miércoles, 21 de diciembre de 2011

HEDNINGARNA

HIPPJOKK (1997)

A tiro de piedra como estamos de que empiece la fase navideña, en los próximos días haré los deberes y postearé álbumes acordes a la cotidianeidad de estas fechas tan señaladas, es decir, el de villancicos, el capricho de mi cumpleaños, el que acompañe la lista de lo recomendable del año (bueno...los dos, pues como cada año será tanto nacional como internacional) y como no, el impertinente, pero al margen de ello aún me quedan unos cuantos discos que poner por aquí de los que no entran dentro de esas características sino que simplemente se me antoja escuchar en estos días invernales dependiendo del estado de ánimo, porque que si no representa la música mas que eso? al igual que los recuerdos de infancia que nos vienen en los últimos coletazos de la temporada, cuando disfrutábamos del pesebre y de la compañía familiar que vivía lejos de la ciudad, estoy seguro de que todos tenemos afinidad con los discos olvidados que vuelven a nosotros como agua de Mayo en días gélidos de calefacción o mantita para, desde una perspectiva contradictoria, abrazarnos con melodías melancólicas que nos hagan evadirnos de los malos augurios y desear lo mejor para nuestro entorno cercano, añorar con una sonrisa de optimismo a esos seres queridos que en la distancia permanecen a escasos dos centímetros de tus sentimientos y que no temes perder porque sabes que van a estar ahí de una forma real antes de lo que imaginas.

Todo esto viene a colación de que hoy me he parado a pensar en estos tiempos tan oscuros donde la crisis económica nos está convirtiendo en seres desolados sin casi esperanza de recuperación y me ha parecido bien idealizar una tregua en este par de semanas que están al caer, porque si bien no negaré que mucha gente tiene razón al decir que las Navidades son un reflejo dramático de que somos marionetas ahogadas en el consumismo y que no vale con esta explosión de alegría fingida porque el resto de año volvemos a ser huraños, no es menos cierto que nunca viene mal disfrutar del aquí y ahora y dejarse llevar por la armonía interior para dejarnos de pamplinas y gozar de los pequeños placeres de la vida, así que hoy he atacado la despensa, me he arreado media tableta de turrón de chocolate, una copichuela de moscatel y otra de mistela y me he puesto este genial 'Hippjokk' de fondo para decir a viva voz 'esto es vida'.

Da igual todo cuando lo único que importa en ese momento es lo positivo de deleitarse con un momento que solo presiden tus sentidos junto a tus pensamientos, y esta banda formada por músicos de Dalarna, Degerfors y Värmland (Suecia) y Jämsänkoski (Finlandia), consigue desde su folk escandinavo de herencia celta mezclado con rock de tintes electrónicos, atrapar al oyente en un placentero viaje de difícil ubicación, puesto que aún siendo innegable donde encontrar su público respecto a gusto se refiere (amantes de los sonidos étnicos y esa tonta etiqueta llamada world music), es una formación apta para todo tipo de paladares que gusten de acoger ritmos frescos, innovadores y varipointos.

La filosofía de Hedningarna ha sido en todos y cada uno de sus siete trabajos de estudio editados hasta la fecha, bucear en las raíces de la música nórdica para producir un sonido que no siga las tendencias actuales del folk más tradicionalista. Es por eso que Anders Stake, cabeza visible de la banda, se dedicó a construir y modificar instrumentos tradicionales para desarrollar un sonido propio y único que, con el tiempo, les haría irrumpir en los lugares más destacados de la nueva música tradicional sueca.

Su penúltimo disco es para un servidor el más inspirado de su discografía. En él podemos escuchar una serie de canciones enérgicas sin perder su respeto por la raíz nórdica, resueltas con sobriedad y desarrollos excelsos, sonando mil y un instrumentos que dan un empaque épico formidable que solo hace que sumar a una propuesta excelente sin necesidad de complicaciones e interpretado vocalmente en su lengua materna. Ya en la cúspide del género como una banda respetada y venerada por crítica y público, su formación se vio reducida a trío al sufrir la pérdida de las dos vocalistas femeninas que volvieron a Finlandia en vistas de su incipiente maternidad, pero lejos de resentirse su discurso, todavía mejoró al contra con una base más correosa y elocuente, pero destacando por encima de todo la labor de un invitado de lujo, Wimme Saari, un polifacético cantante que integra a la perfección los cantos tradicionales del pueblo Sami (residente antaño en la Laponia finlandesa). Se abre con la redonda "Bierdna", una maravilla en la que el antes citado Saari se transforma en un prodigio vocal cantando con fuerza espiritual mientras el didgeridoo alumbra cada rincón sofocante de su melodía constante, "Dolkaren", primera de las muchas instrumentales del minutaje que incita a un baile poderoso en el que entregar cuerpo y alma, "Drafur och gildur", mística en todo su trayecto, con un toque entre medievalesco y arábigo, "Dufwa", brutal, un ejercicio ecléctica que sorprende, pues puede recordar de igual modo a Woven Hand como a Massive Attack, con un toque afín a la Americana gótica o al blues fósil africano, "Forsytthan", que aunque parezca curioso podría adornar cualquier escena western con ese violín tan sureño, que pasa de tímido a trepidante en un instante, "Grauchölorfen", el por que de que se les tilde de modernistas entre el sector folk más purista, solo hace falta escuchar esas percusiones digitales, "Návdi/fasa", Saami haciendo acto de presencia una vez más para marcar el compás con su imponente voz al tiempo que el resto cumplen con su cometido dotando de un aire rejuvenecedor y luminoso el tema, y "Skåne", felicidad en casi cuatro minutos de festividad encubierta y a gusto del consumidor pues igual que a mí me anima a otro quizás le provoque otro tipo de sensación, una pieza que incluye unos solos de guitarra que encajarían dentro del mensaje de alguna que otra banda relacionada con el rock sinfónico.

Hållbus Totte Mattson, Anders Stake Norudde y Björn Tollin con la ayuda de Johann Liljemark y Wimme Saami crearon esta interesante obra para intrépidos que quieran picotear en otras músicas.

4 comentarios:

  1. Con tu precioso texto hasta me hiciste replantearme mis propios principios... hasta que me topé con que no son principios, sinó sentimientos, y ya sabemos todos que la razón no manda sobre los sentimientos. La mayoría de veces, es bueno, pero de tanto en tanto no es así y este es un claro caso de ello. En fin, no amargaré el dulce a nadie y me apunto al carro del tierno recuerdo de todos aquellos que tenemos lejos. Tu post parece una réplica al mío en toda regla, jeje, y sabes??? Creo que al final pondré un villancico alguno de estos días... más que nada porque me topé con él y me gustó tanto que dije, ¿por qué no? Os merecéis una buena felicitación por mucho que para mí signifique poco más que nada.

    Pero lo que me ha impulsado a dejarte un comentario es que esto que has colgado tiene una pintaza, esto fijo que me encanta, tiene demasiados elementos como para que no sea asi. Me lo bajé completamente a ciegas, confiando en lo que dices, que no sueles fallar.

    Un beso muy gordo!!!

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  2. Gracias tocayo por recuperar a una banda que escuche hace muchos años y que tenia olvidada. Me lanzo en el spotify a por ellos con el disco que mencionas saludos

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  3. Ya sé que no eres muy fan de la Navidad, jeje.
    De todos modos seguro que cuando te reencuentres con tu familia lo disfrutarás dejando atrás esos principios de los que hablas, pues al final lo que queda es el entorno, esas personas con las que has vivido miles de cosas, y la verdad es que estas fechas nos las tomamos como un drama (aunque yo no) últimamente y lo mejor es dejarse llevar, comer como un jabalí y beber como una esponja. No hace falta analizar todo tanto, al final es un sinivivir eso.

    Yo a lo mío, pondré el tercer Ep de villancicos de Sufjan en Nochebuena. De momento hasta entonces pondré algunas rarezas de las mías que es donde me siento más a gusto escribiendo. Hedningarna no es una excepción, pues es una banda que no tiene mucho que ver con lo que he puesto por aquí antes (salvo con la serie de bandas celtas que puse hace unos meses). Son muy populares en esos círculos y no sé si te gusdtarán, pero son francamente buenos en lo suyo.

    Y de beso gordo nada! no me hables de gordos que ande yo caliente, ríase la gente!! no me ha tocado ni un céntimo, grrr, malditos niños de San Ildefonso!

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  4. Apreciado Carlos, no se te escapa una, bandido! jeje, no me sorprende que tuvieras ya pillado el punto a esta gente, abierto de miras e inquieto musicalmente hablando como eres :D
    Yo los tenía un poco olvidados en los últimos tiempos también y fue un placer recuperarlos con este álbum.
    A ver si te causa buenas sensaciones cuanto menos te hace pasar un rato ameno.
    Un abrazo, maestro!

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