martes, 11 de febrero de 2014

SLAM DUNK

THE SHIVERS (2011)

Se acerca el fin de semana de las estrellas que es como se conoce en lengua hispana al 'All Star Weekend', el evento más popular de la mejor liga de baloncesto del mundo (la NBA), y uno de los mayores atractivos de ese acontecimiento que se celebrará en New Orleans (Louisiana) será una vez más el 'Slam Dunk', traducido aquí como 'concurso de mates', por lo tanto me viene al pelo el haber descubierto la propuesta de estos canadienses de Victoria (British Columbia) la semana pasada para, manteniendo frescas las sensaciones del hallazgo, compartirlo por estos lares. Tranquilos que no voy a dar una de mis habituales chapas sobre el trepidante deporte de la canasta, solo voy a usar como pretexto el hecho de que este cuarteto de carpetovetónicos utiliza el nombre de ese espectacular duelo de saltarines (venido a menos en el último lustro, todo sea dicho) para su proyecto musical, y aunque podría haber esperado a tener más rodados sus discos, lo cierto es que veo bien hacerlo en este momento debido a que varios de los que entráis habitualmente a leer sobro lo que pongo, me dijisteis que os había gustado cuando publiqué un tema suyo en la red social del logotipo de letra blanca sobre fondo azul. Aprovechando la coyuntura del momento voy a contar un poco de la historia de este grupo del que tuve conocimiento de su existencia a raíz de un cuestionario que se le hacía a Doug Martsch (líder de Built To Spill) sobre los cinco discos que cambiaron su vida, en las páginas de un viejo número de Mondosonoro que leí hace poco tras rebuscar en un baúl donde guardo publicaciones ya degustadas de revistas varias.

No es mucha la información que se puede encontrar en la red sobre ellos, pero suficiente como para que dé de si para un trocito de esta entrada. Tres hombres y una mujer que se declaran tan devotos de la literatura de Jean-Jacques Rousseau como de las películas que protagonizaba Doug McClure, y que mezclan sorna con seriedad al declarar que musicalmente sus influencias son Aqua (aquel grupo danés que destacó en el Eurodance de finales de los 90's con su hit "Barbie girl") y Jim O'Rourke (célebre músico y productor estadounidense asociado a la escena experimental de Chicago (Illinois) y que amén de contar con una brillante carrera en solitario, formó parte de Sonic Youth y Gastr Del Sol). Un cuarteto que se toma todo a guasa con unas letras y una sonoridad festivas, que parten de la música de raíz americana distorsionando todo a su paso con furia rockera y actitud punk. Estos días he dado buena cuenta de sus dos únicos trabajos de estudio, el más reciente 'Welcome to Miami' y este flamante debut titulado 'The shivers', que es el que he elegido para la ocasión, porque sin desmerecer para nada la exaltación que produce la escucha del segundo, me parece un poco más inspirado y accesible.

Es un álbum brutalmente monolítico, tan físico que puede parecer descerebrado, pero en realidad es completamente sensacional, deja el pulso acelerado y lleno de endorfinas. Contagia vida, alegría, jovialidad, pasa en un suspiro. Huyendo de cualquier convencionalismo sonoro, pueden recordar a una suerte de Modest Mouse ebrios y exaltados o a unos The Rural Alberta Advantage con más nervio de lo habitual, y al segundo dejar esa sensación en agua de borrajas para acercarse al universo garagero de The Sonics o emparentarse con el despiporre cavernícola de los australianos Black Lips. Un auténtico viaje a la alteración de los sentidos con breves espacios para la cordura. No sorprende que el líder de la banda de Boise (Ohio), les cité como un grupo imprescindible si se quiere conocer algo espontáneo que atrape al instante, de hecho él quedó prendado de ellos en un directo que ofrecieron en la ciudad natal de Slam Dunk, con estos díscolos individuos ejerciendo de abrelatas.El afable Douglas comentaba en aquel ejemplar de la conocida revista gratuita de tirada nacional, que desde que les oyó por primera vez con motivo de la ocasión, se levanta cada día con una canción suya en la cabeza, y que al principio le gustaban por sus extrañas baterías punk y todas esas voces a gritos, pero que después de infinidad de escuchas, encontró muchos caminos distintos y diferentes matices en su mensaje, esenciales para empatizar con su ideario (sic). Y esa es la clave de estas diez canciones, que crecen con el tiempo.

Por eso os animo a disfrutar de esta aventura a todo los que no lo habéis hecho ya. Os sorprenderá por lo difícil que es de encasillar en un solo estilo y por la facilidad que tiene para contagiar su energía a través de piezas tan salvajes como "Only fun", que se abre con un chirrido de retroalimentación y un solo acorde de guitarra, función que se prologan durante tan solo trece segundos, como un aviso en forma de receso que anuncia que a continuación todo el infierno se va a desatar, en un brote ruidoso demoníaco, con un desgarrado lagrimeo de garganta que hiela la sangre de otros diez, mientras y con un pisotón garage-punk., los dos minutos restantes son una mezcla de adrenalina expuesta a gritos alegremente descuidados, solos de guitarra feroces y ganchos al mentón, "Bleacher lovin", con un ritmo cabaretero que puede traer a la memoria a los oscuros The Denver Gentlemen pero con una marcha mayor, y un registro vocal menos denso, rozando el bluegrass en espiritu, "Slowdance", trallazo rockero, agresivo desde su inicio para llevar la contraria a su título, con unos versos afilados y un estribillo tan básico como pegadizo, "Feral child", con ese deje sixtie tan afín al legado de los grandes héroes del sonido Detroit, "Bearcub", un corte que se alarga hasta pasados los cinco minutos y medio, rompiendo la tónica general de excederse en el desarrollo y que supone una deliciosa incursión en el indie-pop melódico, cargado de densas armonías vocales y un conmovedor texto sombrío, que sin embargo desemboca en su su desenlace en una muestra más de desenfreno adolescente desbocado más próximo a la banda sonora de la añorada serie infantil 'Fraggel rock' que de cualquier otro referente moderno, "Viva slam dunkus", hipervitaminada pista de altos vuelos y que abraza la aterradora ferocidad de los holandeses The Beavers, "Ratcatcher", mi favorita del lote, una tonada suave que empapa sus voces en twee-pop y el tintineo del piano en una reverberación cavernosa que nos lleva a imaginar una escena de película del Oeste, y es que excursiones estilísticas como esta hacen que su material optimista parezca ardiente y demostrativo de que hay un lado sutil dentro de la misma cara anárquica del grupo, "The beach", que incita a formar parte de un pogo desmadrado, "Do the slam dunk", con un comienzo post-punk que guarda conexiones con Joy Division y The Gun Club a partes iguales pero que posiblemente sea más acorde al imaginario del gran Jello Biafra y sus célebres Dead Kennedys, y "The shivers", cierre extraño y divertido a un trabajo original e inimitable que podéis escuchar integro, al igual que el resto de su discografía, en el enlace a su bandcamp que pondré a la finalización de estas líneas.

Convertidos en la actualidad en quinteto con la incorporación de un miembro mas que ya ha aportado su granito de arena en el nuevo disco, Slam Dunk son Kain Bryson, Caitlin Gallupe, Duncan MacConnell, Jordan Minkoff y Luke Postl. La hermana de este último, Emma Postl y Georgia Love, colaboran en 'Welcome to Miami' aportando saxo y trompeta, y voz, respectivamente.

http://slamdunk.bandcamp.com/

2 comentarios:

  1. Pasa el tiempo. Pasa el tiempo y vuelvo de nuevo a este monumental blog para seguir comprobando la altisima calidad de su contenido, con un digno y largo desarrollo en cada articulo, como pidiendote que entres en los discos que comentas. Ahora, me toca probar a estos pollos

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  2. Hombre tocayo! cuanto tiempo tio, que bien verte por aquí.
    El tuyo si que tiene calidad, que aunque no comento porque soy un manta y un desgraciao, lo voy siguiendo desde las actualizaciones de blogs que sigo. Menudo nivel, vas a entrada diaria! y además todo lo que pones me gusta, con muchas cosas que me pillan de nuevas.
    Pues si, échale una oreja a estos Slam Dunk, que están geniales, sus dos discos son de esos que no dan tregua, además el otro día me comuniqué con ellos con mi inglés alpargatero vía 'caralibro' y tuvieron el detalle con contestarme en castellano, más majos que las pesetas.
    Ya me contarás que te han parecido.
    Un abrazo!

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