martes, 9 de agosto de 2016

PS I LOVE YOU

FOR THOSE WHO STAY (2014)

Antes de emprender la marcha para iniciar las vacaciones veraniegas, me ha venido de gusto escribir una entrada nueva y ante la duda de a que banda dedicarla he llegado a la conclusión de que lo mejor sería hacerlo a la que ha sido la formación que más he escuchado en los días que han transcurrido desde el último post hasta hoy. PS I Love You, han sonado para mis oídos a todo trapo en diversas ocasiones esta última semana. han sido como una pequeña adicción desde que buscando imágenes de no recuerdo que otro grupo, topé con una foto de ellos y leí un breve artículo sobre su música. Me sedujo lo que explicaban a cerca de su sonoridad, rápido fui a su bandcamp a escuchar de primera mano por donde iban los tiros y enseguida conecté con su imaginario, tal vez porque sus obvias influencias me gustan y también porque aún siendo fáciles de ubicar me parecieron bastante genuinos o cuanto menos muy capaces de crear capas que le den un aire fresco y personal a su discurso. Me sorprendió el hecho de que aún llevando en esto más de diez años no sean muy populares al otro lado del charco, pero supongo que son tantas las maravillas que nos llegan de Norteamérica que es imposible que haya espacio para todos. Sin embargo están bajo el amparo de un sello discográfico con solera dentro del mundillo independiente y puede que su suerte cambie de la noche a la mañana porque calidad y atractivo tienen de sobra.

Compañeros en Paper Bag Records de ilustres combos canadienses como Broken Social Scene, The Acorn, The Rural Alberta Advantage, Frog Eyes, Elliott Brood, Magneta Lane, Born Ruffians, The Deadly Snakes, Stars, Uncut o Tokyo Police Club, el dúo de Kingston (Ontario), se ha ido abriendo hueco en su país de orígen con una notable discografía que se compone de tres discos de larga duración, cuatro Ep's y un directo oficial. Moviéndose entre el indie-rock y el noise-pop de alma garagera, el proyecto nació como una aventura en solitario de Paul Saulnier bajo el nombre de Magic Jordan en un claro guiño a sus ídolos baloncestísticos Earvin 'Magic Johnson y Michael Jordan. Originalmente escribía canciones a solas y componía con guitarra, órgano de pedal, y un teclado Casio, pero finalmente hizo una actualización rítmica reclutando al batería Benjamin Nelson para reemplazar con percusión real el irregular rendimiento extraído a una caja de ritmos por la que tenía muy poca confianza. Juntos y ya con la denominación actual de la banda, crearon un sonido que maníaco, atmosférico, brillante, permitiendo que las ondas de melodía fuercen trayectos fulgurantes a través de densas capas de reverberación y ruidos orgánicos.

En este álbum concreto su producto ganó enteros y asimiló mejor su abanico de influencias. El álbum es pura dinamita cacofónica que subvierte en lo tradicional, sin lujos virtuosos en el enfoque noventero de sus guitarras y echando el peso en un doble bombo que ruge como un bofetón embriagador de espectral shoegaze, retroalimentación impulsada y nervioso post-hardcore, para desembocar en un efecto atrapado por los encantos de Sunny Day Real Estate y los The Cure de la época de 'Desintegration'. Dicho esto, para la totalidad de su ambiente textural, elaboraron una losa pop muy bien centrada y la adornaron con una carrocería lo-fi que le da un consejo a los que analizan su mensaje con ojos de maníacos confiteros del pasado, aquellos que tienen a Pixies, Pavement, Weezer y The Jesus And Mary Chain en un altar, porque si bien ese ambiente impregna la mayoría de los procedimientos, incluso cuando ambos músicos tratan de subvertir, su trabajo va más allá del mero cliché. Está claro que planea la sombra de los que se gestaba en aquella década denro del estilo que practican hoy en nuestros días, pero también la voz y las armonías nos llevan a recordar a Arcade Fire, Talking Heads, Wolf Parade y Clap Your Hands Say Yeah!.

'For those who stay', tiene la energía suficiente como para captar nuestra atención durante los treinta y ocho minutos que dura la faena. Nueve canciones trepidantes que al final de su cometido te dejan noqueado y que desde mi humilde punto de vista comienzan a reproducirse por orden de inspiración. Así pues la inicial "In my mind at least", es la más rotunda del álbum. En ella evocan una épica cautivadora cercana al pop maldito de los 80's, manejada por la vinculación entre esa percusión atronadora ejecutada a velocidad terminal y la maraña de guitarras acústicas con gigantescos guantazos de electricidad distorsionada, con Saulnier canalizando con mesura lo que extrae de su interior como si fuera una versión actualizada de Black Francis pisando tierra con firmeza, como si de un predicador de la calle o un animal enjaulado se tratará, un corte que en su melodía puede también traernos a la memoria el delicioso "Sugarcube" de Yo La Tengo en el tratamiento instrumental de su base, o quizás yendo un poco más allá a los impactantes My Vitriol respecto a las formas, luego sigue el ataque despiadado con "Advice", que es como si Band Of Horses, dejaran de sonar pulidos y elegantes dentro de su desbordante heterogeneidad bucólica, y como si estos volvieran a colaborar con J Mascis (tal como han hecho en su último plástico) pero dándole vía libre con las seis cuerdas esta vez, luego un receso con la preciosa "Bad brain day", a la que le dan un sabor folkie emocionante y unas capas sensoriales de un magnetismo sobrecogedor, tanto que se podría decir que esta es la pista más redonda del lote, recuperando la crudeza con el aroma stoner que desprende "Limestone radio", deudora de la cara más accesible de sus paisanos Death From Above 1979, con un estribillo a la vieja usanza, siguiendo con la homónima "For those who stay", la más larga del disco, con ademanes hard-rockeros de tinte progresivo e iluminando con las teclas y esos coros aguerridos, y a continuación un póker de ases para finalizar con honores la obra, formado por la cavernosa "Afraid of the light", perfectamente equilibrada con un pie en el resplandor y otro en la oscuridad, "Friends forever", jovial y desenfadada, más afín a lo que hacen Grouplove que a cualquiera de sus presuntos referentes, pero también inclinada en reverencia inequívocamente a los ritmos y maneras del glam de T-Rex, como lo está "More of the shame" a la destreza ruidista de Dinosaur Jr. un grupo cuyo espíritu resuena a la largo y ancho de estas canciones, y "Hoarders", bestial fusión de elementos en crepitar sonoro. Muy grande.

PS I Love You juega en su denominación con las iniciales de su fundador Paul Saulnier, quien compone el grupo junto a Benjamin Nelson. En el estudio de grabación les acompañaron Tim Bruton (al que podemos encontrar en Diamond Rings, Forest City Lovers y Evening Hymns), Wayne Petti (líder de la recomendable banda de alt-country Cutt The Duke, que habitualmente acompaña a Hayden en los escenarios, y también alma máter de The Hylozoists), y Matt Rogalski.

https://psiloveyouband.bandcamp.com/album/for-those-who-stay-lp

2 comentarios:

  1. Muy buena banda, para como siempre, un excelente articulo. Por casa tengo un cd suyo. Valga esta crítica para recuperarlo y ponerme con este nuevo lanzamiento. Feliz descanso veraniego! Que no deje de sonar jamás la música!

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  2. Jamás querido tocayo, que no deje jamás de sonar! es lo que nos mueve y lo que nos une, esta es una banda a la que me he enganchado mucho, este disco es pura adicción, hay días que me voy a dar un paseo por el monte aquí en el pueblo y me hace compañía. Dale cuarterillo que creo que te encantará. Espero que andes disfrutando de las vacaciones como lo estoy haciendo yo. Un abrazo grande!

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