domingo, 27 de noviembre de 2011

YO LA TENGO

AND THEN NOTHING TURNED ITSELF INSIDE-OUT (2000)

Hoy tengo largo tiempo hasta que me vaya a ver a Fleet Foxes con Vetiver en ese flamante concierto programado para esta noche en el Auditorio de Barcelona, por lo tanto voy a cumplir con la idea inicial de ayer dedicando un buen post a esta fundamental banda de Hoboken (New Jersey) a la que de nuevo doy cabida aquí tras haber hablado de ellos en un par de ocasiones. La ocasión la pintan calva porque el hecho de que se haya confirmado su presencia en el próximo PS hace que me estimule mucho reivindicar su importancia en la historia del indie-rock, superados los veintisiete años de actividad del grupo. Se puede decir que no hay una sola firma dentro del género menos discutida que la suya, de hecho creo que es la que mejor lo representa por valores y actitud, es más, ninguna ostenta un consenso crítico y popular como el suyo.

Puede que tenga que ver con su manera de hacer las cosas, ya que desde sus comienzos se mantienen ajenos a la negación de cualquier clase (nunca han renegado de la etiqueta 'indie') y transcurridos más de tres lustros desde su debut, se mantienen firmes disfrutando de lo que hacen pues su única aspiración es simple y llanamente hacer música desde el corazón. Con sumo respeto por el entorno periodístico dejando citas para el recuerdo como esta, cuando Ira Kaplan dijo ante un plumilla que le preguntaba por su anterior trabajo como crítico musical para la revista New York Rocker...'quería introducirme en el mundo de la música y no sabía como hacerlo, así que me decidí a escribir sobre el rock y sus variantes.

Tengo mucho aprecio por la profesión: la crítica es necesaria y valiosa, y se pueden escribir grandes cosas sobre música; solo hace falta haber leído a Meltzer para saberlo. Él defiende una idea me me parece estupenda, la de escribir sobre música como una forma de expresar qué sientes por la vida, qué te parece, qué esperas de ella'. Un trío que con esa pose nada estudiada de gente cercana y afable se ha gando el corazón de sus seguidores. Mucho ha llovido desde que el matrimonio Kaplan-Hubley pusiera un anuncio en busca de músicos que compartieran su veneración por Mission Of Burma, The Soft Boys y Love (palabras textuales del escrito), y de los doce álbumes de estudio oficiales publicados hasta nuestros días, aunque suene curioso, me quedó quizás con este, no sin dudas claro, porque en aquel glorioso 'I can hear the heart beating has one' o los imprescindibles 'Painful' y 'Electr-o-pura', estén sus himnos más populares, pero es que 'And the nothing itself turned inside-out' respira ternura y calma desde el mismo instante que observas su magnifica portada con esa metáfora que anuncia que estamos ante una luz que nos abduce sobre una telaraña de clarioscuros que transpiran desde lo más profundo de nuestro (su) interior para ofrecer una gemas emocionales que pasan del sosiego pesimista al entusiasmo optimista en un suspiro.

El interés de Yo La Tengo por el rock desde una mirada histórica queda queda claramente plasmado a lo largo de una carrera que parece un repaso oblicuo de los últimos cuarenta años de música americana, una sensación sesgada hacía una herencia preciosa que requiere una deconstrucción que le acerque al pop para conseguir la fusión perfecta entre ambos y este disco confirma esa idea en su máxima expresión con canciones que pasan de un mastodóntico estilo a otro respetando las coordenadas sin distanciarse de su mensaje personal. En mi opinión una obra maestra para lograr el equilibrio dentro de su discografía.

Puro énfasis en lograr el objetivo, es decir, sonar más próximos que nunca y el desenlace superan las expectativas con piezas tan increíbles como "Everyday", primera sorpresa, sombría, tensa, tomando un tiempo prudencial en su arranque, tirando de efectos envolventes y sonidos inquietantes en los que apoyar una melodía muy mustia, un corte que representa ese pasado medio psicodélico tan presente en sus primeras obras y porque no decirlo, primer temor, pues la primera vez que uno atiende a este álbum en esta primera muestra duda de que el resto de pistas se vayan por derroteros experimentales, pero no, enseguida queda despejada la duda cuando luego viene "Our way to fall", quizás una de las canciones más bonitas de su discografía, adorable en todo en el más claro significado de la palabra, una de esas que si escuchas con los ojos cerrados puede hacerte soñar con lo que quieres para ti y los tuyos, un verdadero lujo que a cualquiera debería erizarle el vello y poner la piel aterciopelada, sin más, mi favorita, "Saturday", pagando su deuda con el synth-pop y su pasión oculta por The Magnetic Fields (bueno, en honor a la verdad diré que esto me lo he sacado de la manga, pero apuesto todo a que algo de admiración por los de Stephin Merritt han de tener, incluso creo recordar que Georgia colaboró en un viejo tema de The 6ths, uno de los múltiples proyectos paralelos del genial artista), martilleando el bajo para adornar una base sólida y robusta, y sumando un leve filtro jazzístico, "Let's save Tony Orlando's house", que como curiosidad diré que es un homenaje encubierto a sus queridos The Simpsons, pues es el título de una película de Troy McClure, ese personaje que aparece siempre en los vídeos que les ponen a la familia mas famosa del mundo, una canción festiva y dulce que les traslada a los 60's, "Last days of disco", un estribillo bello como el que más y una instrumentación que coquetea con el slowcore, "The crying of lot g", donde Ira se transforma por momentos en Lou Reed cantando como los ángeles con el sensible acompañamiento sonoro dorando una atmosfera relajada, "You can have it all", versión del clásico disco-soul de George McCrae (aunque originalmente escrita por Harry Wayne Casey de KC & The Sunshine Band), un innegable hit de coralidad mayúscula, una maravilla que suelen tocar en directo para beneplácito de sus fieles y que es con toatal probabilidad su canción tarareable por antonomasia (con permiso de "Tom Courtenay"), "Tears are in your eyes", una nueva delicia, profunda intima, suave cantada por Georgia Hubley en solitario y con un texto conmovedor, "Cherry chapstick", recuperando esos enérgicos ritmos en onda "Sugarcube", un tema que sienta de fábula para pegar un tirón de adrenalina y en el que Ira se explaya a gusto con el solo de guitarra al más puro estilo Sonic Youth, con una melodía que parece prestada del villancico 'Noche de paz, noche de amor' (si,si reiros, pero si la escucháis igual me dais la razón!), "Madeline", pop, pop, pop, imposible definirla de otro modo, una joya de alma sesentera que podrían haber compuesto The Beach Boys, Big Star, Teenage Fanclub o The Essex Green, que importa quién, todos están presentes en estos casi cinco minutos, y la kilométrica "Nights of Hoboken", que no alcanza los dieciocho minutos de duración por poco de los cuales una parte es delicada y amable y otra, la más larga se basa en efectos zumbantes y comatosos.

Ira Kaplan, Georgia Hubley y James McNew son...unos genios.

8 comentarios:

  1. Plenamente de acuerdo en que es una obra maestra para lograr el equilibrio dentro de su discografía. Creo que es mi disco preferido de esta buena banda tan poco reconocida. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Que bien ver un comentario en esta entrada, empezaba a pensar que solo a mi me entusiasmaba tanto este disco y me alegro un montón que a ti también te guste.
    No hace mucho estuvieron por tus tierras (bueno...ahora que lo pienso ha llovido bastante, quizás han pasado dos años desde aquello), fuiste a verles? yo los vi en esa misma gira y fue una maravilla de concierto.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Bueno, discazo este que traes hoy (o el otro día, pero lo leo hoy así que...). Vaya alegrón me llevé cuando los confirmaron para el Primavera. Me echa un poco para atrás el que probablemente les metan en el mastodóntico SanMiguel, que no sé si es el mejor contexto en el que disfrutar a este grupo.

    ResponderEliminar
  4. Bah! no le des vueltas a eso JM, Yo La Tengo te encantarán esta primera vez, tanto que cuando vuelvan en sala te dejarán prendado. A mí me pasó, los disfruté muy eléctricos en el PS de hace tres años y luego cuando los vi en Apolo algo más reposados me enamoraron por completo.
    Siento la tardanza en la contestacion, me he escapado al pueblo unos dias y le estoy chupando conexión a mi tia la moderna (tiene 75 años y ya casi controla internet mejor que yo, jeje).
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. No los vi, Txarls, me hubiera gustado. Ahora no recuerdo donde actuaron. Hace relativamente poco descubrí el "Electro-pura", me gustó bastante tambien.

    P.D.: esta noche necesitamos tu apoyo contra el Chelsea. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Muy buena reseña, ojala pudieras modificar el formato, utilizando sangría o espacio entre párrafos.

    ResponderEliminar
  7. Gracias! pronto, muy pronto arreglaré todas las entradas y las podrás leer con párrafos de separación, que empiezo a notar que a muchos os agobian mogollón. Ya tengo solución para ello, así que solo es ponerse con tiempo de sobras.
    De todos modos, me has dejado con las patas vueltas con eso de 'sangría'...ni idea de a que te refieres si es un aspecto técnico...si te refieres a ese dulce licor similar al vino, si! mucho mejor, donde vamos a parar!! jeje.
    Un abrazo y gracias por la visita.

    ResponderEliminar
  8. Sulo Resmes del blog 'Tres cagallons baix d'un piano', que es de Valencia también, escribió sobre aquel concierto y aunque no le acabó de convencer a él, si que dijo que salió la gente la mar de contenta. Tuvo que ser una buena noche y lo mejor es que eso suele ser sinónimo de que volverán por allí. Ojalá los puedas ver pronto, valen mucho la pena en directo.
    Por aquí tengo un par más de ellos, escuchatelos que creo que te gustarán mucho, sobretodo el 'I can hear the heart beating has one'.

    Hoy he sido un valencianista más, no veas lo que me ha jodido ese partido, que rabia. No voy a decir que ha sido injusto, pero que mala leche, tio. No ha hecho nada el Chelsea, si hubiera entrado el disparo de Alba (maldito palo) o el de Albelda habría cambiado mucho la cosa, lástima del despiste garrafal de Victor Ruiz. Tino Costa ha hecho un partido flojo, se nota Banega, creo yo, quizás la alineación de Emery...que se yo, seguro que tú tienes una buena opinión al respecto, pero bueno, no hay que bajar los brazos y para mi el Valencia puede ganar perfectamente la Europa League que por mucho que los 'peces gordos' lo infravaloren, sigue siendo un título importante.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar