domingo, 2 de octubre de 2011

DA

DORMIDOS EN EL ZOO (2005)

Me encantan los Domingos, al menos hasta que llega la hora en que empiezas a asumir que se acaban y el fantasma de comienzos de semana laboral acecha. En las jornadas dominicales se acostumbra a disfrutar del relax o del día completo, sobretodo cuando las resacas por desgaste, han pasado a mejor vida. Hoy por ejemplo me he levantado a una hora más propia de Arturo Fernández que de un tipo que pueda alardear de madrugador, he quedado con la mia mamma para acompañarla al mercadillo y he sonreído al salir a la calle y notar el sol calentar mi piel. Que gran decisión ir allí a pesar del temor a encontrar más gente que en la guerra (y así ha sido) porque hacía tiempo que no me acercaba a 'Los pajaritos', que es el nombre que se le da a ese recinto al aire libre, ese parque que recibió ese apodo porque antaño estaba lleno de jubilados que iban con las jaulas a reunirse y presumir de lo bien que se les criaba el canario, periquito o jilguero en cuestión.

De pequeño me preguntaba siempre que demonios llevarían aquellos individuos tan minuciosamente tapado (pues siempre cubrían con una tela aquella supuesta caja que en realidad era la casita del pájaro), hasta que una vez cogieron a mi vecino del primero con cinco kilos de cocaína metidos dentro y estuve tiempo engañado pensando que todos aquellos presuntos devotos de la ornitología eran traficantes, es más de hecho ni me sorprendió aquel suceso, pues el inquilino de abajo al igual que muchos de los sujetos de mi barrio trapicheaban con todo tipo de cosas al margen de la ley, solo me preguntaba como leches había hecho para meter tanta cantidad ahí adentro, incluso pasado el tiempo ya no tan crío, me rondaba por la cabeza que si el inocente animalito estaba en en medio de tanto polvo blanco, debería de cantar heavy metal a ritmo de bakalao.

En fin, que degenero la escritura con sandeces que no vienen a cuento. Como iba diciendo, me ha gustado ir allí esta mañana, comprarle un mechero de cocina y una planta a mi madre y ver todo aquel hervidero de gente con especial hincapié en una parada que vendía cinta de cassette (todavía!!) y compact discs de lo más granado del panorama cañí y rumbero estatal, y me ha chocado que a pesar de ese tipo de oferta el que regentaba la tienda tuviera puesto un como hilo musical el "Maid of Orleans" de OMD (Orchestral Manoeuvres In The Dark, como me agrada ese nombre), de modo que no he podido evitar tararear y pensar, que sería una buena idea publicar una entrada sobre ellos, pero de repente, al finalizar la canción, el tío con un par de bemoles ha pinchado un tema de Gipsy Kings!! y confieso que me gustan estos franceses, que conste, pero esa miscelánea era demasiado para el cuerpo. Pero bueno, esto lo explico porque inmediatamente he tenido la impresión de que hoy me apetecía más poner algo que se pueda pronunciar con exactitud al cantarlo y que mejor que un disco estatal de esos que pasaron desapercibidos en su día siendo una maravilla.

Da, alter-ego artístico del zaragozano Daniel Garuz, es un poroyecto en solitario que cuenta con dos discos de los cuales, este 'Dormidos en el zoo' fue el primero. Ex-miembro de Pulmón, Muy Poca Gente y La Costa Brava, aquel genial grupo que formaron el malogrado Sergio Álgora de los inolvidables El Niño Gusano y Fran 'Nixon' Fernández de Australian Blonde, editó este debut cuando todavía estaba enrolado en las filas de estos últimos y tras enterarme de su publicación poco tiempo después de haberle visto actuar en directo con dicha banda, no dudé ni en segundo en adquirirlo totalmente a ciegas en cuanto a saber como sonaba, pues su voz me había gustado mucho y su actitud sobre el escenario y en una entrevista que leí en tono cómico en un viejo Mondosonoro me causaron una grata impresión, se me antojaba como un músico inteligente de una gran sensibilidad al que había que seguir. Además como no, el hecho de que fuera paisano era valor garantizado, pues de tierras aragonesas solo salen cosas buenas, que diantres!. Lo que no esperaba era encontrar un trabajo tan bueno. Pop de muchos quilates con su cálida voz reinando en todo momento, ya sea en su vertiente más rock o en su finalidad indie. Melodías certeras, un buen puñado de músicos de calidad y la producción del gran Paco Loco en un viaje en el que nos invita a guiarnos por los cinco sentidos en un trayecto por el por el zoo de sus sentimientos más variados, desde la tristeza del desamor hasta la impotencia frente a un mundo que pierde el norte, pasando por historias en las que la ironía se acompaña de acertadas instrumentaciones.

Medios tiempos en casi todo el minutaje, alternados con temas de corte más guitarrero y un deleite para los oídos que no se agota hasta que le reproductor nos anuncia el final. Así pues aconsejo la experiencia de sumergirse en este disco y disfrutar de canciones como "Todo puede ser", con esa letra sensacional y ese inicio semi-épico con una sección instrumental muy elástica, "Velocidad absurda", mi favorita del disco, nerviosa, potente y metálica, una joya que tendría que ser un himno indie-rock patrio a la altura de cualquier de Los Planetas y con unos acordes que parecen prestados del "Into my arms" de The Lemonheads o del "One with the freaks" de los alemanes The Notwist, "Para siempre", acústica en la onda de lo que hace hoy The New Reamon, dulce y profunda desnudez convertida en un brillante medio tiempo, "Tigres vegetarianos", resultona y concisa velocidad que podría encajar en el repertorio de Broken Social Scene de haber utilizado el inglés como forma de expresión, "Sopa y gazpacho", añadiendo elementos electrónicos que solo hacen que sumar, y que vuelven a hacer acto de presencia en "Una mujer y un gato", una pieza que además tiene cierto toque psicodélico, "A tomar el sol", bello corte de sencillez romántica, "Círculos polares", de alma setentera, muy rockera y convincente, y "Mi chica está en coma", relectura castellanizada del "Girlfriend in a coma" de los míticos The Smiths.

Daniel Garuz estuvo rodeado de sobresalientes músicos como Eloy Cases, José Guillamó, José Domingo, Miguel Ángel Muñoz y el propio Paco Loco, que como he dicho antes fue el encargado de la labor tras los mandos en su estudio del Puerto de Santa María (Cádiz).

2 comentarios:

  1. Genial la introduccion dominguera de tu articulo. Me apunto este disco que con todo lo que nos dice parece laleche, saludos amigo y a seguir

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  2. Muchas gracias Carlos, tu siempre tan atento, leñe! :D
    Está muy bien este disco, a pesar de que no sea tan conocido como otros en castellano de esa índole. Espero que te guste y que si es así te pases por aquí a contarlo, jeje.
    Un abrazo!

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