ZWAN

MARY STAR OF THE SEA (2003)

Hay que recibir al mal tiempo con buena cara y como está el cielo cavilando cuando será un buen momento para empezar a lanzarnos agua, pues me adelanto a los acontecimientos y publico este disco tan animado capaz de combatir viento y marea. Ya dejé clara ayer mi fijación por The Smashing Pumpkins y especialmente por su indiscutible líder Billy Corgan, y como veo que majos del nivel de Uri y Jotamaza han disfrutado tanto como yo de las creaciones de este polémico genio que en su momento fue un icono alternativo para bien o para mal, pues dedico una entrada al efímero proyecto que creó tras dar carpetazo temporal a la banda de Chicago (Illinois).

Montó un supergrupo tras finalizar la gira de 'Machina/the machines of God', con una serie de músicos de reconocido prestigio dentro del panorama independiente americano y se rasgó las vestiduras para dar forma a unas canciones que llevaba ideando largo tiempo en una magistral mutación que sin romper sus esquemas de siempre se decantaba hacía un discurso más animado con melodías accesibles y una producción excelente. Poco fue el tiempo que permanecieron en activo, pero el suficiente como para nuestro protagonista acabara con esa condición de 'enfant terrible' al menos durante esa etapa, ya que lejos de dar la razón a quién le acusaba de tener un ego desproporcionado, se erigió en un cabeza visible afable en un discreto segundo plano, dejando por las nubes a sus compañeros de formación indicando en multitud de ocasiones que eran un lujo que admiraba. Tan solo editaron este sabroso 'Mary star of the sea', antes de dar por finalizado su periplo alegando diferencias internas (según Corgan las razones fueron la desconfianza entre los miembros y las relaciones de los otros músicos del grupo con el mundo de las drogas, hecho que fue desmentido por el resto.

Acabó todo como el rosario de la aurora, la verdad), dejando además en el aire una nueva historia, Djali Zwan, una encarnación acústica que incluía un componente más (una violonchelista), pero menos es nada, y las canciones que componían este álbum continúan sonando frescas e incluso puede que ganen en la comparación con lo que ha hecho el bueno de Billy con la segunda oportunidad de The Smashing Pumpkins. Este trabajo se tiene una atmosfera pop que impregna la potencia de las guitarras de un sentido dócil, como muestra piezas tan suculentas como la inicial "Lyric", con unas guitarras levemente ochenteras y un ritmo optimista con letra conciliadora, que la hicieron ser la segunda elegida para presentar esta obra, con un bello vídeo en el que se veía a la banda tocando por las calles en un multitudinario paseo que captaba la atención de los transeúntes, y que en su edición como single contaba con un par de temas inéditos entre los que destacaba una versión del "Nobody cept you" de Bob Dylan, "Settle down", un corte más intrépido, sobrio y afín al rock alternativo de los 90's, aprovechando su pericia para conseguir estribillos adictivos e idílicos, "Declarations of faith", todavía más convencional en sus primeros segundos para que irrumpa con sentido un giro potente que carga de emoción su texto, tan espiritual como el momento que atravesaba Corgan en el transcurso de la grabación (la prueba de esto está en que el título del álbum responde a su inspiración religiosa, ya que según él, encontró consuelo y consejo en una iglesia católica llamada 'Blessed Virgin Mary' situada en Key West (Florida), cuando tocaba fondo con sus demonios internos), "Honestly", la más popular del lote, escogida para presentarse en sociedad y que caló en el pabellón auditivo de sus seguidores a la primera escucha, puesto que recuperaba parte de la esencia perdida de su talento, de hecho aquí se percibe una unión entre dos de sus mayores creaciones con los Pumpkins, entre la progresión de acordes de "Today" y los excitantes coros de "Cherub rock", "El sol", una de las tres relecturas de temas tradicionales que parecen en el computo global, respetando la letra pero llevándola a su terreno, la delicadeza acústica y tristona de "Of a broken heart", mi favorita del total por su intimidad nostálgica y su brillo psicodélico sutil, "Ride a black swan", retomando el camino habitual del pasado con ruido nítido y contundencia firme, la seductora "Endless summer", eficaz en su condición de accesibilidad con los ingredientes que nunca fallan, es decir, melodía enganchadiza, estribillo coreable e idas y venidad instrumentales entre la tempestad y la calma, "Yeah", mi otra predilecta con su seriedad bien ejecutada y sus guitarras melosas, y la alargada sombra de la en parte homónima "Jesus i/Mary star of the sea", dividida en dos extractos diferenciados pero con denominador común que alcanza la categoría de épica por superar los catorce minutos de duración.

Zwan, como he dicho antes, era un grupo sin sede fija que contaban en sus filas con nada menos y nada más que Billy Corgan (como ya he dicho en varias ocasiones en este mismo post, voz de The Smashing Pumpkins), su entonces pareja sentimental Paz Lenchantin (argentina de nacimiento y componente de A Perfect Circle, Queens Of The Stone Age, Silver Jews y muchos más), Jimmy Chamberlain (eterno compañero de fátigas de Corgan, principalmente como habitual batería de The Smashing Pumpkins), David Pajo (genio que hoy forma parte de Interpol como bajista, pero que en su día estuvo en formaciones tan míticas como Slint, Stereolab, Royal Trux o Tortoise, solo por citar algunas), y Matt Sweeney (voz y guitarra de los geniales Chavez y Skunk con tres estupendos discos mano a mano editados junto al gran Bonnie 'Prince' Billy).