DAWES

NORTH HILLS (2009)

El servicio sigue fallando más que una escopeta de ferias, al menos a la hora de publicar la respuesta a los comentarios, y temo que de un momento a otro se borre lo que escribo o simplemente a la hora de publicarlo desaparezca, pero aún con todo me apetece mucho seguir poniendo cosas por aquí, por mucho que represente un riesgo. Digo esto porque me ha pasado unas cuantas veces eso de perder lo que he escrito y no hay manera de recuperarlo, entonces es tal el cabreo, que dan ganas de soltar un taco de esos que hacen temblar los cimientos y dar la razón a los vecinos cuando te gritan por la terraza del lavadero 'calla chalao'. En fin que se me va la pinza con las introducciones, voy a lo que iba. Dawes es uno de esos grupos que tenía ganas de postear desde hace mucho y que ahora que parece que nos hemos juntado por aquí unos cuantos seguidores de los sonidos relacionados con la Americana, considero una gran ocasión esta para compartirlo. Echémosle al género unas gotitas de Alt-country, soul, folk y rock y tendremos la ecuación perfecta para definir el discurso de esta banda proveniente del barrio de Laurel Canyon, situado en el área de North Hills en Los Angeles (Califonia), donde hace un tiempo se inició una pequeña escena influenciada por la sonoridad de Crosby, Stills, Nash & Young, algo muy presente en este disco, pero como trasfondo, puesto que su ideario dista del descaro referencial de otros compañeros de vecindario que prácticamente imitaban el libro de estilo del supergrupo que dio cobijo a Neil Young a mediados de los setenta. Tras aprovechar una invitación promocional en una improvisación junto a Connor Oberst de Bright Eyes, Benmont Tench de Tom Petty & The Heartbreakers y Chris Robinson de The Black Crowes, Dawes se dieron a conocer a través del boca a boca entrando a formar parte del circuito de salas de su ciudad y en poco tiempo grabaron su primer álbum, este flamante 'North Hills', que como podéis observar lleva por bandera el nombre de su distrito de procedencia. Quizás lo más coherente que puedo decir para asociarle un rincón en vuestras estanterías, es que cuadraría a las mil maravillas entre vuestros álbumes de Wilco y South San Gabriel, ya no tanto por afinidad musical, sino por que creo que gustará a todo aquel que vibre con estas dos magnificas bandas. Canciones como "That western skyline", que empieza el recorrido del disco como un calurosa bienvenida cercana y conmovedora en su mensaje, un leve aroma sureño y el espíritu de The Flying Burrito Brothers planeando sin dejar de lado ese prisma contemporáneo con el que afrontan su cancionero, "Love is all i am", sin ningún género de dudas mi favorita del lote, por esa delicadeza acústica y esas bellas polifonías que me traen a la memoria los trabajos de Anders Parker tanto en solitario como con sus Varnaline, "When you call my name", añeja, pura, próxima y sensible pieza de muchos quilates ideal para imaginarse en uno de esos bares de carretera en algún pueblo de la inabarcable geografía estadounidense, compartiendo confidencias con alguien desconocido que se ha sentado en la barra junto a ti, tras pinchar esta canción en la jukebox y haber pedido unas cervezas para brindar contigo por el grato encuentro, "Give me time", la música de raíz tratada con mimo y pasión, conciliando un hito de bonanza empática con el oyente que hace palidecer sobretodo cuando entra ese banjo que eleva la belleza de las polifonías, "When my times comes", conformando los mejores minutos de tensión rockera de este trabajo, con un ritmo de batería que se asemeja "One by one all day", uno de mis cortes predilectos de mis queridísimos The Shins, y por lo tanto se convirtió para un servidor en una canción imprescindible en mi lista de preferencias auditivas, "My girl to me", un suspiro optimista, un movimiento bravo y un salto adelante para reivindicar la fuerza de voluntad y la a veces necesaria autoestima, "If you let me be your anchor", que podría pasar por un descarte de Centro-Matic, sin decir con eso que no esté al nivel de las composiciones de los de Denton (Texas), sino que es una pista muy acorde al imaginario de los de Will Johnson, y "Peace in the valley", la enésima maravilla de este cuarteto que clausura una obra de esas que al acabar de escucharla te lleva a pensar que no hay problema que no tenga solución. Excelente, de verdad. Taylor Goldsmith y su hermano Griffin Goldsmith, Wylie Gelber y Tay Strathairn, forman Dawes, que por cierto volverán a la actividad el próximo Junio editando su segundo largo, el cual llevará por nombre 'Nothing is wrong'.