viernes, 12 de abril de 2013

DEATH FROM ABOVE 1979


YOU'RE A WOMAN, I'M A MACHINE (2004)

Ya que di pie a ello con la publicación ayer del debut en solitario que lanzó Sebastien Grainger tras la que parecía ser disolución definitiva de Death From Above 1979, y comenté allí que me chocaba haberle dado prioridad antes de escribir sobre el grupo, aprovecho esta ocasión que viene al pelo para redimirme, siendo que queda como un guante para acompañar el anterior post haciendo las veces de completista. Además ya empezaba a ser reprochable para mi mismo el no poner nada de estos muchachos en esta humilde bitácora siendo este trabajo en especial uno de los que más me gustan dentro de su género musical, que algunos etiquetan como dance-punk, pero que para mi no deja de ser noise garagero con tintes de stoner rock del de toda la vida, y por considerarlo un disco revolucionario. Una obra innovadora que no necesitaba de guitarras para sonar como una autentica apisonadora, pues solo con la presencia de un bajo carnoso, una batería bruta y unos sintetizadores para envolver las salvajes polifonías del dúo, bastaba para poner toda la carne en el asador, darle vuelta y vuelta, servirla en un plato junto a una guarnición ardiente y esperar que el comensal se la zampara como si no existiera un manjar mas sabroso.

Recuerdo, y de hecho lo comentaba hace un rato con mi amigo Luther 'The Quiet Man', como llegaron a mis oídos gracias a su recomendación. Fue una tarde en la que estando en su casa, justo antes de enchufar la consola para echar unos vicios a un juego de basket, me dijera que quería ponerme una serie de grupos de los que había visto vídeos en un canal de música que tenía dentro del paquete de la televisión digital, empezando por ellos. Me puso tan solo un corte que había descargado en la red, pero fue más que suficiente para que me quedara prendado de ellos. Que fuerza, que abrasivo griterío, que pasión, que distinto sonaba a todo y que sorprendente me era el oír algo tan letal sin existir instrumentos de seis cuerdas de por medio, solo con la destreza de esos dos jóvenes tipos que luego me enteré que su edad apenas superaba la veintena. Cosa fina, canela en rama aquella pieza, vamos, pero hete aquí que luego, pasado el tiempo adquirí el álbum y esa canción me pareció solo una más, porque todo el repertorio era igual de enorme.

'You're a woman, i'm a man', fue su primer y único disco al margen de esa recopilación de rarezas, caras b's  y remixes que publicaron poco después bajo el nombre de 'Romance, bloddy romance', y sin duda fue un ciclón que penetró con fuerza en los corazones de los intrépidos que buscaban la enésima vuelta de tuerca del noise. El mundo se hizo eco de la eclosión y con el tiempo esta obra se ganó la categoría de imprescindible e influyente, siendo homenajeada por bandas como Cansei De Ser Sexy, que titularon a su pista más famosa como "Let's make love and listen to death from above", en su honor, sus paisanos Crystal Castles, que usaron un extracto suyo para una de los cortes de su debut, concretamente en "Untrust us" o los franceses Justice que acostumbran a versionear temas suyos en sus shows en vivo.

Se habían conocido poco antes viendo un concierto de Sonic Youth, allí divagaron sobre música un buen rato, vieron que tenían gran afinidad y sentaron las bases necesarias para embarcarse en esta genial ofrenda. Decidieron bautizar al grupo como Death From Above, pero el 'bueno' de James Murphy, se puso un poco pejiguero y les puso un pleito legal a causa de que su sello discográfico, esconde bajo sus siglas (DFA) las mismas palabras. Ante esa susceptibilidad del capitalista artista neoyorquino y tras plantearse rebautizar el proyecto como First To Fight, finalmente se limitaron solo en añadir el año de nacimiento de Grainger y así se quedaron.

Pero bueno, curiosidades, anécdotas y nostalgias aparte, lo que importa en estas líneas es destacar esta proeza. Todas las pistas funcionan como un reloj suizo, no se puede reseñar una en especial, así que lo mejor es dar al play de la cajetilla de abajo y brincar, sudar, gritar y volverse loco como la fiereza de monstruosidades como "Turn it out", que parece que no quiera arrancar hasta que de un puñetazo rompe el muro de la tranquilidad para rebosar crudeza a riff limpio...o más bien sucio, machacón empaque, voces en segundo plano, como si dEUS, Millionaire y Ghinzu, salieran de su querida Bélgica subidos en un mástil gigantesco que pudiera volar hacía la lejana Canadá en un suspiro tocado con púa afilada, "Romantic rights", repetitiva, hipnotizante, escupida con ira infinita, un desamor embrutecido, una parada en el inconformismo, "Going steady", descomunal esa distorsión carnosa, en la línea de lo que hacen los japoneses Boris pero con las voces asumiendo el papel protagonista, "Go home, get down", una de las pocas que posee un estribillo accesible, aunque los golpes de cuerda rasposos llevan la batuta, un corte cercano al post-hardcore de Refused y The Blood Brothers aunque con algo más de carnaza eléctrica, que ya es decir, "Blood on our hands", la primera conciencia que tuve de ellos, ese lujo excitado y nervioso que roza lo burdo en el sentido anárquico de la palabra, un estallido realzado en pausas escalofriantes entre golpe y golpe de parche, "Black history month", la mejor y mi favorita, quizás la más apta para las orejas de todo consumidor, con una cara rock convencionalistas pero un ruidismo que empequeñecería hoy a los tan encumbrados Tame Impala, "Little girl", una pieza muy influenciada por Black Sabbath y la sonoridad de "Paranoid", dominio excelso, total control de las formas con una ejecución sobresaliente, "Cold war", colisión tajante con las coordenadas metálicas, dura, neurótica, un laberinto sin salida que te hacer permanecer atrapado en sus garras hirientes, y "Sexy results", con bongos bailongos (que bonita rima me ha salido, pardiez) para rematar la exhibición, bajando una marcha pero no por ello dejando aliento en nuestra alma ávida de bandas como esta que no dejan lugar para la calma.

Jesse Frederick Keeler (actualmente al frente de MSTRKRFT, e inmerso en Femme Fatale, siendo además parte implicada en movidas como Casino Steel, Standing 8 y Black Cat #13) y Sebastien Grainger (del que no puedo añadir más de lo dicho ayer), forman este grupo, que espero tenga una vuelta al redil tan grande como se presume con el inminente trabajo que han anunciado estos últimos meses y que rompe un silencio creativo conjunto de siete años, por culpa de discrepancias estilísticas.

4 comentarios:

  1. Inmensísisisisimo disco!!!

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  2. Vaya que sí! se puede decir más alto pero no más claro, es inmenso!!
    me alegra mucho coinicidir en ello, llevo unos días dándole mucho a este disco tras un tiempo si escucharlo y es revitalizador, que recuerdos.
    Échale un tiento también al de Sebastien Grainger & Les Montagnes que puse el día anterior, que es de un Death From Above en solitario, y es pura carnza stoner por momentos. Muy buen disco si le coges el punto. Ya me contarás si te gusta...

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  3. Si, me ha gustado si! Aunque he tenido que pegarle varias escuchas, pero si, me gustó!

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  4. jeje, te ha costado un poco veo :P
    Como te comentaba el otro día aquí mismo, hay que cogerle el punto porque el estilo es bastante distinto a DFA79 dentro de lo que cabe, como que algo más...no sé... melódico? accesible desde un punto de vista que muchos llamarían comercial? a mi me gusta este disco porque tiene mucha luz y las guitarras suenan muy potentes, además que los estribillos son bastante pegadizos.
    Celebro que lo hayas disfrutado aunque sea dándole tiempo.
    Besosmil!

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