WOODEN ARMS (2009)
Debe de ser el estado febril en el que me encuentro, pero hoy he posteado este disco por una sandez tan grande como que el artista en cuestión vino ayer por la noche a mi mente mientras huía tembloroso al sobre en el preciso instante en el que traté de ver la reciente versión de Sherlock Holmes dirigida por el británico Guy Ritchie. Ni que decir tiene que el motivo no es otro que la coincidencia de apellidos entre el fiel escudero del emblemático detective y este gran músico californiano (aunque se crió en tierras canadienses, concretamente en Hudson (Quebec), cerca de Montreal), y la estupidez se fraguó cuando decidí que tenía que prescindir de ver la cacareada película que tantas ganas tengo de ver porque me seduce la idea de ver como sale de esta el genial cineasta británico, a causa del gripazo que llevo a cuestas, y cogí el mp3 para escuchar este fenomenal disco hasta conciliar el sueño. No me supo mal el frustrado intento, puesto que volver a deleitarme con este suculento 'Wooden arms' me resulto incluso curativo, ni que fuera por unos instantes. Las canciones de este proyecto personal de Watson han sido definidas como una mezcla de cabaret pop y música clásica con influencias indie rock y ha sido comparado con Rufus Wainwright, Andrew Bird, Nick Drake, Jeff Buckley y Pink Floyd por su maestría musical experimental. Tras un tiempo enrolado en una banda amateur de ska llamada Gangster Politics, al tiempo que trabajaba de encargado de matenimiento de una piscina municipal en su barrio, dejó el grupo para editar un disco en solitario llamado 'Waterproof 9', antes de pasar a colaborar con los siempre interesantes The Cinematic Orchestra, pero en su afán de tirar para adelante sus propias ideas formó poco después una banda que ha editado dos discos bajo su propio nombre, por eso Patrick Watson afirma que su carrera se puede considerar un proyecto de banda en sí, a pesar de que él lleve todo el peso creativo. En medio de esos dos trabajos también compuso la banda sonora de la película franco-canadiense 'C'est pas moi, je le jure!' (aquí traducida como 'No he sido yo ¡lo juro!), comedia adolescente que muestra el lado menos complaciente de la infancia a través de un muchacho acostumbrado a vivir entre gamberrada y gamberrada para llamar la atención de sus padres, cuya composición musical sirvió de hilo conductor para dar forma a las ideas que tenía para su próximo lanzamiento. Ese trabajo es para mí su mejor labor y el que considero que les ha de dar el empujón definitivo para llegar a un público más amplio y todo gracias a delicias como "Firewood", con esa alargada introducción que da paso a unas guitarras preciosas y un tono vocal suave, con una telaraña atmosférica que puede traer a la memoria a los Radiohead más intimistas, hasta ir cogiendo fuerza en su parte final, "Tracy's waters', claustrofóbica pieza de oscura ambientación, "Beijing", donde utilizaron una bicicleta en el estudio de grabación para darle un toque sonoro peculiar al tema que sirve de perfecto complemento para esa sección de cuerda delicada, ese piano trotón y esas percusiones épicas que se escuchan de fondo y cuya letra está inspirada en la inclasificable película de Spike Jonze 'Como ser John Malkovich', en una metafórica forma de encontrarse con uno mismo en una ciudad lejana, "Wooden arms", corte homónimo de aires mediterráneos que puede recordar algo a Beirut en su esencia, "Hommage", resplandeciente tema instrumental de fijación clásica, interpretado con instrumentos de cuerda, que logra emocionar en sus escasos dos minutos, "Traveling salesman", con ese envidiable y adictivo ritmo feriante y cabaretero no exento de dramatismo, "Big bird in a small cage", preciosa canción de armonía progresiva y alma folkie, en la que se escuchan banjos y mandolinas y la tierna voz de la recomendable artista neoyorquina Lhasa, "Man like you", reposada y brillante en cuya en la apertura el batería utiliza dos cucharas para crear un efecto de tremolo en una guitarra acústica, y "Where the wild things are", herencia del universo Jeff Buckley con esa sensibilidad arrebatadora que flota sobre elementos dorados. Un sobresaliente álbum en que Patrick Watson estuvo acompañado de la antes citada Lhasa De Sela, Katie Moore, Jace Lasek (líder de los estupendos The Besnard Lakes), además de sus habituales compañeros de banda, Robbie Kuster, Simon Angell y Mishka Stein.
WOODEN ARMS (2009)
Debe de ser el estado febril en el que me encuentro, pero hoy he posteado este disco por una sandez tan grande como que el artista en cuestión vino ayer por la noche a mi mente mientras huía tembloroso al sobre en el preciso instante en el que traté de ver la reciente versión de Sherlock Holmes dirigida por el británico Guy Ritchie. Ni que decir tiene que el motivo no es otro que la coincidencia de apellidos entre el fiel escudero del emblemático detective y este gran músico californiano (aunque se crió en tierras canadienses, concretamente en Hudson (Quebec), cerca de Montreal), y la estupidez se fraguó cuando decidí que tenía que prescindir de ver la cacareada película que tantas ganas tengo de ver porque me seduce la idea de ver como sale de esta el genial cineasta británico, a causa del gripazo que llevo a cuestas, y cogí el mp3 para escuchar este fenomenal disco hasta conciliar el sueño. No me supo mal el frustrado intento, puesto que volver a deleitarme con este suculento 'Wooden arms' me resulto incluso curativo, ni que fuera por unos instantes. Las canciones de este proyecto personal de Watson han sido definidas como una mezcla de cabaret pop y música clásica con influencias indie rock y ha sido comparado con Rufus Wainwright, Andrew Bird, Nick Drake, Jeff Buckley y Pink Floyd por su maestría musical experimental. Tras un tiempo enrolado en una banda amateur de ska llamada Gangster Politics, al tiempo que trabajaba de encargado de matenimiento de una piscina municipal en su barrio, dejó el grupo para editar un disco en solitario llamado 'Waterproof 9', antes de pasar a colaborar con los siempre interesantes The Cinematic Orchestra, pero en su afán de tirar para adelante sus propias ideas formó poco después una banda que ha editado dos discos bajo su propio nombre, por eso Patrick Watson afirma que su carrera se puede considerar un proyecto de banda en sí, a pesar de que él lleve todo el peso creativo. En medio de esos dos trabajos también compuso la banda sonora de la película franco-canadiense 'C'est pas moi, je le jure!' (aquí traducida como 'No he sido yo ¡lo juro!), comedia adolescente que muestra el lado menos complaciente de la infancia a través de un muchacho acostumbrado a vivir entre gamberrada y gamberrada para llamar la atención de sus padres, cuya composición musical sirvió de hilo conductor para dar forma a las ideas que tenía para su próximo lanzamiento. Ese trabajo es para mí su mejor labor y el que considero que les ha de dar el empujón definitivo para llegar a un público más amplio y todo gracias a delicias como "Firewood", con esa alargada introducción que da paso a unas guitarras preciosas y un tono vocal suave, con una telaraña atmosférica que puede traer a la memoria a los Radiohead más intimistas, hasta ir cogiendo fuerza en su parte final, "Tracy's waters', claustrofóbica pieza de oscura ambientación, "Beijing", donde utilizaron una bicicleta en el estudio de grabación para darle un toque sonoro peculiar al tema que sirve de perfecto complemento para esa sección de cuerda delicada, ese piano trotón y esas percusiones épicas que se escuchan de fondo y cuya letra está inspirada en la inclasificable película de Spike Jonze 'Como ser John Malkovich', en una metafórica forma de encontrarse con uno mismo en una ciudad lejana, "Wooden arms", corte homónimo de aires mediterráneos que puede recordar algo a Beirut en su esencia, "Hommage", resplandeciente tema instrumental de fijación clásica, interpretado con instrumentos de cuerda, que logra emocionar en sus escasos dos minutos, "Traveling salesman", con ese envidiable y adictivo ritmo feriante y cabaretero no exento de dramatismo, "Big bird in a small cage", preciosa canción de armonía progresiva y alma folkie, en la que se escuchan banjos y mandolinas y la tierna voz de la recomendable artista neoyorquina Lhasa, "Man like you", reposada y brillante en cuya en la apertura el batería utiliza dos cucharas para crear un efecto de tremolo en una guitarra acústica, y "Where the wild things are", herencia del universo Jeff Buckley con esa sensibilidad arrebatadora que flota sobre elementos dorados. Un sobresaliente álbum en que Patrick Watson estuvo acompañado de la antes citada Lhasa De Sela, Katie Moore, Jace Lasek (líder de los estupendos The Besnard Lakes), además de sus habituales compañeros de banda, Robbie Kuster, Simon Angell y Mishka Stein.
aliviateeeeeeeeeeeeeeee por favor!!! muaaaaa! he escuchado una canción de él!! muaaaaaa! y me encanta!! muaaaaaaaa! no tenia el disco... pero ahora yaaaaaa, muaaaaaaa! gracias a tiiiiiiiiiiiiiii muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! haha :D
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado el de trembling Blue Stars. Yo estoy enganchado a Pick up, de woods. Vaya canción. Lo he intentado esta mañana con el de P. Watson, pero su voz no acaba de convencerme. Aunque la instrumentación es una delicia, eso está claro.
ResponderEliminarJ. tillman. Le echaré un vistazo esta tarde fría de Burgos. Joé! llevo una semana prometiendome que me ducharía al levantarme, pero en mi apartmento hace un frío a las ocho que corta.
Lo de la vida rural... Un rato. Cuando te acostumbras, como en todos los sitios, acabas soñando con otro lugar. Porca miseria.
Besos
Este es el disco de The villagers -becoming a jackal.
Las dos primeras canciones son, como dice usted, canela en rama sobre leche frita.
http://www.megaupload.com/?d=CSZLBIQ9
Estoy en ello guapetona! hoy ando algo mejor, aunque tampoco para tirar cohetes y en breve voy a salir a la calle un rato, a ver si con un poco de aire fresco me voy despejando. Me alegro mucho de que te haya gustado el señor Watson :)
ResponderEliminarUn requetemua para ti también.
Menudo antojo de leche frita me has provocado, macho! voy a tener que buscar las recetas de mi abuela y currármelas yo, porque en esta jodida Barcelona resulta imposible encontrar algún lugar donde hagan cosas así, vamos ni torrijas, que con eso me conformaba.
ResponderEliminarMucho me ha gustado el de Trembling Blue Stars, como te dije, así que muchas ganas tengo de escuchar a estos The Village, Mil gracias, enomre detalle el tuyo de tomarte la molestia de pasarme el link.
El Tillman cro que te puede gustar, aunque pensándolo bien, no tiene muchos puntos en común con Fleet Foxes en lo musical. Has escuchado The Dodos? estos creo que estarían mas en el camino de lo que buscas. También los tengo por ahí...
Ya me imagino el pelete que debe de estar haciendo por tierras burgalesas, ayer curiosamente Viola, de la que habrás visto comentarios por aquí, que nació allí y que tiene un blog muy interesante llamado 'Pensamientos de colores', me decía que no me quejara del frío aragonés, que no tenía ni punto de comparación con el que vivía ella cunado volvía a Burgos, jeje.
Sobre lo del pueblo, pues supongo que todos somos inconformistas al fin y al cabo, que se le va a hacer.
Ah! por cierto, llamáme marrano si quieres, pero en los diez días que estuve en mi pueblo no tuve bemoles de meterme a la ducha, que luego sales y te da un pasmo en aquella casa tan fría. Me daba el lavao del gato y a correr, jeje.