domingo, 7 de agosto de 2011

GOMEZ

LIQUID SKIN (1999)

Tras unos días de descanso a causa de la lesión de muñeca que os comenté en el último post, vuelvo a escribir con ganas tras haber recuperado este disco que tenía secuestrado desde hacía años en casa de un colega que se mudó y creía haber perdido el cd en el camino. Por fortuna no fue así y el buen hombre lo encontró ayer en una caja de esas que supuestamente guardan mil objetos inservibles entre los que se encontraban algunos discos que le dejé y muy grande fue mi satisfacción al ver entre ellos este estupendo 'Liquid skin' de los británicos Gomez. Ahora no sorprende ver infinidad de grupos o artistas que sin ser nativos de Estados Unidos aplican a su sonido todo el encanto de la música de raíz americana, sin dejar de sonar fieles a algo tan lejano a su procedencia, pero en el momento que aparecieron en escena estos muchachos con su genial debut 'Bring it on', si que resultaba chocante.

Aquel disco tenía un sonido que podía encajar en las bandas sonoras de las peliculas de Quentin Tarantino, pero siempre mirando en dirección a esas propuestas más arraigadas (cabe destacar la presencia en sus metrajes de canciones de Cowboy Junkies, The Blasters, The Mavericks, Urge Overkill o Stealers Wheel, entre otros grupos asociados al alt-country y sucedáneos), así como a un emblema personal propio francamente cautivador. Una colección de canciones que les hizo estar en boca de todos tanto en su país de origen como en toda Norteamérica, donde en teoría era más lógico que calará su discurso. Ganaron el prestigioso premio Mercury aquel mismo año y su fusión de indie-rock con ese blues añejo que tan bien sabían modernizar triunfó a lo grande y dio pie a una trayectoria que si bien no siempre ha gozado de la misma popularidad, para sus más adeptos (entre los que me encuentro yo, por supuesto!) si que se ha mantenido a un nivel notable contando con siete discos en los que no hay margen para el conformismo, permitiéndose incluso algún atrevimiento de esos que hacen estremecer a los puristas, como demuestra el hecho de que su tercer álbum 'In our gun' apostará por mezclar todo su ideario con la electrónica y los instrumentos de viento (si queréis adentraros en la magia de ese artefacto podéis encontrarlo aquí mismo, ya que en su día le dediqué una entrada).

De su discografía aprovechando este reencuentro con aquel disco que tantas veces escuché a principios de la década pasada, traigo en esta ocasión su segundo paso, este'Liquid skin' que debía pelear con la alargada sombra de su puesta de largo y que a mi juicio salió mas que bien parado. Los de Southport (Inglaterra), crearon un universo atemporal volviendo a asombrar con esa facilidad innata que tienen para conseguir estribillos adictivos con la voz de tres cantantes distintos, con registros privilegiados, distintos entre sí pero perfectamente afines cuando entonan al mismo tiempo, siendo ese detalle quizás el más loable del grupo.

Así pues nos dejamos engatusar desde el principio con ese deje tan Eddie Vedder de su a priori líder Ben Otewell (magnífico su debut en solitario editado este mismo ejercicio) que se sale literalmente en la monumental "Hangover", un inicio fulgurante con esos ritmos piscodélicos apagados de sus primeros segundos hasta que aparece 'el jefe' para destilar una preciosa melodía sobre un sitar envolvente recordando por momentos a Blind Melon o Beck, pero de repente un parón, la sombra de los bluesmans sureños y un acelerón que trae a la mente una proyección protagonizada por vagones de tren con polizones aventureros de incógnito, y es que me es imposible no pensar en lo bien que habría quedado este tema poniendo emoción a aquellas impagables escenas de odio entre Ernest Borgnine y Lee Marvin en 'El emperador del Norte', de haberse concebido treinta años antes, "Revolutionary kind", densa, hipnótica y cercana al inclasificable mundo de The Beta Band, con una base sobria recostada en delicadeza acústica, "Bring it on", recogiendo el testigo de su antesala, haciendo un particular auto-homenaje a su exitoso antecesor y guitarreando a gusto entre juegos vocales espectrales junto a un fondo que flirtea con el reagge sin alejarse demasiado de su coordenadas, "Las Vegas dealer", movida pieza de constante cambios que narra la historia de un perdedor abnegado a su suerte tan en el juego como en el amor, y a la que imprimen cierto salero al añadirle unos compases que emulan un especie de tango, "We haven't turned around", una balada con instrumentos de cuerda muy bonita y que endulza su mensaje dando una perspectiva nueva al disco, demostrando que tampoco encajan mal en esa oleada de bandas británicas que nos hechizaron con su lado pop en aquellos ya lejanos días, tales como Elbow o Doves, por nombrar solo dos, "Fill my cup", adelanto de lo que después vendría en esa monstruosa tercera entrega, ya que ese bajo carnoso es muy significativo al igual que esas polifonías vacilonas que veneran al rock modernista, "Rosalita", una tierna canción de poso sentimental y fronterizo, y "Devil will ride", fin de fiesta entre celebraciones soul con mucho sabor setentero y unos vientos que saben a vida. Geniales, como siempre.

Gomez han sido, son y espero que por mucho tiempo sean, Ben Otewell, Ian Ball, Paul Blackburn, Olly Peacock y Tom Grey.

4 comentarios:

  1. ¿Qué te pasó en la muñeca? Veo que vuelves a escribir con energías renovadas, así que no parece nada grave. Cuídate, hombre, que si no ya te veo en unos años dictándole los posts a un reconocedor de voz a lo Stephen Hawking. Buff, qué de mal gusto ha sonado esto... pero bueno, ya sabes, el humor negro es como las piernas, hay quien tiene y hay quien no.
    Ya que estoy aquí me bajaré el disco :P

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  2. Uy, pues un cúmulo de circunstancias basadas en deporte, caídas tontas, trabajos duros y malas posiciones a la hora de escribir frente al ordenador han hecho que acostumbre a tener tendinitis cada dos por tres y esta vez se ha masificado el tema porque ya casi no podía ni moverla el día que escribí eso, pero bueno, ahora voy mejor con un muñequera ortopédica y una buena dosis de pastillamen. A ver si estas vacaciones que no haré ni el huevo me recupero bien de todo porque la verdad es que entre la espalda, la cadera y eso me veo como la versión cazurra del bueno de Hawking, jaja.
    Desde mi condición de fan del humor 'nigger' que sepas que me has arrancado una carcajada con lo de las piernas, que macabro tío!! jaja.
    A ver si te gustan Gomez, a mi me parecen geniales aunque es otro rollo respecto a lo que nos hemos ido recomendando. Si te gusta este disco, prueba con el otro que tengo publicado de ellos...aunque si la electrónica te chirria, no sé yo si te gustará ese álbum. Este es más folkie, yo creo que te convencerá.
    Ya me contará usted buen señor!
    Un abrazote!

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  3. Algo me dice que esto va a ser ideal para acompañar mis tardes-noches de lectura aquí en el patio de mi piso de Palma (junto con el primero de "Kings of convenience", que lo adquirí hoy por módico precio y me tiene derretida), así que me lo estoy bajando pero ya!! Conozco alguna canción de Gomez porque la ponen en la radio y por algún blog, y me gustan, pero nunca profundice demasiado en ellos, así que me diste la excusa perfecta para hacerlo.

    Un besazo!!!

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  4. Es más que posible que te gusten. Parece ser que se han hecho mas populares con los discos más recientes o más bien que han recuperado la fama con estos. El caso es que por riesgo y originalidad me quedo con los tres primeros, a partir de 'How we operate' se endulzron un poco y suenan más clásicos, incluso más country diría yo.
    Yo les descubrí con un tema del que ponían mucho el vídeo en Sputnik a finales de los 90's (soy un viejuno).
    De todos modos, este disco te resultará ideal para esos espacios literarios que te vas a marcar, si, jeje.
    Ya me contarás impresiones.
    Espero que estés disfrutando de la desconexión vacacional.
    Besosmil!

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