bastante potente a pesar de ir solo.
Hubiera sido bueno verlo con Tracy Chapman, que recuerdos esta mujer, anda que no machaqué yo el primer disco de ella cuando era un criajo.
Bueno...que me pongo a hablar (escribir, más bien) y no paro.
Un abrazo grande!