jueves, 30 de junio de 2011

RED HOUSE PAINTERS

RED HOUSE PAINTERS (1993)

Que delicia de disco. Pocos me emocionan tanto como el que fuera el segundo largo de la banda liderada por el genial Mark Kozelek, un tipo serio y poco tratable por lo que se deduce de sus entrevistas, pero que desborda talento ya sea en solitario, con sus Red House Painters o su proyecto más reciente Sun Kill Moon. Ya hacía unos meses que tenía pensado escribir sobre este álbum en honor de mi buen amigo Burrino (gobernador de Burgos y embajador de dicha ciudad en Eire y alrededores) pero no encontraba el momento idóneo, pero hoy que el cielo de mi ciudad va alternando nubes y claros, me ha parecido de lo más adecuado publicar unas líneas sobre esta gozada que con dulzura toca palos como el folk, el indie-rock, el pop y el sadcore, ese estilo en desuso que tan bien sienta escuchar en días como este. Desde San Francisco (California), el quinteto que entonces componía tan añorada banda, tejió un traje a medida en el que encajar una colección de canciones preciosas, cargadas de sensibilidad y espíritu ensoñador.

Un disco que también se conoce como 'Rollercoaster' para diferenciarlo de su siguiente entrega igualmente con nombre homónimo (aunque éste tuvo su distinción bajo la palabra 'Bridge'), y que continuaba la senda contruida por su antecesor, el flamante debut 'Down colorful hill'. Catorce brillantes canciones que navegan por si solas pero se entienden mejor escuchadas en su conjunto, consolidando la reputación de cantautor inspirado de Mark Kozelek, con sus historias extraídas de su escabrosa y errante vida.

Su música abarcaba todo el espectro desde el folk-rock preciosista y acústico a los paisajes sonoros de largo desarrollo, intensos y disonantes, comunicando a la perfección la tristeza de las letras. Tan atormentada era la etapa que sufría el genio de Massillon (Ohio), que a día de hoy sigue describiendo este trabajo como el más difícil de su carrera, el que más le cuesta volver a escuchar y del cual afirma que fue una manifestación sonora de nueve meses de preocupación que no quiere volver a recordar. Una grabación que empezó en verano y acabó en primavera, cosa que queda reflejada en la atmósfera del metraje, con sus cambios emocionales, sus ambientes sobrios, desdibujados y esa sensación de vacío interior que aún con todo nos convence de que es bueno sentirse identificados con ella. Dolor, desolación y pérdida, hilos conductores de un mensaje que flota sobre una oleada de reverberaciones complejas y un manto folk-pop maravillosamente digerible, con canciones tan conmovedoras como "Grace cathedral park", primorosa ternura acústica con un ritmo de batería luminoso que nos engancha al vagón que emprende el largo camino por las vivencias de un ser sensible, "Down through", la pista más breve del lote, un bello tratado que encajaría en el ideario de muchas bandas relacionadas con el slowcore y el emocore, tipo Codeine o Bedhead, "Katy song", sencillamente abrumadora con su modesto intimismo, una frágil y apasionada declaración de amor platónico en un texto que saca la lagrimilla, "Mistress", (que poco después podemos escuchar en este mismo disco interpretada al ralentí a piano) mi favorita del disco, que casi, casi pondría la mano en el fuego para apostar que Los Planetas se inspiraron en su base para crear su tema 'Corrientes circulares en el tiempo", y que utiliza como gancho unas polifonías espléndidas, además de un ritmo más enérgico aderezado por un leve deje shoegazer, "Take me out", desnudez interior en clave acústica, haciendo sonar las cuerdas prácticamente en soledad, "Rollercoaster", con un efecto de guitarra muy sinfónico que incluso parece sintetizado, emulando un salto fuera de órbita por su sentido aéreo, "New Jersey", su aportación al folk bucólico, ese que hoy ofrecen sin rubor Fleet Foxes, Akron-Family, Bon Iver y tantos otros, quizás inspirados por las creaciones de esta gente, "Mother", mastodóntica atrocidad de más de trece minutos donde se salen del guión para obsequiarnos con su maestría en distintos cambios de rumbo, de la tempestad a la calma, de la épica a la honestidad, "Strawberry hill", donde según confiesa Kozelek se sumó un improvisado número de desconocidos que había en la calle, para hacer coros, momento que el recuerda con cierto sabor placentero asegurando que fue lo mejor que les pasó en el estudio, y ese caramelo jugoso de apenas minuto y pico que cierra la faena, "Brown eyes", cálida y cautelosa.

Red House Painters que en palabras de su líder no albergan esperanza alguna de volver, estaban compuestos por el ya citado Mark Kozelek, Jerry Vessel, Anthony Koutssos, Phil Carney y Golden Mack.

3 comentarios:

  1. GranBurrino (black pudding Limited)30 de junio de 2011, 21:59

    Bueno, bueno, bueno...

    vaya discazorgh! Lo has descrito excelente, y gracias por la dedicatoria. Pero nada de gobernador de Burgos, yo soy un tirano de tres pares de h... conmigo, morcilla hasta pa desayunar, y queso con membrillo siempre en la mochila y cordero sudando en el horno. qué nos queda si perdemos las tradiciones? nada, tío, nada de nada. lo malo es que "Black Pudding" no tiene el tirón sonoro de "Morcilla". Lost in translation, man!

    el disco, para mí -a quien le importe- el mejor de los rhp, todo está en su justa medida y ni el minutaje de Kathy song se hace largo. sí, joer, la de Mistress es preciosa, preciosa. lo de los planetas no lo había pensado.

    por cierto, justo cuando estaba yo en plan indie ondeando la bandera, me sales con el seasick steve y me cierras la boca. a mi que el blues este no me gusta... pero este tío encandila. autenticidad!

    y en otra onda, el Daniel Jhonston, qué curioso ¿no? yo me lo guiso yo me lo como... dijiste algo de un documental sobre el tipo (menuda voz aniñada tiene)... hay algo por ahí? me gusta mucho ese regusto a grabación casera.

    bueno, tron, me voy que tengo que matar un cerdo pa encontrarle la morcilla y el membrillo se me está pasando en el horno y el cordero se me come tol queso.

    saludos, bribón!

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  2. He soltado de dos maneras distintas ese lagrimeo de agua dulce mientras lo estuve escuchando! gracias.

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  3. Las que tú tienes, hermosuela :D
    Que bonito comentario, siempre consigues expresar todo lo necesario en unas pocas palabras :P
    Un besín.

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