sábado, 11 de agosto de 2012

DEER TICK

THE BLACK DIRT SESSIONS (2010)

Bastante llevo sin echar mano de la música que bebe de la raíz americana, así que ya va siendo hora de recuperar un poquito esa delicia de géneros que la rodean en la actualidad, con una de sus bandas más inspiradas de los últimos años y el que para mi es su mejor álbum, muy por encima de su más reciente obra. Deeer Tick, formación proveniente de Providence (Rhode Island), que cuenta con cuatro discos largos a sus espaldas y cinco Ep's (entre ellos los compartidos con The Shivers y Nat Baldwin -los dos primeros para ser exactos- y otro que está muy fresco, editado a finales de Febrero, titulado 'Tim'), era un grupo que tenía marcado como cuenta pendiente para dedicarle una entrada desde que destaqué este fenomenal 'The black dirt sessions' como uno de los mejores trabajos del 2010. Recuerdo que su aparición fue todo un bálsamo para un servidor dentro de este estilo de sonoridad y me hace gracia pensar que cuando afronto la confección de esas listas de finales de año, siempre me digo a mi mismo que iré poniendo todos los discos poco a poco a lo largo de la temporada y con el paso del tiempo veo que mi palabra vale menos en ese sentido, que la de un futbolista que se ha tirado en el área cuando habla con el árbitro.

Aquel ejercicio fue muy prolífico para los cantautores crepusculares de la América profunda. Esos que se cobijan en las raíces del folk para revestirlo de soul, rock o country. A los nombres de Josh Ritter, Phosphorescent o Dylan Leblanc, por poner tres ejemplos próximos, pero a la vez muy distintos entre sí, había que sumarle el del más sombrío crudo y oscuro de todos, el gran John McCauley III, líder de nuestros protagonistas dominicales. Personaje curioso y excéntrico, como ya demostró en su primera visita a nuestro país, donde tocó literalmente en calzonocillos y sin banda de apoyo, se le reconoce físicamente por ese inconfundible pelo enmarañado y una voz que se mueve en un registro quebrado como si fuera uno de esos (en teoría) perdedores de barra de bar mugriento, y es ahí donde reside en mayor encanto de este proyecto, en su talento espectacular para, con esa voz marchita, trazar melodías de esas que te atrapan en el bajo vientre, revestir a su guitarra acústica de unos arreglos sombríos que se ajustan al contenido de unos textos que hablan sobre su propia muerte, el dolor o la melancolía de una forma similar a como lo hacía el tristemente fallecido Mark Linkous (Sparklehorse), pero sin tanta exuberancia instrumental ni experimentación.

No solo del potencial de su alma mater vive Deer Tick, no obstante. Su coraza instrumental es elegante a la par que reconfortante, como si quisiera poner banda sonora a la cotidianeidad del oyente, a sus recuerdos más perdurables y sus ilusiones presentes. Si sus anteriores obras fueron comparadas con el ideario de Uncle Tupelo, Lucinda Williams o los primeros Modest Mouse (en su último álbum el nombre al que más se ha recurrido es al de sus coetáneos Titus Andronicus, por ese resorte garagero que les une), en esta ocasión, costaba encontrarles una referencia clara a pesar de que su esencia era mero alt-country sin innovar ni aportar nada realmente novedoso, pero las once canciones del lote son tan preciosas por en su conjunto que al escucharlas se te olvida la existencia de ninguna otra banda del planeta.

Lo más curioso de todo es que estas piezas llevan el nombre de 'sesiones', porque en un principio este es un disco de descartes de su antecesor 'Born on flag day'. Nadie lo diría reproduciendo uno y otro, puesto que bien podrían haber publicado un doble en aquel momento aprovechando estas canciones. El resultado habría sido glorioso en su concepto. Pero buen, sin más dilación, recomiendo a quién no haya disfrutado aún de esta joya, que se adentre en las austeridad de perlas que permanecerán en la memoria al ritmo que avanzen nuestras vidas como "Choir of angels", una variante de vals realmente cautivadora que narra una despedida triste, un último adiós doloroso de una figura honesta que transmite sus emociones desnudando el alma, una canción que bien podrían encajar en la discografía de los enormes Band Of Horses, "Twenty miles", posiblemente una de las canciones más bellas de todos los tiempos, con el pulso que marca el cello y la exquisitez de su armonía, un corte para soñar despierto, con los pies en tierra firme, pero el espíritu tratando de alcanzar el paraíso, tan válida para llorar de alegría como reír de tristeza, pura hermosura, mi favorita sin duda, "Goodbye dear friend", sentido medio tiempo a piano que alumbra un camino de espinas en antojos efímeros de pesadumbre divina, escaparate para el lucimiento melancólico del timbre de John, que aquí se aproxima muchísimo a Jeff Mangum de los nunca suficientemente reivindicados Neutral Milk Hotel, "Piece by piece and frame by frame", donde la delicadeza acúsitca sufre un choque frontal con la energía sensitiva de su letra, un golpe de autoridad en el interior de su propuesta agorafóbica, "The sad sun", con la presencia de una voz femenina para darle mucho más juego a su ya de por si tierna ejecución, "Mange", que me aspen si esta pista no tiene connotaciones de Tom Petty & The Heartbreakers! mucho recuerda a sus viejas canciones y eso solo puede ser motivo de celebración por su buen gusto, aunque al margen de eso se trata de una maravilla de ritmo moderado y buena onda, exuberante y pantanosa, "When she comes home", muy afín al country tradicional, en el que se movían como pez en el agua héroes olvidados como Willie Nelson, Kenny Rodgers o Gram Parsons, "Hand in my mind", guitarras en eclosión sobre falsetes que a mi personalmente me hacen pensar en Blitzen Trapper, y "Blood moon", blues añejo cantado en tono oscuro y denso, a la vera del malogrado Vic Chesnutt o el imponente Howe Gelb cuando se pone opaco al frente de sus Giant Sand. Un diez.

John J. McCauley III, Ian O'Neil, Rob B.Crowell, y los hermanos Dennis y Christopher Dale Ryan, formaban entonces Deer Tick, cuyo denominación extrajeron de una divertida anécdota, pues McCauley explica que la inspiración para el nombre de Deer Tick llegó mientras él y Brendon Massei (antiguo miembro del grupo también conocido como Viking Moses), acamparon en el bosque Morgan-Monroe State de Bloomington (Indiana), lugar en el que encontraron una garrapata de ciervo en el cuero cabelludo del segundo, lo que cogió por sorpresa al cantante. El bueno de John dijo que él nunca había estado en contacto con una, a pesar de que como cualquier niño estadounidense que se precie, iba con frecuencia a acampar y pescar con su padre o sus amigos. Le hizo gracia como sonaba el nombre del parásito para un grupo musical y ahí queda la historia de su origen.

6 comentarios:

  1. Txarls, ya estoy de vuelta en Alicante :( .
    Uno de los últimos días que estuve en casa de mis padres me llevé este disco para escucharlo durante una rutita bicicletil que hice, y madre mía......¡Qué bonito, Txarls!
    La ruta no llegó a 37 km,todo montaña, el paisaje una maravilla y al tiempo que pedaleaba iba escuchando todas estas canciones, ¡fue grandioso!
    Luego, lo he vuelto a escuchar varias veces ya en casa, y ¡me encanta!. Al oirlo, mi mente se tansporta a esa ruta. Los 15 días que estuve allí hizo muy buen tiempo, y salí a bicicletear día sí y día no, y justamente en esta última ruta hizo un tiempo horrible, con viento y lluvia. En el último kilómetro más o menos, la lluvia pasó a ser diluvio y acabé calada hasta los huesos. Iba escuchando estas notas, que conjugaban tan bien con la lluvia.....¡TREMENDO!
    Lo que comentas de "Twenty miles"....que razón llevas, es bellísima.

    Bueno, y en otro orden de cosas, ya no recuerdo el post en el que comentamos lo de Toundra, así que te lo comento aquí aunque no tenga nada que ver (lo siento), ¿escuchaste ya III?.....oh!!!!! ¡Qué gozada! Yo lo he escuchado ya unas cuantas veces y mi copia ha llegado hoy a casa, es precioso. Ya me dirás que te parece, pero a mí "Requiem" me resulta una maravilla, me encanta como va creciendo poquito a poco hasta ser una auténtica explosión :D
    Tengo muchas ganas de ir a verlos al Microsonidos......Ays!!

    ¡Apertas Txarls!

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  2. Rous! espero que mis cálculos sean solo del espacio de tiempo que pasó entre comentario y comentario, porque sino significaría que tuviste solo una semana de descanso!!
    Imagino que fue más y lo espero, claro, jeje.
    Que bonito leer tu comentario, me ha hecho sonreir porque me gusta mucho que os animéis a contar alguna anécdota con los discos de por aquí.
    (Hostia que melón, si ahora releyendo, veo que me dices que fueron 15 días los que estuviste por allí, jaja, anda que ya me vale, estoy en el mundo porque tiene que haber de todo).
    Que sensación tan placentera la que comentas, volviendo a lo que decía, buenas rutas, con paisajes idílicos, lluvia liberadora y música que acompaña bien la visualización del trayecto, que gozada!
    Este es uno de esos discos que a mi me gusta catalogar como de 'entretiempo', porque resulta balsámico en cualquier época del año, su sonido es suave y acogedor, como me alegra que te haya gustado, sobretodo que coincidamos en apreciar esa joyita llamada 'Twenty miles', que por un poquito, en su reconversión a kilómetros, no suman los 37 de esa ruta fantástica que hiciste con su música en los oídos...te habías parado a pensarlo? :D

    En otro orden de cosas, sobre aquel comentario que si recuerdo mal a ojo de buen cubero, dejaste en un post de Russian Circles, te diré que he dado buenas escuchas a Toundra desde entonces como un despertar lógico por su propuesta, pero aún no me he hecho con 'III', ni sabía de su existencia, así que deseando escuchar 'Requiem' ante esa incitadora definición, iré raudo y veloz a hacerlo.

    Apertasmil pa tú!

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  3. Je, je, je......tuve vacaciones de "viene y va", 3 semanotas de vacas....luego 2 a currar y otra de vacas.....un poco rollo, pero bienvenidas sean!
    Sí, era una sensación muy muy muy placentera....ummmmmmmmmm, recordarlo......en fin paro ya que me pongo melancólica. Recuerdo aquellos días vacaioneros, donde uno se acuesta la hora que le da la gana, coge la bici a la hora que le da la gana.....y en definitiva hace todo lo que le da la gana :)
    No, no me había parado a pensar en el paralelismo entre esas 20 millas y mis 37 km, la verdad es que No, no lo había hecho. Es una canción preciosa. La estoy escuchando ahora mismo.

    Que sepas que he vuelto a "correr", de momento me limito a arrastrar mi culo por las calles y volver a casa con una mínima dignidad, pero en un par de meses empezaré a practicar el lanzamiento de martillo :P eso sí que debe de ser liberador.....
    A principios de Noviembre veré a Toundra en directo :))))) que ganas, me encantaron la otra vez, fue vibrante...así que tengo muchas ganas. Espero que te haya gustado III.

    Te dejo este enlace,no sé si los conoceras, a ver qué te parece, a mi me encantan y son paisanos http://dotheunicornibot.bandcamp.com/

    Necesito un finde tranquilo para ponerme a escuchar todas tus recomendaciones, que veo que has regresado de vacas con fuerzas.

    Un Biquiño Txarls.

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  4. La gran vida Rosa! que sería de nosotros sin esos días de puro ocio en el que disfrutar de los pequeños placeres a tiempo completo. Como se echan de menos una vez que quedan atrás, pardiez! voy a parar yo también, que como bien dices, se pone uno nostálgico y no es plan, que total es como protestarle a un árbitro, que por mucho que insistas no se retrocede.

    En fin, cambiando de tema, estás hecha una jabáta, muchacha! me voy a creer lo de tu afiliación el lanzamiento de martillo, jaja, ya sabía yo que con el tiempo pasarías a llevar a la práctica dicha afición :D
    En cuatro días correrás como una gecela, arrastrar el culo es lo más lógico las primeras veces que uno vuelve a correr, me tendrías que haber visto a mí este Domingo, que empezamos la nueva temporada de baloncesto y aparte de correr como un pollo sin cabeza, hoy tengo agujetas hasta en el pelo (y eso que ya han pasado dos días).

    'III', me ha gustado mucho, creo que es mejor que su antecesor incluso. Esta banda me gusta cada vez más, si fueran de Texas, tendrían el doble de fama, aunque suene a tópico, pero de verdad pienso que a veces no se valora lo que se hace en casa.
    A Unicornibot los conocía solo de oídas a través de la revista Mondosonoro, de la que con suerte me suelo hacer con algún ejemplar las veces que salgo por el centro a mirar discos o tomar unas cañas. Los ponían muy bien, pero lo cierto es que han superado mis expectativas, suenan de fábula. Me han recordado a Shellac y justo he visto que su trabajo lo masterizó uno de los miembros de dicha banda, que curioso. Por cierto, he visto que tocan el 6 en Denia, que imagino que te queda cerca, así que casi doy por hecho que si puedes los verás.

    Un placer verte por aquí de nuevo.
    Outro biquiño para ti.

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  5. Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, al pegarte ayer el enlace vi lo del concierto en Denia, y sí intentaré ir....ya te contaré :)
    Justo el primer fin de semana que llegué a Coruńa ví que estarían tocando con Guadalupe Plata en Ourense, pero sinceramente depués de recorrer un país entero en coche, me daba una pereza mortal meterme en un coche otra vez y hacer 200 y pico km. Así que este finde intentaré no dejarlos escapar, Denia está a unos 100 km, pero ....ya sabes....cenita, cervecitas y conciertazo: ¡Felicidad!

    Tengo tentaciones serias con lo del lanzamiento de martillo :P

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  6. jajaja, pues no te lo tomes muy en serio, no sea que te pases de fuerza y me des en la cabeza, que como aquel que dice estamos a tiro piedra o martillo, mejor dicho en este caso (lamentable chiste, lo sé).
    Normal la pereza, mejor en Denia, donde va a parar! la mitad de camino y con buen plan de fondo para la excusa.

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