viernes, 20 de julio de 2012

RADIO FALLOUT

VOX E TENEBRIS (2012)

Hecho carbón me he levantado esta mañana. Me ha costado Dios y ayuda aguantar en pie la jornada a causa de un fuerte dolor de cadera al que no acabo de encontrar una explicación convincente que no sea que ayer me di una pateada descomunal recorriendo la playa por la orilla del mar y con motivo de que el recorrido hacía una pequeña pendiente constante e iba con un pie más alzado que el otro, o tengo una leve distensión o unas simples agujetas pero de las molestas. El caso es que dentro de lo que cabe, las he ido superando con la ayuda de este buen disco de la banda de Austin (Texas), Radio Fallout, y tal ha sido el chute de adrenalina que finalmente he recapacitado sobre la idea inicial de no acudir al entrenamiento que da comienzo a la pretemporada de mi equipo de baloncesto, y voy a acudir esta tarde a destensar músculos, probar como está mi estado físico general y de paso comprobar como andamos de muñeca con unos lanzamientos a distancia.

Pamplinas mías que no interesan a nadie al margen, vamos a centrarnos en el análisis de este debut discográfico del trío estadounidense, que es lo que de verdad interesa. Con una carrera corta que por el momento consta de apenas tres años de actividad, estos muchachos han ido progresando día a día con un tratado musical que bebe de Weezer, Nirvana y The Toadis, principalmente, en un compendio sonoro que abarca estilos como el rock alternativo, el grunge, el garage, el power-pop y el indie-rock. Un sonido fresco y dinámico que concentra su mayor atractivo en esas melodías coreables y la interesante voz de su cantante, al que secundan en muchos instantes unas notables polifonías.

Se fundaron tras la decisión de su vocalista Caleb Scates, de abandonar su antiguo trabajo como mecánico de automóviles en un viejo taller de su Cincinnati (Ohio) natal, para trasladarse a la ciudad tejana y ver cumplido su sueño de ser músico y formar una banda. Semanas después de la mudanza, conoció a sus dos compañeros en el proyecto y directos al local de ensayo, donde a base de trabajo, lograron fraguar un ideario que pronto llamó la atención de la industria discográfica y se transformó en un Ep llamado 'The modergreen', que conquistó a buen número de adeptos de su lugar de residencia. A partir de esa creciente mejoría en cuanto a repercusión se refiere, surgió la posibilidad de girar por distintos puntos de la geografía estadounidense, tales como Chicago (Illinois) o Indianapolis (Indiana) y su mensaje fue captando seguidores hasta acabar formando parte del prestigioso cartel del festival South By Southweste del año pasado.

La estupenda actuación de aquel concierto proporcionó su asentamiento definitivo manifestándose el resultado a través de esta puesta de largo. Nueve magnificas canciones dan vida a 'Vox e tenebris', una obra revitalizante que entra de fábula a la primera escucha, donde se nota el influjo de sus referentes sin llegar a tapar del todo su propia personalidad, comenzando por "I want to be alright", donde las guitarras rasgadas dejan paso a la armonia vocal e instrumental al compás rítmico de una base sólida tan cercana a los del malogrado Kurt Cobain como a otros grupos menos conocidos como Arlo, o clásicos noventeros como Bush, Everclear o Silverchair, "Lux e tenebris", en la que imponen un temperamento revoltoso de estribillo contagioso sobre un rasgueo repititivo puramente reggae (aunque bien disimulado), "Falling in", un corte meloso, que posiblemente sea el más inspirado del álbum por su progresión estilística y sus estrofas cargadas de melancolía, una pieza que no sé bien porque me trae a la memoria a un tema concreto de Pearl Jam cuyo título no me logro recordar y a otro de Wolfstone llamado "Heart and soul", aunque es más que probable que no tengan ni conocimiento de la existencia de estos últimos, "Wishing well", otra canción preciosa, su mayor acercamiento a la fusión de power-pop y grunge, mi favorita por todo lo bueno que me trae como alusiones adolescentes, "Heir", pinceladas pseudo-country en honor a sus raíces, una veneración a la festividad para que se pueda recibir la escucha con un amable camaradería tarareada, "Hour of darkness", contundente, tal vez con una mayor afinidad de los australianos The Vines en el fondo, pero puro 'Seattle sound', "Summer sun", con la dosis justa de resplandor para hacer honor a su denominación, porque en sí es una pista que rebosa intimismo, próxima al emocore de hace dos décadas, aquel que tan bien desarrollaban genios como Samian o Rival Schools en sus momentos menos ruidosos, "Reeducation", maraña de riffs y golpes secos de batería, como unos Candlebox pasados por un saneador filtro creativo actual, y "Status Quo", clausura luminosa para una digna ópera prima.

Radio Fallout son Caleb Sactes, Jonathan Palmer y Dan Walker.


2 comentarios:

  1. tiene quesito? :)

    ups... lindo, no logro inspirarme para dejar comentarios muy logrados, ya sabes que opino que son muy buenas propuestas las que han llegado a tus manos! es un disco que se disfruta... un abrazo de ratona :D

    ResponderEliminar
  2. Tengo quesito, claro que si, para mi niña lo que sea, a ver...de que clase lo quieres :D
    Ni falta que hace que te inspires, tú con tres palabras que digas me conquistas, bien lo sabes, mi fijación :)
    Pues si son buenos estos grupos, la verdad es que cuanto mas los escucho más me gustan. Estos Radio Fallout son muy amenos.
    Abrazos y besos de ferretero sin clavos XD

    ResponderEliminar