ARLO

STAB THE UNSTOPPABLE HERO (2002)

He pensado que un poco de frescura power-pop no vendrá mal para entrar de lleno en el fin de semana y por eso he elegido para hoy a otra de las enormes referencias del inagotable catálogo de Sub Pop. El principal motivo por el que decidí comprar este álbum de la banda de Los Angeles (California) fue su procedencia discográfica, ya que siempre es sinónimo de calidad que publiquen para ese ilustre sello que todos conocemos por ser la primera 'casa' de Nirvana y la mayor cantera del movimiento grunge. Lo vi arrinconado en un cajón desastre (más que nada porque estaba totalmente desordenado) de una tienda de discos del centro por quinientas miseras pesetas, ya que todavía estábamos inmersos en el cambio de moneda y todavía no había acabado de entrar el euro de forma definitiva, y lo más sorprendente fue que por su año de edición tenía que ser un álbum muy reciente, incluso puede que escasos días antes estuviera puesto en la estantería de las novedades a un precio abusivo, pero el caso es que si lo hubiera comprado bajo esa otra circunstancia habría quedado igual de encantado porque fue todo un hallazgo llevármelo a ciegas. Poco conocidos, ya que resulta bastante complicado encontrar información sobre ellos y ni sé si continúan en activo, Arlo hacen (o hacían) un rock alternativo de finalidad power-pop que sienta como una grata inyección de adrenalina vitaminada, con ritmos pegadizos y melodías inabarcables, con brotes de optimismo y desenfado juvenil, que atrapa al segundo en este segundo trabajo que trajo consigo un par de cambios en la formación y que se definió en su día como un tratado influenciado por el imaginario de Guided By Voices, The Ramones y Pixies. Doce canciones excitantes, trepidantes y cargadas de energía entre las que cabe destacar la inicial "Little American", con esa base punk-rock y esos juegos vocales a medio camino de Teenage Fanclub y The Posies, la guitarrera "Working title", con poderosos riffs hard-rockeros y un estribillo luminoso y sobrio a la vez que puede traer a la memoria a Fountains Of Wayne, la gamberra "Runaround", que machaca las cuerdas para darle la contundencia justa a unas estrofas redondas que sobresalen por su lúcidez, la homónima "Stab the unstoppable hero", primer receso que nos brindan a pesar de que tampoco pierden el pulso en virtud de la tensión estilística, acercándose un pelín al ideario de los primeros Weezer, la sensacional "Culture", sin duda mi favorita del grupo y, como no, del disco con ese inicio arrebatador y esa efusividad coral que tan bien sienta disfrutar, la simpática "Stoned", que dentro de su armonía rockera deja un sabor dulce con sus coquetos juegos vocales tan próximos a la luminosidad de The Beach Boys como a la rememoración del espíritu sesentero que hoy día evocan The New Pornographers, la divertida "Bus stop", con cierto acomodo acústico y tendencia pop con un toque balanceable, la inquieta "Temperature", donde se sueltan la melena instrumentalmente hablando y no dejan títere con cabeza con un ritmo de batería constante, penetrante y furioso y unas guitarras cien por cien Sonic Youth acompañando esas melodías que podrían haber firmado los canadienses Sloan en sus inicios, "Too sick to tango", con un sonido que define el imaginario de la banda y que penetra con fuerza en el interior del oyente, y "Up", donde cuentan con la lujosa colaboración de Josh Schwartz, guitarrista de Beachwood Sparks en aquel entonces y que anteriormente estuvo en los geniales Futher, y que aporta su granito de arena para hacer de este un corte rockero de envidiable deuda clásica. Un buen disco. Arlo lo formaban Nathaniel Greely, Sean Spillane, Ryan "Shmedly" Maynes y Tom Sanford.