lunes, 12 de noviembre de 2012

CALEXICO + BLIND PILOT - SALA APOLO (BARCELONA) 11-11-12

ALGIERS (2012)

Hacía un siglo que no iba de concierto y ayer por fin rompí la racha acudiendo a ver la actuación que ofrecieron Calexico y Blind Pilot en la Ciudad Condal. No se me ocurre una evento mejor de volver al ruedo del directo como espectador que el vivido ayer. Dos bandas distintas entre si pero unidas en su pasión por la música desde el punto de vista adverso del asentamiento y la búsqueda de un futuro que labrar. Por un lado la inocencia y ternura folk de la prometedora formación de Portland (Oregon) y por otro la experiencia, vitalidad y apoteosis sonora del alt-country fronterizo de los de Tucson (Arizona). Suculento menú para gozar de una noche idílica que no defraudó en absoluto, salvo por un hecho puntual que comentaré más adelante.


Ayer fue un día intenso, de esos en los que sorprendentemente te notas hiperactivo  llevando la contraria al hecho lógico de andar agotado tras haber dormido escasas horas. Me levanté excitado y fui a jugar el partido correspondiente a la jornada de la liga de baloncesto que juego y lo di todo, tanto que jugué el mejor partido de la temporada y después ya no pude bajar la intensidad adrenalítica de mi cuerpo. Fue raro pero hasta la hora de empezar el show, estuve alterado como un mono, con ganas de hacer mil cosas a la vez y sin hacer nada en adversidad necia, pero bueno, el caso es que a las ocho de la tarde ya estaba entrando a la sala Apolo para ver el comienzo de Blind Pilot, que se inició puntual como la vida misma. Cogí un sitio privilegiado y sin compañía lo degusté enterito sin pestañear apenas, encantado de gozar de su cálida música. Mis buenos amigos Alex y Lucas, que llegaron con el tiempo justo, se perdieron un buen bolo, una lástima, aunque esta inmejorable compañía que tuve, venía a lo que venía, en cambio, un servidor, que ya solía pasarlo bien con las escucha de los discos de estos cuatro majetes que venían con la plantilla reducida (habitualmente son seis), estuvo moviendo los pies y cerrando los ojos en cada nota emotiva del repaso que dieron a su delicioso debut '3 rounds and a sound' y su más reciente 'We are the tide'. De ellos cayeron temas como el que abrió fuego, "The story i heard", de una sutilidad adorable que hace destacar a lo grande la voz de su cantante, el más eléctrico "Keep you right", la sencilla pero atractiva "Two towns from me", la formidable "Oviedo", para la que en su presentación se uso el castellano, confirmando la sospecha de que es una dedicatoria a la ciudad asturiana, "The colored night", ese corte con alma de hit folk para las masas, la maravillosa "Half moon", a mi juicio, la mejor de la noche, una preciosidad que mejora en su traslado al formato vivo, la suave pieza que daba título a su puesta de largo, que sonó impecable en su suavidad y la genial "One red thread", excelente en su exposición veloz, una canción que atrapa al instante y que hizo de ideal muestra de despedida, dejando a los asistentes encantados e incluso, porque no, con ganas de más, pero las normas mandan, y aquellos tres chicos y su acompañante femenina que tan bien habían interpretado y defendido su repertorio durante poco más de media hora, pusieron punto y final a su espectáculo, tras haberse dirigido al respetable con gestos de satisfacción por haber abierto la lata para una banda que admiran, cosa que quedó clara al profesar en sus propias palabras su alegría por haber girado con ellos estos días.

Unos veintes minutos de espera, y a punto de comenzar Calexico llegaron mis amiguetes, así que ya todo pintaba a 'noche grande'. Todos en sus marcas, pistoletazo de salida y ya por fin, eclosión controlada con Convertino, Burns y familia en el escenario, tocando "Epic", soberbia apertura del redondo 'Algiers', cuya presentación fue motivo de su visita. Un comienzo esperado y lógico, que hipnotizó a los presentes y que rápidamente, tras pasar su criba de rompehielos, fue interrumpido por las primeras notas de "Across the wire", primer retazo de su lado fronterizo y del insuperable 'Feast of wire", una canción que de golpe puso todo patas arriba, haciéndose la luz y abriendo un halo festivo apabullante. Ya había entrado la maquinaria en acción, no había marcha atrás y viviríamos un especial directo que alternaría sus dos caras, la tradición americana y la mexicana, o cuanto menos la abierta al mundo más allá del otro lado del charco. Así fueron cayendo "Splitter", monumental, contundente y exquisita, emocionalmente sabrosa, que buena canción y que bien sentó en ese momento, energía rockera de nervio Americana que en sus trompetas recuerda a The Long Winters y en su estribillo al Bruce Springsteen más arraigado, pero cuando todo iba a las mil maravillas, un lunar que hizo que hoy haga un comentario despectivo de manera inédita en este blog.

Pensaba que podría evitarlo pero no. Sobre las tablas hizo acto de presencia Amparo Sánchez, artista anteriormente conocida como Amparanoia y con la que la banda mantiene un idilio que no atino a comprender. Por el amor de Dios, que alguien les diga que a muchos de sus seguidores les resulta insoportable y que cuanto menos ello sirva para que se planteen no traerla cada vez que pisan territorio español. Su propuesta al mezclarse con lo que ella aporta, pasa a ser una especie de mestizaje chungo y chabacano que no pega ni con cola con la majestuosidad de su idea inicial, de abrir su sonido embrionario a algo que fusionado le dé más empaque, porque es que resulta soporífero e indignante para un gran número de personas (respeto a quién le guste, pero puedo asegurar que al menos en el sector que estaba yo situado había comentarios contrarios por doquier y la gente acabo frita de verla desfilar por los micros) ver como ella sola se come más de un cuarto de actuación alargando las canciones con sus desvaríos vocales para (se supone) tratar de animar a un público que ya está metido en vereda sin su ayuda. Prestó su voz, su cansina animosidad y sus bailes en cuatro temas, "Roka", "Muchacho", seguidas en un algo interminable que no salvaron ni las buenas intenciones instrumentales de sus amigos gringos, "Inspiración" (seguro que el título no es para describir su función) y "Güero canelo", la cual por fortuna no destrozó del todo, pero en la que dejó un devaneo con el guitarrista español De Pedro (que ha entrado a formar parte del grupo), que nos dejó perplejos por lo...en fin, que ahí dejo mi opinión, que no quiero parecer un tarugo. Que vaya por delante que es una cosa personal, que en realidad un mayor porcentaje vibró con esas canciones,, pero tengo que decir lo que creo, claro.

Pasado el vendaval oscuro, la cosa siguió viento en popa a toda vela y no nos costó apenas nada olvidar, así que metidos de lleno de nuevo, oímos "Dead moon", tristona y atmosférica, bebiendo tímidamente del jazz contemporáneo, aunando pragmatismo opaco con sobriedad desértica, "Para", quizás el corte más celebrado de su último álbum o al menos por parte de nosotros tres, con esos aires sinfónicos apasionantes, y dando un alegrón a la concurrencia por recuperar terreno vital, "Minas de cobre (for better metal)", sensacional, de lo mejor del recital, radiando las tormpetas y la pericia instrumental, "Sunken waltz", mi predilecta del repertorio, impecable e implacable, la que más recuerdo de ayer, como vibré con ella, que buena es!, "Dub latina", o lo que Howe Gelb ha tomado como referencia (lo que son las cosas) para lo nuevo de sus Giant Sand, banda de la que proceden nuestros protagonistas de la crónica, "Maybe on monday",de nuevo la prontitud de su pasado adaptado a los tiempos con la inmediatez del country-rock vestida de gala, "Two silver trees", sombras tarantinescas, imposible no imaginar esto como banda sonora de una peli del tío Quentin, aunque en directo cobro una dimensión distinta, mas aplicable a la épica, "Victor jara's hands", un clásico que no podía faltar, marca de la casa, con la guitarra de Jairo Zavala, llenando cada hueco mental y alumbrando el camino a seguir cuando se arrancó a cantar, "All systems red", para rendirse a sus pies, saboreando toda su fragilidad en un silencio sepulcral, "Alone again or", versión de Love que suelen hacer de vez en cuando y que fue uno de los puntos álgidos de la noche, "Puerto", otra de las genialidades de su último plástico, más próxima a la unión de sonidos multiculturales, y de ahí al camerino con la gente entregada reclamando su vuelta. No se hicieron de rogar y volvieron para junto a Blind Pilot, rendir tributo a la genial Gilliam Welch cantando juntos casi a capella una escalofriante y adorable versión de "Look at miss Ohio", en la que lo mejor, aparte de la hermosura de su interpretación fue ver a Joey Burns ejercer de estupendo anfitrión, repartiendo abrazos a sus invitados en un gesto maravilloso que da fe de su carácter conciliador, su amabilidad y su simpatía, un grande en definitiva, otro repaso a su flamante nueva obra con "Sinner in the sea", y un cover más, en esta ocasión y para sorpresa de los que atinaron a reconocerla "Corona", de los imponentes y siempre reivindicables Minutemen,un bluegrass con alma de corrido que parecía ya el colofón definitivo a toda esa fiesta, pero que no fue así, pues aún se animaron a arrancarse con un segundo bis en el que nos regalaron "The crystal frontier", eléctrica y firme con unas trompetas llevando la voz cantante y haciendo bailar a todos con su son latino, y la catedralícia "The vanishing mind", impresionante en su virtud finiquitadora de una velada inolvidable.

Después iríamos a cenar y echar un refresco (somos gente sana...o que no soporta la resaca bien, según se mire), hablando de viejos tiempos, cine, música, nuestra opinión sobre lo vivido unos instantes antes y carcajeándonos de la afición inconsciente del bueno de Joey por la prensa deportiva de este país que está en el bando blanco, pero esa es otra historia...


4 comentarios:

  1. :) qué alegría que no te los hayas perdido! y a pesar de ese frijol en el arroz! terminaste de certificar que Calexico es una gran banda! ah! hehe me encanta como se fusiona nuestra memoria pues acabo de escuchar a blind pilot y ya he recordado hahaha juro que cuando estemos viejitos pondré todo mi empeño en recordar a que hora toca la medicina jaja, mua! adoro tu memoria! =)

    ResponderEliminar
  2. Que bien que hayas recuperado para tu memoria a los Blind Pilot, cosita :)
    Recuerdo que en un principio me parecieron algo descafeinados pero a la segunda escucha me gustaron bastante, y ahora tras haberles visto en directo y ver lo majetes que eran, pues les he cogido incluso cariño, jeje.
    El concierto como ya te he ido comentando estos dias en 'petit comité' fue una gozada, a pesar de que como bien me dijiste, a juzgar por esta crónica no parezca que me entusiasmara tanto como otros a los que he ido, pero bueno ya sabes...fue por lo que fue :D
    La medicina, que solo tomaremos la pastillita de rigor para controlar la hiperactividad, nos la dará Clotilde la sirvienta porque seremos ricos y felices, tanto que no envejeceremos, pues tú me contagiarás el glamour, jaja.
    Besines a mogollón!

    ResponderEliminar
  3. A ver si he captado la idea: te encanta Amparanoia. Fue lo mejor del concierto para ti. ¿Sí? xD
    Cómo te pasas con lo de "vendaval oscuro", ni que viniera de Mordor la chica...
    Sabes que no soy muy fan de Calexico, pero con esta reseña me ha entrado un poquito de envidia. Seguro que hubiera disfrutado de ese concierto, según explicas.
    Saludos y ganas de ir de concierto contigo, señor!

    ResponderEliminar
  4. Fina ironía, JM, jaja, y sé que te consta que soy un cascarrabias y puede que des poco crédito a mi palabras, pero es que si hubieras estado, darías fe a lo que digo, sobretodo si tienes el mismo 'aprecio' por el mestizaje de escopeta nacional que tengo yo :P
    De Mordor no venía pero de algún bosque frondoso inexplorado, seguro!!
    Hala! si no me había quedado a gusto con el post, ahora ya puedo decir que si del todo, jeje.
    Al margen de la 'aparición estelar' de la susodicha, y a pesar de que Calexico no sea algo que te motive en exceso, creo que en varios momentos habrías disfrutado a lo grande. Para muestra un botón (el vídeo es de Madrid, pero se ve mejor que el que subí yo de aquí, además la cosa fue calcada).

    http://www.youtube.com/watch?v=TRWIk8Yqx-w

    A ver si viene alguna banda de nuestro agrado común (a ver Marillion) que el sentimiento es recíproco.
    Y vosotros, que tal lo pasastéis en Andrew Bird? cuenta, cuenta...

    ResponderEliminar