martes, 19 de julio de 2011

ELECTRIC PRESIDENT

S/T (2004)

Ben Cooper es otro de esos culos de mal asiento que no paran de progresar y hacer cosas con su actividad musical. Ya hace más de dos años que escribí sobre uno de sus proyectos más reconocidos (aunque esta palabra a la hora de hablar de sus propuestas tampoco es muy fiable, puesto que no es ni de largo un artista que goce de gran popularidad), en este caso en solitario a través de su alter-ego Radical Face, con un debut llamado 'Ghost', que a mí juicio fue uno de los mejores álbumes de hace cuatro ejercicios y hoy me satisface poder escribir sobre otra de sus historias en este caso con la compañía de Alex Kane con el que forma el dúo Electric President, con sede en Jacksonville (Florida) y bajo el amparo del prestigioso sello alemán Morr Music. Los que ya conozcáis el catálogo de dicha discográfica, os podréis imaginar ya por donde van los tiros en este proyecto conjunto que consta de tres obras de estudio y que copa de manera principal el tiempo del que dispone nuestro barbudo protagonista de hoy, es decir, indietrónica cubierta por un manto pop. No es una fiel muestra del género propiamente dicha, sino que lo suyo va recorriendo su propio camino en una definición más cercana a The Postal Service que a Death Cab For Cutie pero no tanto como podría parecer en primera instancia y con un tono alegre que les aproxima más a Styrofoam que a otros compañeros de escudería como Lali Puna o People Press Play, pero quizás con quién más connotaciones tengan en común sea con The Weakerthans, que sin embargo apuestan más por un indie-rock sólido y peleón en su ideario. En fin, variedad estilística como podéis observar y todo eso al servicio de unas canciones que divierten y hacen sonreír, sobretodo por el dócil tono de voz de Cooper, mitad aniñado, mitad travieso.

Este debut llegó a mis oídos hace ya unos años a causa de que una de sus canciones aparecía en el spot publicitario de una marca de calzado deportivo y a partir de ahí comencé un idilio durarero con piezas tan sabrosas como "Good morning, hypocrite", que da el pistoletazo de salida al disco con un ritmo que parece querer abrirse paso a trompicones y que a posteriori progresa al son de unos coros inocentes que conquistan con su sutilidad y su delicadeza, trayendo a la memoria la heterogeneidad de los Mercury Rev de 'Deserter's songs', afrontando la parte final con unas programaciones saltarinas e inquietas que incitan al baile, en resumen, una pieza redonda, "Insomnia", que parece un más que digno descarte del 'Give up' del anteriormente citado artefacto creado por Tamborello y Gibbard (o sea The Postal Service), una maravilla revitalizante que contagia su energía en un precioso paseo aderezado con orquestaciones simuladas que logran un efecto embriagador entre atmósféricas polifonías, "Ten thousand lines", mi favorita del lote, con la que les escuché por primera vez en aquel anuncio televisivo y que tiene una melodía como fondo que se asemeja a la utilizada por Yo La Tengo en "Cherry chapstick", sumando elementos que le dan un ligero tono épico con una percusión explosiva y una letra interpretada con encanto inevitable de tararear desde la primera escucha, en fin, un diez para esta joya, de verdad, "Grand machine No.14", entrando en juego las guitarras acústicas para dar un empaque más orgánico afín al folk se podría decir y todo, de hecho guarda cierto parecido razonable con la cara más desenfadada de Bright Eyes, la que nos regaló en trabajos tan dignos como 'Digital ash in a digital urn', "Hum" a medio camino de Daniel Johnston y Le Chevre con una mini intro que en un flashback mental auditivo nos trae de un fogonazo a la cabeza a Yes y Animal Collective (aunque eso solo dura cinco segundos o diez como mucho), "Snow on dead neighborhoods", haciendo sonar los platillos con fuerza para dotar de un aire psicodélico que no repudia el ambient en sus parones ni prescinde de su imaginario en ningún momento, con abrumadores cambios de dirección y una magia fascinante, "Some crap about the future", estira más la manga que el brazo para flirtear con el rock de masas y conseguir captar la energía de los espacios infinitos envuelta en la inmediatez del mensaje de su compatriota Aqueduct, y "Farawell", punto y aparte expuesto en medio de un cúmulo inagotable de loops, pedales y delays que dan pie a un texto tristón que se apoya lentamente en la fantasí de un piano celestial. Excelente labor, no se puede definir de otro modo.

Ben Cooper, que como he dicho al iniciar este post, es un tipo prolífico involucrado en diversos divertimentos como estos Electric President, los ya recomendados Radical Face, Mother's Basement, Patients, Clon y Iron Orchestra, y Alex Kane, con el que coincidió ya en su primer proyecto Helicopter (que nunca llegaron a publicar), dieron forma a estas canciones en un cobertizo de herramientas situado en la parte trasera de la casa del primero, que se ha convertido con los años en el estudio de grabación habitual de sus discos.

6 comentarios:

  1. ¿Jacksonville (Florida)? ¿barbudo? ¿indietrónica? mmm... voy a por él, no todo va a ser southern.

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  2. jajaja, ya sabes que me gusta ir alternando pero o abandono la música de raíz o las barbas, ambas cosas a la vez no puede ser, jeje.
    Creo que te pueden gustar, porque Styrofoam recuerdo que te calaron bastante y estos van más o menos por ahí.
    Ojo también al otro álbum que tengo puesto de la mitad de este dúo, el disco en solitario de Ben Cooper como Radical Face, una joyita de curiosa temática, ya le echarás un vistazo.
    Por cierto, venía de la playa hace un rato escuchando música en el coche y he pensado en ti porque sonaban Sunset Rubdown y he pensado que igual no los tenías controlados y te pueden gustar mucho...principalmente porque es un proyecto paralelo del cantante de Wolf Parade. Por ahí los tengo también.
    Ya me contará usted sus impresiones sobre todo esto, buen señor!

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  3. Y decía yo... de qué me suena ese nombre??? De qué iba a ser??? Me pusiste "Ten thousand miles" en el recopilatorio que me hiciste para mi cumple!!! No conocía demasiado la canción, aunque sí que es cierto que sonaba parte en un anuncio, y me encantó. Así que después de que hayas puesto su disco por aquí, qué menos que escucharlo!! Ahora mismo la canción me está viniendo de perlas para relajarme un poco, que estoy de pintura, bricolaje y reforma hasta las narices, pero ya falta menos y nos va a quedar un piso suuuuper bonito!!!! :-)

    Un besazo de bona nit!!!

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  4. Good Morning, Hypocrite me viene bien por toda la verdad reflejada en lo que acabo de leer mm buen idilio que te has cogido. Ah, por cierto, de momentos me dio un relámpago diminuto de "Yours Truly, The Commuter", pero es muy posible que como siempre esté cegada... Musical hugs!

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  5. Es un muy buen dico, Atticus, de esos que van de fábula para días de bajón veraniego como estos, que no veas que Julio tan cabrito estamos viviendo con el aire y la lluvia.
    'Ten thousand miles' salía en un anuncio de Asics, pero no lo emtían mucho, así que es bueno que se te quedara la canción a pesar de ese detalle, señal de que es buena :P
    No te agobies mucho con las reformas del piso nuevo, que después el resultado compensará todo :D
    Besosmil!

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  6. Queridísima flor! que alegría que hayas decidido honrar con tu presencia a este humilde blog dedicado a tu persona :)
    Mucha razón tienes con eso de que me he cogido un buen idilio, pero...contigo, no con la canción. Todo queda en segundo plano si tú estás presente en mis pensamientos :D
    Y de cegada nada (o sí! por aguantar a este melón que a buenas horas rectifica , jeje) que ese simil es más que correcto, tienes toda la razón y esos ojos tuyos desprenden tanta luz que si alguien se puede quedar ciego soy yo...de tanto admirarlos ;)
    Musical hugs y pleasure bites of redention, mas miles de besos con un sonoro y grandioso i love you, mi gigantesca cosita!! XD

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