jueves, 29 de septiembre de 2011

OBI

DICEMAN LOPEZ (2004)

No os dejéis engañar por la portada ni el nombre, este disco no tiene nada de fronterizo, tropical, ni nada por el estilo, de hecho, y esto partiendo de la base de que es una banda muy desconocida que tan solo estuvo dos años en activo, si habéis escuchado su flamante debut 'The magic land of radio', que publiqué hace más de dos años por aquí, veréis que tampoco tiene mucho que ver con aquellos inicios en los que la banda de Londres (Inglaterra) se decantaba por un rock alternativo de influencia americana con pinceladas country-folk, pues aquí se aventuraban a un ligero cambio para acoger un sonido personal que es difícil de comparar con alguna otra banda en concreto, pero que podrá gustar a gente que goce con Spoon, Coldplay o Eels, en una muestra clara de su diversidad.

No puedo negar el hecho de que su puesta de largo me parece mucho más interesante que este segundo paso, pero la verdad es que 'Diceman Lopez' es igualmente una obra francamente atractiva, en otra onda pero bien disfrutable, estirando un poco la manta para acoger melodías cálidas en un nerviosismo rockero que no podía dejar pasar sin reivindicar, ya que como dije en su día, me indigna que este extinto cuarteto fuera tan ninguneado durante su etapa y aún a día de hoy resulte casi imposible encontrar material de ellos o simplemente información.

De este modo y como por desgracia poco puedo añadir en sentido biográfico, solo me queda destacar las diez canciones que componen este tratado de brit-pop atemporal con reminiscencias folk, empezando por "Fairground", que abre el tarro de las esencias con cautela, lenta y excitante anunciando un cambio a mitad que acogemos con solera, en un cruce de ritmos que navegan al son de una percusión inquieta, "Creatures", atmósferas espaciales emulando esa peculiar forma de tocar la guitarra que tenía David Gilmour en la etapa más gloriosa de Pink Floyd, hasta que eso pasa a ser un espejismo con la entrada de la instrumentación al completo y se mezclan los universos de Mercury Rev y Stereophonics, por muy extraño que suene eso, "Incredible Jack", sensibilidad por doquier, un piano conciliador y una melodía preciosa que gana enteros a medida que avanza en la que para mí es la pieza más inspirada del lote, "Movers and shakers", abrazo nostálgico a sus orígenes acariciando el aterciopelado ropaje y la sensible fragilidad del folk, una pista preciosa que uno imagina sonando en cualquier momento de bienestar social, ya sea con un ser querido en toda la amplitud de la palabra o compartiendo cañas con los amigos en una casa rural con una divertida y tensa timba de póquer de por medio, aunque quizás para ese momento concreto sea más adecuada "Chewing my soul", un auto-homenaje a su refinado gusto por el country y la música de raíz americana en general por la que está claro que sentían un gran respeto, "The tale of old Rodriguez", otra razón más para cerciorarse de ese esclarecedor dato, puesto que es todo un arranque tex-mex que podrían haber firmado los mísmisimos Calexico o sus paisanos Gomez por encontrar un ejemplo cercano, y es que esas trompetas inequívocas ponen tierra de por medio, "Sleep well dear friend", nana conmovedora con sección de cuerda sutil, increíble que con temas así de honestos y apacibles no llegaran a ser reconocidos como Dios manda, "Time alone will tell", próxima al Leonard Cohen de los dos primeros discos, con algún que otro elemento retrospectivo, una joya breve que entra directa al corazón y que enlazan con "The sweetest silver", recuperando el pulso rockero sin perder el equilibrio ni la intención de concebir canciones cargadas de belleza, y la mansa "Plague on this house", con el piano nuevamente introduciendo unas notas idílicas como despedida para un álbum incomprensiblemente infravalorado.

Quizás de no ser porque cogieron un tema suyo para poner sonido a un anuncio de una conocida marca de automóviles alemana, jamás habría sabido de ellos, que pena, pero lo importante es que sus canciones continúan vivas y vuelto a escuchar este trabajo después de tanto tiempo que lo he tenido en el olvido, pues casi que me retracto en lo dicho de que se diferencia bastante del anterior. Ahora veo que se complementan a la perfección. Obi eran Damian Katkuhuda, Ben Kempton, Tom Worsley y Dom Hazlehurst.

2 comentarios:

  1. Me está gustando bastante. PENE.

    Por cierto, mañana te respondo que ahora estoy muy cansado... :)

    ResponderEliminar
  2. Me alegra mucho que te gusten. VAGINA.
    Si te soy franco, no esperaba comentarios en esta entrada, pues son discos muy desconocidos y nadie se anima a dejar opinión e imagino que ni se arriesgan a escucharlo (no hemos vuelto todos muy sibaritas a la hora de elegir que bajar, jaja).
    Esperaré atento esa respuesta, que supongo que te refieres a lo que puse en comentarios de Allo Darlin'.
    Venga! levántate, que ya es hora hombre, que se te pegan las sábanas :D

    ResponderEliminar