sábado, 13 de agosto de 2011

MARILLION

SCRIPT FOR A JESTER'S TEAR (1983)

Siguiendo con esta cruzada de clásicos sinfónicos rescato para la causa otro álbum imprescindible. El debut de esta gran banda de la pequeña localidad de Aylesbury, perteneciente al condado de Buckinghamshire (Inglaterra), cambió literalmente mi vida. Eran años en los que digería de todo un poco y fue mi impagable primo Fernando el que me animó siendo yo todavía un pedugo, a escuchar esta fantástica propuesta. Tan solo había oído hablar de ellos a razón de que mi amigo Miguel me había contado en mi etapa escolar que su hermano y unos amigos habían obligado a un pobre desgraciado de su pandilla a engullir una botella de whisky de trago al son de un tema (la intro instrumental para más señas) de la banda perteneciente a su directo 'The thieving magpie (la gazza ladra)'.

Aquel espécimen acabó muy perjudicado, pero esa es otra historia, lo que me interesa contaros es lo mucho que tiene a destacar la trayectoria de Marillion, desde su primera etapa con Fish al frente, hasta la actual con Steve Hogart ejerciendo a la perfección su condición de sustituto de lujo. Dos épocas diametralmente opuestas pero sin perder el norte, de las cuales me quedo con la que contaban con 'el Pescailla' escocés, por su dotada voz y por ese sonido tan pulcro, elaborado, redondo en definitiva.

Todo en este álbum (al igual que en los otros tres que componían esta primera época) suena imponente, desde sus melodías a esas letras cargadas de enigmática lírica, seis temas asombrosos que tuvieron continuidad sin salirse de la tangente con aquella maravilla llamada 'Misplaced chilhood' que mi buen colega JM Hulme ha reseñado recientemente en una entrada de su genial blog 'Carretera 61 cortada', que pienso enlazar al final de este escrito porque me ha encantado y creo que cualquier hijo de vecino que tenga curiosidad por este grupo, debería darse el gustazo de leerla. Él me ha animado indirectamente a remover mis sentimientos y recuerdos sobre este disco y si bien debería tener más aprecio por el que él nos acerca en ese fenomenal escrito pasional, ya que fue el primer cd que compré recién estrenado mi equipo de música con reproductor compact disc, me decanto por su primer disco (además de que tampoco era plan de poner los dos el mismo) porque su calidad supera el valor sentimental y todo lo que se ponga por delante. Aquí están algunas de mis piezas favoritas de su carrera y por lo tanto esta es mi obra preferida de Marillion, además porque negarlo, muchas son las horas que invertí en aquella vieja cinta de cassette que tenía mi primo, cantando los dos al unísono en su Peugeot 205 como si fuéramos un par de 'castratti', pues que difícil era imitar la voz de Fish en temas tan gloriosos como la homónima "Script for a jester's tear", inicio precioso para una canción impresionante, comenzando por ese armonioso canturreo sobre un piano que encajaría en el 'A night at the opera' de Queen, donde aparecen los teclados y la belleza entra en acción, dulce y conciliadora, hasta que irrumpe la base batería-bajo con fuerza y las guitarras fluyen en sonidos elásticos al son de un estribillo prominente con esos cambios de registro vocales prosaicos, descomunal principio que une tres canciones en una en vistas de su camaleónica mutación sonora, pero la cosa no hace más que escalar en intensidad emocional, y así nos topamos con "He knows you know", un estandarte en el periplo del grupo, con ese estilo casi único que como mucho se puede considerar influenciado ligeramente por Genesis, un tema sobresaliente que vuelve a utilizar la fórmula de la experimentación inconformista y esa unión de graves que solo ellos conseguían evocar de esa manera tan penetrante, y es que no puedo dejar de sentir su poder revitalizante cada vez que la escucho, con la maquiavélica tonalidad de Fish entre la duda y la seguridad, "The web", unos primeros segundos épicos para ralentizar poco después su mensaje y dejarlo de nuevo en las arcas de la autosuficiencia sinfónica, con unos solos de guitarra soberbios que tan pronto recuerdan al blues técnico del difunto Gary Moore como a la etapa interemedia de Pink Floyd en manos de David Gilmour, "Garden party", luminosa y divertida, inevitable describirla de ese modo si se ha visto el vídeo que acompañó a su edición como single, de hecho recuerdo que yo tenía una cinta vhs que me regalaron los amigos, con diez o doce clips de la banda y que a algún tipejo se la debí de dejar porque no la localizo por casa desde hace años, "Chelsea monday", más serena y sombría, una absoluta maravilla con un texto sobrado de mística que narra la complaciente vida de una chica inconformista con su posición privilegiada de niña bien abrumada por sus sueños incumplidos, y "Forgotten sons", excitante eclosión rockera con una partitura de teclado que es puro lujo pegadizo, denso, inquieto y reflexivo, para cerrar un álbum magnífico que a pesar de contar con seis temas que superan en su mayoría los ocho minutos de duración, pasa como un ciclón de estímulos.

Derek 'Fish' William Dick (genial su carrera en solitario también con el sensacional 'Vigil of a wilderness of mirrors' a la cabeza) Nick Pointer (grandísimo batería que solo participó en este trabajo y que con los años fundaría los enormes Arena), Pete Trewavas (también en los supergrupos Transatlantic y Kino), Steve Rothery (también en The Whising Tree) y Mark Kelly (ocasional teclista de Travis en su momento) formaban Marillion en sus años mozos, contando además con la colaboración de Pete Cockburn que aporta su spoken word en el último corte del lote y la Marquee Club's Parents Association Children's Choir que impregna de coros el mismo. Como comentaba antes, dejo también enlazado el suculento post de JM.

http://carretera61cortada.wordpress.com/2011/08/06/marillion-misplaced-childhood-1985-lo-que-hice-en-mis-vacaciones-ii/

8 comentarios:

  1. Sí hombre, muy buen disco este. Una pena que esta banda haya estado siempre tan infravalorada, pero bueno. Gran actualización. Saludos!

    ResponderEliminar
  2. o.O La historia del whisky es espeluznante...
    Cuando pensé en hablar de un disco de Marillion mi primera opción era éste porque me pasa como a ti, es el que más escuchado tengo y, coño, que es una maravilla. Pero precisamente por eso no tuve huevos a reseñarlo: los discos que realmente son importantes para mí me inspiran demasiado respeto xD Prefiero asentir repetidas veces mientras leo tu post. Añado sólo unas dosis de entusiasmo para el Forgotten Sons, cuántas veces habré ido con el coche con esa canción escapando por las ventanillas al estilo poligonero...
    Al final opté por escribir sobre el Misplaced childhhod, gran disco también: que por cierto, con tantas alabanzas me pongo rojo, tío! Moltes gracies por el linkazo!
    El post de Camel que tenía pensado para hoy al final se retrasará, una pena, pero creo que aún lo haré coincidir con tu último post sinfónico prevacacional.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  3. Pues si que es una pena Alex. Es curioso porque la banda sigue con una salud de hierro a pesar de ser plato del buen gusto de una minoría y es más sorprendente que los discos más recientes están igual de infravolorados que los de sus principios, siendo que con Hogart parece que su propuesta es un poco más accesible a todo tipo de paladares (que hambre me está entrando con estas tonterías culinarias que estoy utilizando como metáfora, pardiez!).

    El otro día vi que te habías añadido como seguidor y busque a ver cual era tu blog para curiosear pero no di con él...tienes?
    Muchas gracias por el comentario y la visita.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Si yo te contara anécdotas de aquella cuadrilla de golfos...lo del whisky fue 'pecata minuta'...
    Te entiendo perfectamente con eso que dices del respeto a los buenos discos. A mí siempre me queda la sensación de que he soltado alguna pedrada cuando escribo de alguno que me quita el sueño, pero apuesto a que tu harías posts más que dignos, no seas moedsto leñe! :D
    Esperaré con fervor ese post de Camel, llegue cuando llegue. A ver si mañana o pasado puedo poner algún post más (hace unas horas he puesto el de King Crimson), que voy a tener poco tiempo y el Martes me voy a Zaragoza ya. Lo que no sé si recurrir a otro clásico o poner algo actual...
    Saludetes!

    ResponderEliminar
  5. Que va, tampoco lo soy tanto, solo 1'81 (y justito) y unos 80 kilos, eso no es nada....ah! que te refieres al disco!! (chiste malo del día y posiblemente del mes, lo sé).
    Payasadas de melón aparte y poniéndome serio te diré que me alegra muy gratamente que también te guste mucho este disco que para mi fue uno de los que pusieron banda sonora a mi niñez y pre-adolescencia. Creo que la primera vez que lo escuché fue con 8 años o así, cuando ni era capaz de aprenderme los nombres de los grupos y ya más tarde, como explico en el post, mi primo me lo volvió a poner quedándose en mi corazón para siempre (que bonito me ha quedado este último párrafo).
    Muy buen gusto musical tiene usted, que lo sepa :P
    Un vez más siento el ladrillo, ya sabrás que soy incapaz de ser escueto, jejeje.

    ResponderEliminar
  6. jo!! 1,81 no está nada mal...si me prestas 1cm llego al 1,60 :))
    me gusta mucho entrar aquí los fines de semana, por ejemplo como este que terminamos, es decir los fines de semana tranquilos.
    Nooooooooooooooooooo....no tengo buen gusto musical,eso lo dejo para tí, yo simplemente escucho música, es una especie de filosofía vital rousiana......(en fin, tonterías mías)
    me gustan tus ladrillotes!!!! :P
    voy a preguntarte una cosita en otro post y a explicarte en otro para que finalidad utilicé tu recomendación musical je jeeeeee.......viva los findes tranquilos!!!!

    ResponderEliminar
  7. jeje, bah! que mas da esa diferencia de altura si luego total, cuando vamos a un concierto, que es donde más se necesitan centímetros, llega un mamón que mide 5 más que tú, se te planta delante moviéndose menos que Don Pin Pon en una cama de velcro y no te deja ver nada, y te aseguro que siempre pasa eso, tanto a los que medimos 1'80, como a los que medís 1'60 o como le pasa a un colega mío del pueblo que mide 1'95, que siempre se queja de eso!!

    Pues me alegra muchísimo que pases buenos ratos por aquí y me sumo a esa 'filosofía vital rousiana' descartando que tenga buen gusto musical y ni falta que hace, porque como tú bien dices, basta con escucharla, no hace falta definir si el gusto es bueno o malo ya que como dijo Frak Zappa 'Hablar de música es como bailar de arquitectura' :D

    ResponderEliminar