sábado, 20 de octubre de 2012

CAT POWER

 YOU ARE FREE (2003)

Para los próximos días, me he propuesto la premisa de dejar un poquito de espacio a artistas y bandas que se puedan considerar de mayor calibre en cuanto a fama, aunque ya se sabe que a veces las palabras se las lleva el viento e igual el próximo post trata sobre un disco de esos que pasaron desapercibidos en el pasado por parte de algún grupo que vende menos copias de sus trabajos que Paca de Carmona de su álbum de versiones de Guns n' Roses en territorio nacional (exceptuando Soria, donde Martes y Trece decían que era una eminencia), pero el caso es que me viene de gusto revisar un poco que tengo por ahí que me parezca un gran reclamo y echar unas líneas sobre ello, comenzando por ejemplo por la ilustre Chan Marshall a través de su alter-ego, Cat Power, una mujer y un proyecto que forman un mismo sentir, como si su discurso fuera imposible de imaginar de otro modo que no sea autobiográfico y que ha alcanzado la gloria, ganándose el respeto de prensa, público y compañeros de profesión, con una trayectoria impecable compuesta de nueve álbumes de estudio (aún esta fresca la aparición en el mercado del flamante 'Sun') con los que ha ido evolucionando y forjando un marcado acento personal a base de un portentoso abanico de estilos que van del indie-rock al blues, pasando por el soul, el folk y el sadcore, siempre desde una cavidad alternativa de riguroso enfoque lo-fi, haciendo gala del menos es más y un constante crecimiento que ha derivado en lo que es hoy: un celebridad que crea sonidos pulcros vestidos de etiqueta.

Recién estrenada su entrada en los cuarenta, ha vuelto al redil reinventándose con una nueva coartada estilística abierta a la electrónica más accesible, pero antes pasó por el filtro de la sosegada calma sacando todo su potencial meloso en el respetado 'The greatest', donde jugueteaba con las tonalidades más brumosas del jazz, los curiosos discos de versiones 'The covers record' y 'Jukebox', donde rendía tributo a clásicos cercanos y ajenos a su estilo como The Rolling Stones, Lou Reed, Bill Callahan (con quién por cierto tuvo una de sus múltiples relaciones amorosas de final infeliz), Frank Sinatra, Joni Mitchell, James Brown, Janis Joplin, Bob Dylan o Billie Holiday entre otros, y una primera etapa donde tenía como cicerones al grueso duro de Sonic Youth mimando sus inicios y asesorando sus pasos para hacer de ella el diamante en bruto que es en la actualidad, pero en medio de todo eso, un disco que para mi es la quintaesencia de su imaginario, el más radiante trabajo que ha editado a gusto de este pobre ignorante que escribe, una colección de canciones imprescindibles que resumen su progresivo porvenir para cuya concepción se rodeó de genios de la instrumentación que iré nombrando en las próximas líneas.

La de Atlanta (Georgia), se tomó más tiempo que nunca para crear las piezas de 'You are free'. Se dice que llegó a componer la friolera de cuarenta canciones, de las cuales seleccionó catorce a la hora de cerrar la faena definitiva. Mucha culpa de esta secuencia final tuvo su productor (aunque ella siempre lo ha definido como 'ingeniero'), Adam Kasper, un tipo de Seattle (Washington) que ya gozaba de una gran reputación en el panorama independiente (su labor se puede apreciar en discos tan enormes como 'Into the wild' de Eddie Vedder, 'There is nothing left to lose' de Foo Fighters, función por la que por cierto ganó un Grammy, o 'Songs for the deaf' de Queens Of The Stone Age) y que recientemente se ha encargado de apuntalar desde los mandos el que será el álbum de regreso de Soundgarden 'Animal king'.

El desenlace de esa unión fue tan redondo como cautivador con canciones tan espléndidas como "I don't blame you", que da el pistoletazo de salido con la intimidad de un piano y su cálida voz  a la que doblan unos coros delicados de su propia cosecha, un tema desnudo y emocional que cumple perfectamente su cometido de abrelatas, "Free", con ese acorde nervioso y repetitivo que corta de raíz la quietud de su antecesora, donde entra ya la batería para imponer un ritmo inconstante pero primoroso y adictivo, con unos pocos riffs rockeros en su parte final, "Good woman", belleza en estado puro durante cuatro minutos gloriosos, principalmente por la presencia del antes mentado vocalista de Pearl Jam (que hace coros aquí y en la pista de clausura) y  del infalible Warren Ellis, inseparable de Nick Cave, miembro habitual de los Bad Seeds y Grinderman junto al australiano indomable, y líder de los subliminales The Dirty Three, que lleva esta proeza al espíritu sonoro del Baladamenti de 'This straight story', a mi juicio la mejor pista del lote, "Speak for me", otro salto de mata, esta vez para acercarse al imaginario de la primera Björk (vocalmente, sobretodo en los sutiles alaridos del estribillo) y la PJ Harvey de 'Stories form the city, stories from the sea' y crear un universo musical más aguerrido y veloz, "Fool", en la destapa toda su dulzura melancólica como una Nancy Sinatra en estado de gracia, justo antes de dar entrada a "He war", quizás el corte más popular de este plástico, en la que se nota la virtuosidad del carismático Dave Ghrol  de Nirvana y Foo Fighters a los parches, marcando un ritmo certero al calor de esa guitarra resultona y esa melodía profunda que incitan al coreo y el movimiento, un hit indie-rock de indiscutible alma noventera, "Maybe not", retomando el camino emprendido por el tema de apertura del álbum, acariciando las coordenadas del folk del mismo modo que hace con las teclas del nítido piano, "Keep on Runnin' (crawlin' black spider)", una exquisita versión del viejo clásico compuesto por John Lee Hooker, lenta, tristona y sensible, y "Evoultion", donde se percibe mejor la compañía de Vedder en una idílica despedida de poso comatoso.

Mi preferido de esta muchacha a la que la vida ha dado algún que otro disgusto sentimental (el más reciente con el brillante actor Giovanni Ribisi, al que muchos recordaréis por su papel de hermano destalentado del personaje de Phoebe en la exitosa serie 'Friends', amén de otros grandes filmes como 'Boiler room') y que ha demostrado con el paso del tiempo que todo se puede superar, incluso cuando has caído en el abismo de la fractura refugiando tu dolor en el alcohol y las drogas. La mejor terapia para superar sus adicciones y sus ocasionales problemas de salud mental ha sido idear trabajos como este y rodearse de amigos músicos tan notables como los que la acompañaron, y es que Charlyn Marie Marshall, estuvo secundada por los antes citados Warren Ellis, Dave Ghrol, Eddie Vedder, el reputado arreglista canadiense David Campbell (nunca acabaría de enumerar los discos en los que ha estado presente este hombre, sin importar género ni importancia económica) y sus amigas coristas Maggie y Emma. Como dato curioso mencionar también su breve incursión en el mundo del cine, en el papel de Katya dentro del elenco que protagonizó 'My blueberry nights'.


6 comentarios:

  1. ¡Qué buen post!
    Yo la descubrí hace poco y estoy flipadísimo. Hablé de ella en mi blog http://ugotthemoneyigotthesoul.blogspot.com.es/2012/09/cat-power-dear-sir-1995.html

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  2. Hombre Sr.Wiliam Gull! ya anda en marcha tu blog? que bien oye, voy a echar un vistazo aprovechando ese enlace de Cat Power y ya de paso lo añado a 'blogs que sigo'.
    Me alegra que te haya gustado la entrada, es una gran artista esta mujer.
    Por cierto, se me ha olvidado añadir una pequeña chorrada que queria comentar sobre ella. A editar se ha dicho, que despiste el mio, siempre me dejo algo, jeje.
    Un abrazo!

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  3. Jajaja! Ese apunte cinematográfico...
    Yo te sigo también.
    Sí, sí...una gran artista esta mujer.

    Nueva psicodélica entrada ;)

    http://ugotthemoneyigotthesoul.blogspot.com.es/2012/10/the-united-states-of-america-st-1968.html

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  4. y del último, qué piensas???? Tengo curiosidad.... :-)

    Se acerca a esto???
    http://www.crazyminds.es/2012/09/18/cat-power-sun/
    (mira arriba a la derecha quien lo firma... :-) )

    Un beso!!!

    PD: vas a ir al St Jordi a verla en el Primavera Club????

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  5. Hola Atticus! dichosos los ojos :D
    Muy buen artículo! nueva colaboradora de este revista cibernética intuyo, no?
    Pues la verdad es que el último de Cat Power, ni frío ni calor, dos escuchas le he dado y lo encuentro sosete, fácil de olvidar, vamos que zapatero a tus zapatos, no porque no deba reinventarse, pues eso está muy bien, sino porque para escuchar algo de corte electrónico siempre recurriré antes a otros grupos expertos en la matéria y para oir algo de ella, echaré mano de su pasado.
    A mí la onda que más me cala de la Marshall, es la que da lustre a este disco que posteé. Me va su vena rock, sin desmerecer su faceta reposada, aunque a veces me aburre bastante en ese estilo, si he de hacer honor a la verdad, jeje.
    No voy a ir al PC, no me atrae nada el cartel y además ella lleva fama de hacer conciertos deplorables si tiene día de pie cambiado. Se conoce que se ha vuelta seria, pero aún con todo es una incógnita.
    Besosmil!

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