viernes, 25 de febrero de 2011

GIANT SAND

IS ALL OVER THE MAP (2004)

Debe ser que la cabra tira para el monte, porque tarde o temprano acabo por volver a esa parcela que ocupan en mi estantería los discos de bandas estadounidenses que profesan admiración por la música de raíz de su país desde un prisma de modernidad. Grupos que cogen lo mejor de estilos como el blues, el soul, el folk o el country y lo mezclan en una coctelera de sabores etílicos para conseguir una perfecta fusión con el rock, como estos geniales Giant Sand, que desde la calurosa Tucson (Arizona), se han erigido desde su aparición en el panorama alternativo a mediados de los 80's, como uno de los mayores referentes a la hora de hablar de esa etiqueta que se ha dado en llamar Americana. Con la casi insuperable gesta de llevar veinticinco discos a sus espaldas, el discurso de esta emblemática formación ha sufrido infinidad de cambios en su plantilla, cosa que hace que muchos la consideran como la historia personal de Howe Gelb, su ilustre líder y único miembro que ha permanecido contra viento y marea en sus filas a lo largo de toda su trayectoria, y del cual también cabe destacar otros proyectos como OP8, Friends Of Dean Martinez, The Band Of Blacky Ranchette y su reciente capricho Howe Gelb & A Band Of Gypsies (de estos dos últimos encontraréis material en este mismo blog), y es un su prodigioso talento, en su imponente figura y tono vocal y en su carisma en el que se apoyan las canciones de discos tan sublimes como éste, que sin ser su mejor trabajo, si que vale para mostrar claramente de que órbita se establece el universo Giant Sand. Su vigésimo segundo álbum de estudio apostaba por la experimentación, la improvisación y la elegancia en pos de la variedad estilística, en un cambio ligero respecto a sus anteriores obras, basado principalmente en la definitiva marcha de Joey Burns y John Convertino, que pasaron a centrarse en su grupo paralelo Calexico. Se notó su ausencia en la pérdida de cálidez de las canciones que componen esta obra, pero no se puede decir que eso fuera negativo, puesto que ahí quedan para el disfrute piezas tan grandes como "Classico", un corte muy respetado dentro de su discografía en el que descubrimos que la voz grave de Gelb puede sonar cercana y tierna mientras una guitarra con slide evoca el más aromático alt-country y una guitarra de distorsión cruda evoluciona anárquica y rabiosa, "NYC home", enorme canción de ritmo poderoso que encajaría entre lo más granado del indie-rock noventero más deudor de la tradición, "Remote", tremenda ira rockera con destellos bluegrass donde se salen literalmente del guión y en la que participa la inefable Scout Niblett berreando a su antojo, "Flying around the sun at remarkable speed", con una instrumentación excelsa que cabalga a lomos de un pura sangre saltarín evitando los obstáculos de la complacencia para abrazar multitud de estilos, desde el pop, al rock, pasando por la bossanova acelerada, el folk silvestre y un cierto acercamiento al Lou Reed más vital, "Crackin water", preciosa intimidad expuesta en pura sencillez para la que es una de las mejores piezas del lote, "Fool", donde juegan con las melodías y las armonías consiguiendo una perfecta unión entre lo clásico y lo actual, "Les forçats innocents", curiosa pero divertida marcianada que se atreven a cantar en francés y a la que le dan una tonalidad fronteriza muy atractiva, "Napoli", que se mueve en coordenadas parecidas a la anterior pista sin olvidar ese horizonte country siempre presente en sus almas, "A classico (reprise), una relectura de su propio tema en la que destaca ese violonchelo dramático y la inolvidable voz del malogrado Vic Chesnutt alternándose con la de la guapísima Henriette Sennenvaldt, cantante de la banda danesa post-rock Under Byen, un autentico lujo como dueto este par, y "Anarchistic bolshevistic cowboy bundle", locura que empieza con un deje dub que se convierte en una camaleónica versión cow-punk del "Anarchy in the UK" de Sex Pistols cantada por la hija mayor de Howe Gelb (tiene otra hija y un hijo), Indiosa Patsy Jean Gelb. Gigantesco álbum. Giant Sand estaba formado entonces por los mismos músicos que hoy lo componen, es decir, Howe Gelb, Thøger T. Lund, Anders Pedersen y Peter Dombernowsky y en el estudio estuvieron también aparte de los ya citados Vic Chesnutt, Scout Niblett, Indiosa Patsy Jean y Henriette Sennnvaldt, la esposa de Gelb, Sofie Albertsen Gelb, el productor y colaborador de PJ Harvey, John Parish y la cantante folk danesa, Marie Frank.

3 comentarios:

  1. Ese rincón de la estantería es un tesoro ¿ya lo tienes asegurado?

    Me acabo de poner botas con tachuelas y sombrero vaquero.

    Estos sí saben distorsionar.

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  2. jajajajaja!! el nuevo John Wayne!! que bueno eso que dices, claro que si, hay que reivindicar el vestuario western!
    Lo tengo custodiado por mi alter-ego cowboy y redneck, que igual masca tabaco que le pega dos tiros al que se acerque a ese rinconcito. Ya sabes como se las gastan el salvaje Oeste, jeje.
    Y tras esta serie de chorradas que acabo de soltar, decirte que Giant Sand es un pedazo de banda, me alegra que también lo pienses y la distorsión que le dan al asunto es soberbia.
    Escucha el disco de Band Of Blacky Ranchette que posteé hace unos meses, que si no lo tienes ya, creo que te gustará bastante.

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  3. ¡Oído barra, marchando la descarga!

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