viernes, 30 de marzo de 2012

FREELANCE WHALES

WEATHERVANES (2010)

Si mezclamos la indietrónica de The Postal Service y Styrofoam, las melodías pop de Death Cab For Cutie, la psicodelia sinfónica de Mercury Rev, el folk de Blind Pilot y el desenfado juvenil de Naked And Famous, obtenemos como resultado algo muy parecido a lo que practican Freelance Whales, un quinteto de Queens (New York) que se buscó la vida en las calles de su ciudad natal consiguiendo aprovechar el tirón surgido principalmente de sus actuaciones en diversas estaciones de metro, donde miles de viandantes se detuvieron a escuchar en directo esas preciosas historias basadas en recuerdos de infancia y sueños futuros, que después pasarían a formar parte de su debut, este estupendo 'Weathervanes'. Un crecimiento inesperado a nivel de popularidad y en poco tiempo firmaron un buen contrato discográfico que le dio la oportunidad de girar con bandas que, perteneciendo a nuestros días, eran para ellos un referente. En ese período de tiempo fueron estrechando lazos con gente como Sufjan Stevens, Fanfarlo, Ben Gibbard, Bear In Heaven, Cymbals Eat Guitars, Shout Out Louds, Tokyo Police Club o Foals, formaciones de distintas procedencia que les eligieron para abrir sus conciertos locales, con lo cual su fama subió muchos enteros y varios puntos del planeta. Su presencia en el prestigioso festival South By Southwest con sede en Austin (Texas), y el hecho de que eligieran temas de su discografía para anuncio de automóviles y cadenas de restaurantes, redes sociales, y series de tv como 'One Three Hill', 'Skins' y 'Grey's Anatomy', cantera de muchas bandas que luego han labrado una reputación entre las masas partiendo de ahí, hicieron consolidar su fulgurante aparición dejando a sus seguidores expectantes de cara a recibir nuevos trabajos el grupo.

Su gusto por la tradición americana se hace notable en el tratamiento de los instrumentos, donde el banjo lleva la voz cantante, evocando atmósferas muy frondosas en ambiente pero muy animadas dentro de una tonalidad melancólica, con la aniñada voz perfectamente secundada por esa coralidad optimista con la que reverdecen los estribillos, como si nos quisieran acompañar en una merienda familiar al aire libre celebrada en cualquier paraje natural idílico.

El disco en su computo global es precioso, ni sobra ni falta de nada, cada nota y cada estrofa están en el lugar que les corresponde dejando una sensación de frescor, entusiasta, libre, con un punto épico ajeno a toda presunción, sencillo, afable y emocionante. Tal vez escuchar este tipo de música sin la presencia de una voz desgastada o algo más grave, se haga extraño, pero a la segunda escucha, cuando ya hemos captado esa noble intención de unir estilos opuestos entre sí como son el pop electrónico y el folk, en una onda similar a lo que hiceron The Elected en su primer disco (aunque muy diferente en el fondo), solo podemos esbozar una reconfortante sonrisa y dejarnos llevar por su sincero discurso.

Freelance Whales solo pretenden disfrutar y hacernos sentir su compañía indespensable para esos viajes al subconsciente que tan necesarios se nos antojan cuando queremos encontrar un rincón de positivismo dentro de sus frágiles tejidos y cumplen dicho cometido con creces, así que cerrad los ojos, abrid bien los oídos y pasead por vuestro interior gozando al ritmo de piezas tan sensibles como "Generator ^ first floor", bellísimo inicio en el que cada acorde brilla con luz propia al son de esas inmejorables polifonías, un homenaje a los placeres más sutiles de la vida, mi favorita del álbum por reunir en apenas tres minutos todo su arsenal, "Hannah", la comunión entre sintetizadores y raíz, sumada a la dulzura vocal, con un espíritu bailable de tacto etéreo, una canción que no desentonaría en el repertorio del ilustre 'Give up' ni en cualquier otra historia en la que podamos encontrar la firma de Jimmy Tamborello, "Location", un tema más próximo al pop adolescente o al rock alternativo de Wheatus, "Starring", a medio camino entre Le Chevre y Aqueduct, disparando loops y con un toque de batería que marca un tempo inquieto ante el que es imposible permanecer quieto, "Ghosting", suave, relajada, con unas handclaps tiernas y accesibles cubriendo de hermosura su recorrido, y "The great estates", corte de clausura que es un repaso a su propia declaración de intenciones compositivas.

Un muy buen álbum de una banda cuyo nombre deriva de la infancia de su cantante, transcurrida en Jerusalén, donde se vio envuelto un percance en el que estuvo a punto de ahogarse en el Mar de Galilea. Freelance Whales son Judah Dadone, Doris Cellar, Chuck Criss, Jacob Hyman y Kevin Read.

2 comentarios:

  1. Hola vida, que buen disco!! Ayer, cuando iba para la misa estaba mirando el cielo y ya ves que a veces las nubes toman ciertas formas, se veía limpio pues unas horas antes había llovido, hasta el cielo ha llorado y traté de imaginar algo bonito y fue el momento en que deseaba poder escuchar canciones que transmitieran esto, en si tiene positivismo y es emotivo, y hasta apenas hoy me he sentado para poder escuchar algo del tirón y me está sirviendo. Deseaba dejarte un comentario con un profundo y grande besote!! te quiero!

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  2. Que bien peque, como me alegra ver un comentario tuyo y saber que este ratito de escucha musical te ha sentado bien. Aquí hace un sol de justicia, pero dicen que la semana que viene lloverá mucho, espero que fallen esta vez y no empeore el tiempo, pues ya se echa en falta un poco de luz continua.
    Este grupo, como tantos y tantos otros, te lo debo a ti, así que yo te mando un besote todavía más grande, un abrazo de esos envolventes y, mmm, lo demás...mmm...lo dejo a tu elección, tú mado que yo ya... :D
    Tequieromiles! :)

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