lunes, 21 de noviembre de 2016

LA HEY

SKULL & COMB (2016)

Siempre me ha resultado fácil escribir sobre la música de este proyecto del toledano Diego Rodríguez y estoy seguro que esta vez no va a ser menos, solo que me va a embriagar a ratos la tristeza porque va a ser el primero de sus discos que posteo a sabiendas de que es posible que esta historia haya llegado a su fin, tal como anunció en las redes sociales el propio artista con el lanzamiento de un recopilatorio que resume lo más significativo de estos dos años de incesante actividad. Sin duda nos ha saciado con su proliferación, dejando a disposición de escucha gratuita en su bandcamp la friolera de nueve álbumes y la compilación mentada unas líneas más arriba que por cierto viene con tema inédito de propina, así que supongo que es un consuelo bueno ante la añoranza. Me propuse al inicio de su trayectoria, la cual me dio a conocer él mismo, que dedicaría una entrada a todo lo que fuera sacando, sin fechas obligadas, simplemente dejando un espacio de tiempo prolongado que me permitiera empaparme a tope del contenido, y en esa idea he dado cabida a tres de ellos hasta el momento ('Vamtcaänp', 'Vojvodina' y 'Ahora después') y hoy toca el cuarto a raíz de esta nostalgia que empieza a avecinarse y por mi intención de rendirle tributo como Dios manda. Había pensado en escribir sobre '14-16', pero tenía tantas ganas de destacar este fabuloso 'Skull & comb', que en esas estamos. sin orden ni coartada, como de costumbre. No obstante tampoco tiene mucho sentido dar preferencia a su más reciente obra si a fin de cuentas digo que voy a poner poco a poco todo su material por aquí.

Dos años ha durado la aventura y la verdad es que ha dado mucho de si, no nos podemos quejar sus seguidores. Nos ha ido contentando con material renovado  cada pocos meses y nos ha regalado algunas versiones memorables para la posteridad. Ha conseguido que su obra suene personal como pocas y haciendo alarde de humildad se ha mantenido fiel a su fijación por crear y compartir sin esperar nada a cambio, como hacen solo los grandes, los que van sobrados de talento y no sacan pecho por ello. Queda la espina de verle trasladar al directo parte de las ochenta piezas que han visto la luz en este tiempo, pero albergamos la esperanza de que tras este descanso se anime a retomar el proyecto o nos sorprenda con un nuevo alter-ego que deje espacio a la recuperación de estas joyas que nos han quedado grabadas a fuego en el corazón, íntimas, accesibles, luminosas la mayor de las veces y compuestas desde el alma ya sea con humor explícito, con desnudez emocional o con fina ironía. El noveno y último de sus álbumes es un viaje repleto de elementos y vivencias que picotea en diversos estilos pero siempre con el indie-rock como telón de fondo.

El manchego dio una vuelta de tuerca a su propuesta no tanto en lo instrumental, que ha ido siempre en constante progreso, como en lo que se refiere a las letras, que en esta ocasión son interpretadas en inglés en su práctica totalidad (exceptuando una licencia que se toma con el idioma del país vecino). Aquí presentó diez canciones como diez soles, cargadas de personalidad en individual y de magia nostálgica en su conceptualidad, puesto que de alguna manera este es un disco que trata de rendir homenaje a todas esas bandas que le han ido marcando. De hecho, algunas de esas formaciones como Nirvana, Dinosaur Jr, Broken Social Scene, dEUS, Mercury Rev, Swell, Lou Reed, Yo La Tengo, Jane's Addiction, Death Cab For Cutie, The Breeders y R.E.M. son mencionadas directa o indirectamente a lo largo del minutaje, con lo que el contenido tiene un marcado acento noventero. Pasajes hipnóticos, estribillos pegadizos, dosis de humor en su justa medida, distorsión bien aplicada, acordes limpios de finalidad lo-fi...ingredientes que reinan habitualmente en el mensaje de La Hey, pero que aquí cobran una nueva dimensión redondeada con las imágenes elegidas para los vídeos que realizó en su momento para la presentación de las pistas, una idea formidable que complemente una labor audiovisual encomiable.

El cañón sonoro carga munición y comienza a eclosionar suavemente con la "A", una instrumental preciosa con sintetizadores espaciales y un ritmo constante de batería que a golpe de baqueta abren surcos para que entre el resplandor de esa guitarra vitaminada, y continúa con otras maravillas como "Kevin Arnold", que coge su título prestado del personaje principal de esa generacional serie estadounidense llamada 'Aquellos maravillosos años', con el que muchos crecimos a la par y que sobre un compás nocturno de mística abrumadora nos muestra su lado más elegante, "94' record", que a mi parecer se amorra al maternal pezón Pavement (que extraño ha sonado eso), la que quizá sea su banda de cabecera, una exquisita pista de deambular moderado, penetrante y melódicamente depurada, puesto que sus estrofas son interpretadas de una manera aguerrida pero relajada, "Bogdó", sin duda uno de sus mejores cortes ni que sea porque reune todas sus señas de identidad, y en la que se luce con el francés de refinamiento alpargatero, fino, poderoso y endiabladamente gracioso, rematando la guasa citando a cierto político turbio de la corruptela nacional, "Desert of fog", oscura pero esperanzadora tonada de nítido desarrollo que puede recordar a los Pedro The Lion más reposados (o por lo menos a mi me vienen a la memoria), "Unhappy blackout people", a la que si ponemos un poquito de aquí y un poquito de allá podría encajar en el ideario de The Flaming Lips por ese tentempié psicodélico que nos brinda, "St. Peter the bird", breve extracto ambiental con pajaricos y naturaleza acompañando un riff lejano que nos traslada mentalmente a parajes salvajes, "Kettle and pot", tal vez la mejor del lote (o no! a gustos, porque a mi me encantan todas y no puedo anteponer ninguna), una canción de infinidad de matices, robusta, envolvente, "Zurich is stained", descomunal relectura de los anteriormente mentados Pavement, que a mi juicio supera con creces la original en ese traslado al universo Neil Young o más bien al de sus discípulos Built To Spill, una de esas pequeñas maravillas que ponen la piel de gallina y te hacen admirar más la capacidad del artista capaz de transformar algo loable en algo superior, y "Over", bajada de telón brillante a este estupendo trabajo que en poco más de media hora colma de buenas sensaciones al oyente.

El fiera de la Vega del Tajo, se volvió a currar esto a solas como mandan los cánones, pero contó con la colaboración puntual de Mer Regueiro en las voces de 'Bogdó', y utilizó un sampler de "Los bikers" de los chilenos Dënver para la caja de batería. Dejo un enlace de YoTube a los imperdibles vídeos que acompañan al disco y otro al bandcamp del disco, desde donde podréis acceder al resto de su discografía.

https://www.youtube.com/playlist?list=PLDOVzE9X3N0eNGXcu9x5mfg7ljrsCzI9F

https://soylahey.bandcamp.com/album/skull-and-comb

2 comentarios:

  1. ¡Maaaaaadre mía! Qué cantidad de halagos, copón! Que sepas que hay una línea de "Kevin Arnold" (en torno al minuto 1) en donde se menciona esta maravilloso blog con el que llevas educándonos las orejas durante tantos años. Music is my girlfriend estará siempre en el corasao de La Hey, se me acaban las palabras de gratitud, tío, vuelvo a darte un millón de gracias por tu apoyo, si no es por tu labor de mecenas no las hubiera escuchado ni el Tato. Abrazo de Mopa pa' ti! :)

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  2. No me digas!!! no me había quedado con la copla, que bueno, la oiré con cascos que ya sabes que no voy muy fino de oído habitualmente y menos con el inglés, jeje.
    Ves, tio? al final las gracias te las tengo que dar yo a ti.
    Por compartirme tu música siempre incluso antes de subirla a bandcamp, por alegrarme los oidos con tu propuesta todo este tiempo que te has líado la manta a la cabeza con ello y por esas menciones que me llegan al alma, ah! y por ser músico fetiche y banda sonora de esta humilde bitácora.
    No quiero ser cansino, pero macho...nunca dejes de crear porque tienes un Don.
    Respecto a los halagos, solo cabe decir que cuando algo entra tan bien al paladar, fluyen las palabras.
    Un abrazo ayatolah del lo-fi :D

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