viernes, 18 de marzo de 2011

BEN HARPER AND THE INNOCENT CRIMINALS

BURN TO SHINE (1999)

Al final todo está relacionado en esta vida, la misma que ofrece a diario una historia que contar sobre cada disco que pongo por aquí, por eso tenía que escribir algo sobre la carrera de este artista de Claremont (California), que curiosamente me nombró hace unos días Joaquim en el preciso instante en el que acababa de ver 'Corazón salvaje', película dirigida por David Lynch y protagonizada por un entonces pletórico (quién le ha visto y quién le ve) Nicolas Cage y la que hasta hace bien poco era la esposa de Ben Harper, Laura Dern. Casualidades de la vida, vamos, como el día que llegué a su música casi de rebote a principios de la década pasada en una de mis habituales visitas a la biblioteca del barrio para coger un libro y algún que otro disco a préstamo y ante la ausencia de grupos de mi interés me llevé un directo suyo, 'Live on Mars', para conocer más a fondo la obra de un artista relacionado con las masas pero del que no sabía mucho más que había versioneado en ese directo a The Verve, Led Zeppelin y Marvin Gaye. Pensaba que era la respuesta acústica, reposada y honesta a la propuesta de Lenny Kravitz, un elemento más de la manida comercialidad americana de radiofórmula, pero estaba totalmente equívocado, quizás por los estúpidos prejuicios de la adolescencia, porque aquel disco grabado en vivo me descubrió a un músico admirable, honesto e innovador en su intención de acercar posturas entre los puristas de género, ya que mezclaba multitud de estilos sin pestañear siquiera haciéndolos digerir al oyente sin trucos ni artificios. Un discurso elegante que navegaba por el rock, el pop, el blues, el funk, el folk, el soul e incluso alguna pincelada reggae. Aquella amplitud de miras me hizo interesar por el resto de su discografía y de ese modo dí con álbumes tan atractivos como 'Burn to shine', el anterior al ya citado doble directo y el cuarto en su carrera. Con una voz excelente y una magna banda de apoyo, The Innocent Criminals, que le ha acompañado en la mayoría de sus discos editados hasta hoy (decidió continuar en solitario su camino hace uno trienio), Harper creó un notable tratado donde cabía toda esa amalgama de sonidos, exceptuando la música jamaicana, ya que en este trabajo, brilla por su ausencia, y añadiendo algo de jazz a modo de capricho. 'Burn to shine' se abre con la soberbia "Alone", que pone los pelos de punta con su sobria base rítmica y se convirtió al segundo en mi favorita del disco con esas guitarras hipnóticas y esos arranques melódicos de tonalidad oscura, la monumental "The woman in you", falsete destilado en soul atemporal mientras acaricia las cuerdas creando una atmósfera sensual que crece tanto que podemos sentirlo como una reencarnación del inolvidable Marvin Gaye y otros genios de la Motown, hasta que irrumpe la electricidad y se acerca de forma sublime al ideario de su adorado Robert Johnson, la robustez hard-rockera de "Less", con la banda pasándolo en grande emulando a los dinosaurios setenteros atreviéndose con los coros infernales y consiguiendo un sonido pesado y denso que tiene tantas deudas con Black Sabbath como Jimi Hendrix, la apasionante "Two hands of a prayer", en algún lugar entre Dave Matthews Band y Tracy Chapman, quizás la pieza más hermosa del lote, con fogonazos de contundencia subliminal y envuelta en cierto espíritu folkie a lo largo de sus casi ocho minutos de duración, la simpática "Suzie blue", de la que si me dicen que se tocó en el estudio para homenajear a Woody Allen cuando pasó por allí a saludarles, me lo creo porque podría encajar perfectamente en alguna de las bandas sonoras de sus filmes, la tropical "Steal my kisses", de base hip-hop en sus primeros compases, pero próxima a Jack Johnson y los ritmos playeros californianos en general, la belleza soul-gospel de "Show me a little shame", de frágil mensaje tristón y arrepentido sostenido en un medio tiempo de temple sureño, la extraordinaria "Forgiven", ecléctica ejecución rockera de cambios progresivos y virtuosos solos de guitarra, la ensoñadora "Beloved one", exquisitas orquestaciones y desnudez emocional unidas en la cúspide de la belleza, y esa sensible "In the lord's arms", entrañable despedida folk, tocada con banjo y violín, para hacernos palidecer de ternura con su aromática exposición poética y espiritual. Benjamin Chase Harper, que se crío en en una familia de músicos de orígenes muy diversos, de hecho su abuela paterna era medio negra medio india cherokee y su bisabuela materna era rusa judía, procedente de Lituania, estuvo acompañado en este disco por gente de la talla de Dean Butterworth (batería de Good Charlotte en la actualidad), Tyrone Downie (teclista en su día de Bob Marley & The Wailers), David Lindley (mano derecha de Jackson Browne), Jon Clarke, David Leach, Richard Barnes, Bruce Bishop, Jim Bogen, Eve Butler, Joel Derouin, Michael Fay, David Firman, Matt Funes, Suzie Katayama, Nick Rich, James Leigh, Juan Nelson, Eric Sarafin y la Real Time Jazz Band. Y con ellos os dejo hasta el próximo lunes, que este fin de semana hace buen tiempo y por fin me puedo ir fuera a desconectar de todo.

4 comentarios:

  1. Como el soul me gusta mucho pues Ben Harper también, o será su voz... o su forma de tocar la guitarra...

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  2. Yo también soy muy de soul, es un estilo que me gusta mucho y posiblemente es lo que más me atrae de Harper, que suena afín a él, a pesar de que otra de sus virtudes es que sale victorioso de casi cualquier palo que toca. Lo que no puede negar nadie es que es un músico excelente.
    Black power, leñe!!

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  3. Este disco es genial, me gustan todas las canciones!! No se si me gusta más The woman in you (is the worry in me), Steal My Kisses, Less, Forgive... no se. Todas! Me las pido todas! Son mías!!!! :D

    Si os gusta Ben Harper, os recomiendo el nuevo proyecto de John Tirado, cantante de The Nash. Os dejo un video. http://www.youtube.com/watch?v=MVIRxWWJsrA

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  4. Que bien ver que alguien más deja palabras pasionales sobre la obra del gran Ben Harper!! no me sorprende en ti Jota, que ya sé de tu buen y variado gusto, jeje.
    Es muy grande este hombre y este disco es fabuloso, como dices tu sin ningún momento de flojera.
    Me gusta mucho John Tirado, voy a tirar la casa por la ventan y voy a decir que me suena mejor en solitario que con The Nash, y eso son palbras mayores.
    Que buenas bandas hay en ses illes, pardiez!! :D

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