miércoles, 2 de febrero de 2011

ERIC'S TRIP

FOREVER AGAIN (1993)

Recupero mi fijación por los clásicos noventeros con el que fue el segundo disco de los canadienses Eric's Trip, un grupo que dejó un legado exquisito dentro del indie-rock de tendencia lo-fi y que revolucionó el noise-pop a pesar de no conseguir toda la atención que si se prestó a muchos otros de sus coetáneos, pero ya se sabe que mientras unos cardan la lana otros se llevan la fama. Se podría decir que el cuarteto de Muncton (New Brunswick), lideró una segunda división del género en la que también figuraban otras notables bandas como Urusei Yatsura, Half Japanese, Marmoset o Some Velvet Sidewalk, y por eso es recordada por muchos, por ser de alguna manera pionera en su sonido y también por ser la banda de la que surgió la respetada Julie Doiron. Nacidos de la melomanía, ya que tomaron su nombre de una canción de Sonic Youth, emularon las guitarras distorsionadas de Dinosaur Jr, las inclinaciones populares de Neil Young, y la estética lo-fi de Sebadoh, describieron ellos mismos su sonido como "pop melódico cursi sobre espesas distorsiones de ensoñador espíritu punk" y aunque su música no se limitó solo a eso, si que fue una definición muy valiosa a la hora de saber por donde iban los tiros de su propuesta, como se demostró en álbumes como éste, con dieciocho temas de finalidad directa, minimal y escueta, que basculaban entre dos y tres minutos de duración. En resumidas cuentas, una formación imprescindible que dejó cuatro discos de estudio e infinidad de ep's para la memoria de los nostálgicos, con unas coordenadas que crearon escuela y una actitud a la hora de componer que siempre fue tajante, anteponiendo sus ansías de transmitir sin hacer de lo accesible un arte, cosa que tal vez les pasó factura a la hora de llegar más lejos, pero ni falta que hizo, porque los que les hicimos un hueco en el corazón auditivo, todavía sonreímos al escuchar canciones tan curiosas e interesantes como "New love", que empieza la aventura con un leve sonido ambiental hasta que entra un cruda crujir de guitarras y un ritmo de batería certero y que pone de manifiesto en sus primeros segundos de recorrido que estamos ante un álbum que se grabó al natural, sin arreglos ni limpieza, como si no se hubieran repetido tomas, "This way out", espontánea y nerviosa pieza de poco más de un minuto, "About you", la primera cantada por Julie Doiron, con esa voz dulce y cercana y aproximándose al folk desnudo que también proyecta hoy en día, "Girlfriend", radiante canción que puede recordar al lado alternativo de The Beeders o Veruca Salt (de las que nunca más se supo tras cambiar de milenio, por cierto), "Always there" tortura sucia y abrasiva de las seis cuerdas en la que encajan una cálida melodía emocional, "December 93", garagera en su base y próxima al emocore en su línea vocal, "My bed is red", cantada a dúo con un impetuoso pulso ecléctico que les lleva a pasear por distintos estilos, sonando a medio camino del slowcore, el grunge y el rock alternativo, "View master", triunfadora por ese riff constante tan pegadizo y la estimulante energía que desborda, "My chest is empty", que recupera las sensaciones acústicas de su debut, abrazando la sensibilidad pop que tan bien recibida fue en sus discos posteriores al mezclarse con el ruido, "Run away", que cabalga acelerada y sin control hacía el abismo entrando sin rubor el factor riesgo, y ese genial trío que compuesto por la intimidad dócilmente airada de "Hate song", la pasión desenfrenada de "Feeling around" y la homónima y profunda "Forever again", que forman mi pequeño grupo de predilectas de este atractivo trabajo al que dieron vida Rick White, Chris Thompson, Julie Doiron y Mark Gaudet.

2 comentarios:

  1. saluuuuudos otra vez!!!!
    :O m agrada tu blog siii

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  2. Cuanto tiempo!! jeje. Pues muchas gracias, como ya te dije, pasé por el tuyo y también me gustó, así que un bravo por nuestro buen gusto :P

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