sábado, 21 de mayo de 2011

AT THE CLOSE OF EVERYDAY

DE GELUIDEN VAN WELEER (2005)

Adoro a esta banda. Cada uno de sus discos es pura magia y aunque puedo comprender que su música no sea un fenómeno de masas, me duele pensar que sea por algo tan frívolo como puede ser el hecho de que se rechace su propuesta por utilizar, para interpretar sus textos, su lengua materna. Quizás estoy equívocado y hay otras razones, pero lo cierto es que apostar por tu idioma, si no está muy extendido alrededor del mundo como el inglés, el castellano o el francés, siempre es una apuesta valiente pero arriesgada si quieres conseguir un éxito considerable. A mí me parece genial que haya formaciones como At The Close Of Everyday o los suecos Dungen (por citar solo dos ejemplos), que más allá de pararse a pensar si su mensaje es accesible, crean preciosas canciones desde el corazón. En honor a la verdad he de decir que ambos han alternado sus idiomas nativos con el inglés, pero como voy a escribir sobre un disco que está íntegramente compuesto en holandés, aprovecho la ocasión para mencionar mi opinión sobre el tema. Este dúo de Utrecht (Holanda), ha conseguido aún con todo conquistar a un limitado pero valioso público en diversos países, atraído por ese folk de alma pop que flirtea con el slowcore y el emocore de los 90's, y lo hizo partiendo de la buena acogida que tuvo este fenomenal 'De geluiden van weleer', su tercer álbum de estudio (cuarto oficial si contamos su directo) de los seis que ha editado hasta ahora. Piezas sobrias y melancólicas influenciadas por Low, Red House Painters o Smog y que llamaron la atención de nada menos y nada más que David Eugene Edwards, líder de Sixteen Horsepower y Woven Hand, que les eligió personalmente para abrir las actuaciones de su última gira europea al frente de los primeros (supongo que atraído por sus letras de temática religiosa). Aquello fue dos años antes de que este álbum viera la luz y les abrió las puertas del mercado continental, utilizando también como reclamo la lujosa presentación de sus trabajos, ya que comprar uno de ellos es un acierto no solo por el contenido musical sino por la exquisitez, elegancia y originalidad de sus cubiertas, cuidadas al detalle y con mimo, como esta que tiene un servidor en su poder y que viene en un formato digipack como si de un libro se tratará por el tamaño y con magnificas ilustraciones interiores o las que nos podemos encontrar en otras de sus obras que van de un calendario con preciosos dibujos en 'The Silja symphony', su antecesor, un rompecabezas completo que podemos encontrar dentro de 'Leaves your puzzled' su disco de remezclas o la maravilla que idearon para su último álbum 'Troostprijs', el cual viene con un roset púrpura envuelto en una funda de plata. Sin más dilación, a todos los que saben viajar con la imaginación y quieran disfrutar de una travesía altamente recomendable, les aconsejo escuchar diamantes luminosos como "Stil", texturas acústicas sobre una voz grave que se acerca ligeramente a la de Stuart A.Staples de Tindersticks, en un recorrido dulce, resplandeciente y ensoñador que la convierte en la mejor del lote, "T' hellend vlak", un corte que podría encajar de igual manera en el librillo de estilo de Los Planetas como en el de Clovis, con ese encaje vocal unisex y esa cubierta orquestada tan bonita que tanto incorpora elementos shoegaze como barrocos, y "Uffelte", otra delicia de trepidante ritmo, fácil de tararear y que hace imposible de resistir la tentación de moverse a su son, un trío de ases que bien valen un imperio y que por si solos justifican la adquisición de este álbum, pero no todo queda ahí, el resto del minutaje sin legar a esas cotas de inspiración, mantiene un nivel excelente con "Bang", más cercana a la accesibilidad del brit-pop de Snow Patrol con unas guitarras que evocan la brisa del desierto, "Waterland", una nueva lanza a favor de la intimidad acústica, atmósferas etéreas y juegos vocales atractivos haciendo más conmovedor su aroma a melancolía, "De zee & ko", tonos experimentales sobre percusiones que emulan marchas militares en un síntoma de duelo sentido, "O, welk een vreugde", algo así como escuchar a Bill Calahan interpretando al piano su más sincera reflexión en un idioma ajeno para él, con un cambio de rumbo esperanzador que roza la épica lúcida, "Duizend jaar", una sorpresa alternativa, que juguetea con el indie-rock y el grunge más pulcro y menos atormentado, rasgando desde la distorsión como si de unos Silverchair abducidos por el influjo de los Sebadoh de 'Bakesale' se tratara, e "Ik weet", con un principio que se sitúa entre Sigur Rós y Coldplay, por extraño que pueda sonar eso y que después deriva en un tema distintivo que encaja con su propia identidad. Un disco excepcional. At The Close Of Every Day son Minco Eggersman (del que me gustaría destacar que aparte de ser el vocalista, toca la batería en todo el disco, tarea esta última que también cubre a modo individual en The Crutch, Kryptonite Garden y Rollercoaster 23) y Axel Kabboord (que compagina su labor aquí con su liderazgo al frente del combo emo This Beautiful Mess).

6 comentarios:

  1. Me lo llevo. Estoy intrigado por los cruces de géneros que citas

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  2. Yo también ahora... uuuu,lo estoy descargando!! queeeeee emoción!!! lo poco que pude escuchar me ha encantado. Siempre es un placer empaparme con tus recomendaciones. Y al leer el post se me vino a la mente este hombre y su banda:

    http://www.youtube.com/watch?v=i1zXuVbK75E

    http://www.youtube.com/watch?v=5Kkk-Kdrcgg

    directitos de Islandia! Me emocionaría pasartelo si es que te interesa y es que me ha faltado preguntarte si te agradan para subirlos! es más sabes que? jaja te enviaré de una vez los links! mua! =)

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  3. Pues creo que te pueden gustar, jmhulme.
    Te sonará un poco a todo eso, pero tampoco sin ir por esos derroteros explícitamente, lo cual los hace más interesantes.
    Ya me contarás, tio...

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  4. Muchas gracias por los links, peque :)
    me han gustado mucho los discos.
    De Islandia nos vienen bandas sublimes, es un gozo escuchar todo lo que se hace allí, desde Sigur Rós a Amïna, pasando por múm, Seabear o este mismo grupo, es todo fascinante.
    Un mua gigante!

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  5. Hoy me he puesto de mojitos hasta arriba y no estoy en condiciones de comentar.

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  6. jejeje!! espero que hoy no tengas la cabeza como el parche de un bombo a consecuencia de ello, pues sé de buena tinta que ese jodido invento cubano es muy afín a las resacas. Cuando vivía con amiguetes/as en el barrio de Sagrada Familia, solíamos bajar mucho a una cocteleria que había en el paseo Gaudí y nos poníamos tibios de ellos, así que doy fe.
    Que te mejores! (doy por hecho que te ha atacado el efecto del día siguiente).

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