viernes, 10 de mayo de 2013

SMOKE FAIRIES

THROUGH LOW LIGHT AND TREES (2011)

Cuando el viento sopla a favor todo va rodado y es bueno aprovechar el momento para subirse al tren de los deseos cumplidos. Que el folk vive una segunda juventud tras varias décadas ejerciendo un papel secundario en el panorama musical, con bandas excelentes pero que no tuvieron la fortuna de conseguir el beneplácito general de prensa y público, es un hecho tan revelador como que en la actualidad somos testigos de una oleada de formaciones y artistas vínculados al género, copando portadas de revistas, colando singles en radiofórmulas o incluso encabezando algunos de los festivales más importantes del mundo, algo que puede parecer hasta cierto punto, exagerado. Se percibe una proliferación descomunal que hace que demos una patada a una piedra y de debajo surjan un puñado de grupos que practican este estilo con mayor o menos destreza, al igual que pasó hace un lustro, más o menos, con el revival post-punk. En cualquier rincón del planeta y en múltiples variantes, la música de raíz tiene un lugar privilegiado, y si bien impera sobremanera la que se asocia a la tradición americana, también podemos encontrar mucho encanto en la que se produce en el exterior de las fronteras estadounidenses, la que opta por coger lo mejor de su tierra de origen para mezclarlo con lo que nos ha llegado desde el otro lado del charco en el último siglo.

Es evidente que la que cuenta con una mayor fama es la que sale del país de las barras y estrellas, pero lo que se cuece en las Islas Británicas es un buen ejemplo para confirmar que si bien la onda expansiva es grande y gracias al reconocimiento alcanzado por lo que exportan los yanquis hay una mayor accesibilidad a otro tipo de discursos asociados a la calidez acústica que no se ciñen solo a una influencia,  no es menos cierto que también hubo un pasado en el viejo continente que tuvo su valor adquisitivo. Estados Unidos, ha abierto, tal vez sin pretenderlo, una amplia veda, y es motivo de celebración para los amantes de estas sonoridades, que haya sido así, porque ahora podemos acceder a una inagotable colección de músicos que quieren mostrar su lado íntimo con la ternura de un mensaje que tiene mucho de conciliador. Botón de muestra puede ser uno de los grupos más interesantes que he oído últimamente, porque precisamente proviene del Reino Unido.

Recogiendo el testigo de lo ofrecido por gente como Pentangle, Sandy Denny o los más recientes Espers, tenemos a este par de chicas de Londres (Inglaterra), dotando a su propuesta de una delicadeza y sensibilidad francamente agradable. Ya mostraron su calidad en su ópera prima 'Strange the things', y con aquella recopilación de sencillos y caras b's recogidos en un disco de larga duración titulado 'Ghosts',  pero poco después confirmaron definitivamente su valía con este genial debut oficial al que dieron continuidad el pasado año con el exquisito 'Blood speaks'. Entre medias colaboraron el gran Richard Hawley ejerciendo de coristas de lujo en el Ep 'False lights' (el otrora guitarrista de Pulp, siempre dice que Smoke Fairies es una de las mejores bandas que ha oído en los últimos años). Se conocieron cursando estudios en la ciudad de Essex (Inglaterra), convirtiéndose en amigas inseparables, tras lo cual se fueron a vivir juntas a la melómana New Orleans (Louisiana), donde se empaparon del blues de la zona, algo que adaptarían con maestría en su proyecto, luego volvieron a instalarse una corta temporada en su país para reunir fondos con trabajos temporales para sacar adelante sus canciones y fue dando el cayo los aparcamientos adyacentes al festival Sidmouth Folk Week, donde descubrieron la magia de la música de raíz británica, dando con la tecla apropiada para hacer de su ideario algo genuino. Volvieron a emigrar, esta vez a Canadá, concretamente a Vancouver (British Columbia), y tras un período de doce meses fijaron su residencia finalmente en su localidad natal, donde por fin iniciaron esta estimulante aventura. En sus inicios llamaron la atención del ilustre líder de los míticos Roxy Music, Bryan Ferry, y grabaron varias canciones para editarlas a trompicones como maniobra comercial. Una de ellas fue lanzada por el sello de Jack White, mitad de The White Stripes que también declaró su aprecio al dúo. Él mismo se encargó de la producción de la canción.

Su inclusión en festivales de prestigio como el Primavera Sound de Barcelona o el South By Southwest de Austin (Texas), una gira con la emergente Laura Marling, y su presencia en el tributo a Neil Young hecho por la revista Mojo para conmemorar el cuadragésimo aniversario de 'Harvest', ese maravilloso disco del canadiense (cedieron una preciosa relectura de 'Alabama'), hicieron el resto para que su nombre empezara a sonar con fuerza y la estabilidad vino con este sobresaliente 'Through light and trees', un álbum que funciona mejor cuando se sale del guión y da al sonido del grupo una mayor complejidad, alejándolo del mero papel de escribas del estilo. No quiero decir con esto que el minutaje global se resienta en las partes más dóciles, al contrario, lo trato de aclarar es que las once piezas que componen este disco, brillan en conjunto por su virtud de arriesgar y añadir pizcas de vértigo a su concepto embrionario. Quizás se les pueda achacar que su pulida técnica vocal acabe cansando al final de la escucha entre tanta armonía y gorgorito, pero a mi personalmente me parece un atractivo más ese elemento que les emparenta directamente con CocoRosie, pero que huye de la comparación odiosa, pues su percepción es inagotable y tan pronto nos puede venir el nombre de la banda de las hermanas Casady, como el de Seasick Steve o el de Rykarda Parasol. La prueba viene de la mano de cortes tan excelsos como "Summer fades", que podría pasar por una adenda celta, desatacando sus angelicales voces como si tratara de una versión femenina de Fleet Foxes,  un tema atmosférico y fantasioso que destapa el tarro de las esencias, "Devil in my mind", que parece salido del corazón de cualquier bosque ubicado en la América profunda, con ese halo de oscuridad que les acerca al southern gothic country de Woven Hand, "Hotel room", con cierto olor a pop o al menos siguiendo el renglón de dicho movimiento, una pieza alegre (dentro de lo que cabe) con un acorde repetitivo que penetra el alma y la fortalece, al igual que ese órgano siempre presente que oímos funcionando a todo gas tanto en el momento que ha de cubrir un limpio solo de guitarra como cuando tiene que envolver el enérgico compás de batería, "Dragon", ese hálito del Tom Waits más romántico, que interpretan en una desnudez emocional cautivadora, cediendo el poder al piano y las voces, "Erie Lickawanna", suciedad de tendencia medieval, sentimiento interior brotando en brisas bucólicas, "Strange moon rising", a mi juicio, el mejor corte del álbum con ese slide rebosante de espíritu blues fronterizo, recordando a la Pj Harvey de los comienzos, "Storm song", preciosa fragilidad acústica que en su registro recuerda a la gran artista celta Loreena McKennitt, al menos hasta que entran esa distorsión eléctrica y ese violín melancólico que les asocian a Willard Grant Conspiracy, "Feeling is turning blue", con unas capas lo-fi que juegan al despiste, pues dan otro color a su exposición pero en realidad no da un paso más allá en su atrevimiento, y "After the rain", despedida minimal en la que la voz coge el timón para iluminar el camino con un texto y una melodía que parece extraída de otros tiempos.

Smoke Fairies son Katherine Blamire y Jessica Davies. En el estudio contaron con la ayuda inestimable de músicos tan capaces como Neil Walsh, Kristofer Harris (bajista de los efímeros Polka Party y Touriste) y Neil Walsh (que toca la viola como miembro fijo en la interesante banda post-rock inglesa Her Name Is Calla), además de la hermana de Katherine, Jenny Blamire.


6 comentarios:

  1. Las modas vienen y van, hay que aprovechar cuando coincida con tus gustos y cuando no simplemente habrá que buscar más allá de las portadas. La moda folkie me tiene muy contento, aunque yo diría que su auge pasó, ahora para mi contrariedad se llevan otras cosas. O puede que sea yo que ya no estoy tan atento. Da igual, la cuestión es que estas muchachas son bien majetas, llegué a ellas a través de la conexión con Laura Marling. Buenos vídeos has escogido, la de Hotel Room es tremenda.
    Un saludo!

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  2. Si, es una cuestión de tendencias e igual que ahora ha perdido fuelle en detrimento quizás del rock electrónico o el pop mezclado psicodelia, hatsa hace poco era el folk quien la marcaba. Lo único es que pasado el boom, esas bandas continúan y siguen apareciendo otras bien interesante, solo que no tienen la misma atención mediática, pero para el caso es lo mismo porque de una manera u otra acaban llegando a muchos oídos aprovechando estos tiempos de consumo voraz aupados por la red.

    A mí este par de guapetonas me gustan mucho, no estoy muy seguro, pero creo que también supe de ellas a través de Laura Marling (dudo si no fue por su relación con Richard Hawley, por eso no lo confirmo a ciencia cierta).
    Los vídeos están muy bien y 'Hotel room' es magnifica.
    Un abrazo, figurín!

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  3. Hola guapetón. Tiempo ha que no me pasaba por aquí, a ver si te puedo dejar algo decente con el móvil. Lo malo es que mi consideración de este grupo es muy diferente a la vuestra, tuve ocasión de verlas hará unos dos años y pico como teloneras de Teenage Funclub, creo (teloneras de alguien al fin y al cabo), y la verdad es que se me hicieron muy cansinas, con una propuesta muy repetitiva que invitaba más al sueño que al bailoteo. Eran como unas Ella Baila Sola a lo brit, aunque después de tu encendida recomendación quizás debiera concederles otra oportunidad.

    Un saludo!

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  4. Hombre Don Joaquim!!! como estamos!? ávido de tus comentarios estaba este humilde blog, se echaban en falta ya :D
    No me hagas caso cuando me pongo entusiasta a lo tontojulián, que ya sabes que soy muy exagerao cuando me dejo llevar por la escucha en el momento que escribo. Cierto es que tampoco son la hostia en pepitoria estas muchachas, igual hasta pueden ser un poco lineales, no obstante creo que suenan mejor en estudio que en directo (a razón de lo que has puesto he ido a buscar algún 'youtube' fresco con alguna actuación suya). Dales una escucha en disco a ver si cambias ni que sea ligeramente tu opinión. Solo por 'Strange moon rising' vale la pena darles otra oportunidad, ya verás :P

    Eso si, con lo de compararlas con Ella Baila Sola te has cebao eh? jajaja, bueno...están de buen ver igual que aquellas dos leonas, todo sea dicho!

    Me ha alegrado mucho tu visita. Alguna cosas he puesto recientemente que al postearla pensé que te gustaría (no recuerdo que era), ya echarás un ojo por ahí, a ver si acerté.
    Un abrazo!

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  5. Qué lástima que estas chicas bonitas ya no tocarán más... me da una graaaaaaaaan tristeza...

    fin del comentario :) jajja

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  6. jajajajaja!!! que escueta eres mi psycho killer! recomendaría a estas muchachas esconderse ahora mismo, precisamente su carrera no es lo que corre más peligro en estos momentos.

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