sábado, 29 de septiembre de 2012

GUMSHEN

EVERYTHING WHAT WE RECORDED (2012)


Llevo todo el día dando buena cuenta de este fastuoso álbum editado recientemente por la banda de Seattle (Washington), y estoy sufriendo una irremediable adicción a su contenido, sin que paren de venir a mi cabeza nombres con los que asociar su propuesta en cuanto a sonoridad, pero entrando en colisión con la idea de que si suena a un abánico tan amplio de géneros (dicho sea esto por las diferencias estilísticas de las formaciones en cuestión) significa que hay un choque frontal con la contradicción y que estamos ante un grupo mayúsculo, desprejuiciado y excitante que no cierra puertas a su evolución musical. Tan pronto me vienen ecos del rock sinfónico progresivo de Rush o Pink Floyd, como veo un marcado espíritu Devo en su desenfado, una elegancia digna de los franceses Phoenix, un coqueteo con el power-pop en la inda de Weezer, ligeras reminiscencias a la electrónica kraut de Kraftwerk, el indie-rock de Modest Mouse, el crossover de bajos saltarines en clave funk que tanto gustaban de mezclar con guitarras distorsionadas a Faith No More y un sinfín de grandes clásicos, como Prince, Elton John, King Crimson o The Police, a los cuales ellos mismos citan como base referencial. Menuda paleta auditiva.

Hace unos días llegó a mi correo una nueva serie de discos de parte del promotor canadiense James Moore, que como ya expliqué en su momento me va pasando discos no muy conocidos fuera de sus fronteras pero cuyo contenido y producción es de una calidad suprema, y entre las todavía escasas escuchas que les he brindado a los cinco álbumes que me ofreció, por ahora puedo decir que todos son interesantes, pero este en concreto, resulta incluso impactante, y eso que en un principio pensé al ver la foto del grupo que he puesto arriba a la izquierda, que se podía tratar de una banda de entretenimiento creada por ex-jugadores de Los Angeles Lakers por el asombroso parecido razonable de dos de sus miembros con el aspecto actual de Kurt Rambis y Brian Shaw (al menos a simple vista) y que igual no dejaba de ser una mera anécdota sonoro-deportiva. Bromas al margen, el nuevo plástico de Gumshen es redondo.

El hoy cuarteto estadounidense comenzó su andadura como trío bajo el nombre de Menthol James y practicando un hard-rock abierto de miras. Se convirtieron en unos habituales de las noches del histórico Rainbow Club de su ciudad de origen y en vistas de la buena acogida dentro del circuito de salas y del público vecino, editaron al poco tiempo un Ep homónimo, pero su asentamiento como banda vino con la incorporación de su cuarto miembro, Rich Hinklin, un profesor de arte veterano de la escena local que antaño había colaborado en el sonido como productor e ingeniero en grabaciones de los míticos héroes del grunge, Nirvana y Soundgarden. Su llegada trajo el cambio de denominación y un creciente interés por explorar nuevos horizontes estilísticos que se transformaron pasados unos pocos meses en un nuevo Ep, el genial 'Strew', con el que asentaron las bases de una filiación que ya nunca han abandonado: la de la eclecticidad.

Por fin, para alegría de sus seguidores y ojalá para que sirva de preámbulo de éxito en el viejo continente, en estos días se empieza a mover su debut en formato larga duración 'Everything what we recorded', que se antoja como un suculento cóctel de sabores a digerir bien fresco, pidiéndonos tan solo que permanezcamos receptivos durante la escuchas para que entre directo al gaznate, refrescando nuestro paladar a su paso y proporcionando un sentimiento de vitalidad indescriptble. Menudo divertimento resulta iniciar la inmersión y sujetarse bien fuerte en este viaje iniciático repleto de curvas y quiebros, cambios de dirección y arrebatos de elegancia, ráfagas de energía y breves paréntesis de matemático fervor reposado. Pero para que describir las sensaciones que ofrece la experiencia de acoger a Gumshen con los brazos abiertos de una manera global, si se puede destapar el tarro de las esencias de modo individual con diversos virtudes que engrandecen cada una de las nueve pistas que componen esta presentación discográfica, comenzando por las de la inicial "Hammer & nails", que comienza con unas guitarras que recuerdan a los primeros The Strokes, aunque solo es un espejismo, porque le resto del corte está más próximo a la jovial vitalidad de Teenage Fanclub, con un estribillo ganador y unos aires de esperanza que te hacen mover el esqueleto a conciencia, "Too much good times", como si los metálico-progresivos Voivod se desabrocharan el cinturón y ralentizan la fiereza, una maravilla, nerviosa, aguerrida y furtiva, con buenos solos y unos juegos vocales enormes que tal vez pudiéramos identificar más con la independencia británica a caballo del punk-rock y el garage más pulcro, "Jag it up", muy 70s en sus coordenadas rítmicas, pero muy actual en su marcado progreso armónico, una pieza larga (más de ocho minutos) que saca a la luz todas las influencia que he mencionado al principio donde destacan sobremanera esos jugueteos con la guitarra y el sonido del bajo, a la que querría añadir los nombres de The Stepkids, Gong!, los Marillion etapa Hogart, Pallas y Queensrÿche como fuentes de inspiración, y porque no? Deep Purple cuya sombra da la sensación de estar presente fantasmagóricamente en la parte final donde los teclados y los órganos se retan a duelo, y Arcade Fire, pues los coros del inicio son muy deudores de los de Montreal (Quebec), "Gooch machine", imponente por su férrea base dotada de gravedad, y que en su melodía acoge parámetros del hip-hop, el funk y el jazz moderno, en unas intenciones que traen a la memoria a Fishbone o a los Red Hot Chilli Peppers más inspirados, "Done", de Seattle hemos quedado no? pues aquí poco cabe añadir, pues tiene la inmediatez del grunge más limpio, aunque eso si, con espacio para el inconformismo, pues también se distinguen pinceladas del progresivo de Rush (el estribillo se aproxima a la línea de 'Tom Sawyer') y el glam-rock de T-Rex, "Every drop a rain", dulce, sencilla, cercana y calmada canción de accesibilidad indiscutible, con esas gratas voces en falsete que bien podrían haber firmado The Beach Boys ssi continuaran editando material, pero con un destello eléctrico y épico vocal en su estrofa principal que encajaría en los discos de la banda más exitosa en la carrera de Mike Patton, los infalibles Faith No More, y "Sat what you want", puro dance ochentero que deja boquiabierto al más pintado, pues raya por encima de lo que hacen expertos del revival como Klaxons, Vnv Nation o Yeasayer, que en estos instantes atraen a la masas ávidas de la recuperación de la música de baile. Ah! por si fuera poco, en esta canción de despedida, acaban incluso rapeando.

Estos elogiables aventureros son Ron Hippe, Rich Hinkling, Dennis McCoy y Jan Ciganik.

http://gumshen.bandcamp.com/

2 comentarios:

  1. Que barbaridad, como ha crecido este blog, felicidades!

    Siento dejarte un comentario donde no corresponde.

    Me he pasado para ver si encontraba algo que me gustara, me voy con Radiohead y 16 horsepower.

    Te dejo una cancion de Mark Lanegan que quizas no conozcas y con un tema de Christina Rosenvinge junto a Nacho Vegas, a ver si te entra Don Vegas, no concibo que no te guste.

    http://www.youtube.com/watch?v=rkLFAmYiCis
    http://www.youtube.com/watch?v=rKRBUeCZouI


    Saludos.
    Lucas

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  2. Hostias!! querido Lucas! que alegría tio! cuantos tiempos, a ver si quedamos un día macho que hace un siglo que no nos vemos, y es que las fuentes de contacto que antes teniamos ya apenas las utilizo y a Alex y Miguel, los veo igual tres o cuatro veces al año como mucho, a ver ahora que se han hecho socios del Barça y voy a coincidir más con ellos, te bajas una noche y nos vamos a cervezear por ahí.

    Me alegra mucho que te haya gustado como va tirando el blog, la verdad es que siempre que puedo aprovecho para mencionar que tú fuiste el causante de que lo pusiera en marcha.
    Lo cierto, es que me es divertido, aunque ya no puedo escribir a diario como hacía antes.
    Los enlaces los tuve que quitar por la 'defunción' de Megaupload (putadón me hicieron, imaginate, casi 800 links a tomar por culo, jaja). Ahora como habrás visto, pongo una widget, que es una cosa que me recomendaste antaño, pero cualquier disco que quieras, me lo pides y te lo envío por correo.

    Voy a darle una escucha a ese par de vídeos.
    Siento la tardanza en contestar, que este par de dias no me he metido apenas en internet y el blog ni lo había mirado.
    Un abrazo grande, figura!

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