viernes, 8 de noviembre de 2013

SBTRKT

SBTRKT (2011)

Creo que la confirmación de que un disco es bueno o al menos ha despertado cada uno de tus sentidos, es cuando se queda parte de su contenido en tu cabeza la noche que corresponde al día que lo has escuchado por primera vez, en ese momento en el que se te van cerrando los ojos estirado en la cama y dispuesto a conciliar el sueño te vienen las notas de algunas de sus canciones en vez de imágenes de ovejas que saltan vallas de madera para que duermas a pierna suelta. Esa es parte de la magia que tiene muchas veces la música, que es capaz de sorprenderte convirtiéndose en algo adictivo incluso cuando en un principio pensabas que no iba a significar nada para tu conciencia. Con este proyecto novel, liderado por un dúo natural de Londres (Inglaterra), me pasó precisamente eso. Me pasó un vídeo de su primer single mi chica y me gustó dejándome dudas de como sería el disco entero. Ya esa misma velada al acostarme, tenía esa canción reproduciéndose en mi mente sin cesar y al día siguiente cuando conseguí el álbum completo se repitió la jugada pero esta vez con un buen puñado de temas, y eso que inicialmente encontré el disco algo extraño y demasiado gélido. Ahora con la perspectiva que produce el paso del tiempo, considero este trabajo como una obra redonda dentro de la electrónica accesible, esa que tiene mil y una denominaciones estúpidas que la crítica profesional se saca de la manga, pero que al fin y al cabo sirven para diferenciar o más bien concretar. Según los plumillas, Sbtrkt (que según dicen se debe pronunciar Subtract), hacen post-dubstep y future garage con reminiscencias del house de Chicago (Illinois), vaya a saber usted que significa eso, el caso es que lo que importa es que hacen algo muy personal con pocos referentes y que recuerda a algunas cosas en esencia pero no en desarrollo. Los británicos firmaron un ejercicio de eclecticismo a base de buenas melodías y capas de oscuridad cristalina, bebiendo del indie-pop y los sonidos digitales.

Unos cuantos sintetizadores, una mesa de mezclas, batería acústicas y electrónicas, samples lanzados al aire, loops, melodías de tinte soul, r&b y una seductora melancolía, ensalzan este debut, junto a alguna que otra oportuna colaboración, y es que Aaron Jerome, artista principal del proyecto que en muchos lugares se tilda como aventura en solitario, pero que en vivo cuenta con la estrecha ayuda de Shampa pasando a ser un concepto compartido en toda la extensión de la palabra, puesto que ambos aportan su granito de arena, tiene un currículum vitae intachable como dj que comenzó a labrar como residente en el ilustre club londinense Plastic People, y le abrió la puerta como afamado remezclador, abordando piezas de gente como M.I.A., Radiohead, Modeselektor, Mark Ronson, Goldie, These New Puritans, Underworld o Bassement Jaxx, erigiéndose como una eminencia de dicha rama en su país de origen. Todas esas participaciones le animaron a concebir algo propio e iniciar una carrera musical que se ha traducido en una buena cantidad de sencillos, un Ep y esta obra sin fisuras que quiero presentaros hoy a los que no la conozcáis ya.

Ataviados con imponentes máscaras de aspecto tribal en su comparecencias ante los medios y en sus directos, estos chicos, explican que ese anónimato se debe a la intención de que se aprecie su propuesta por encima de la imagen y la hoja de servicios de cada uno. Mostrando su interés en extraer el talento directamente del corazón, profundizan en raíces melancólicas para efectuar un tratado conciso y opaco que hace ardua la tarea de identificar o asociar con otra banda. Tal vez podamos encontrar semejanzas en momentos puntuales con Tv On The Radio, Disclossure, Magnetic Man, The XX y Frank Ocean, pero esto es solo mera percepción mía, tal vez no haya nada de ninguno de estos nombres en el minutaje de esta ópera prima de título homónimo. En cualquier caso este es un disco de bella factura y tampoco importa que tenga momentos de bajón, porque enseguida remontan y no acusa el hecho de haber encontrado su identidad sin inspirarse en algo concreto.

Sutileza, nostalgia, aflicción, seducción y elegancia reinan en canciones como "Heatwave", instrumental en la que van haciendo acto de presencia múltiples cachivaches y un ligero coro que acompaña manso el progresivo ritmo, "Hold on", hipnótico corte en el que se estrena la voz del dotado Shampa, poseedor de un magnífico registro que destila diversos tonos surgidos de estilos atribuidos a la raza negra, y que fue escogido como cuarto y último single extraído del álbum, "Wildfire", que en su caso fue el segundo, contando con la brillante participación del trío sueco Little Dragon, que inevitablemente llevan la cosa a su terreno, pues incluso se podría decir que pasaría por uno más de sus sugerentes y sensuales pildorazos incluidos en su obra, una de las piezas estrella del lote, como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta el potencial de Yukimi Nagano, "Sanctuary", amalgama de ruiditos y elementos en constante compás con la presencia de la popular cantante Jessica Ware en un enorme duelo masculino-femenino en el que ella se encarga de endulzar con un despliegue vocal la enfadada estrofa final, "Trails of the past", mi preferida, la mejor, y la que debe ser buque insignia de este propósito auditivo, una genialidad que se eleva a medida que avanza, a mi juicio una de las mejores evocaciones de los últimos años, todo en ella es pegadizo y una vez que la degustamos no es imposible huir de su fascinante aroma a superación, ya que su letra habla de modo metafórico pero directo al fin y al cabo, sobre encontrar un lugar en el mundo, una razón existencial para unos mismo y subsidiaria con el entorno, "Right thing to do", sobria y sombría exposición de sentimientos donde Jessica Ware se luce (esta vez a lo grande), "Something goes to right", que lame las heridas del dub con una armonía implícitamente soul en un cruce de caminos donde las direcciones señalan las lápidas de Marvin Gaye, Sam Cooke y Otis Redding, con un filtro moderno que hace imaginar como percibiríamos a estos tres grandes en la actualidad, "Pharoahs", la más bailable, como si Björk o Blue Foundation, se lanzaran de cabeza al vacío de las pistas de baile sin rubor ni experimentos, un rompepistas de carácter animado que mejora con la pericia de su paisana Roses Gabor, promesa que pronto se convertirá en realidad dentro del devenir del downtempo y el pop alternativo de las islas británicas, "Never never", quizá la más accesible del repertorio, rozando las coordenadas del hip-hop de Drake (el cual ha remezclado para ellos), y "Go bang", que clausura con espaciosas atmósferas y percusiones africanas un disco muy recomendable si estáis dispuestos a alejar las orejas de las guitarras por unos instantes.

2 comentarios:

  1. Ya ves que tengo mala memoria, jaja pero lo bueno que tú eres mi memoria!! ¿Qué haría yo sin ti? Al principio que escuchamos esa canción, estaba dudosa de qué tal sería todo el conjunto de canciones y vaya que si, amor mío, es un buen disco, no es muy fácil quizá en la primera escucha, pero va ganando con el tiempo y... muy de acuerdo contigo sobre "trials of the past" :)... me da gusto haber escuchado contigo este tema y que te agradara. Besos mágicos, lindo. I love you!!!!!!

    Por cierto, publiqué este comentario dos veces, porque el primero desapareció. Pero, creo saber la causa: No tenía iniciada la sesión en blogger y al momento de iniciarla por aquí, me hizo ver que publicó el comentario, pero al verificar, no lo ha puesto, pero así sirvió para agregarle un poco más y no quedara tan priscueto jaja :) mua!

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  2. Tu memoria es excelente, jamás me cansaré de decirlo, igual que es sublime tu oído (muy finito para según que, muy a mi pesar, jaja) y sin mi serías igual de adorable que conmigo, solo que yo sería simple polvo, porque respiro por ti mi angelito :)

    Después de estos merecidos cumplidos, decir que este es un disco quizá poco accesible, reiterativo a ratos, pero con dos o tres temas que iluminan el disco en su conjunto.
    "Trials of the past" tiene mucho poder de seducción, la encuentro incluso afordisíaca, la imagino de fondo a unos cuatos 'uh ju juis' tuyos, y vive Dios que será así.

    Cuando he abierto el blog, he visto los dos comentarios, tal vez el primero se publicó más tarde por problema técnicos. Lo he borrado porque decías lo mismo que aquí pero más resumido.
    Besitos tiernos mi dulzura y gracias por comentar en esta entrada, que la pobre es la menos visitada de la renqueante historia de esta humilde bitácora :P

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