lunes, 15 de noviembre de 2010

THE HOLD STEADY

BOYS AND GIRLS IN AMERICA (2006)

Empieza una semana más y parece mentira que pase el tiempo tan rápido, a lo que nos demos cuenta estamos en Navidades y mañana mismo publicaré la entrada número quinientos sin saber todavía que disco de rarezas postear para celebrarlo, pero de momento prefiero centrarme en The Hold Steady, una banda de digna trayectoria que por desgracia no ha llegado nunca a ser ni de lejos un fenómeno de masas, manteniéndose durante muchos años en un discreto segundo plano a pesar de publicar discos muy interesantes. Tal vez sea la quebradiza y grave voz de su cantante o que su indie-rock de posado alt-country esté muy manido en estos tiempos, pero seguro que todo aquel que disfrute con bandas como The Long Winters, Wilco, Richmond Fontaine o The Bottle Rockets, y no conozca a esta banda de Brooklyn (New York), se sentirá realmente a gusto durante la escucha de las canciones que componían el que fue su tercer largo (llevan cinco largos, tres ep's y un directo en total). A pesar de que ellos reconocen a The Mountain Goats, Bruce Springsteen, Husker Dü y Jim Carroll como máximas influencias y el folk, el punk y el hip-hop como los estilos con los que mas disfrutan en la actualidad, lo cierto es que lo suyo poco tiene tiene que ver estos artistas y estilos en general, porque lo que ofrecen (al igual que en el resto de sus trabajos) es un ejercicio de rock en estado puro. Once canciones plagadas de melodías optimistas y de historias comunes que penetran en el corazón del oyente por su excelso sonido, rico en matices y sus coros alegres, como se puede comprobar en temas como el inicial "Stuck between stations", enérgica y contundente declaración de intenciones sobre riffs hardrockeros, "Chips ahoy!", elegida con mucho acierto como primer sencillo del álbum, ya que fusiona inmediatez pop con belleza coral y guitarras poderosa pero accesibles, y que es mi favorita del disco junto a "Hot soft light", pieza de ritmo sobrio y unas estrofas recitadas casi en spoken word y un matiz instrumental que puede recordar algo al Thin Lizzy, "Same kooks", aires sureños y solos cercanos al rock clásico de Deep Purple y Led Zeppelin, "First night", la ternura a modo de calma para destacar como la más dócil canción del lote en una balada de cercanía country-folk que encuentra su punto de eclosión en unos excitantes y emocionales compases en su parte final en los que la banda canta el título del disco al unísono sobre una delicada sección de cuerda, "You can make him like you", sensacional trallazo de reacciones anímicas con una base enorme y que cuenta con la colaboración de Dana Kletter, ex-componente de Blackgirls, Dear Enemy y las Hole de la polémica Courtney Love, en la voz al igual que en el segundo y el quinto corte del repertorio, "Massive nights", de curiosa letra y pulso punk-rockero, añadiendo unos coros de alma adolescente, "Citrus", vuelta a la tranquilidad con trasfondo acústico e intimista, y "Chillout tent", con la lujosa participación de Dave Pirner, voz de los olvidados Soul Asylum y Elizabeth Elmore, vocalista de los desaparecidos The Reputation y Sarge y que posee una voz preciosa e ideal para hacer de este corte uno de los más inspirados en la carrera del quinteto neoyorquino. El nombre del disco es una clara referencia al ilustre escritor Jack Kerouac, a través de las palabras narradas por su alter-ego Sal Paradise en las primeras líneas de su aclamada novela 'On the road'. Craig Finn, Tad Kubler (ambos en un muy interesante proyecto paralelo llamado Lifter Puller), Bobby Drake, Galen Polivka y Franz Nicolay, son los miembros que componen la que además es (dicho como dato curioso) la banda favorita del popular actor Daniel Radcliffe, conocido por encarnar a Harry Potter en la gran pantalla.

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