HARMACY (1996)
Hacía mucho tiempo que no veía tal aluvión de conciertos programados de mi agrado, como el que estoy viviendo estos días, y aún menos de una manera tan seguida. Antes de que acabe el año van a venir muchas bandas a Barcelona y aunque me alegra decir que ya tengo adquiridas las entradas para ver a Arcade Fire, Two Door Cinema Club y Tindersticks, sé muy a mi pesar que no podré ver a Eels por estar todo el papel agotado y no dejo de dar vueltas a la cantidad de grupos que tendré que descartar de ver en directo por no dar abasto económicamente, ya que la lista es inagotable, con The Drums, The Coral, Radio Dept, Drive By Truckers, The Divine Comedy, Primal Scream, Belle & Sebastian, Goldfrapp, Interpol, Suede, Massive Attack, Peter Gabriel, Lcd Soundsystem, Mgmt, Mudhoney, Scissor Sisters,The Posies, Peter Hook, Caribou... y en medio de todo eso el Primavera Club con Teenage Fanclub a la cabeza!! imposible ver todo. Pero vamos que todo esto al menos me ha servido para comprobar que muchos de los grupos que me volvían loco en los 90's siguen gozando de buena salud, puesto que en esa lista hay por lo menos una decena de formaciones que fueron grandes dentro del indie-rock en aquella excelsa década y eso me ha llevado a querer recuperarlas estos días para el regocijo de mis oídos que andan disfrutando de nuevo de ellas y especialmente de estos maestros de Westfield (Massachussets), que tan buenos momentos me hicieron pasar entonces. Cierto es que no entran dentro de ese elevado número de visitas musicales que vamos a tener la posiblidad de disfrutar en vivo, pero han venido a mi memoria por ese motivo que os explico. Al poco de crear este humilde blog ya dediqué unas líneas al fabuloso 'Bakesale', disco anterior a éste, que supuso un ligero cambio hacia terrenos más accesibles en los que empezaba a tener cabida el folk, y hoy me ha apetecido enormemente reivindicar la que puede que sea su obra más inspirada. Fue su séptimo disco de estudio y a día de hoy el penúltimo de una trayectoria que va a ráfagas, sobretodo porque Lou Barlow anda metido de nuevo en Dinosaur Jr. y en su excelente carrera en solitario, y es que aunque se supone que el proyecto sigue en activo, han pasado ya la friolera de once años desde su último largo de título homónimo. Pioneros del mal llamado sonido lo-fi junto a Pavement y Guided By Voices, Sebadoh han sido siempre una de mis bandas favoritas, gracias a una inmediatez y un ideario tan noble como sobrio, en que siempre han hecho mostrado lo que les ha dado la gana. En 'Harmacy', podemos encontrar la que para mí es su mejor canción, abriendo el álbum, la preciosa "On fire", que tantas y tantas veces me ha acompañado en entretenidos paseos bucólicos por las afueras de mi pueblo cuando ha salido el sol tras una intensa y purificadora lluvia, con una guitarra que llora y un ritmo que va en progreso dando bandazos para alcanzar la luminosidad a base de dulces acústicas, la excitante "Prince-S", con todos los aderezos adecuados para hacer de esta pieza un buque insignia, la espléndida "Ocean", una canción muy bella que les lleva a terrenos donde el pop de melodías emocionales ablanda el corazón, la pasota "Nothing like you", que inicia una cruzada en favor del grunge junto a la robusta "Crystal gipsy", minuto y medio de Seattle sound en onda Tad, la más cercana y apta a todos los públicos "Beauty of the ride", la garagera "Mind reader", que recuerda a los Nirvana era 'Bleach' y la instrumental "Sforzando!", para volver a encontrar la calma con la intimista "Wiling to wait", una tierna historia de poso tranquilo que encajaría a la perfección en el imaginario de Lou Barlow, ya sea en sus discos sin compañía como en su proyecto paralelo Folk Implosion, la marchosa "Hillbilly II", también instrumental y que como su propio nombra indica flirtea con los sonidos tradicionales en una especie de cow-punk psicótico, la mítica "Too pure", una de las piezas más emblemáticas del grupo, que suelen recuperar para su directos, la agradable "Perfect way", muestra prefecta del sonido distintivo del lo-fi noventero, la efectiva "Weed against speed", que pasa como un suspiro en sus poco menos de tres minutos carentes de voces, para dar paso al desgarrado tema de clausura en el que se atreven a revisar el adrenalítico "I smell a rat", de sus paisanos The Bags. La foto de la portada es una perspectiva de una farmacia situada en la pequeña localidad de Cashel (Irlanda). La formación de Sebadoh en aquellos tiempos estaba formado por Lou Barlow, Bob Fay y Jason Lowenstein, contando con el apoyo al bajo de Mark Perretta.
oh, lou barlow es muy especial. y eso que no tengo ni mucho menos todos los discos de sebadoh, o conozco toda su obra en solitario. tengo mucho por descubrir de su carrera; pero he machacado los discos que tengo, como este (que dio nombre a la una de las primeras direcciones de email que tuve, jaja) o sobretodo "bakesale".
ResponderEliminarcoincido en lo de 'on fire' completamente, es una de esas canciones que se queda contigo para el resto de los días. y 'beauty of the ride' sigue gustándome muchísimo; como en 'license to confuse', me encanta el uso de la pandereta en las canciones ruidosas.
"bakesale" sigue gustándome más en general, pero porque es el disco con el que les descubrí y ya se sabe, siempre queda ese romanticismo. "harmacy" es otro momento igualmente inspirado.
un abrazo!
Que bien que te gusten Lou Barlow y Sebadoh, Estanis! que alegría me das! fijate que pensaba que solo conocía una persona que sintiera pasión por Sebadoh (Viola de 'pensamientos de colores') y mira que grata sorpresa :)
ResponderEliminarAdemás los descubriste con el mismo disco que yo, que también es mi preferido por el mismo motivo, el valor sentimental.
Por cierto, también lo tengo posteado aquí, y allí comentaba que el bebé que aparece en la portada es el propio Lou Barlow, que entrañable.
Los primeros discos son muy locos, jaja, de verdad, no sé ni como describirlos.
Coincido del mismo modo contigo en destacar el buen uso de la pandereta cuando se ponen crudos, porque es algo muy identificativo en su música.
Un abrazo!