

Es ahí donde, a mí juicio, radica el encanto de su propuesta, en el hecho de que puede recordar a muchas cosas y a nada a la vez, en que se difiere una intención de disfrute que no exime el tributo, con la admiración a unos parámetros musicales ya establecidos por bandera, desde el respeto, la pasión y la seguridad en unas canciones sobradas de calidad que solo puedo recomendar encarecidamente. Comezaron su andadura a mitad de la década pasada y desde entonces han editado un Ep homónimo que se puede escuchar y descargar en la dirección que dejaré al término de esta entrada, al igual que esta brillante puesta de largo que completa su discografía a la cual auguro un más que notable futuro de seguir en esta línea, y la cual espero tener la oportunidad de escuchar en directo, pues a juzgar por las imágenes que se pueden ver en su Myspace, tienen buenas tablas.
Ojalá alguien se anime a traerlos a la próxima edición del Festival Primavera Sound, pues creo que encajarían a la perfección y después de todo ya se animaron a traer a unos compatriotas suyos en las dos últimas (Él Mató A Un Policía Motorizado). De momento basta conformarse con escuchar las canciones que componen un álbum diseñado con muy buen gusto, pues el formato tiene cuatro tapas, con sus correspondientes letras en el reverso, con la peculiaridad de que incluso han añadido un texto a las piezas instrumentales que nos podemos encontrar en el lote, en una aplaudible iniciativa que se basa en historias que un escritor amigo se ofreció a redactar, viendo lo que le generaba el tema, además a la caja de plástico del disco le hicieron como una especie de sobre/caja que lo sujeta, y que se quita deslizándolo, algo similar a lo que idearon Black Rebel Motorcycle para su interesante debut 'Howl'. Con todos esos atractivos que justifican la adquisición de este 'Bienvenido a la tierra' solo falta comentar lo principal, las doce pistas que nos llevan a unos paisajes gélidos pero confortables entre los que cabe destacar, solo por citar algunos, ya que en su disfrutable conjunto no sobresale ninguno en especial, "Puerta de cristal", acordes líquidos que provocan una grata sensación invernal en esta época tan calurosa, un pasaje post-rock que une dicho género con la sutileza pop con la que Slowdive se miraban los zapatos a finales de los 80's, "Huellas", otra delicia está vez encaminada hacia parámetros de envoltorio oscuro en un cruce de caminos entre Ride, Film School, Amusement Parks On Fire y The Stone Roses, "La nave es nuestra", un arranque enigmático que desde el primer segundo se conviritó en mi favorita con esos detalles que solo hacen que sumar en su acercamiento al slowcore de magnitud folk que aplicaban en momentos puntuales Yo La Tengo en sus inicios, "Benicio", que comienza tímida abriéndose camino entre atmósferas ensoñadoras, una perla preciosa que calma y emociona sin palabras al compás de un ritmo de batería magno, "Otra vez en el desierto", yendo un paso adelante en su apuesta de unir mundos adversos en la mente de los puristas, los condensados relieves de The Zephyrs con los universos paradisíacos de la América profunda que tan bien expone Will Oldham, enlazando un parfraseo spoken word en portugués para dar pie a "El derrumbe de una diosa", de tintes pinkfloydianos y escaso pero intenso trayecto, que vuelve a recurrir al 'empalme' como si de una obra conceptual se tratara para dar entrada a "Batallón anfibio", salto de vértigo a la épica, una balsa de aceite conciliadora que invita a la reflexión para contextualizarla a nuestro antojo, "Agustín y las cartas de Blanca", con la voz como mero elemento de acompañamiento, como si fuera un instrumento más, perdida felizmente entre tejidos de sensibilidad, "Proyecciones", vuelta de tuerca guitarrera con destellos electrónicos, y "Fuegos de artificio", última pista del disco y la última que comento porque me acabo de dar cuenta que no he dejado casi margen para la sorpresa, así que dejo dos joyas sin citar, destacando esta despedida como una juguetona clausura de cercanía optimista ideal para convencernos que estmamos ante una soberbia banda.
Mariano Pedernera, al que debo agradecer el detalle de compartir todo esto, Sergio Peña, Rodrigo Álvarez, Luciano Pozueta, y Leonardo Brunengo con la ayuda de buenos amigos como Jonah Swarchtz (componente de Los Alamos), Julián Paz (miembro de Bauer) y Nicolás Melmann. Como detalle también cabe destacar su presencia en el recopilatorio UK Compilation 2010 junto a otras bandas de Sudamérica.
http://sadness.bandcamp.com/album/bienvenido-a-la-tierra-kirlian
Esta banda es genial
ResponderEliminarnunca escucho música cuando estudio pero esto, es una verdadera música para acompañar los momentos trancas.
saludos
genios , se lo merecen.amb
ResponderEliminarUna maravilla para escuchar de fondo a cualquier circunstancia, algo que se puede decir de muy pocos discos, Rocky George. Me alegra que conicidamos.
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí y dejar un comentario.
Un abrazo!
Sin duda, apreciado anónimo.
ResponderEliminarSe han sacado de la chistera un disco sin fisura alguna.
Gracias por animarte a dejar tu opinión.
muy buena la reseña, te felicito; los vi varias veces en vivo aca en baires y me vuelan la cabeza, suenan impresionante...lo q viajo con su musica es increible, saludos
ResponderEliminarMuchas gracias! el disco es tan bueno que las palabras salen solas, jeje.
ResponderEliminarOjalá pueda verlos en directo algún dia, señal de que han traspasado fronteras y que su excelente sonido ha triunfado a nivel mundial (pues por desgracia solo los podría ver si se acercan por tierras españolas).
Muchas gracias por la visita y por comentar.
Un abrazo!