miércoles, 18 de abril de 2012

GRATEFUL DEAD

LIVE DEAD (1969)

Bien sabéis muchos que no soy muy adepto de los álbumes grabados en directo, pero hoy, animado por una conversación de ayer noche con mi Sra.Esmiz en la que me refrescó la memoria al citar su disco favorito, me he animado a escribir sobre este genial 'Live dead' de los míticos Grateful Dead, seducido por su sugerencia de darles cabida aquí. He de decir antes que nada y no sin cierto rubor, que del mismo modo que comencé a disfrutar de Pink Floyd, Jethro Tull, Simon & Garfunkel o Jefferson Airplane, casi antes de tener siquiera uso de razón, con estos genios de San Francisco (California), inicié mi idilio bien tarde, allá por mediados de los 90's a razón de escuchar un tema ('Sugar Magnolia') incluido en un recopilatorio de bandas sesenteras y setenteras diseñado por el periodista y presentador Pepe Navarro, y que llevaba por nombre el título de su programa de variedades nocturno ('Esta noche cruzamos el Mississipi'). Vaya por delante también que desde mi condición de, como aquel que dice, nuevo adepto, supongo que ella tendría mucha más facilidad para describir este álbum, ya no solo por su Don para la escritura, infinitamente superior al mío, sino por su devoción por unas canciones que en consecuencia la tienen para mí, pues ya se sabe que cuando una chica te roba el corazón, aprecias todos sus gustos y en este caso concreto con más pasión, pues compartimos muchos estilos musicales y me resulta sorprendente que su obra predilecta quedé tan lejana en fecha. Por esa intrínseca curiosidad de saber el porque, quedé atrapado en la atenta escucha de este evento grabado en los históricos Fillmore West y Avalon Ballroom de su ciudad natal, en cuanto tuvo la bondad de compartirlo conmigo.

Al igual que el 'Live at Pompeii' de Pink Floyd, el 'Made in Japan' de Deep Purple o el más 'reciente' 'Live evil' de Black Sabbath, este show fue grabado con un sistema que dotaba a la banda del máximo protagonismo, consiguiendo un sonido limpio, pulcro y pulido, incluso nítido por momentos, dejando al público como un invitado de lujo que sabía hacerse notar cuando la ocasión lo requería, en un truco de producción brillante que permitía oír cada nota en su sitio sin la irrupción desmedida de los presentes en aquella actuación, y es por ese motivo por el que sin ser un aficionado a las grabaciones en vivo, si lo soy de esta y las anteriormente citadas, porque a la larga, se acaba gozando de ellas como de un trabajo convencional.

A estas alturas de la película poco voy a descubrir de este ilustre grupo que fue pionero del rock psicodélico y uno de los primeros en explorar con el género, añadiendo elementos de bluegrass, folk, blues, reggae, jazz, country o sucedáneos y además abrir un brecha para lo que después se conocería como experimental, siendo influencia para bandas rock en todas sus denominaciones, ya fueran post, space, stoner o indie. Este cuarto trabajo de los californianos marcó un punto de inflexión en las nuevas generaciones, partiendo de esa magna improvisación.

Ahí radica el encanto de este repaso a su obra primeriza, en los largos desarrollos, dando fe de aquello que dijo un reputado periodista estadounidense 'ellos se mueven en un terreno que las demás formaciones no saben ni que existe', y es que en su propuesta cogía lo mejor de The Beatles, The Beach Boys, Bob Dylan o The Rolling Stones, que eran los que entonces criaban la fama, y lo llevaban a su universo para cardar la lana transformando en sentimiento sincero de acordes multicolor un ideario que permanece vivo en la actualidad como si este fuera un disco recién concebido. Aquí se vislumbraba ya su nueva tendencia eléctrica, acogida tras ver un concierto de Lovin Spoonful en esa línea, algo que les cautivo.

Sin más dilación mejor paso a comentar las pistas, comenzando por la mastondóntica "Dark star", donde se explayan a su gusto durante más de veintitrés minutos de solos de guitarra monumentales, toques de batería chispeantes y sobrios a la par, con esos parones para que el añorado Jerry García entone esas estrofas alucinógenas con sentimiento libertario, y esos cambios de ritmo nos invadan de fantasía, llegando a esferas donde solo Funkadelica supieron llegar con los años, "St.Stephen", una delicia de corte folk-rock, más cerca de Bachman Turner Overdrive y Grand Funk Railroad o como si fuera un influjo para la cara menos garagera de MC5, una pieza suculenta que también tiene mucha espontaneidad y contiene un extracto de otro corte propio ("Guilermo Tell bridge") como en la práctica totalidad del lote, aparte de ir enlazada con la tercera pieza del recital, la soberbia "The eleven", como si recuperáramos a Jimi Hendrix para la causa pero incorporando esa esencia genuina de las jams en un ritmo progresivo que parece no querer apagarse con un fin de fiesta creciente que se hace más visible en "Turn on your light", creando el primer atisbo de delirio entre el respetable, puro rythm and blues respetando la versión original de Bobby Bland y que unos años también abordaron Van Morrison y The Rascals, "Death don't have no mercy", melodía de seducción bluesera compuesta antaño por el respetado invidente músico y reverendo Gary Davis, que me lleva a imaginarme tumbado en una confortable cama situada en una preciosa casa en la Colonia Lomas Quebradas con la más dulce compañía, una placentera experiencia sensitiva que a mi juicio es la mejor composición del álbum, "Feedback", robusta, con las guitarras afiladas, haciendo ruido en su inicio, acoplando los amplificadores como una banda hard-rockera y convocando un ambiente místico incomparable, más tétricos incluso que los Black Sabbath de su debut homónimo, "And we bid you goodnight", canción de procedencia popular de brevedad profunda en clave folk, una absoluta debilidad, ya que podría poner este capricho mil veces seguidas sin cansarme de digerirlo, y para cerrar la faena, una reducida relectura del corte de apertura "Dark star", que nos deja con gratas sensaciones.

En fin, un capricho clásico que me ilusiona poder dedicar. Grateful Dead eran entonces Jerry Garcia, Phil Lesh, Bob Weir, Mickey Hart, Bill Kreutzmann, Tom Constanten y Pigpen.

10 comentarios:

  1. Recuerdos del pasado nos traes, Txarls
    Y claro, de paso me mencionas a Pink Floyd...

    En la sombra, pero aquí sigo ;-)

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  2. Mucha ilu encontrarme la reseña de este disco de mis queridos Greateful Dead, de los que me da la impresión andan muy olvidados. Buena reseña y buen trabajo para permitir a la gente que no conozca el disco su escucha
    Un abrazo

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  3. Cuando sueles rodearte con determinada música y te encuentras con una banda así, no quieres volver atrás. Yo lo escucho demasiado, más cuando deseo animarme y cuando lo hago sé que mi vida será más feliz y el compartirlo contigo es completarme aún más.

    Esto me hace sudar mientras voy acariciándote entre sábanas azul cielo... es despertar de un sueño y animarme a querer más de la vida... incluso podría ser esa dulce muerte que quieres, pues cada nota te estremece. Es hacer el amor apasionadamente, pasar los índices por tu rostro húmedo, dar besos sin esconder lo que se lleva adentro y brotar en lo salvaje... la intranquilidad vuela... sobre mordidas y flores improvisadas, y... lo dejas ir, te elevas, somos más grandes. Y cuando terminas quieres volver a comenzar... te quedas agradeciendo y pensando que nunca jamás podrá haber otro y que después de todo ese tiempo continua siendo asombroso.

    Así me parece correcto definir el porqué este disco es mi favorito, simplemente te enamora, haha así que esta cama la vamos a destrozar!!! terminaremos y volveremos a empezar... agarrate!!! hahaha mua!. ;)

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  4. Siempre es bueno recordar los clásicos, pues sin ellos nada sería lo mismo y a mí la verdad es que me sienta muy bein ponerme reivindicativo con aquellas décadas, jeje.
    Sobre Pink Floyd, que decir, podría dedicar un blog entero solo a ellos :D
    Un abrazo y una alegría tu visita, como de costumbre.

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  5. Pues si que parece que nadie se acuerda de ellos Jesús, es una pena, con lo importantes que fueron para el desarrollo y evolución de la música contemporánea. Menos mal que aún queda una buena legión de seguidores del grupo que guardan un pequeño rincón de su memoria para ellos.
    Muchas gracias por las palabras.
    Un abrazo!

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  6. Sin aliento y casi sin palabras me dejas querido querube :D
    casi no sabía ni que escribir como respuesta, pero de pronto he pensado que bastaba con darte las gracias por describir y compartir esa sensación que te evoca este álbum tan genial que pusiste generosamente a mi alcance.
    Ni que decir tiene que con esta descripción tan pasional se me han pasado mil cosas por la cabeza y todas francamente calenturientas, jaja, así que pásese usted a cobrar que tengo preparado el deseo y la energía a tope para cumplir como un campeón e iniciamos la marathon non stop hasta desgastarnos por completo mutuamente XD
    Un poco de ginseng, algo de vitamina C (me vale con zumo de naranja), un somier resistente y...seré implacable e insaciable!
    Um beijo!

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  7. ¡Sexo, sexo everywhere!

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  8. Si, por eso hay que ponerse protección que hay muchas ofrecidas por ahí sueltas y nunca se sabe lo que puedes pillar. Yo juego en terreno fiable y así sé que puedo hacerlo a pelo hasta hacerme abuelo XD
    En fin, menos mal que ya me conoces, sabes que soy muy de la broma y que me rio hasta de mi sombra, jeje.
    Un abrazo, figura!

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  9. ...ridin' that train... high on cocaine....

    Ouyeah Txarls... tú si que rules!!!

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  10. No, no, aquí el que rules eres you, cagüen ros!
    Ya sabía yo que te gustarían también estos, eres un sumilier de la buena melomanía, truhán! sin importar fecha ni estilo, so crack!

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