SIOUXSIE AND THE BANSHEES

KALEIDOSCOPE  (1980)

A veces doy vueltas a mi cabeza al tiempo que repaso un poco la música que tengo por ahí y me percato de la cantidad de bandas que me quedan por postear de las que considero realmente importantes. Quizás me he centrado tanto en dar cabida a grupos menos populares que se me ha ido el santo al cielo y he aparcado demasiado a los que han tenido una mayor influencia de popularidad, pero el caso es que me gusta tirar de esos desconocidos que por desgracia no gozan del beneplácito masivo y que sin embargo son estupendos, pues reconozco que supone para mi un gozo absoluto compartir pasión por ellos, por no nombrar la satisfacción que me produce, que al igual que me pasa a mí cuando tengo la suerte de hacerme eco de la existencia de alguna en esa gran cantidad de fantásticos blogs que acostumbro a seguir con asiduidad, deis con su sonido por primera vez y luego comentéis conmigo lo que os han parecido en una de esas animadas charlas que me regaláis muchos de vosotros. Por otro lado también se me hace disfrutable recuperar algún disco que haya quedado atrás en el tiempo, no en el sentido de que esté caduco u olvidado, si no que su fecha de edición venga de lejos y aún con todo nos siga removiendo las emociones. No he utilizado ese recurso muy a menudo, como pensé que haría al crear este irregular blog, pero me gusta ir cayendo en la cuenta de cuando en cuando, y al echar un ojo darme cuenta que hay unas cuantas entradas que pertenecen a esa consigna, y entre ellas, varias de bandas que obtuvieron una gran repercusión en los 80's, esa década que tuvo tantos momentos para olvidar como para recordar musicalmente hablando, pero que nadie discute que fue la más pintoresca. Tampoco son una gran cantidad de discos, pero creo que todos siguen un mismo denominador, el de dar credibilidad a esa época y huir del cliché de que solo se hacía pop y rock chichinabesco. Television Personalities, The Gun Club, Marillion, Violent Femmes, The Delmontes, The Sugarcubes, 7 Seconds, Cowboy Junkies, Bad Brains o en la línea del umbral, puesto que los discos que elegí  de su trayectoria eran de otro período, pero sus carreras cobraron fuerza en dicha época, Cocteau Twins y  Joy Division. Todos ellos labraron una reputación a base de aportar algo nuevo al panorama musical e incluso reinventar géneros o es más, ser pioneros. Ayer, pensando en todos esos héroes sonoros sin cuya existencia sería imposible vivir en nuestros días el auge de la música independiente, han venido a mi cabeza los inefables Siouxsie And The Banshees, y hoy es un día espléndido para escribir un poco sobre ellos y saldar la cuenta pendiente.

Sobre la vida y milagros de Doña Soiuxsie Sioux y sus secuaces hay mucho que contar y mucha tela que cortar. Su innegable carisma, su figura icónica, imprescindible referencia para bandas y artistas de la talla de Björk, PJ Harvey o Tv On The Radio, y otros que hasta incluyeron temas de su cosecha en sus trabajos como el malogrado genio Jeff Buckley, los 'capos' del trip-hop, Tricky y Massive Attack, y los prolíficos LCD Soundsystem, solo por destacar unos pocos ejemplos entre los que también se encuentran otros de infinita variedad de estilos (Garbage, DeVotchka, Red Hot Chilli Peppers, The Beta Band, Santigold...), hacen de la banda de Londres (Inglaterra), algo a tener en cuenta aunque no hayas comulgado nunca con su propuesta, porque además cada dos por tres se puede leer o escuchar a una leyenda musical hablar maravillas de ellos, como cuando Morrissey, ex-líder de The Smiths y poco dado a soltar piropos por que si, habló de ella como una heroína con la que daba gusto trabajar, o Robert Smith, alma mater de The Cure que les cita siempre como una de las dos formaciones que considera mas relevantes en su vida (la otra es Wire) y Thom Yorke de Radiohead, Beth Ditto de Gossip, Brett Anderson de Suede, los hermanos Reid de The Jesus And Mary Chain, Kele Okereke de Bloc Party, Ana Matronic de Scissor Sisters, Win Butler de Arcade Fire...mejor lo dejo, que podría llenar cinco posts solo sobre lo que se ha dicho de ellos y quién lo dijo.

Es tanta la dimensión de esta gente que su nombre debería estar grabado con letras de oro en los libros de historia, pero vamos, de poco vale eso cuando te enfrentas a su legado y te olvidas de que son eminencias, te dejas llevar y piensas en lo grato que es pasar un rato con sus canciones de fondo. Abanderados del sonido post-punk junto a los de Ian Curtis, se conocieron en un concierto de Roxy Music en el año 75, tal mes como este que nos ocupa, con lo que hace más o menos por estas fechas, la friolera de treinta y siete años que comenzaron su aventura. Les dio el tema para publicar once álbumes de estudio hasta su disolución (al menos en cuanto a crear, puesto que se volvieron a juntar a principios de este siglo de forma efímera para realizar unas cuantas actuaciones en vivo) a mediados de los 90's. Su fama creció en aquellos inicios gracias a su fervor por dar un enfoque nuevo a la etiqueta en la que se les englobó, el emergente post-punk al que dotaron de nuevos retos, añadiendo elementos de gothic rock, new age, pop, rock alternativo y avant-garde. Influidos por formaciones como The Velvet Underground, The Sogges, Marc Bolan, Can, David Bowie y la banda que lideraba el bueno de Brian Ferry, anteriormente mencionada y su asentamiento definitivo como uno de los grandes nombres la nueva oleada llegó con el flamante 'Kaleidoscope' que muchos consideran su mejor obra.

La primera vez que escuché algo de ellos fue en casa de mi primera novia, allá cuando los dinosaurios dominaban la Tierra, pues tendría yo quince años, vestía elásticos de rayas, llevaba el pelo largo hasta donde la espalda  pierde su casto nombre y era más punkie que la acción de esnifar disolvente, aunque me tiraban más los grupos sucios de ubicación nacional (que cosas, oiga, con lo finolis que soy ahora), y en un gran alarde de estupidez por mi parte hice caso omiso de la gran sarta de halagos que le echaba aquella chica a este cuarteto, a ellos y a otros muy interesantes que escuchaba ella, que era un bicho raro en sus gustos musicales a ojos de los demás con vinilos de los antes mentados Björk, Joy Division y The Sugarcubes (que para la gente de nuestra edad y en la era posterior a internet no eran tan reconocidos), The Mission, Christian Death, Japan, Tuxedomon o Adam And The Ants en su discoteca personal. Un lustro más tarde, cuando ya hacía mucho tiempo que lo habíamos dejado, casi de rebote escuché un corte de Siouxsie And The Banshees en un recopilatorio y lejos de sentir una insólita nostalgia sin motivo alguno por aquella relación que acabó de forma traumática, me arrepentí de no haber hecho más caso a esos discos que tenían las portadas inmaculadas de polvo. Había re-descubierto, pero esta vez para mi regocijo, a un grupo sin igual.

No tardé en comprar el disco y disfrutarlo a tope, tanto que aún recuerdo la primera vez. Di al play, me tumbé en la cama y comenzaron las primeras notas de "Happy house", fruncí el ceño de manera impaciente, no porque no me gustará, sino porque era precisamente la que había escuchado de ellos en aquella compilación y la había machacado mucho, estaba ávido de nuevas gemas que llevarme al oído! aguardé tarareando inevitablemente y a partir de ahí me sumergí de lleno en el contenido global del disco. Que gran experiencia. "Tenant", un bajo penetrante, una voz entre angelical, sobria y mística, unas escobillas marcando un ritmo nocturno,  y una atmósfera embriagadora que ocultaba una idea llena de intención, bravo por el acierto de seleccionar esta pista justo después de comenzar con un hit tan eficaz, "Trophy", mas oscuridad pero más electricidad también, un tema cercano al rock más denso, próximo a la Patti Smith más guerrera, y por supuesto contando con esos devaneos vocales de la sra. Sioux, autentico baluarte del combo, "Hybrid", marcha rítmica de batería (que me aspen si Radio 4 no cogieron prestado el compás para su célebre "Enemies like this), ambiente hipnótico y pinceladas de la piscodelia de Jefferson Airplane, con unos saxos asfixiantes irrumpiendo en la cordura, "Clockface", luz coral entre tinieblas instrumentales , una pedazo de perla, por poderío, tarareo y accesibilidad renqueante, "Lunar camel", donde entraban en colisión los sintetizadores y la tendencia arábiga, un ejemplo para todas aquellas bandas que desde la grisácea Bristol, quisieron revolucionar la cultura popular a base de scratches, samples y máquinas en general en lo que se dio en llamar trip-hop, sino solo basta con escuchar la manera de cantar de la inquieta vocalista reflejada en las voces de Martina Topley-Bird y Beth Gibbons de Portishead, "Christine", que precedió como single al primer corte del álbum, una canción con acústica sutil y un estribillo portentoso que a mi juicio plagió en cierto modo Robbie Williams en un tema cuyo nombre desconozco y ante el sopor de buscarlo en 'Youtube', lo voy a dejar estar, "Desert kiss", otro clásico en su haber, un trepidante ejercicio alucinógeno no apto para impacientes que buscan la épica antes de hora, "Red light", su primer coqueteo con la electrónica con cajas de ritmo en un minimal despliegue electro-dance, una joya muy valorada entre sus seguidores más abiertos, a pesar de su repetitiva línea y el nerviosismo que producen esos émulos de flashes fotográficos que se emiten de fondo, "Paradise place", sin duda la más enérgica del minutaje, envolvente y certera, rompiendo una lanza en favor de su imaginario principal, y "Skin", cierre lunático, demoledor y robusto que nos hace comprender del porque de la existencia de grupos como Yeah Yeah Yeahs, Q And Not U o Liars.

Susan Janet Ballion  o lo que es lo mismo, Siouxsie Sioux, que además alternó este proyecto con los también interesantes The Creatures, su actual ex-marido, Peter Edward Clarke, conocido con el sobrenombre de Budgie,que antes fue miembro de The Slits, The Spitfire Boys y Big In Japan,  Steven Severin, que también tocó en The Glove, y John McGeogh, que provenía de los muy en boga Magazine tras pasar por Visage y acabó fundando posteriormente Public Image Ltd (PIL), más la colaboración de Steve Jones de los míticos Sex Pistols, grabaron este reivindicado 'Kaleidoscope'.