HOT SHIT (2003)
Siguiendo con esta particular afición que he cogido en los últimos tiempos, de postear bandas formadas por un dúo hombre-mujer, hoy le toca el turno a esta pareja de Portland (Oregon), que en su día además también formaban matrimonio. La hoja de servicios de éste par de lustrosos e inquietos artistas es intachable, como demuestra el hecho de que él haya participado en discos de Built To Spill, The Go-Betweens, Elliot Smith, Bugskull y Goldcard, amén de haber sido miembro fijo de la banda grunge Heatmiser y de la banda retro-folk The Donner Party, y que ella haya aportado su granito de arena como batería de Sleater Keanney, Stephen Malkmus And The Jicks, Bright Eyes y al igual que su ex-marido, The Go-Betweens y el tristemente desaparecido Elliot Smith, con el que les unía a ambos una excelente relación, pero donde más se ha su talento para crear canciones de indie-rock inconformista con pinceladas folk y psicodelia acústica alucinada es en este proyecto personal que cuenta ya con la friolera de diez discos de estudio. He elegido 'Hot shit', porque me parece su trabajo más efectivo, una labor minimalista donde menos significa más, en la que uno se puede evadir en una escucha intensa alejada de referentes obvios, en lo que fue todo un manifiesto contra la guerra de Irak, desde su explícito título. Siempre habían sido un grupo comprometido en la lucha por censurar las injusticias de la política externa de su país de origen, pero en esta ocasión fueron un paso más allá, creando una absoluta declaración de principios conceptual. Tal vez no sea un disco de fácil digestión, pero seguro que puede hacer las delicias de cualquier seguidor de Pavement, Guided By Voices, sebadoh y toda aquella interminable amalgama de formaciones que hicieron del indie-rock americano un movimiento inolvidable en los 90's. La hipnótica y homónima "Hot shit", con esa guitarra mareante que puede traer a la memoria la psicosis de Primus, hasta que entran las voces y nos ponen en un camino más afín a Silver Jews, la más accesible y tradicional "Seven years gone", que incluso juguetea con el alt-country de Wilco apoyándose en una melodía exquisita a la vez que sufrida, la ruidosa "Good time rock'n'roll", donde recuperan el gamberrismo de antaño con esa distorsión carnosa de sus primeros compases para dar paso a una bella canción de ritmo saltarín y aire optimista, la bluesera "Master & dog", que vuelve a tirar de raíz para simular con slide la llegada de un bluegrass veloz que amenaza con explotar pero nunca hace acto de presencia, la nerviosa "Drunken tears", que viaja a los 60's en un alarde de folk y jazz de tints cabareteros con el aporte instrumental de una viola y cello, la sensacional "Sunshine sounds", mi favorita del lote por su pericia a la hora de combinar elementos, encajando sintetizadores con prolongados solos de guitarra, percusiones campestres y unos teclados atmosféricos que dan unas gotas de mezcolanza a un estribillo que desborda sensibilidad por cada uno de sus poros, la machacona "Mama tried", con esa letra tan extraña como trágica, la fenomenal "White devil's dream", de esas que se te quedan toda la tarde en la cabeza, si las escuchas por la tarde por contener unas estrofas la mar de contagiosas y una armónica que la hace muy agradable, y la tierna y cálida "Lullaby pt.2", donde desnudan sus emociones para entregárnoslas en bandeja de plata con unos preciosos tejidos instrumentales interpretados con instrumentos de cuerda. Un buen disco, creado por Sam Coomes y Janet Weiss (hoy aumentados a trío con la reciente incorporación de la ex-bajista de The Minders, Joanna Bolme), que además contaron con la ayuda de Brent Arnold y Ollie Glatzen, responsables de todos los arreglos de cuerda del álbum.
me lo he dejado a mano en esputify para oirmelo y si me gusta te lo robo de aquí. ayer le di una pasada y pinta bastante bien. un abrazo txarls!
ResponderEliminarEs un disco de esos que pueden parecer dificiles, pero cuando se le coge el rollo triunfan en nuestro paladar auditivo. Que bonito me ha quedao, jeje.
ResponderEliminarAceptaré reproches si no estás de acuerdo con eso que digo de que puede gustar a cualquier seguidor de Pavement (cosa que puede llevar a equívocos porque no van del todo por ahí los tiros), como buen fan de los de Malkmus que eres.
Que risas lo de 'esputify'!! me parece que voy a utilizar la palabra cada vez que me salte la jodida publicidad si ustd me lo permite, caballero, jeje.
Por cierto, en estos momentos estoy escuchando el disco de Chikita Violenta, que he pillao de tú blog hace unos minutos y joder que bien suena!! cuando lo tenga más rodao te comento en tú blog. Mil gracias por la recomendación, te debo una (o varias más bien).
Un abrazo grande!