lunes, 23 de julio de 2012

WILLIE AMES

NIGHT OWL (2012)

Que nadie se deje engañar por esa portada sobria, setentera, alucinógena y extraña en general, más digna de un disco hallado en un cajón de ofertas de un centro comercial que en los estantes de novedades de cualquier tienda especializada en buena música, pues solo sirve para culminar en imagen un contenido sublime basado en las creaciones de este prometedor artista de Poway (California). Willie Ames nos ofrece en este debut en larga duración once cortes que navegan entre el folk, el rock y el pop, desde la más profunda delicadeza acústica, algo que tal vez pueda parecer demasiado habitual en estos tiempos, pues ya se sabe que hay miles de grupos y artistas que nos ofrecen idearios fines a esos estilos, pero él nos da una perspectiva bien distinta de esa accesible fusión, entregando canciones repletas de personalidad, con registro vocal genuino y un modo de tocar sorprendente por lo exclusivo y enigmático, alcanzando su objetivo auto-impuesto de destilar un sonido clásico que brille en retazos luminosos desde un prisma inicial sutilmente oscuro.

Casi como aquel que dice autodidacta, porque comenzó a interesarse por la guitarra a los cinco años de edad atraído por ver a su padre hacerlo (de casta le viene al galgo), Willie Ames, pasó su infancia y adolescencia escuchando vinilos de Fleetwood Mac (principalmente en la labor de Lindsey Buckingham dentro de la mítica banda británica. Por cierto, en el álbum se incluye una magistral versión del "Never going black again" de éste), Dire Straits, Tom Petty o Bob Dylan, entre otros muchos grandes, y hoy reune todo lo aprendido en estas piezas de orfebrería fina en las que pone al servicio su peculiar manera de tocar la guitarra y su atractivo tono de voz, a mi juicio sus dos mayores baluartes para diferenciarlo de cualquier otro miembro perteneciente a la nueva hornada de raíz americana.

Probablemente el mayor encanto de su imaginario reside en el hecho de que aquí todo tiene un cierto tinte añejo, como si viniera de otra era, sin dejar de ser actual ni estar fuera de época, además varias de las pistas tienen un deje medieval muy atractivo, como si quisiera acercarse sin presión al pop barroco. Álbumes de artistas de la actualidad como Xavier Rudd, José González, Ben Harper o William Fitzsimmons servirían de perfecta compañía en el hueco de la estantería que cualquier aficionado a este género tiene en su casa como si de un trofeo orgulloso de estar en constante crecimiento se tratara, pero también en el hipotético espacio que acumula polvo del melómano nostálgico que en contadas ocasiones deja lugar para la novedad, receloso de que esta desentone en su colección de reliquias de gente como Tim Buckley, Jethro Tull (a veces el tono de Ames, me trae a la memoria al Ian Anderson trovador), Nick Drake o James Taylor.

Ya con anterioridad, hace exactamente seis años, había publicado un trabajo homónimo con diversas colaboraciones, pero de este se puede hablar como su ópera prima oficial. En el nos podemos quedar prendados de su habilidad con las seis cuerdas y el banjo de cinco cuerdas, al que saca el máximo provecho llevándolo a su terreno, distanciado del habitual resorte bluegrass en virtud de un sentido menos festivo. Estudiante de ingeniería mecánica, decidió abandonar la carrera para dedicarse por entero a su sueño y desde entonces se ha labrado una merecida reputación en su país a base de recorrer los cincuenta estados que lo componen para brindar recitales en busca de puertas que le abran una posible proyección internacional en su fijación por disfrutar de nuevos retos que le ofrezcan la posibilidad de ver mundo y llevar su proyecto a conocer nuevas vías de distribución atrayendo el interés de otras culturas.

Versátil, excelso, cálido y portentoso, el englobado del disco queda avalado por un nivel perseverante, sus letras están escritas con la influencia de las experiencias cotidianas, salvo en casos puntuales donde entra en juego la ficción y los pensamientos reflexivos íntimos en los que fundamenta sus ideas e instrumentalmente no emplea ningún truco ni artificio, tan solo su prominencia nata para abordar la sencillez de lo tradicional. Dicho todo esto solo queda repasar su cancionero donde destacan con fuerza cada uno de los temas, comenzando por "Human race", inquieta, como un arrollador entramado folk-funk, algo que no había oído hasta ahora (al menos un servidor), que entra directa al pabellón auditivo y se instala a sus anchas para quedarse en el subconsciente, la homónima "Night owl", algo más densa y complicada (en el buen sentido), rozando la psicodelia abierta al rock y con algo de electricidad de por medio, "Walk in the park", una verdadera preciosidad, dócil, sensible, muda de garganta, virtuosa en su justa medida, "Neanderthal", acariciando las notas, haciendo de lo nítido y pulcro un arte expuesto al sentir del receptor, "Feelings", tal vez mi favorita del lote por esa atmósfera tan optimista que evocan sus acordes, y en la que su voz alcanza la cima en cuanto a ejecución, "Black widow", retomando el banjo para cabalgar al trote en una oda instrumental con sabor a western de Jarmusch o por hacer otro paralelismo cinematográfico, a lo que hizo Ry Cooder para 'Paris-Texas', pues habría encajado a las mil maravillas con el banda sonora de aquella excelente película, "Desert run", su pieza más popular, una canción exquisita que emociona y enternece a partes igual, cubriendo el ambiente de armonía, "Dance with you", una bella declaración de empatía a ritmo de orgulloso vals renovador, y "Thank you", simpático hasta pronto con el que uno piensa, que ha de ser un tipo genial y que siempre dispondrá de nuestra atención porque con esta honestidad que muestra en su repertorio es imposible no considerarlo una inmejorable compañía como hilo musical.



8 comentarios:

  1. Txarls!! qué bonito!! es un disco bonito, bonito, bonito........por momentos se me han puesto los pelos de punta........ahora me voy corriendo a tomarme unas cerves, pero cuando vuelva lo escucharé otra vez antes de irme a dormir....me ha encantado!! GRACIAS :)

    ResponderEliminar
  2. Verdad que si, Rosa!? :D
    lástima que solo haya podido poner un tema, porque el disco entero es fabuloso. El muchacho canadiense que me pasó este disco para que lo reseñara a ser posible, me ha dicho que pronto se hará una bandcamp este buen músico, y de momento me ha pasado otro tema para poner aquí, que ahora mismo he añadido, por si lo quieres escuchar.
    Tiene un estilo muy personal y el modo de tocar es muy atractivo.
    Me alegra mucho que te haya gustado.
    Ojalá este pequeño escrito, sumado a otros medios de difusión que espero le den cancha, dé para que que venga a acturar por aquí.
    Gracias a ti por comentar, salerosa! espero que hayas disfrutado de esas cervezuelas bien frescas :P

    ResponderEliminar
  3. Siiiiiiiii!!!!
    he escuchado el disco entero (está en Spotify), y sí es precioso! no sé, me resulta dulce y bonito......como si fuera algodón de azúcar....


    Las cervezas supieron a gloria, la verdad......el veranito es propicio para esas cosas :)

    ResponderEliminar
  4. Ah!! está en Spotify?? y yo aquí comiéndome la cabeza con que no podía enlazar el disco entero, jeje, si lo sé pongo el link a ahí, es que no uso mucho ese programa, aunque reconozco que está muy bien, me es más cómodo Grooveshark para escuchar música, porque detesto profundamente la publicidad y esos suecos nos la meten al final de cada canción, como se pasan, hostia!

    Muy buena definición del disco...puro y dulzón algdón de azúcar, yes!

    Que vivan las cervezas frías al aire libre, si puede ser y con limón también, que entran como el agua para combatir el calor!

    ResponderEliminar
  5. si, está en Spotify. Verás, yo no lo escucho con publicidad. Recuerdas una charla que dejamos pendiente para la barra de un bar sobre si la música se paga o no?? Pues como te dije en su momento, creo que es posible que nuestras opiniones al respecto sean un tanto diferentes.......escuchar Spotify sin publicidad son 5 euros al mes. Yo soy de las que los pagan, porque pienso que los gastamos en cualquier otra cosa absurda, y para mi tener acceso a una biblioteca de música bastante extensa es importante.

    Bueno y cambiando de tema.....frías y al aire libre, por supuesto!!!! pero con limón?? te refieres con un trocito de limón dentro del botellín al estilo Coronita??? a mi me gusta beberla sin vaso, es decir de la botella, pero la verdad es que yo sólo se lo pongo si es una Coronita, lo cual en realidad es un absurdo porque el limón se le puede poner a cualquier cerveza (digo yo)......que tonta soy!! JO!!! Muchas Gracias!!!

    :P

    ResponderEliminar
  6. No te creas eh Rosa, creo que no diferiríamos tanto, al menos no en el concpeto, lo que si digo es que muchas veces me vienen muchos recuerdos de infancia cuando ahorraba dentro de mis posibilidades de crío de barrio sin una perra en los bolsillos y sin colegas que me dejaran discos porque no escuchaba la misma música que ellos y considero que a causa de aquella inversión tampoco tengo que tener un gran remordimiento de conciencia con eso de descargar y más teneniendo en cuenta que ya pagamos un dineral por ver actuaciones en vivo, que es de donde de verdad sacan pasta los grupos, sabes que de la venta de cada álbum solo sacan un 7%? es deleznable, eso es lo que me corrompe, que nos venden que los perjudicados son los grupos y donde les masacran es precisamente ahí, total que luego ellos se ven obligados a cobrar un ojo de la cara por un directo y pagamos justos por pecadores (la industria, creo yo) y es el pez que se muerde la cola al final todo esto, vamos que da para largo. Aún con todo, dentro de todo esto, también es verdad que es muy reconfortante comprar un álbum y pasar ese proceso embriagador de la primera escucha, sacar el formato, leer las letras, los agradecimientos, contemplar la portada mientras oyes el contenido y hasta (como hacía yo, que ya sabes que estoy como una maracas) oler el librito interior.
    Con lo que no puedo estar más de acuerdo es con eso que dices de que vale más la pena gastar en música, si es algo que apreciamos a estos niveles, que en cualquier cosa absurda, pues siempre he defendido esa idea...no habré meado yo whisky (con perdón de la expresión explícita) que podría haber empleado, económicamente hablando, en buenos sonidos, cagüenlamarsalada!!

    Respecto a lo del limón, jaja, no me hagas caso, que se me va la pinza, en ese momento me trasladé imaginariamente a un chiringuito de playa, donde suelo echarme al gaznate un porrón (literalmente) de lo que aquí (y creo que en tus tierras de adopción también) se conoce como 'clara', es decir, cerveza y fanta limón mezcladas, pero vamos que lo de echarse las cervecicas con una rodajica limón también me va y que sepas que yo sique soy un totnolaba, que si me pido una Coronita, siempre le quito la rodaja para echar el primer trago cómodo y luego nunca me acuerdo de volver a ponérsela, jaja.

    Siento el taladro con broca del quince que acabo de soltar :P
    Besosmil y buen finde!

    ResponderEliminar
  7. NO, en absoluto tenemos que tener NINGÚN remordimiento de conciencia por descargar música, pelis etc.......
    La verdad es que desconocía el dato que comentas del 7% de beneficio para el grupo, y entiendo perfectamente lo que comentas de la industria musical.

    Supongo que lo de oler el libreto es uno de tus vicos confesables (casi me meo cuando lo he leido!)

    En mi Tierra es raro encontarte una Clarita con limón, allí le damos a la gaseosa, pero sí, se a lo que te refieres (aquí en mi Tierra de adopción se estila más con Fanta de limón que con Casera).
    Yo soy cervecera, así que la verdad es que prefiero la cerveza tal cual, pero las claritas en cualquiera de sus variedades también entran muy bien!!

    :P

    ResponderEliminar
  8. Pues yo lo oí y en un principio pensé que era un porcentaje dicho a bote pronto, pero pasado el tiempo, hablando con un conocido (amigo del hermano de un amigo) que es promotor de conciertos y se encarga de traer bandas japonesas a tocar a Barcelona y Madrid, me lo confirmó. Es escalofriante ese dato, para que luego digan las discográficas que cuando no compramos álbumes los perjudicados son los grupos, menuda jeta tienen.

    Si, jaja, es un vicio confesable pero no creas que soy un marciano XD
    En realidad no tengo ninguno inconfesable por deprevado, pero si muchos fetiches que no puedo contar por mera vergüenza inocentona, jeje.
    Con el tiempo he llegado a la conclusión de que todos olían igual, pero era como una sensación que evoca novedad, satisfacción por tener algo ansíado...paranoias mías :P

    Pues en mi pueblo se estila mucho también lo de la caña con gaseosa, allí lo llamamos 'caña con gas' (guau, como discurrimos eh? jaja).

    ResponderEliminar