martes, 15 de enero de 2013

K-OS

ATLANTIS HYMNS FOR DISCO (2006)

Nunca me he considerado un defensor del Rap y sucedáneos, incluso muchas veces he pensado que es un estilo que no me interesa lo más mínimo, pero luego cambio de opinión al recordar los bailes que me echaba en la adolescencia cuando iba a la desaparecida Sala Garatge de mi ciudad, al son de algunos temas  monumentales relacionados con el género tales como "Jump around" de House Of Pain y "Fight your right (to party)" de Beastie Boys, o lo que me gustaba ir a casa de un colega en la etapa escolar a hacer un intercambio de gustos musicales y escuchar piezas como "Hip hop" de Dead Prez, pero también hecho un vistazo a lo que tengo por casa y me doy cuenta que parece ser que si que me gustan mas cosas de las que pensaba, porque veo por ahí a Violadores Del Verso, Wu-Tang Clan, Public Enemy, DMX, Cypress Hill, Kanye West, Saul Williams KRS-Oney otras cosas que beben de la misma fuente estirando la sonoridad a otro terrenos como Why?, Urban Dance Squad, Terranova, Tricky, Portishead, Rage Against The Machine, Linkin Park, Limp Bizkit, Buck 65, cLOUDDEAD, Cee-Lo Green, Danger Mouse (o el dúo alternativo de estos dos últimos, los geniales Gnarls Barkley), The Avalanches, The Streets, Outkast o N.E.R.D., todo un elenco, vaya, así que debo estar equívocado en el hecho de no prestarle atención a una cultura sonora que ha hecho mucho por unir mundos, por anteponer la innovación y la libre asociación de idea por encima de las reglas del juego. Múltiples artistas exploran su interior y estiran la eclecticidad al máximo, tal y como hacen todos esos que he mencionado, y entre ellos, uno de los que mas aprecio es este canadiense de Toronto (Ontario), hijo de inmigrantes provenientes de Trinidad y Tobago, al que descubrí a raíz de sus colaboraciones con la excelente banda indie-rock Broken Social Scene.

Olvidemos por un momento el lado chusquero y burdo del hip-hop, ese que nos muestran en sus vídeos algunos personajes ilustres del mismo, que optan por dar una perspectiva si no violenta si algo macarra de su personalidad, dejémonos de tópicos que relacionan coches tuneados, cadenas y anillos de oro, mujeres ligeras de ropa bailando de forma sexual, textos cargados de altanería, delirios de grandeza, estética pandillera y poses chulescas. Este hombre se desmarca de la presencia habitual desde su propio apodo que en su denominación se escribe con minúsculas en un gesto implícito por diferenciarse del resto de Mc's que usan su alias en mayúsculas para intimidar desde la portada con un tono agresivo, también en su lírica, donde sus letras abogan por la confraternización, el positivismo, la humildad (valga como ejemplo que si bien k-os es un acrónimo de 'conocimiento del ser', él despeja toda duda pedante respecto a su nombre artístico declarando que en realidad se trata de un juego de palabras que vendría a significar 'sonido original de Kevin') e incluso la ácida crítica a ese modus vivendi de sus coétaneos haciendo gala de un fino e irónico sentido del humor a la hora de repudiar la obsesión reinante por el dinero, la fama y el exceso.

Pero obviamente no quiero venerar su presencia ni su carácter, pues lo que prima es su propuesta. Con cuatro discos a sus espaldas, ya es un referente en su país de origen dentro de su voraz ambición de ofrecer algo distinto. Sus peculiaridades respecto a los demás, se sustenta en la curiosidad de que se puede decir que es un músico en toda regla, pues a diferencia de lo que suele ser habitual en los grupos y solistas que se asocian a su ideario, se acompaña de una banda en vivo y se encarga de tocar él mismo algunos instrumentos como la guitarra y el teclado, además con bastante soltura, amén de componer, escribir y producir su propio material. A punto de cumplir cuarenta y un años (su carrera se acerca a los veinte, así que ya es todo un veterano de la escena), traslada en sus mas recientes trabajos toda la sabiduría musical extraída de exprimir los álbumes de New Order, RX Bandits, Depeche Mode, Michael Jackson, Boogie Down Productions, A Tribed Called Quest, The Roots, Stevie Wonder o The Beatles, que cita como mayores influencias. Es por eso que su imaginario resulta francamente elástico y variado yendo del rock alternativo al pop, pasando por el soul, el r'n'b, el reggae y por supuesto el hip-hop.

En su tercer lanzamiento discográfico se aprecia la unión de todo ello con canciones tan lozanas como la inicial "Electric heat-the seekwill", pura en su esencia, con una base poderosa, un elementos del "Raw" de Big Daddy Kane, y un rapeo recio adornado con coros juveniles, primer sencillo extraído del disco, que en su versión audiovisual muestra a nuestro protagonista montado en una bicicleta bmx paseando por las calles residenciales de su ciudad mientras de fondo vemos a figuras notables de Canadá como algún miembro de los contundentes Billy Talent y Anna Von Frances del colectivo Pink Mafia, amén de numerosos patinadores, breakers y skaters, "The rain", una de mis dos predilectas del lote, una maravilla de alma soul (valga la redundancia) que está más próxima al ideario de Sam Cooke o Cee-Lo Green que de cualquier otro nombre con el que se le relacione, exquisitas secciones de viento y cuerda y una melodía fascinante, "Fly paper", divertida desde el principio con ese homenaje a las bandas sonoras de los dibujos animados que seguro veía de pequeño y un spoken word grácil, y que luego deriva en una excitante pieza festiva de intención raggamuffin con invitación al bailoteo, incluso de podría decir de ella, que encajaría en el manual de Black Eyed Peas, dentro de su lado menos comercial, "Equalizer", variación rapeada del 'Great balls of fire" de Jerry Lee Lewis en sus primeros compases que luego pasa a ser un movio corte con instrumentación básica de batería-bajo-guitarra, simpática y convincente al mismo tiempo, "Sunday morning", en la que saca todo su potencial como vocalista, posiblemente la mejor canción del repertorio, en la que tengo mis dudas si colabora aportando su destreza a la batería su paisano Sebastian Grainger de la banda de stoner-rock Death Above From 1979, porque aparece en el atractivo clip de la misma como actor y músico, pero sin embargo no aparece acreditado en el disco, "Mirror in the sky", aires dub y demencia saltarina, muy en la onda (sobretodo en la forma de cantar) de Horace Andy, colaborador eterno de Massive Attack, "Born to run", mi otra gran favorita, una verdadera joya, un indiscutible hit rompepistas con un descarado sabor indie-rock, unos riffs que podrían firmar Bloc Party o Biffy Clyro, por poner solo dos ejemplos, y un estribillo portentoso, "Valhalla", acelarada y tribal colaboración con la infalible formación canadiense Sam Roberts, que por desgracia ya anda disuelta y con sus miembros inmersos en otros proyectos, y el carismático Kevin Drew, voz de Broken Social Scene, el cual devuelve el favor tras la participación de k-os en su álbum de debut en solitario, "Black ice hymn 4 disco", donde hace honores al scratch y las orquestaciones sobre una coralidad pegadiza, "Higway 7", acústica gema preciosa que bien podría haber firmado Ben Harper, y la imponente "Ballad of Noah", junto a sus amigos Kamau y Buck 65 (de este último es fan acérrimo Thom Yorke de Radiohead, ojo al dato), una maravilla que navega por varios géneros de genuino sabor americano, muy afín a lo que suele hacer en sus trabajos el último.

Una colección de pistas estimulantes con las que cumplo mi pequeña deuda con el hip-hop, ya que viendo que tampoco me desagrada tanto como creía, debe estar presente por aquí. Kevin Brereton, el hombre tras el personaje, se comió y guisó esta obra en su materia orgánica. Como datos curiosos apuntar que el gurú de este caballero en sus comienzos fue su colega Nigel Williams de Pocket Dwellers que le animó a crear, el ex-jugador de baloncesto John Salley (militó en los míticos Detroit Pistons que con Chuck Daly en el banquillo ganaron dos anillos consecutivos en el 89' y el 90', y consiguió otro con los Chicago Bulls de Jordan y otro con los Lakers de Kobe y Shaq) fue el manager que relanzó su carrera, sus padres son testigos de Jehová (de hecho su figura paterna era ministro de una congregación), prestó su voz en el tema "Get yourself high" de los británico The Chemical Brothers, que tuvo conflictos con el sudafricano K'Naan (si, el que hizo la canción oficial del Mundial que ganó nuestra selección de fútbol) y sus compatriotas Danko Jones, rápidamente solventados con una charla amistosa, y que ha hecho remezclas para Fesit y Lghts entre otros. Un tío grande.

4 comentarios:

  1. Estoy contigo, yo tampoco he podido tragar nunca con el rap, ni el hip hop ni variantes a este estilo. Siempre que hablo con gente que le gusta me dicen lo mismo, lo bien que cantan, lo grandes musicos que son y no lo llego a entender por mas que quiera. No, No y No. Me aburren que le vamos hacer, lo único que he llegado a adorar y sigo adorando por el estilo hiphopero han sido los grandes Beastie Boys, todo lo demas me repite. Lo siento pero es así.

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  2. Si, tio, a mi me cuesta mucho este cabrón de género y jamás enteré tanta alabanza ni atención de los medios, me llega a sacar de quicio que se alabe un estilo que apuesta más por la polémica que por la razón, por no hablar de los personajes relacionados con él, que tiene el crebro vacío, pero...como digo en el post, algunas cosas me gustan, supongo que todas las etiquetas hay algo interesante, tampoco me motivan muchos discos, de hecho creo que enteros ninguno, jeje, pero por ejemplo lo que hace este tio me parece muy interesante, así como todos los de su palo que se abren a colaborar y no cerrarse en banda dentro de sus propios patrones.
    En resumidas cuentas, que individuos como 50 Cent, Jay Z o Lil' Wayne, por citar tres ejemplos, me parecen deleznables, pero hay otras cosas que tienen su rollo o mejor dicho...hip-hop puro, puagg, hip-hop abierto de miras, olé :D

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  3. La música negra ya no es lo que era.

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  4. Desde luego Joaquim. Ha bajado mucho el nivel con tanta altanería estética y sonido chichinabesco, que profána las buenas costumbres sonoras de antaño, con aquellos magnificos bluesman y genios del soul, pero quien sabe, tal vez un día tenga un resurgir bueno la 'black people' y volvamos a gozar de buena electricidad y melodías con sentimiento.
    Doy por hecho que este disco no te ha motivado mucho, jeje.
    Un abrazo desde tierras aztecas (razón por la contesto tarde).

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