MERCURY REV

DESERTER'S SONGS (1998)

Se acabó lo bueno, ha pasado el período vacacional de la Semana Santa volando y hay que volver a emprender la marcha. Consuela el hecho de que de ahora en adelante se avecina una etapa de gratos acontecimientos musicales entre los que cabe destacar diversas actuaciones individuales en pequeño formato y sobretodo una nueva edición del mastodóntico Primavera Sound que este año vuelve a contar con un cartel de lujo. Es por eso que en las próximas semanas tengo pensado ir poniendo por aquí algún que otro disco de las bandas que nos visitarán formando parte del festival, aunque no sé a ciencia cierta si mi indisciplina me volverá a traicionar y acabaré por recurrir a otro tipo de discos olvidados, esos que tanto me gusta reivindicar de ciento a viento, aunque al menos hoy ya tengo claro que voy a dedicar esta entrada a uno de los 'cabezones' del ilustre evento, los sensacionales Mercury Rev, que dedicarán su recital a repasar la que para muchos es su obra cumbre, 'Deserter's songs'. Yo no me atrevo a mojarme con ello, puesto que su discografía es impecable, salvo quizás su último paso, el cual cuesta bastante digerir, pero si tengo claro que este álbum es una maravilla y que posiblemente sea uno de los más grandes discos editados en los últimos veinte años dentro del género. Los de Buffalo (New York) crearon un ejercicio de estilismo sinigual en el que cada canción es como un sueño. Su evolución desde la psicodelia de sus primeros discos al dream-pop experimental de este trabajo y al rock sinfónico-progresivo de sus últimos lanzamientos dicen mucho a su favor, demostrando que es un grupo inconformista sobrado de calidad. Es curioso que la intención inicial de la banda fue poner punto y final a su trayectoria tras grabar esta colección de canciones, debido al bajo estado de ánimo que acarreaban por las bajas ventas de su antecesor 'See you on the other side', un disco excepcional en el que pusieron todo su empeño y que ellos consideran su mejor labor, pero como como digo no tuvo mucha repercusión. Evidentemente las múltiples alabanzas y la entrega incondicional de un elevado número de seguidores que a consecuencia de este repentino e inesperado subidón de popularidad recularon para valorar la carrera completa del entonces sexteto, les hizo replantearse su decisión y continuar brindando buenas canciones para nuestro beneplácito y es gracias a ello que en Mayo podremos escuchar en la Ciudad Condal con una amplia sonrisa piezas tan exquisitas como "Holes", donde unas lindas orquestaciones dan el pistoletazo de salida al tiempo que entra esa preciosa voz que tanto recuerda a Wayne Coney de The Flaming Lips como a Jon Anderson de Yes y Roger Hodgson de Supertramp, evocando toda la magia atmosférica que alumbra el que fue su cuarto trabajo de estudio (en total su discografía está basada en ocho si contamos su más reciente ' Strange Attractor', compuesto por cortes instrumentales y disponible solo en libre descarga), con el añadido de una pequeña sección de viento y esas melodías marca de la casa, "Tonite it shows", más lenta y milimétrica en precisión, dejando paso a los detalles ínfimos para convocar una conciliadora reunión de elementos comunes unidos al pop edulcorado, "Endlessly", cercana a la chanson francesa y preparada como buenos gourmets en un suculento plato aderezado con una pizca de la dulzura de Sparklehorse y la maestría coral del Sufjan Stevens de 'Illinois', ya que también aquí se puede degustar algo del folk ambiental que propone éste, y sin olvidarnos como hecho destacable de ese theremin que nos atrapa en una enredadera de sumo confort, "Opus 40", recuperando el espíritu sesentero más soleado y luminoso que nos regalaban The Beatles y The Beach Boys en la época, y que hoy seguimos disfrutando de la mano de formaciones tan nobles como Mercury Rev, y es que para dar fe de ello solo basta con decir que en esta pista cuentan con la lujosa colaboración del gran Levon Holm, batería de los míticos The Band, de los cuales encontramos también el aporte de Garth Hudson en "Hudson line", alevosa nocturnidad que brilla en su desarrollo ecléctico con este genio iluminando con su saxo para lograr quizás los tres minutos más bonitos del lote, "Godas on a hiway", sin duda el tema más carismático del grupo y mi favorita del disco por su encanto celestial y su portentoso estribillo que ya imagino cantando al unísono con todos los afortunados que podamos disfrutar de esa futura actuación, "The funny bird", a la que dan un toque exótico y sobrio la mar de estimulante con la voz de Donahue digitalizada emulando a los Cathedral de su etapa menos doom, un rotundo tratado de destreza que les lleva al olimpo del rock espacial, a base de jugosos cambios de ritmo y nerviosos guitarreos que rozan la épica, y "Delta sun bottleneck stomp", excelente colofón con una base bailable que incluso puede recordar a aquel desgastado hit ochentero que decía aquello de 'ritmooo, ritmo de la nocheeee'. Una obra maestra. Jonathan Donahue, Sean "Grasshopper" Mackiowiak, Dave Fridmann, Adam Snyder, Suzanne Thorpe y Jimy Chambers, eran en aquel momento los integrantes fijos de Mercury Rev, que además contaron con la ayuda de los antes mentados componentes de The Band Gath Hudson y Levon Holm, más el ex-guitarrista de The Ramones, Skinny Bones, Scott Petito, Jim Burgess, Matt Jordan, Aaron Hurwitz, Jeff Mercer, Joel Eckhouse, Rachel Handman, Mary Gavazzi Fridmann, Amy Helm y Marie Spinosa.