lunes, 26 de marzo de 2012

7 SECONDS

NEW WIND (1986)

Estoy muy espeso, con el ánimo a medias, contrariado y sin ideas, como si a ratos me quedara en blanco, y ante esa tesitura me he sentado con toda mi buena fe a escribir unas líneas. Como no podía ser de otra forma no se me ocurría nada que me apeteciera escuchar, tal vez lo más sensato sería dejar pasar otro día más sin publicar nada, he pensado, pero viendo que me lo pedía el cuerpo para evadirme un poco, me he exprimido el cerebro y entonces de repente al abrir el perfil e ir a dar a 'crear nueva entrada', de la manera más tonta imaginable ha venido a mi memoria esta fabulosa banda de Reno (Nevada) y con ellas un montón de recuerdos pre-adolescentes. La sandez por la que les he recuperado y elegido para esta jornada ha sido el hecho de que he visto que este iba a ser el post setencientos setenta y siete del blog y claro, esa cifra que reune por partida triple el famoso número de la buena suerte, era esclarecedora dentro de la llamada casualidad. Estaba cantado que hoy necesitaba las canciones de estos pioneros del hardcore americano de los ochenta para aplicar una inyección de moral en mis pensamientos fríos y recordar que tengo las esperanzas e ilusiones intactas respecto a mis preocupaciones actuales.

Cada pensamiento surgido de la digestión de estos catorce temas que componían el que fue su cuarto álbum de estudio, ha significado un golpe de efecto. Me he emocionado al volver mentalmente a los años en que estudiaba (esto un decir, porque era un holgazán y un indisciplinado total en mi etapa del instituto) mecánica en un grado de formación profesional con lo peor de cada casa en la peor escuela de mi ciudad, rodeado de gamberretes e individuos indeseables, pero con los que hice buenas migas porque yo tampoco era un santo en esos años. Aquella época me sirvió para obtener un poco más de picardía callejera, era todavía menor de edad, diría si no me fallan las cuentas que apenas tenía quince años, y vivía en medio de todo aquel apogeo de tribus urbanas, sin querer pertenecer ni por todo el oro del mundo a ninguna de ellas (pues se veían muy bien los toros desde la barrera) pero tratando de tener colegas hasta en el infierno. Hoy me cruzo y dialogo con muchos de aquellos pájaros y nos reímos pensando en que una vez llevaban elásticos, la cabeza rapada, los pantalones más anchos que un saco de dormir, una cresta de palmo o el bajo de los vaqueros y la camiseta de manga corta remangada en plan taquillero de los autos de choque con el añadido de un tupé engominado, o cualquier sello distintivo dependiendo de cual fuera su etiqueta. Pecados de la pubertad, supongo.

La cuestión es que para no hacer de esto otro de mis rollos interminables, iré al grano. Uno de los amiguetes con los que más afinidad tuve, me introdujo en el mundillo musical del hardcore, y el punk, llegando un servidor de este modo al discurso de formaciones tales como Dead Kennedys, Poison Idea, GBH, Circle Jerks, Gorilla Biscuits o estos geniales 7 Seconds que para mí eran los más accesibles. No me desagradaba el resto, incluso a la mayoría los conservo en un rincón de mi estantería, bien visibles, para ponerlos en el reproductor de cd cada equis tiempo, pero si que reconozco que con el paso del tiempo prefiero recurrir a muchos sonidos antes que a este, aunque con 'New wind' es distinto. A mi modo de ver las cosas este disco traspasa la barrera de la etiqueta. Su furia contenida, su apuesta por las melodías y juegos vocales y ese deje ramoniano sobre el que flota el minutaje, me sienta de maravilla todavía.

Padres del punk-rock actual, 7 Seconds han sido eslabón referencial de bandas que hoy sobrepasan la barrera del underground contra todo pronóstico tales como Bad Religion, Pennywise o Propaghandi, pero renegando en parte del estilo, pues ellos fueron quizás los primeros en definir su propuesta bajo el apelativo hardcore. Militantes del lema 'Straight Edge', que aboga por la ausencia de drogas, tabaco, alcohol y todo el desfase asociado al género punk a lo largo de la historia, eran un grupo reivindicativo como el que más desde una posición muy cabal e inteligente. Sus letras así lo corroboran yendo a terrenos más optimistas que la mayoría de sus compañeros de generación y al igual que hicieron Minor Threat, tratando temas como el vegetarianismo, la lucha por los derechos de los animales, la importancia de las mujeres en la sociedad, etc.

De sus treces discos editados hasta la fecha en una carrera que este mismo mes alcanzará los treinta y dos años de actividad, me quedo, como he dicho antes, con 'New wind'. Machaqué aquella cinta cochambrosa que me regaló aquel tío, me daba igual el ruido de fondo que demostraba que era una sexta grabación de otra cassette como mínimo, era justo lo que necesitaba en esa edad difícil donde uno no sabe hacía donde va a encaminarse su vida en el futuro inminente. Con el tiempo compré el álbum y revivo imágenes con frecuencia, como he hecho esta mañana.

Grato es recuperar las emociones que me causaban estas canciones y volver a sentir la pureza de la inocencia que me invadía. Ha sido darle al play y retroceder en el camino para cantar a viva voz los estribillos de "The night away", guitarras punzantes, batería marcando ritmo fulgurante y la estupenda voz de Kevin con esa radiante pasión juvenil, "New wind", ese trallazo homónimo que incita al brinco desfasado y el coreo alocado en busca de descargar los quebraderos de nuestra mente contra el burdo sistema opresor, alzando el puño en alto y pidiendo un respeto por nuestros derechos, "Somebody help me scream", pura delicia armónica que cabalga a lomos de un bajo carnoso y unos riffs afilados, "Tied up rhythm", variedad estilística en su parte media para acoger coordenadas festivas, "Man enough to care", cercana al pop-punk que hoy practican formaciones como Wavves o Alkaline Trio, "The inside", mi favorita del disco por esa linealidad tan bien ejecutada y esas polifonías anárquicas y desenfadadas en el sentido amable de la palabra, "Expect to change", que flirtea con el envoltorio opaco del punk sin perder el oremus en ningún momento, posiblemente utilizando a The Gun Club como inspiración, "Just one day", atronadora pista donde la percusión robusta lleva el mando, y "Colour blind jam", fin de feista que yo veo como un divertimento tributo a Sex Pistols y The Ramones.

No sé si muchos de los que entráis aquí disfrutaréis con este disco, pues es un estilo al que no he dado mucha cancha y que realmente no es muy apto para según que paladares, pero necesitaba escribir sobre él. Los hermanos Kevin 'Seconds' y Steve 'Youth' Marvelli y los hermanos Tom 'Munist' y Dim 'Menace' Borghino, fundaron este gran proyecto.

6 comentarios:

  1. Hola guapo,ahora si que desde esta dirección me puedes comentar con que música ponerme al día

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  2. Gracias tocayo por viajar en el tiempo y hacernos traer a una banda que ya tenia olvidada. Y es que a veces no hay nada mejor que hacer que mirar atras....

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  3. Joer, suena de escándalo, a punk clásico bien ejecutado. No lo controlaba. Bien, bien.

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  4. Comadre!! perdona la tardanza en contestar, he tenido una mala semana y ni he entrado aquí desde que publiqué esto...
    Te recomiendo para estos días luminosos a Irene, Black Rebel Motorcycle Club y Cowboy Junkies, que los tienes un poquito más abajo, y luego en la lista de la derecha, busca The Mary Onettes, que creo que te gustarán bastante.
    Como habrás podido precibir, he puesto una pequeña jukebox al final de cada texto para escuchar el disco entero, así que si te gusta cualquiera de ellos y los quieres, me los pides que te los envío por mail.
    Un beso grande para ti y un para a repartir entre tus dos guaperas :D
    (me voy reservando otro para dentro de nada y menos, adjudicado al hermosuelo que está en camino).

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  5. Verdad que si Carlos!? a mí me ha sentado de maravilla recuperar un poco de la energía de 7 Seconds. Es uno de esos grupos que nunca sienta mal recuperar, pues ha pesar de haber pasado más de un cuarto de siglo de la edición de este álbum, sigue sonando fresco.
    Un abrazo!

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  6. Que alegrón Johnny! pensaba que no vería ningún comentario en este post y me alegra mucho ver que no es así, que hay gente que aprecia estos sonidos todavía, jeje.
    En estos tiempos donde (casi) todo lo que etiquetan como punk me suena a fraude, he visto bien recordar a estos olvidados imprescindibles.
    Tienen otros discos que tal vez sean mejores, no sé, sobre gustos, pero a mí este me toca la fibra especialmente.
    Buenas melodías sobre ritmos contundentes, grata mezcla :P

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