lunes, 12 de diciembre de 2011

L7

HUNGRY FOR STREAK (1994)

De crío, o mejor dicho, de pre-adolescente, recuerdo que un amigo mío del pueblo que era más heavy que el metal (quién le ha visto y quién le ve, la última vez que le vi llevaba un portacedés en el coche donde lo más duro que había era un disco de El Canto del Loco) solía comprarse una revista espicializada en su género favorito que se llamaba Kerrang! y que por aquel entonces publicaba sus primeros números en nuestro país (en el Reino Unido era muy popular) y un servidor ávido de saber sobre sus ídolos grunge en aquellos días en que el movimiento vivía sus minutos de gloria, siempre se la pedía porque dedicaban siempre unas líneas a bandas como Nirvana, Alice In Chains, Faith No More, etc. a las que no se muy bien porque metían en el mismo saco, así que en un de los números que me dejó descubrí una suculenta entrevista a estas heroínas del riot grrrl provenientes de Los Angeles (California).

Allí esta hasta entonces para mi desconocida formación femenina contaba mil y una historias que me llamaron la atención, como por ejemplo que Kim Thayil, el genial guitarrista de Soundgarden, era su casero en aquella etapa en la que vivían en Seattle (Washington) o las barbaridades que hacían en sus conciertos con esa anarquía tan punk de tirar los tampones usados sobre el público que les insultaba desde las primeras filas en una reivindicación ruda de la importancia de las mujeres en el rock, mostrando que eran señoras de carácter con más agallas que cualquier lumbrera de pose que se preciara.

Su actitud me parecía muy firme y temperamental, sincera, rabiosamente punk en cada palabra que expresaban sin dejar de sonar inteligentes y claro, de ese modo era imposible que no me atrajera la idea de buscar algo de material de ellas. Con los años me fui dando cuenta de su importancia en el devenir del rock underground, siendo un nombre clave pero que tenía como elemento definitorio su desmarque del resto de artistas reputados del género, es decir, Hole, Babes In Toyland, The Breeders y demás, que musicalmente se alejaban de las coordenadas punk para intimar con el pop (pero no de un modo descarado) siendo L7, al igual que Bikini Kill, The Slits o Katastrophy Wife, un grupo más próximo a la revuelta de las hembras de esa década desde una óptica contundente.

Sus seis discos de estudio editados durante su breve periplo en aquel final de milenio, son su testamento. A la vuelta de las vacaciones con lo que me había sobrado del capital invertido en borracheras de fiestas patronales (las peores, sin duda) me di una vuelta por las tiendas de discos del centro y compré su cuarto álbum del que tan buenas cosas decía el tipo que las entrevistaba en aquel ejemplar. El contenido no me defraudó, era justo lo que esperaba, suciedad, furia, rabia, energía y melodías variables al son de unas guitarras poderosas, 'Hungry for stink' era firme candidato a ser uno de esos discos a machacar en etapa juvenil, desbordaba ira por los cuatro costados, era un bofetón desenfrenado a la industria y el conformismo pop del momento y me sentó como un abrazo del enemigo en tiempos de tregua.

Ahora lo tenía olvidado, pero esta mañana al escucharlo de nuevo tras mucho tiempo estando aparcado en la estantería me ha venido de maravilla para reverdecer laureles y sentir que todavía quedan muchos gritos que dar en esta vida, sobretodo cuando uno se introduce en la fulminante impetuosidad de cortes como "Andres", abrasiva con una distorsión saltarina y un modo de cantar encabritado que se apoya en unos coros poseídos, en un primer guantazo con la mano abierta, "Baggage", esas guitarras a lo Black Sabbath o mejor dicho, a lo stoner que iluminan el camino de la perfecta comunión entre el punk-rock y el metal de la época, un corte oscuro en que se desgañita al rojo vivo la poderosa cantante Donita Sparks, "Can i run", mi favorita de la banda, una brutalidad más asequible a los oídos de cualquiera y que en su base rítmica se puede considerar un hit alternativo, que puede hacer las delicias de cualquier seguidor de Nirvana (Cobain y Novoselic eran admiradores de estas chicas), "The bomb", recuperando el pulso acelerado e incoformista a riff limpio, "Questioning my sanity", cantada al más puro estilo punk angelino de los 80's y recordando un poco también a las geniales Sleater Kinney, un tema que habla de la depresión y la locura, "Riding with a movie star", una pieza que si cogieran hoy Queens Of The Stone Age no podrían mejorarla más, una puñalada trapera en el corazón del ego, "Stuck here again", bajando el pistón para tomarse un descanso eléctrico y respirar profundamente en virtud de la piscodelia reposada, el funk y el blues, en onda de lo que hicieron Soundgraden y Pearl Jam en algunas pistas de su proyecto conjunto Temple Of The Dog, "Fuel my fire", uno de sus emblemas, versioneado en al poco tiempo por los electrónicos Prodigy en su exitoso trabajo 'The fat of the land', y "She has eyes", quizás su canción más accesible, de hecho trae a la memoria a bandas como Belly o los más recientes Giant Drag. L7 eran Donita Sparks, Suzi Gardner (antes en los imprescindibles Black Flag y Cirle Jerks), Jennifer Finch y Demetra 'Dee' Plakas.

4 comentarios:

  1. Entro sólo para saludarte, pues últimamente ando un poco atareado, y felicitarte especialmente por el post de hoy, te ha salido redondo, eso de 'desbordaba ira por los cuatro costados, era un bofetón desenfrenado a la industria y el conformismo pop del momento y me sentó como un abrazo del enemigo en tiempos de tregua' es de diez, hasta igual escucho el disco, que de entrada, y sin saber nada del grupo, no parece que encaje especialmente en mis gustos, veremos.

    ¡Saludos zagal!

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  2. Aunque, bien mirado, por muy guerreras y luchadoras que fueran estas chicas lo de tirar los tampones usados al público no es muy edificante.

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  3. ¿Un heavy que acaba escuchando El Canto Del Loco? ¡Qué triste vida perra! ¡Vivir para ver! ¡No somos nada! (cuidadín que igual un día te ves comprando un recopilatorio de Carlos Baute, ¡ojo!).

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  4. Que tal Joaquim!? que alegría verte por aquí, ya ves que yo estoy también un poco desconectado, entre la semana de fiesta y estos dos días que he pasado sin entrar al blog y que hacen que te conteste tarde. Mis disculpas!

    Menudas parráfadas filosóficas digo, jaja, menos mal que no lo releo, doy el pego y todo eh? jaja, parezco culto incluso, pero en el fondo sé que todos sabéis que soy más tontolaba que Sergio Ramos :D
    No, ahora en serio, me alegra mucho que te haya gustado el texto, y si por lo menos te ha hecho echarte unas risas, pues mejor que mejor :P

    Este disco es bastante crudo, tal vez muy ruidoso, pero igual algo de él salvas aún no siendo muy afín a tu gusto, y esto lo digo porque poca gente conozco con menos prejuicios que tú, eso es un logro y de ese modo se disfruta más la música.

    Cochinas eran un rato, pues lo de los tampones no tiene nombre, pero doy por hecho que su público encantado de la vida con su fetiche (ahí gente para todo y mucho degenerao).

    Sobre lo de mi colega, fijate que he dicho que El Canto Del Loco (puagggh) era lo más duro que había en su portacedés...y no es el peor d elos casos, pues tengo otro amigo que de ir a ver a Iron Maiden y AC/DC, pasó a ver a Camela en directo!!!

    Y me despido cantando...
    Te envió poemas de mi puño y letra
    Te envió canciones de 4.40
    Te envió las fotos cenando en Marbella
    Y cuando estuvimos por Venezuela
    Y así me recuerdes y tengas presente
    Que mi corazón esta colgando en tus manos
    Cuidado, cuidado que mi corazón esta colgando en tus manos (aaamos no me jodas)

    Joder que bueno mi tocayo!! jajajaa.
    Dios me libre de acabar así!!

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