En primera instancia, este tipo me pareció muy simpático, un individuo capaz de reírse de sí mismo (una de las más honestas cualidades que puede tener una persona), que hacía música sencilla y que podría captar la atención de las masas en poco tiempo con su propuesta. Aquella sensación la tuve al ver un vídeo de su single "Disillusion", en un programa de peticiones dentro de los '40 criminales' llamado 'Rockola', que emitía Canal + en abierto cada mediodía entre semana, y el cual presentaba un charlatán calvo que no callaba ni debajo del agua y que hacía un falso papel de modernito melómano capaz de faltar al respeto a todo el que pidiera un clip que no fuera de su agrado, pero que en resumidas cuentas, acababa poniendo. En aquella divertida puesta en escena a modo de videoclip, este artista de Bolton, ciudad anexa a Manchester (Inglaterra), iba ataviado con su carismático gorro invernal y una camiseta amarilla en la que se podía leer la palabra 'taxi' e iba caminando por las calles de New York en busca de clientes que montar a caballito como si el mismo fuera uno de esos vehículos de transporte. Resultaba una estampa muy cómica verle correr con distintos personajes subidos a su lomo e incluso al final el muchacho se obsesionaba con una chica y se enamoraba. Toda una historia de ternura que me hizo interesarme por la obra de este señor, que no acabé de valorar en su justa medida, ya que lo que después fui descubriendo era mucho más que algo anecdótico y gracioso, era el trabajo de un compositor como la copa de un pino. Aquel pegadizo tema pertenecía a su debut 'The hour of bewilderbeast', un álbum con mucho gancho que ya mostraba parte de su discurso ecléctico dentro del rock alternativo, pero con el disco que me subí al tren de su agradable recorrido fue con este fabuloso 'Have you fed the fish?', un trabajo elaborado, solvente, sobrio, variado y lustroso en el que introdujo más guitarras y una serie de arreglos musicales que lo convertían quizás en una obra más comercial, y que supuso su tercer lanzamiento tras la aclamada banda sonora para la película 'About a boy' (basada en una novela del gran Nick Hornby). Tal vez peque de excesivo por estar compuesto de quince temas, pero si no tenemos en cuenta ese posible hándicap a la hora de degustar este disco de un tirón, nos introducimos en un bello tratado de pop ligeramente barroco que no hace ascos al buen rock y que está plagado de referencias mitológicas en su cubierta (ahí aparecen referencias ya sea en imágenes o escritas a Groucho Marx o Jane Birkin,aunque también aparecen personas de su entorno como sus amigos Andy Votel y Jane Weaver o su novia Clara y sus hijos Eddie y Oscar). A destacar la calidad de temas como el inquietante "Coming into land", de tonalidad sinfónica setentera con una intro spoken word radiofónica, el homónimo "Have you fed the fish?", de aires betlenianos con una sensibilidad que puede recordar también al David Bowie más melodramático en su interpretación apasionada, o incluso los más inspirados Blur consiguiendo un popurrí generacional en onda brit-pop realmente atractivo, el descomunal "Born again", ante el cual me es imposible resistir el elogio puesto que me parece un pedazo de corte de ritmo abrumador, enérgico y fibroso, hecho con exquisito gusto y que nunca faltaría en mis listas de predilectas, sencillamente el mejor del disco y el que vale por si solo y por derecho propio la adquisición de este álbum, el coreable y amable "40 days 40 fights", de magnifica letra y con una armonía que incita a sonreír durante su escucha, el tremendo "All posibilities", ecléctico, bailable y seductor con sonoridades proximas al folk veloz de otras épocas y al acid jazz funk de tendencia disco que practicaba Jamiroquai en sus buenos tiempos, con la inclusión de una suculenta sección de viento reinando, el cálido "I was wrong", que se van endulzando sobre la marcha gracias a esas texturas en forma de sección de cuerda que traen a la memoria tanto a Belle & Sebastian como al primer Adam Green, la intimista progresión hacía la épica de "How?", posiblemente el mejor regalo del lote en cuanto a composición, ya que picotea en diversos estilos y evoca tanto lo fronterizo, como lo añejo o lo actual, el tropical "The future i slide", de aires veraniegos complacientes en algún lugar entre Peter Frampton y Marvin Gaye (esto igual es mucho decir pero su melodía me lleva al 'Sexual healing' del mago del soul reciente), el rockero "Woing our feet" y el delicioso medio tiempo "What is it now", que cuentan con la colaboración de la actriz y cantante Charlotte Gainsbourg en los coros y la fascinante "Bedside story", que da por finalizado este gran disco con ciertos elementos electrónicos que se asemejan a The Beta Band. Damon Gough (nombre real de Badly Drown Boy), tuvo el apoyo en la grabación de estas canciones de Sasha Kristov, Joey Waronker, Matt Dunkly, Sharon Celani, Gia Ciambotti, John "Gumby" Goodwin, Drew Arrison, Gemma Gough, Clare Hewitt, Charlotte Gainsbourg, Pete Thomas, Jon Brion, Probyn Gregory, Danny Heifetz y Tom Rothrock.
sábado, 15 de enero de 2011
BADLY DRAWN BOY
HAVE YOU FED THE FISH?
En primera instancia, este tipo me pareció muy simpático, un individuo capaz de reírse de sí mismo (una de las más honestas cualidades que puede tener una persona), que hacía música sencilla y que podría captar la atención de las masas en poco tiempo con su propuesta. Aquella sensación la tuve al ver un vídeo de su single "Disillusion", en un programa de peticiones dentro de los '40 criminales' llamado 'Rockola', que emitía Canal + en abierto cada mediodía entre semana, y el cual presentaba un charlatán calvo que no callaba ni debajo del agua y que hacía un falso papel de modernito melómano capaz de faltar al respeto a todo el que pidiera un clip que no fuera de su agrado, pero que en resumidas cuentas, acababa poniendo. En aquella divertida puesta en escena a modo de videoclip, este artista de Bolton, ciudad anexa a Manchester (Inglaterra), iba ataviado con su carismático gorro invernal y una camiseta amarilla en la que se podía leer la palabra 'taxi' e iba caminando por las calles de New York en busca de clientes que montar a caballito como si el mismo fuera uno de esos vehículos de transporte. Resultaba una estampa muy cómica verle correr con distintos personajes subidos a su lomo e incluso al final el muchacho se obsesionaba con una chica y se enamoraba. Toda una historia de ternura que me hizo interesarme por la obra de este señor, que no acabé de valorar en su justa medida, ya que lo que después fui descubriendo era mucho más que algo anecdótico y gracioso, era el trabajo de un compositor como la copa de un pino. Aquel pegadizo tema pertenecía a su debut 'The hour of bewilderbeast', un álbum con mucho gancho que ya mostraba parte de su discurso ecléctico dentro del rock alternativo, pero con el disco que me subí al tren de su agradable recorrido fue con este fabuloso 'Have you fed the fish?', un trabajo elaborado, solvente, sobrio, variado y lustroso en el que introdujo más guitarras y una serie de arreglos musicales que lo convertían quizás en una obra más comercial, y que supuso su tercer lanzamiento tras la aclamada banda sonora para la película 'About a boy' (basada en una novela del gran Nick Hornby). Tal vez peque de excesivo por estar compuesto de quince temas, pero si no tenemos en cuenta ese posible hándicap a la hora de degustar este disco de un tirón, nos introducimos en un bello tratado de pop ligeramente barroco que no hace ascos al buen rock y que está plagado de referencias mitológicas en su cubierta (ahí aparecen referencias ya sea en imágenes o escritas a Groucho Marx o Jane Birkin,aunque también aparecen personas de su entorno como sus amigos Andy Votel y Jane Weaver o su novia Clara y sus hijos Eddie y Oscar). A destacar la calidad de temas como el inquietante "Coming into land", de tonalidad sinfónica setentera con una intro spoken word radiofónica, el homónimo "Have you fed the fish?", de aires betlenianos con una sensibilidad que puede recordar también al David Bowie más melodramático en su interpretación apasionada, o incluso los más inspirados Blur consiguiendo un popurrí generacional en onda brit-pop realmente atractivo, el descomunal "Born again", ante el cual me es imposible resistir el elogio puesto que me parece un pedazo de corte de ritmo abrumador, enérgico y fibroso, hecho con exquisito gusto y que nunca faltaría en mis listas de predilectas, sencillamente el mejor del disco y el que vale por si solo y por derecho propio la adquisición de este álbum, el coreable y amable "40 days 40 fights", de magnifica letra y con una armonía que incita a sonreír durante su escucha, el tremendo "All posibilities", ecléctico, bailable y seductor con sonoridades proximas al folk veloz de otras épocas y al acid jazz funk de tendencia disco que practicaba Jamiroquai en sus buenos tiempos, con la inclusión de una suculenta sección de viento reinando, el cálido "I was wrong", que se van endulzando sobre la marcha gracias a esas texturas en forma de sección de cuerda que traen a la memoria tanto a Belle & Sebastian como al primer Adam Green, la intimista progresión hacía la épica de "How?", posiblemente el mejor regalo del lote en cuanto a composición, ya que picotea en diversos estilos y evoca tanto lo fronterizo, como lo añejo o lo actual, el tropical "The future i slide", de aires veraniegos complacientes en algún lugar entre Peter Frampton y Marvin Gaye (esto igual es mucho decir pero su melodía me lleva al 'Sexual healing' del mago del soul reciente), el rockero "Woing our feet" y el delicioso medio tiempo "What is it now", que cuentan con la colaboración de la actriz y cantante Charlotte Gainsbourg en los coros y la fascinante "Bedside story", que da por finalizado este gran disco con ciertos elementos electrónicos que se asemejan a The Beta Band. Damon Gough (nombre real de Badly Drown Boy), tuvo el apoyo en la grabación de estas canciones de Sasha Kristov, Joey Waronker, Matt Dunkly, Sharon Celani, Gia Ciambotti, John "Gumby" Goodwin, Drew Arrison, Gemma Gough, Clare Hewitt, Charlotte Gainsbourg, Pete Thomas, Jon Brion, Probyn Gregory, Danny Heifetz y Tom Rothrock.
En primera instancia, este tipo me pareció muy simpático, un individuo capaz de reírse de sí mismo (una de las más honestas cualidades que puede tener una persona), que hacía música sencilla y que podría captar la atención de las masas en poco tiempo con su propuesta. Aquella sensación la tuve al ver un vídeo de su single "Disillusion", en un programa de peticiones dentro de los '40 criminales' llamado 'Rockola', que emitía Canal + en abierto cada mediodía entre semana, y el cual presentaba un charlatán calvo que no callaba ni debajo del agua y que hacía un falso papel de modernito melómano capaz de faltar al respeto a todo el que pidiera un clip que no fuera de su agrado, pero que en resumidas cuentas, acababa poniendo. En aquella divertida puesta en escena a modo de videoclip, este artista de Bolton, ciudad anexa a Manchester (Inglaterra), iba ataviado con su carismático gorro invernal y una camiseta amarilla en la que se podía leer la palabra 'taxi' e iba caminando por las calles de New York en busca de clientes que montar a caballito como si el mismo fuera uno de esos vehículos de transporte. Resultaba una estampa muy cómica verle correr con distintos personajes subidos a su lomo e incluso al final el muchacho se obsesionaba con una chica y se enamoraba. Toda una historia de ternura que me hizo interesarme por la obra de este señor, que no acabé de valorar en su justa medida, ya que lo que después fui descubriendo era mucho más que algo anecdótico y gracioso, era el trabajo de un compositor como la copa de un pino. Aquel pegadizo tema pertenecía a su debut 'The hour of bewilderbeast', un álbum con mucho gancho que ya mostraba parte de su discurso ecléctico dentro del rock alternativo, pero con el disco que me subí al tren de su agradable recorrido fue con este fabuloso 'Have you fed the fish?', un trabajo elaborado, solvente, sobrio, variado y lustroso en el que introdujo más guitarras y una serie de arreglos musicales que lo convertían quizás en una obra más comercial, y que supuso su tercer lanzamiento tras la aclamada banda sonora para la película 'About a boy' (basada en una novela del gran Nick Hornby). Tal vez peque de excesivo por estar compuesto de quince temas, pero si no tenemos en cuenta ese posible hándicap a la hora de degustar este disco de un tirón, nos introducimos en un bello tratado de pop ligeramente barroco que no hace ascos al buen rock y que está plagado de referencias mitológicas en su cubierta (ahí aparecen referencias ya sea en imágenes o escritas a Groucho Marx o Jane Birkin,aunque también aparecen personas de su entorno como sus amigos Andy Votel y Jane Weaver o su novia Clara y sus hijos Eddie y Oscar). A destacar la calidad de temas como el inquietante "Coming into land", de tonalidad sinfónica setentera con una intro spoken word radiofónica, el homónimo "Have you fed the fish?", de aires betlenianos con una sensibilidad que puede recordar también al David Bowie más melodramático en su interpretación apasionada, o incluso los más inspirados Blur consiguiendo un popurrí generacional en onda brit-pop realmente atractivo, el descomunal "Born again", ante el cual me es imposible resistir el elogio puesto que me parece un pedazo de corte de ritmo abrumador, enérgico y fibroso, hecho con exquisito gusto y que nunca faltaría en mis listas de predilectas, sencillamente el mejor del disco y el que vale por si solo y por derecho propio la adquisición de este álbum, el coreable y amable "40 days 40 fights", de magnifica letra y con una armonía que incita a sonreír durante su escucha, el tremendo "All posibilities", ecléctico, bailable y seductor con sonoridades proximas al folk veloz de otras épocas y al acid jazz funk de tendencia disco que practicaba Jamiroquai en sus buenos tiempos, con la inclusión de una suculenta sección de viento reinando, el cálido "I was wrong", que se van endulzando sobre la marcha gracias a esas texturas en forma de sección de cuerda que traen a la memoria tanto a Belle & Sebastian como al primer Adam Green, la intimista progresión hacía la épica de "How?", posiblemente el mejor regalo del lote en cuanto a composición, ya que picotea en diversos estilos y evoca tanto lo fronterizo, como lo añejo o lo actual, el tropical "The future i slide", de aires veraniegos complacientes en algún lugar entre Peter Frampton y Marvin Gaye (esto igual es mucho decir pero su melodía me lleva al 'Sexual healing' del mago del soul reciente), el rockero "Woing our feet" y el delicioso medio tiempo "What is it now", que cuentan con la colaboración de la actriz y cantante Charlotte Gainsbourg en los coros y la fascinante "Bedside story", que da por finalizado este gran disco con ciertos elementos electrónicos que se asemejan a The Beta Band. Damon Gough (nombre real de Badly Drown Boy), tuvo el apoyo en la grabación de estas canciones de Sasha Kristov, Joey Waronker, Matt Dunkly, Sharon Celani, Gia Ciambotti, John "Gumby" Goodwin, Drew Arrison, Gemma Gough, Clare Hewitt, Charlotte Gainsbourg, Pete Thomas, Jon Brion, Probyn Gregory, Danny Heifetz y Tom Rothrock.
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Yo también lo descubrí con el vídeo-clip de "Disillusion" y de ahí a comprarme "The hour of bewilderbeast". Era uno de mis discos de referencia cuando salió publicado, aunque ahora la verdad lo tenía bastante olvidado. También es cierto que a partir de aquí no le seguí mucho la pista (la banda sonora de "Un chico grande" y poca cosa mas).
ResponderEliminarLe hecharé un vistazo a este disco, a ver que tal.
Echaré sin hache, es que me duelen los ojos de verlo...
ResponderEliminar:o
ResponderEliminarya lo bajee!! gracias!! yuuupiii! recuerdo... perfectamente el video que mencionas!!! de ahí salieron mis ganas de hacerme taxista juju
muap!!!!!! :)
Hey, Uri! bienvenido a este humilde blog, figura! siento haber contestado tan tarde, pero es que ando con una lumbalgia bastante agresiva este fin de semana que me ha hecho alejarme un poco del ordenador y encima soy tan melón que esta mañana he ido a jugar a basket y he acabado de destrozarme los riñones, maldita sea mi suerte.
ResponderEliminarMe alegra haber refrescado la memoria en referencia a Badly Drawn Boy. El primero era bastante bueno y para muchos la banda sonora de 'Un chico grande' fue s mejor disco, pero yo me decanto por este porque suena más variado, no sé...espero que te guste.
Y no te preocupes por lo de la falta de ortografía, hombre, jejeje. Yo no corrijo nunca los posts ni los comentarios así que supongo que tendré mil, es lo que hay, supongo :)
Un placer tú visita!
Un abrazo.
jajaja!! Oprah, tu siempre con tan grato sentido del humor :P
ResponderEliminarPues a ver si me vienes a recoger un día con tú flamante medio de transporte, me llevas a Honolulu, nos tomamos un refresco al sol y te marcas el detalle de no cobrarme la carrera, jeje.
La canción del video no sale en este disco, pero ya sabes que si la quieres no tienes más que pedírmela. Este 'Have you fed the fish?' apuesto será de tú agrado.
Un besito dominical.