miércoles, 27 de febrero de 2013

WATERS

OUT IN THE LIGHT (2011)

Hacía días que venía escuchando este disco con asiduidad y me rondaba la idea de ponerlo por aquí, pero no encontraba el momento, y hoy que es Lunes y arrancamos la semana esperando la llegada de Marzo con la ilusión de que se calme el temporal, me ha parecido que había llegado la hora de reivindicar humildemente la labor del que hasta hace bien poco fuera líder de los sensacionales Port O'Brien, Van Pierszalowski. Adoré las canciones de aquella banda editadas en un corto periplo que solo nos dejó tres álbumes de estudio como legado, y lo cierto es que en cuanto me enteré de que por el mercado corría un trabajo en solitario de este hombre, enseguida me puse a la faena para dar con él. Lo editó hace algo menos de dos años tras anunciar poco antes la disolución de su banda madre y lo conseguí hace unos meses, lo escuché un par de veces y me gustó mucho, luego pasadas unas semanas le volví a dar cancha a raíz de que se lo recomendé a JM Hulme, responsable del tristemente desaparecido blog 'Carretera 61 cortada' y que ahora anda envuelto en el prometedor (si le da continuidad, que nos tiene en ascuas) 'Y un huevo duro', y le descubrí mas matices, pero cuando le cogí el gustillo a lo grande fue cuando me sumergí de lleno en su contenido mientras me chupaba un interminable viaje en autocar a Madrid para coger el vuelo que me llevaría a México y en el no menos soporífero trayecto que me trajo de vuelta desde la capital tras volver de allí. Tengo la desgracia de que jamás concilio el sueño cuando hago un recorrido largo, ya sea en coche, bus, tren, avión o cualquier otro transporte que se precie, porque aunque no lo he podido comprobar todavía, estoy seguro de que en barco tampoco y en bicicleta, mas me vale que siga teniendo ese hándicap, pero como nunca hay mal que por bien no venga, esa circunstancia siempre me da para degustar una buena retahíla de discos y apreciar en plena concentración y relajación sus detalles. Así llegué a la conclusión de lo genial que es este primer trabajo del músico de Cambria (California).

Un álbum donde se decanta por buscar un sonido mas cercano a Pixies que a Arcade Fire, grupo que se podría citar como símil para describir un poco como sonaba su anterior proyecto. Más duro, guitarrero y descarnado, cambiando ligeramente su tono de voz, para comunicar de una manera más cruda, segura de si misma y furiosa, contando historias interesantes y musicalizando las estrofas con unas melodías instrumentales adictivas. Para esta reconversión, nuestro protagonista busco una nueva ciudad para descansar y dar forma a sus nuevas ideas. Necesitaba calma tras el ajetreo que supuso su última gira al frente de Port O'Brien y pensó que el mejor lugar era Oslo (Noruega), donde pasaría una buena temporada nadando en los fiordos noruegos, disfrutando del ocio y la experiencia del cambio climatológico agresivo de las estaciones, y además de encontrar su rumbo, se enamoró de nuevo, tras la tortuosa ruptura con su anterior pareja y compañera de banda, Cambria Goodwin (se dice que ésta fue la principal razón de la separación del grupo). Después de todo él se crío en el estado de Alaska, bueno mas o menos, porque pasaba allí los veranos con su padre pescando en una embarcación propiedad de la familia, y lo lógico era que volviera a sentir mariposillas en el estómago con una chica en un país gélido y por consiguiente idílico para él.

Fraguó en tan solo dos meses 'Out in the light' en un local de ensayo situado en las afueras de la ciudad nórdica, con una serie de músicos locales con los que había hecho buenas migas. La inspiración le llegó de la mano de su nuevo entorno y bordó un álbum con mucha garra y energía, rompiendo las pautas establecidas en su anterior material, con la carga emocional que le propició el vivir una larga temporada de inclemencias temporales, mezcladas con el calor de los lugareños y su nueva pareja sentimental que le mostraron una cara distinta de la vida. Todo esto queda plasmado en una colección de canciones que hacen levantar del asiento por momentos, que finalmente fueron grabadas en un estudio de Dallas (Texas), donde se trasladó la banda al completo. Diez días bastaron para darle forma de la mano del productor John Congleton, elegido a conciencia por Pierszalowski, que quedó fascinado por su labor en alguno de sus discos predilectos de los últimos años (publicados por St.Vincent, Bill Callahan o el artista de R&B R.Kelly, una debilidad curiosa del rubiales).

El resultado final inspirado en base a las propias palabras del cerebro de todo esto en 'Un sentimiento que  está a punto de despertar. Se trata de salir de una situación que parece no tener fin, y darse cuenta de que no eres demasiado viejo para hacer cambios drásticos y repentinos en tu vida. Consiste en empezar de nuevo'. Totalmente de acuerdo, tras escuchar estas diez canciones que mezclan guitarras difusas, pedales y percusiones estrelladas, un trabajo alternativamente galopante y lánguido, plagado de melodías indelebles que se mueven vertiginosas como lo hace un bólido en una recta desierta interminable. Lejos de los himnos taciturnos pero adictivas de antaño, Van, opta aquí por la inmediatez agresiva, sin olvidarse de incluir algún corte reposado en busca de un equilibrio que no reniegue de su idea embrionaria.

Animaros a homenajear a vuestros oídos con el placer que evocan las notas de "For the one", a mi humilde juicio la mejor del lote, una maravilla con Neil Young como referencia principal, pero que perfectamente se puede decir que bebe de otros grandes, no tan veteranos como Band Of Horses, The Hold Steady o The Bottle Rockets, lo cual no quiere decir implícitamente que la cosa suene a Americana, pero si que es un rock de corte pegadizo, adornado por unos coros sensacionales que hacen vibrar, una canción que podría haber sido un verdadero hit de contar con una mejor distribución que lo promoviera a bombo y platillo, "O holy break of day", donde vuelve a planear la sombra del ex- Buffalo Springfield, pero también la de sus alumnos más aventajados, Built To Spill, un corte más épico que abre el cielo con su portentoso solo de guitarra, posiblemente la más inspirada del repertorio en contraprestación de su antecesora, un mano a mano con aquella para definir lo que significa la elaboración y eficacia en este disco, "Out in the light", que da nombre al álbum y que se acerca más al universo pop con esos acordes soleados, otra exquisitez de noble exposición, "Back to you", un trepidante power-pop que encajaría en el ideario de Teenage Fanclub, reservándose para el final una maraña eléctrica solo comparable a las concesiones de Ira Kaplan para los temas largos de sus Yo La Tengo, "Ones had you before", vuelta a ese folk de cantautor que a asomó el hocico en su obra anterior, acústicas y piano en compás reposado, "Abridge your love", que tiene una línea próxima al "Because the night" de Patti Smith en su inicio, pero rápido rompe para erigirse en un rompedor hit contestatario pseudo romántico, en el buen sentido de la palabra, "If i run", como si Black Francis se pusiera tierno, "San Francisco" y "Mickey Mantle", donde su voz brilla sobremanera al exponerse sobre una instrumentación suave y desnuda. Sensacional.

Waters es un proyecto personal de Van Pierzsalowski como he mencionado antes, pero en el estudio y gran parte de su gira tuvo como acompañantes a Marta Solbakken, Sigmund Nulsen y Nikolai Haukeland.

2 comentarios:

  1. Me encanta saber el valor que le das a esta banda. Espero algún día notar todo lo que expresas de ellos, pues me conflictua un poco que yo no pueda reconocerlo aún. Me han costado algo de trabajo, la voz es muy única y permanece en los oídos pero cuando se mezcla con la música a mi me trae nostalgía, me ponen un poco de bajón...

    Muaaaaaa!

    ResponderEliminar
  2. Pues es que me gusta mucho este disco, tampoco sé porque razón en especial, porque tal vez haya un enorme puñado de grupos y solistas que hacen algo similar o incluso idéntico, pero el caso es que lo escucho y me activa, jaja, puede que sea por la voz del amigo Van, que tiene ese encanto particular.
    No obstante entiendo que no te haya entrado del todo, quien sabe, quizá con las escuchas te vaya ganando enteros, espero que sí, porque sonará mucho en la disquera de casa en el futuro y no quiero acabar durmiendo en el sofá por culpa del rubiales este (y menos de ningún otro, porque lo hago picadillo), jajaja.
    Creo que incluso le acabarás encontrando el punto optmista y revitalizador que les reclamas.
    Requetemuaaaaaas!!!

    ResponderEliminar