martes, 13 de agosto de 2013

TONCHO PILATOS

TONCHO PILATOS (1970)

Siguiendo con la serie temática iniciada con el pasado post, me meto en harina luchando contra la adversidad para dedicar la entrada de hoy a esta sensacional banda de Guadalajara (Jalisco), y digo esto porque tras un fin de semana por mis queridas tierras zaragozanas en compañía de tres amigos con más ganas de jarana que Pocholo en sus buenos tiempos, he acabado con mis energías casi por completo, y es que ya no estoy para esos trotes o al menos no para hacer el cabra de bar en bar hasta las tantas de la madrugada durante dos días seguidos, aunque eso si, lo he pasado muy bien en resumidas cuentas. En fin, que hoy no daba un duro por mi mismo en referencia a la posibilidad de sentarme aquí a soltar un ladrillo de los míos y de hecho no estoy muy convencido de poder acabarlo del tirón, con lo que es más que probable que acabe publicando esto mañana, pero me han venido ganas de sopetón de hablar sobre esta gente y tratar de demorar lo menos posible la continuación de mi propia propuesta sobre bandas setenteras. Y es que Toncho Pilatos fueron una de las formaciones más representativas de la pequeña escena progresiva que eclosionó en Mexico a principios de esa década y era casi obligado que les incluyera en esta historia, porque probablemente fueron más grandes de lo que se demostró con su escasa popularidad fuera de las fronteras aztecas.

Como muchos grupos de la época, los cinco componentes unieron sus fuerzas tras empaparse en su juventud del sonido que llegaba de su país vecino y de las lejanas Islas Británicas. Se oían los últimos latidos del viejo corazón de los 60's y ellos emprendían un camino que se alargaría ininterrumpidamente hasta mediados de los 80's, donde cerrarían una brillante etapa discográfica cambiando su nombre el último año de actividad por el de Toncho Indian Braves. En aquellos primeros ensayos, la música de The Rolling Stones, Jethro Tull, Led Zeppelin y King Crimson, flotaba en el ambiente para sin saberlo todavía, crear una nueva vía de escape que derivaría en un circuito ávido de desarrollar las enseñanzas de lo que venía de fuera y adaptarlo a la cultura del folclore nacional desde una coartada rock. En ese pelotón de intrépidos podemos encontrar también como nombres imprescindibles de la historia aportando su granito de arena en mayor o menor medida a otros combos como La Revolución De Emiliano Zapata, The Spiders, Kaleidoscope, Grupo Ciruela, Fachada De Piedra, Three Souls In My Mind (conocidos después como El Tri), Los Dug Dug's, Chac Mool, Tinta Blanca, El Tarro De Mostaza o La División Del Norte, solo por citar algunos ejemplos. Ellos, al igual que el resto, supieron suplir la poca publicidad recibida en una era dominada por otros derroteros sonoros, con una impecable sucesión de exposiciones en directo que hicieron correr su nombre como la pólvora.

La música que interpretaban era original en su letra e instrumentación, a pesar de sus marcadas influencias aglosajonas. Una mezcla de rock, blues y música de raíz que creaba una armonía única en su rareza. Su sonido llamó tanto la atención, que el sello Polydor, el más importante por aquel entonces en México, les grabó su primer álbum, de funda doble y título homónimo, dentro de la serie 'Rock Power', algo que solamente habían logrado, hasta entonces, grupos estadounidenses, ingleses y canadienses, pero ninguno autóctono. El disco tuvo tanto éxito que incluso fue editado en Alemania. La preferencia por parte de su discográfica por proyectar su carrera al exterior causó una gran revolución, misma que terminó hasta que el disco fue lanzado a bombo y platillo, y los resultados, aunque no fueron muy halagüeños, sirvieron para que el mismísimo Bob Dylan considerara que esa era la música que podía revolucionar el rock del mundo, del mismo modo que Beck en la actualidad, cita el primer álbum de Toncho Pilatos como una referencia esencial en sus composiciones. Su discurso fue creciendo en cuanto a matices y texturas pasando a incorporar para su segundo trabajo, 'Segunda vez', al violinista de Chicago (Illinois), Richard Nassau, motivados por la gran acogida que tuvieron al añadir la sección de cuerda del Mariachi Nuevo Tecalitlán, que antaño le dieron un sello muy especial a los temas del grupo, y en las grandes presentaciones en vivo, solían acompañarles sobre el escenario.

Por desgracia, aquella continuación no se lanzó al mercado hasta pasada una década. Esta tardanza se debió a que el rock mexicano había entrado en un gran hoyo negro debido a la represión e intolerancia que surgió tras el mítico Festival de Avándaro, el cual a pesar de esa reacción demente por parte de las altas esferas gubernamentales, fue fundamental para la evolución de aquel movimiento artístico. Tras atravesar mil trabas entre las que se conoce que se trasladaron a Los Angeles (California) en busca de nuevos desafíos que nunca llegaron, sufrieron muchos cambios de formación y volvieron a pasar más de diez años hasta editar de nuevo, esta vez con el que se sería a la larga su disco póstumo 'Soy mexicano', que precedió a la muerte de su vocalista y líder Alfonso 'Toncho' Guerrero (cuatro años antes falleció su hermano y miembro de la banda, Rigoberto, dejando ya de por si tocados al resto de sus componentes), a la temprana edad de cuarenta y dos años. El triste suceso vino pocas semanas después de haber hecho estos su última aparición en un programa televisivo transmitido por un canal local, que por cierto no fue muy bien recibido, ya que estaba dirigido a las amas de casa. Un final injusto para una banda que hizo mucho por el género en su país, aunque su legado ahí queda: Con su sonido mexicanista y sus letras en español, este legendario grupo tapatío sembró las semillas del verdadero rock mexicano y sus tres discos hoy son considerados de culto, así que de alguna manera consiguieron su objetivo: permanecer en la memoria de sus seguidores.

También queda vivo para las nuevas generaciones, el mensaje de este debut, gracias a canciones inmortales como "Espera", un corte que empieza con efectos evolucionados, y que progresa como un cruce entre Deep Purple y la Creedence Clearwater Revival (el registro del cantante tenía un aire al de John Fogerty), que en su parte media asomaba el morro a los postulados de Ian Anderson y sus secuaces, una pieza con mucho ritmo y atractivo que variaba el ritmo sobre la marcha con mucha destreza, "Kukulkan", mi favorita del lote, interpretada con fervor, flotando sobre golpes de batería trepidantes que me recuerdan a los de la genial canción de The Shins, "One by one all day", del glorioso 'Oh, inverted world', a pesar de que hay más de treinta años de diferencia entre ambas, e incluso me lleva a preguntarme si los de James Mercer escuchaban a esta gente, siendo que la mitad de su plantilla provenía de Mexico, un prodigio de corte que comienza dócil al son de una flauta de travesera y pronto coge velocidad para dejar sin aliento al oyente, y noquearlo por completo con su deliciosa parte instrumental hacía el final, "Drunk again", divertida y curiosa, tanto que uno podría pensar que la llevaron a cabo tras calentar sus gargantas a base de tequila y mezcal, de hecho, los acordes parecen desafinados a propósito para que su texto tenga más sentido, "Blind man", medio tiempo melancólico que supura por las delicadas grietas del blues de alma herida, a poso lento pero excitante, "Dejenla en paz", vuelta a la exaltación robusta, rozando el hard-rock de Rainbow o los primeros Steppenwolf, "Tommy Liz", crítica y ácida marcha militar en sus primeros compases, valientes y reivindicativos, con el mismo sentimiento con el que James Brown alzaba la voz en pro de los derechos de su raza, y comatoso eclecticismo en los siguientes, como si de unos The Doors de temperamento natural se tratara, "La última danza", quizás la más inspirada creación de su discografía, una pista que supera de largo los diez minutos, reuniendo en un solo golpe todas sus señas de identidad, que además abría el camino hacía parajes sinfónicos inexplorados, y "Dulce Montserrat", testimonial despedida cantada de forma espectral, con digna emotividad y fragilidad atmosférica.

La banda sigue activa actualmente y conformada por algunos de sus miembros originales se presenta con cierta regularidad en diferentes foros de su ciudad natal. Esta obra la firmaron los hermanos Alfonso y Rigoberto Guerrero, Miguel 'El Pastel' Robledo, Alberto López y Raúl 'El güero' Briceño.

4 comentarios:

  1. Interesante historia amigo TXARLS y aun a sabiendas que nunca te perdonaré que me pusieses la miel en los labios y no me llevases a tu PUEBLO :-) ; aun así te perdono por tu profundidad en el conocimiento de los derroters del Rock Mexicano.
    Al oir los primeros temas me han venido a la mente lo último de WHITE DENIM, y eso dice mucho. No por la originalidad de esta banda Americana; si no por los puentes musicotemporales que se tejen sobre nuestras cabezas. Es paradójico como la música nos invita recorrer el camino tantas y tantas veces; sin acritud hacia la nuevas bandas, en absoluto. Hay que avanzar pero sin dejar de mirar atrás, el círculo vicioso de las influencias y de la creatividad... TODO EN CONSTANTE MOVIMIENTO.

    SALUDETS!!!

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  2. Oh! que alegría, amor, ya sabes que me ha encantado la idea que has tenido referente a exponer estas bandas, tanto de tu tierra como de la mía.

    En efecto, en México por el año 65... el gobierto prohibió a toda costa el sonido del rock, por ordenes en ese tiempo del presidente Gustavo Días Ordaz. Se cuenta que antes de ello, los músicos intentaban crear sonidos que los motivara a quitarse la cegera!

    Y en la ciudad más que nada, existian muchos foros donde ellos podían expresarse y las radios los ponían sin rubor alguno, sin embargo... todo eso fue censurado, no tv, no radio, no disqueras, no foros,:( el rock por 5 años se convirtió en clandestino! y pocos podían disfrutar de ello y ¿Qué pasó?

    Pues surgió la idea de hacer un festival, ciertamente nunca pensaron que iba a tener un gran impacto, después de llevarse acabo, le hicieron mala fama: Drogas, orgías, muertes, rebeldía... hasta que el rock quedó sepultado, abandonado, tan muerto que... a mi forma de pensar, repercute un poco en el "rock" que hoy en día miles de personas tenemos como "influencia". Y realmente escuchando a Toncho Pilatos, Tinta Blanca, La Revolución de Emiliano Zapata, entre otras bandas, da muucha tristeza que grandes músicos no tuvieran totalmente el aplauso que merecían.

    Y es interesante continuar rascando esa verdad de que Avándaro fue la exposición, por decirlo, de que había talento y de la gente necesitaba el rock en sus venas: esa manifestación libre de simplemente ser apasionado. Y que, hoy yo como persona que ama la música pueda admirarsee lo que hicieron y sentir ese "delirio-magnífico" solamente escuchando...

    "Sus raíces tienen siglos, diferentes signos, diferentes banderas, una misma meta, el agua y la tierra revuelta, es... tu última danza."

    Queeeeeeeee vivaaa el rock y que vivaaaaaaaaaaas tuuuuuuuuuuu! mua!

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  3. jajaja, a mi pueblo estás invitado cuando quieras, faltaría mas! aparcar el rencor, pardiez! que además, seguro lo pasaste en grande por tierras onubenses hace una semana, no seas acaparador :D

    Como ya te dije hace unos días, gracias a ti he vuelto a recuperar la afición por estos viejos defenestrados que a mi parecer deberían haberse comido a muchos foráneos de entonces.
    Es mi chica la que me ha ido cultivando un poco en los sonidos mexicanos de antaño. Como puedes ver debajo de tu comentario, es toda una experta en este tema y en música en general, que voy a decir yo de ella, si para mi vale un potosí, jeje.

    Un poco con lo que trato de decir siempre, coincido plenamente en resaltar la paradoja de que a través de la música de otras décadas, llegamos a apreciar muchas de las cosas que tenemos ahora y como volvemos la vista atrás con gusto, porque de alguna manera nada de lo que ofrecían estas bandas envejece mal, sino mas bien al contrario. Harina de otro costal, es el rollo de que hay mucha gente que se cierra en banda y desprecia todo lo que se ha hecho de los 90's en adelante, aunque eso pasa también con el cine. Yo creo que no se debe dar la espalda a nada y que en todo género y tiempo se han hecho maravillas.

    Un abrazo y a ver si te sigue convenciendo lo que me queda por poner de este palo :P

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  4. Que bien explicado, cielo! a ver si soy capaz de transmitir bien esta circunstancia que desgraciadamente tuvieron en común tu país y el mío en esos años, porque como comentábamos ayer, me gustaría hacerlo extensible desde el escaso conocimiento que tengo en el próximo post en referencia a lo que pasó aquí y como evolucionó el rock desde ese traumático punto de partida.

    No sabes cuanto te agradezco este comentario tan detallado, pues me parece fundamental para explicar con exactitud lo que he querido decir torpemente en parte de la entrada. Le faltaba una opinión experta y razonada y lo has bordado. Tan necesario es leer este comentario que has hecho, como la entrada, o mejor dicho ¡más! :D

    Es una pena que estas bandas no consiguieran un éxito masivo, en parte por esa misma censura. No quedan músicos así de comprometidos o cuanto menos no quedan de los que tocaban por pura pasión. El cabrito de Díaz Ordaz, lo tenía bien para inventar falacias con esa coartada de asociar las drogas, el sexo y cualquier punto mácabro a esta parte de la juventud mexicana, como aquí Franco oprimía a los artistas ajenos al régimen. Curisomente, en tus tierras veo que hubo un movimiento más atrevido, o al menos no tan capado, porque aquí fueron bastantes los que lucharon contra la utopía de que se podía ser libre jugando mucho con el doble sentido y siendo más inteligentes que sus detractores, pero no tantos como allí, desde luego. Quizás se veía más eso dentro de la canción protesta que llevaban a cabo los cantautores, en vez de en el rock. Veo Avánadaro como una respuesta a Woodstock, algo muy loable y valiente, aquí no tengo claro si hubo algo similar, tras la búsqueda que hice ayer. No sé porque me sonaba que si, pero ahora lo dudo. Al menos, yo diría que estando vivo el dictador, no se creó ningún evento de esa magnitud libertaria.

    Maravilloso ese último párrafo que has escrito, esa frase que veo entre comillas y que espero me digas de donde sale, entonces.

    Mil gracias de nuevo por este escrito, preciosa.
    A sus pies, alteza!

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