domingo, 18 de enero de 2015

BIG BIG LOVE + THE RISIN' SUN - LUNARIO DEL AUDITORIO NACIONAL (MEXICO D.F.) 16/01/15

BIG BIG LOVE (2012)

Monumental, no tengo palabras, de verdad, que pedazo de concierto dieron anoche los mexicanos Big Big Love en el coqueto Lunario de la capital azteca, no os podéis imaginar lo contento que salí de allí, tanto como un niño con zapatos nuevos, y es que creo que estando en plena resaca del éxtasis vivido ayer, puedo decir abiertamente que tengo nuevos ídolos musicales, es más, me aventuro a afirmar que soy fan absoluto de esta banda desde ya, y que recomendaré ver su directo hasta la saciedad sin tener remordimiento de conciencia por ser una apuesta segura. De pequeño tuve esa sensación de devoción por figuras que supe que probablemente nunca vería de cerca, tales como el dúo de actores Bud Spencer y Terence Hill o los baloncestistas 'Magic' Johnson y Drazen Petrovic (aunque a éste si le ví e incluso pude darle la mano), y ya de mayor, adoré a Matt Groening por crear 'Los Simpsons' y a Robert De Niro y Clint Eastwood por su aura y por hacerme pasar tan buenos ratos a través de la pantalla del cine o la de mi televisor, pero nunca, ni de crío ni de mayor, sentí eso con un músico o una banda musical, quizá porque el forofismo asociado a esta afición, nunca lo sentí sano, a pesar de que suene extraño que lo diga. Por muchos grupos he sentido admiración, ya sabéis por ejemplo que cada dos por tres aprovecho para poner por la nubes a The Shins, Sunny Day Real Estate, Sixteen Horsepower, Arcade Fire, Broken Social Scene o The Decemberists, sin ir más lejos, pero siempre soy reacio a usar el término anglosajón de fanático para referirme a mi sentimiento hacía ellos, sin embargo, eso se acabó, porque a partir de ahora, cada vez que cite a esta formación chilanga, que si no recuerdo mal por lo que leí son de la delegación Magdalena Contreras, cambiaré el chip y usaré sin rubor dicha muletilla. Os explico porque, pero vamos por partes.

Hace unos días llegué a esta imponente pero acogedora urbe norteamericana, en la que reside mi chica y una de las primeras cosas que hice fue, una vez instalado, mirar la agenda de conciertos  para ver si encontraba algo interesante, como hice en mi anterior visita con Grizzly Bear. No había una oferta muy estimulante, mas allá de Conor Oberst a finales de mes, Klaxons el próximo lunes, Little Jesus a mediados de Febrero y Dinosaur Jr. para una fecha que ya me queda bastante lejos, así que busqué un enlace alternativo al de mi primera búsqueda con la esperanza de que pudiera hallar algo de mi agrado en la letra pequeña, y para mi regocijo observé de refilón que por la noche de ese mismo día se había programado un evento bajo el original nombre de 'Con-cierta independencia', con la presencia de dos bandas locales, y una de ellas la tenía en buena consideración (Big Big Love), de modo que le propuse a mi socia ir a ver que se cocía por ahí. Gran decisión.

Cogimos metro y taxi porque aquí todo queda donde Cristo perdió la zapatilla, y llegamos a la céntrica zona de Reforma, donde un aluvión de gente aguardaba para entrar en el Auditorio Nacional y ver a La Arrolladora Banda Limón (no es un adjetivo lo que puse delante, es que se llaman así completamente), pero tras sortear al personal y preguntar a una agente de policía, encontramos pronto el lugar, compramos la entrada en taquilla a un asequible precio, y esperamos conversando unos minutos en la calle, amparados por el buen clima e impactados (al menos yo) por la belleza de un restaurante que estaba enfrente y una gigantesca bandera nacional ondeando en lo alto.

En un santiamén entramos dentro, aún con cuatro gatos recién llegados y me cautivó la sala al instante, de dimensiones no muy espaciosas pero muy elegante, además de contar con una amplia barra y un suelo ascendente en cuanto a superficie escalonada, lo cual permite que si estás atrás del todo, muy posiblemente obtengas una buena visibilidad, aunque tampoco pude comprobarlo, porque al ser madrugadores, nos aposentamos en primera fila a escasos centímetros del escenario apoyados en una valla separatoria. Me dio la corazonada instantánea de que iba a ser una gran noche y que el sonido del local iba a ser de notable alto, tal vez porque unos días antes, en el aeropuerto conocí a un artista llamado Carlos Izaga (barcelonés, afincado aquí y músico fijo de Miguel Bosé, aparte de contar con una buena carrera en solitario y ser un tipo encantador) y me comentó que el Auditorio de esta ciudad dispone de la mejor acústica del mundo, y por consiguiente su sala anexa debía recoger el testigo, en mi opinión, y así fue. Sonó todo a las mil maravillas, y verificamos nuestra premonición con la primera nota de The Risin' Sun, encargados de abrir fuego.

Un trío todo actitud, pura presencia setentera, con carisma, empaque, fuerza y honestidad, justo lo mínimo que se debe pedir a un combo de estas características, pero es que encima eran agradables y se entregaron a la causa, alabando la buena conexión con los asistentes, a la organización y al grupo con el que compartían cartel de los que por lo que comentaron, consideraban amigos. Ni un pero a su actuación, todo fue sobre ruedas, compaginando ruidismo rockero, con enérgica psicodelia, revival progresivo, garage añejo y reivindicación de la época del ácido lisérgico, de aquellos tiempos en los que México latía en la discreción al son del movimiento Avandaro, al que dediqué en su día una serie de posts, con Toncho Pilatos, Spiders y La Revolución De Emiliano Zapata como protagonistas, pero también con la influencia latente de gente del pasado como MC5, Grand Funk Railroad, Jimi Hendrix, Led Zeppelin, The Yardirds, los primeros The Black Crowes, The Animals o la Creedence Clearwater Revival. Bajo, batería y guitarra, en perfecta armonía, alternando voces, con especial mención a su frontman, de estética impecable y canalizador de una pasión incomparable, lástima que a veces su desgarrada voz quedara tapada por la crudeza de la distorsión usada por el bajista, que por otro lado me pareció el punto fuerte de su directo.

Interpretaron casi íntegro su primer y único álbum editado hasta el momento, 'It's all about you in think' (producido por el ilustre Gordon Raphael, conocido por sus trabajos con The Strokes y Regina Spektor), mezcla de todo lo comentado antes, pero con tintes de soul, r'n'b y un poquito de blues. Un coctel sabroso en el que destacaron sobremanera la potencial "It's all about you", la trotona "Melting walls", la animada y deliciosamente sureña "Live that way", la espectral "I love you", la hipnótica "Bullets", la sugerente "Cow horned woman", "She want away", donde planeó la sombra de los hermanos Robinson pero también la del lado más clásico de Blind Melon, "Jam", que brilló por su magna base rítmica, cerrando con una fiel versión del "Ramblin' rose" de los antes mencionados MC5 (por algo el mismísimo Wayne Kramer les apadrina), cantada en idéntico falsete por el batería, un tipo gracioso que en diversas ocasiones se dirigió al respetable diciendo 'que bonitas caras'. Genio y figura. Y por la puerta grande se marcharon tras un bis exigido, Dessentis, Jerry Capone y Alexx Webber, saboreando unas chelas con las que les habían obsequiado un par de gentiles téstigos de tan grato recital. En resumidas cuentas, excelente show el de estos muchachos cuya música no tiene nada que envidiar a la de cualquier banda estadounidense que se ha subido al carro de la retrospectiva rockera en los últimos tiempos.

Y bueno, tras la descarga de adrenalina, el plato fuerte estaba por llegar, y es que yo pensé que disfrutaría, pero no tanto, es más, me habría quedado saciado con el buen hacer de The Risin' Sun y un bolo correcto de Big Big Love, porque estaba satisfecho al finalizar los primeros, pero sarna con gusto no pica y el regalo en forma de entrega que nos brindaron los segundos no se me olvidará jamás. Fue uno de esos derroches de júbilo sobre las tablas, que por mucho que te esperes te sorprenden, que te llevan a ser partícipe, más bien a sentirte parte implicada de ello solo por ser mero espectador, y a permanecer observando sin que tus pies estén quietos y tus labios no dejen de dibujar una sonrisa en ningún momento. Con la maquinaria engrasada de principio a fin, in crescendo, de la calma a la fiesta y de ahí al desmadre, el trío reconvertido para la ocasión en cuarteto y agrandándose sobre el escenario hasta llegar por momentos a la cifra de diez miembros,  demostró que lo suyo fue un triunfo en toda regla tanto para los que conocían su exposición en vivo como para los que no. Se hicieron un poquito de rogar, eso si, y tuve que lidiar un poco con una rezagada que quería un hueco imaginario justo en el milimétrico espacio que había entre otro individuo y yo, al tiempo que flipé un poco viendo que los 'pipas' decoraban los atriles del teclado y los amplificadores con sendas banderas de Euskadi, Israel y Australia (¿¡!?), aunque supongo que tendrá algún significado para ellos, o a lo mejor son lugares significativos para ellos, quien sabe (el vocalista llevaba una camiseta de Turquía, también). Con ese entretenimiento simplón, fueron pasando los minutos hasta que por fin aparecieron los hermanos Patricio y Santiago Mijares, junto a Marco Carrión, componentes de pleno derecho, aunque acompañados de un buen batería, y más tarde de un trío de coristas (que sentimiento le ponían! no habría sido lo mismo sin ellos, especialmente sin el que ocupaba el lugar central, todo un personaje), un flautista, un saxofonista y un trompetista, más el apoyo puntual de Joaquín García, un buen cantante que cuenta con un interesante disco en el mercado bajo su propio nombre.
                                                                                                                                                                 
La parroquia los recibió en loor de multitudes, especialmente las féminas que por un momento, debido al griterío desenfrenado, me hicieron pensar que eran una banda indie para adolescentes desatadas, pero nada mas lejos de la realidad. Enseguida reconocí la primera pieza que tocaron, puesto que le había dado varias escuchas a su Ep homónimo a través de su bandcamp, pero noté que ganaba en formato directo. Sonido sin fisuras, buena puesta en escena y enseguida se llenó su campo de acción para interpretar la segunda pieza y el ambiente se caldeó al instante. Fueron cayendo una tras otra las pistas de su ópera prima y aquello cada vez aumentaba en euforia. Me agencié la hoja de la play-list por cortesía de un buen chaval que tenía dos copias y le regaló una a mi bella acompañante, y según leo, comenzaron con un tema desconocido para mi, que tal vez pertenezca a un nuevo plástico en construcción, con lo que rectifico lo dicho hace un instante, pero vaya, el caso es que me sonaba mucho ese convincente "Hirst", con el que inauguraron la faena. La cuestión es que desde el principio se creó una atmósfera más allá de lo que sugiere su propuesta.

Muchos hablan de ellos citando a Foals y The Rapture como sus principales referentes, de hecho, puede ser razonable si tenemos en cuenta que presumiblemente su nombre proviene del título de una canción de los de Oxford (Inglaterra), pero yo personalmente les veo muchísimo más cercanos a bandas como Yeasayer, Local Natives, Grouplove, Naked & Famous, Cymbals Eat Guitars y las bandas del colectivo Art & Crafts (apuesto a que si Kevin Drew llega a poner sus ojos en ellos, los adorará tanto o más de lo que adoró en su día a sus compatriotas de Chikita Violenta), como también a los grupos más granados del emocore de los 90's, aunque cuando se atreven con una versión eligen cortes a priori ajenos a su filtro novedoso, como el "This charming man" de The Smiths, por ejemplo.

Tuvo su punto álgido con "Tender man", una rola de las que producen un efecto sanador, que tiene cierto sabor tropical y que cambia de rumbo constantemente, una proeza compositiva que cubre cualquier hueco para la tregua de épica coral, pero cuando parecía que ese segundo artefacto conectado a la corriente iba a quedar como punta de lanza difícil de superar, llegó "Graveyard", ritmo enredado en un bajo grave y un registro vocal inclasificable, o mejor dicho, complicado de encasillar en un estilo, unas guitarras que encandilarían a Dan Hoerner si se dignara a salir de su granja y volver a mimar el mástil (me tenéis contento SDRE), y una electricidad global muy magnética, para dar paso a "Family man", uno de sus buques insignia, editado como single y que seduce desde la intimidad y el deje oscurantista, finiquitado con un brote de locura, "Pellinore". que si no estoy en un error, era el nombre de un tema inédito que tuvieron el detalle de presentar en sociedad.

Se nota un ligero progreso hacía un loable misticismo en esa nueva composición, agradó a los presentes, creo yo, luego vino "Blood", el más optimista de su repertorio, un caramelo que encajaría en el discurso de The Dodos, ya con todos los que asistimos al concierto en plena efervescencia tocando palmas y gritando con ellos su estribillo, un par de joyas que no reconocí, pero que si no abreviaron a la hora de anotarlas en la play-list, se llamaban "Eva" y "Euridice", una estupenda relectura del "Everybody's got something to hide except for me and my monkey" de The Beatles, que interpretaron a la perfección con jovialidad y estela, una maravilla que nos enamoró todavía más de su labor, y un idílico cierre que merece mención aparte por que resume lo vivido.

"Inmortality", como inmortal será el recuerdo de un servidor de esta fantástica formación, porque esta clausura fue única respecto a otros conciertos que he presenciado, algunos de ellos reseñados aquí, que viví con fervor, como el de Sufjan Stevens en el Primavera Sound de hace cuatro o cinco años, o el de Megafaun en Apolo, o tantos otros que me parecieron enormes pero que han quedado eclipsados por una cosa tan sencilla como la espontaneidad y la diversión de una pandilla de muchachos que contagian su personalidad, que se nota que se llevan bien y disfrutan con lo que hacen, con humildad, sin estridencias, solo dejándose llevar.

Quedó reflejado esto que digo, en la mirada de un niño, que estuvo cantando las canciones al dedillo en una esquina (tal vez era familiar de alguno de ellos), y que acabó en las primeras filas, subido a hombros y comiendo protagonismo a los héroes de la noche. Se le veía disfrutar tanto de la música, que estoy seguro que las notas recorrían sus venas, y si esto puede llegar a conseguir tal emoción en una persona es que es algo grande, muy grande. Nadie quería que terminara y menos cuando el escenario se llenó de amigos y comenzaron a hacer el gamberro, destrozar todo, lanzar confetti y sin embargo no perder el hilo. Glorioso.

Y así se fundió todo, y quedó la sensación a perpetuidad, un placentero seísmo sonoro. Al terminar fuimos a comprar material de ellos en un pequeño stand que habían montado en el interior de Lunario, en la planta baja, pero no vendían su Ep, así que me pillé una camiseta bien chula, que por desgracia me queda más justa de lo que le quedaba la del Flamengo a Ronaldo Nazario en su declive futbolístico. Salimos de allí sonrientes, y comentando que debe ser muy agradable ser amigo de esta gente, porque la presunción que nos quedó al ver esa juerga improvisada fue que nada hay en esta vida que se pueda gozar sin la compañía de la gente que aprecias, y ellos tienen un amplio entorno alrededor que parece centrado en el disfrute y la camaradería. Quizás no sea la mejor banda del planeta, pude que para muchos tampoco sea la mejor de este país en el que me encuentro, pero eso no importa, durante la hora y media que les presencié no había duda de que podían serlo. Larga vida a Big Big Love, viva México y por favor, que alguien ponga a esta cuadrilla en el lugar que les corresponde.


https://soundcloud.com/the-risin-sun

http://bigbiglove.bandcamp.com/album/big-big-love

4 comentarios:

  1. Veo que tus aventuras por tierras aztecas cumplen sobradamente los deseos mejestáticos navideños, que mejor regalo no? Suena enormes estos BIG BIG LOVE y no precisamente por el echo de que no parezcan de su tierra, que ya está bien de localizar la música en el lugar del invento. Mola la idea de no tener que irse como en los 80 a tierras anglosajonas para encontrar trabajos de calidad técnica y artística, la pena es que hay que cavar para encontrar este tipo de sorpresas. Por cierto ¿la ikurriña a que se debe? ¿es algún miembro de origen vasco por curiosidad?
    PD. Disfruta de lo lindo amici!!

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  2. Pues aquí estamos tratando de aprovechar al máximo la estancia haciendo un poquito de todo, ver museos, hacer ruta turística por la ciudad (lo que me faltó de ver en mi anterior visita), mañana lucha libre autóctona, conciertos, que por cierto hoy he pillao entradas gratis para Dinosaur Jr y Hawaian Gremlins ( banda local y te recomiendo encarecidamente), incursiones culinarias y mucho baloncesto, de hecho más de lo que creía que iba a ver en un principio pero resulta qué es la liga de aquí tiene cierto nivel y es muy barata en cuanto al precio de las localidades.

    Me alegra mucho que te haya gustado Big Big Love. Es una banda sensacional y con mucho futuro por delante puesto que sus componentes tan sólo tienen 17, 18 y 23 años. Yo creo qué sería un buen grupo para formar parte del cartel del Primavera Sound, si los jerifaltes del festival apostarán como hacían antaño por formaciones de este calibre, es decir de puntos geográficos exóticos o mas bien menos populares, pero me parece que aquí no ha pasado a mejor vida. En cualquier caso sería bueno verlos por España, donde al parecer dos de sus miembros (los hermanos Mijares), tienen familia.

    Aproveché para preguntar anteayer al manager del grupo, con el que he tenido contacto estos días a través del 'caralibro', sobre lo de la bandera vasca, a colación de tu pregunta, y me comentó eso, que además habían estado hace poco en nuestro país con motivo de una invitación para un acto de los chupópteros de la SGAE.

    En fin que ya iré contando batallitas por aquí o por la cansina red social.
    Un abrazo grande, socio!

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  3. LAAAAAAAAAA MEJOR BANDA MEXICANAAAAAAAAAAAA DEL PLANETAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

    EL MEJOR DIRECTO QUE HE VISTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!

    me gustannnn!! y ME GUSTASSSSSSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    (estoy emocionada) =)

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  4. No puedo estar más de acuerdo y como digo en el post, a mi juicio, la mejor banda de directo del universo :D

    Tú me gustas a mi, ricura, que te como entera! <3

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