jueves, 4 de julio de 2013

THE JON SPENCER BLUES EXPLOSION

ORANGE (1994)

Como en la mayoría de los placeres de la vida, en la música muchas cosas están conectadas y puedes llegar desde un pequeño punto individual a enlazar nombres y anécdotas hasta el infinito sumando múltiples intereses. Vale, lo sé, a veces me explico peor que un libro cerrado y ni yo me entiendo. Lo que quiero decir es que todo tiene un origen y en ocasiones rebuscando en el interior de cada cual, se encuentran maravillas que parten de la misma base, y eso me pasó cuando hace muchos años, busqué la procedencia y avatares de los responsables de aquel cañón sonoro que fueron Pussy Galore, aunque es uno solo de los innumerables ejemplos que se dan, porque en realidad coges una banda cualquiera y sacas varios proyectos paralelos de cada una, así como embriones y colaboraciones que bastan para formar un universo a su alrededor. Pero bueno, es el que quiero exponer hoy, porque de esos mitificados cafres garageros del corazón de Estados Unidos, es decir Washington D.C. salieron un buen puñado de grupos a tener en cuenta., pues de su disolución surgieron Action Swimgers, formados por tres de sus miembros con el bajista de Unsane, Free Kitten, alter ego riot grrrl de Kim Gordon de Sonic Youth junto a la mitad femenina del cuarteto, Royal Trux, vehículo de otro de sus componentes apoyado por la modelo Jennifer Herrema, Boss Hog, con el cincuenta por ciento  se lo montaron en plan sex-rock guitarrero, y los más importantes e ilustres, The Jon Spencer Blues Explosion que consiguieron sobrepasar con creces la leyenda de su banda madre. Sobre ellos quiero soltar un ladrillo hoy.

La veterana formación de New York City (New York), acumula ya veintidós años a sus espaldas desde que comenzó a andar poco después de la 'defunción' de Pussy Galore, y desde entonces no ha parado de explorar el estado crudo del rock, homenajeando a pioneros como Hasil Adkins y Screamin' Jay Hawkins con interpretaciones y grabaciones que supuran una insólita autenticidad. Junto a sus dos secuaces inseparables, el Sr.Spencer, el hombre cuyo nombre da lustre a esta historia, tenía ya en sus primeros pinitos como vocalista y guitarrista de la mentada banda, una sincera devoción por la raíz americana, aunque algunos solo viesen a un estudiante de semiótica haciendo publicidad de su colección de vinilos a setenta y ocho revoluciones por minuto, cada vez que hacía una aparición pública. En aquellos tiempos, soltaba toda una declaración de principios e intenciones en el reputado libro de bolsillo musical 'Seven years of plenty' del escritor Ben Thompson, en la que decía 'Si el blues tiene que consistir en doce barras tocadas por un chico negro en el Delta, no podemos ser, obviamente, una banda afín a dicho estilo, pero lo que siempre me gustó del género era su honestidad y naturalidad...en términos de autenticidad, la única cosa que importa es que estamos tratando de hacer música que venga de nosotros', y bajo esa consigna o mejor dicho, premisa, ha desarrollado su carrera a través de cada uno de los poros de sus Blues Explosion.

Previo efímero paso por los fallidos The Honeymoon Killers y Crowbar Massage, nuestro protagonista fundó el que ha sido su idilio más exitoso llevándose consigo de los primeros a sus dos compañeros en esta aventura, cerrando además plantilla con la peculiaridad de no contar con bajista (JSBX lo componían en sus inicios, voz, guitarras y batería), a pesar de que luego fue un elemento más que acompaña a esa distorsión abrasiva que reina en sus álbumes. Se movieron rápida para atraer la atención de la industria grabando unos cuantos singles que entrarían con calzador en las famosas 'Jukebox series' del sello californiano In The Red, otro sencillo en clave navideña que publicó el legendario Sub Pop, y un bootleg edición limitada de quinientas copias en riguroso directo que a la postre sería antesala de su primer largo oficial de título homónimo, al cobijo de Matador Records, la que ha sido su casa en la práctica totalidad de su camino. Hubo un cambio notable orientado hacía el blues menos ortodoxo y el punk abigarrado en esa ópera prima respecto a esas pequeñas muestras ofrecidas con antelación. Ese ha sido siempre su sonido distintivo y donde mejor lo expresaron fue en este notable 'Orange'.

Con su cuarto álbum, producido a pachas por el propio grupo y Jim Waters, su número de seguidores se incrementó, tal vez por haber logrado sonar algo más accesibles que antaño. En el seguían buscando, en su sonido a las bandas underground de los 70's, destapando además un gusto por las remezclas y la experimentación, inéditos en su ideario. Prueba de ello fue el Ep 'Lo-fi demonstrational', que se incluía en la segunda remesa del disco y que vio la luz en dos formatos, uno de ellos en 12", con remezclas de tres temas por Unkle, Mike D. y Beck, y un cd, con tres canciones más remezcladas por Calvin Johnson (cerebro de The Halo Benders, Dub Narcotic Sound System, Beat Happening), GZA (de Wu-Tang Clan) y Moby. Más tarde vendrían trabajos como 'Acme', que posiblemente sea su mejor obra como afirman muchos de sus seguidores, pero para un humilde servidor, este es el que mejor expone su discurso. Nueve referencias discográficas que han mantenido un nivel envidiable para muchos, pero debe haber un techo...quizás fuera 'Orange'.

Algún corte de su antecesor 'Extra width', como la inicial "Afro", ya proporcionaban alguna una pista sobre la próxima tierra de nadie a explorar. Lo que aquí ofrecieron fue un terreno sónico completamente nuevo pero manteniendo la marca del trío, en su concepto sudoroso, terrorista y rabioso musicalmente hablando y  hedonista en su actitud. Un golpe seco al mentón de los puristas amantes del rock 'n' roll a lomos de temas tan explícitos y psicóticos como "Bellbottoms", que abre el juego con un vampírico espíritu a dos acordes de guitarra distorsionada, yuxtapuesto sobre arreabatos dignos de la Love Unlimited Orchestra en un mar de fondo dramático adornado con solos abruptos y unas cuerdas exquisitas, hasta que abren una puerta a la demencia para que los parches sean martilleados al son del spoken word la espera de ese estribillo gritón que tan pronto rinde pleitesía al soul bailongo de James Brown como al espectral ritmo lunático de Jerry Lee Lewis, un correcalles abominable que insufla la suficiente adrenalina en nuestras venas como para que nos subamos a su tren con la idea de que el disco nos avasalle de cabo a rabo, "Ditch", igual de excitante pero en otra línea, quizás más setentera, afín a los postulados del maestro Hawkins en la forma de ser interpretada vocalmente, y que se siente como la electricidad fluyendo activamente a través de la columna vertebral, "Dang", como si The Cramps invitaran a los primeros Meat Puppets o unos primerizos Suicidal Tendencies a subir al último vagón del tren de mercancías que enlaza las vías de 'El tren del infierno' con las de 'El emperador del Norte', ese par de memorables películas sobre huías en ferrocarril, para entonar un subliminal mensaje inconformista al compás del pyschobilly, "Very rare", pista instrumental donde visten americana con coderas y alzan el cuello de sus camisas de topos para desbordar elegancia por los cuatro costados, "Sweat", que combina el boggie-boggie de RL Burnside con el sabor que destilaban The Rolling Stones en su etapa más descuidada, derivando en un ataque desmesurado que haría palidecer a Iggy Pop y sus The Stooges, "Cowboy", que podría pasar por una parodia 'redneck' de Primus, un curiosa canción que pone un poco de humor en el minutaje sin dejar de ser respetable, "Brenda", una de las piezas más seductoras del disco por no decir la que más, con cierto aire a Neil Young aunque a mayor encaje ruidoso, una incitación a la conquista con un romanticismo oscuro, "Disect", que bien encajaría en el imaginario de Nick Cave por su fiereza interior sacada con ira al exterior,  "Blues x man", sugerente country blues de callejón, en el que  hacen alarde de su virilidad musical, del musculo férreo de su manual de estilo, una tonada que comienza escasa y esquelética antes de añadir un coro de acompañamiento femenino, y "Greyhound", despedida a base de robustos tambores hip-hop y guitarras de setenteras de riffs pegadizos que solo necesitan dos notas que sustituyen los solos de toda la vida y que se transforma en pura cacofonía breakbeat a medida que avanza, dejando claro su carácter innovador.

La Blues Explosion está formada desde su bautizo hasta nuestros días por Jon Spencer (Que además ha liderado a los antes citados Pussy Galore, Boss Hogg, Cowbar Massage, Gibson Bros. y The Honeymoon Killers, y otros proyectos como Heavy Trash, Shithaus y Spencer Dickinson, estos últimos con miembros de North Mississippi All Stars en sus filas y del que como curiosidad cabe destacar que entre la multitud de gente con la que ha colaborado está el italiano Eros Ramazzotti), Judah Bauer (antes en The Spitters, The Trown Ups, Appleton Brothers, Childballads y que cuenta con una brillante carrera en solitario bajo el nombre de 20 Miles Judah) y Russell Simmins (que es el alma mater a tiempo parcial de Man Without Pants, estuvo antes en Crunt y ha colaborado ya sea como músico o productor con artistas del prestigio de Tom Waits, Yoko Ono, Ween o Duran Duran entre otros).

2 comentarios:

  1. En directo son una auténtica explosión (jejeje) pero sus discos no me los trago enteros. El único con el que aguanto algo es este Orange.
    Impresionante la aparición de Ramazzotti en un post de Jon spencer Blues Explosion. Sólo tú `podías conseguirlo!

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  2. jajaja, si, tio, que ocurrencias las mías, mira que no esconder esa mancha (o no...) en el historial del amigo Jon! en fin, agárrate que vienen curvas....

    http://www.youtube.com/watch?v=_anKCD54wiU

    bueno, el vídeo está chulo y supongo que allegro ma non troppo...

    Cambiando de tema, si que es cierto que los discos de la Blues Explosion cuestan bastante, tal vez hay que tener mucha paciencia o encontrar el momento adecuado. Algo me contaron de que en vivo son una apisonadora, tuve la oportunidad de comprobarlo por mi mismo en el PS '12, pero coincidía con algo imprescindible (no recuerdo que), asi que me quedé con las ganas, porca miseria!

    El Lunes nos damos un toque que por la tarde tenemos cita en el mismo lugar y hemos de vernos, hombre :D
    Un abrazo!

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